InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: General

11.07.19

Serie Un amigo de Lolo – Las cosas son como son…

Presentación

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Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

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Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “El sillón de ruedas”.

Las cosas son como son…

 

Mas el desliz del Paraíso no puede ser alineado junto a una querella de velador. Si vamos a él con toga y lente de Derecho, también habríamos de desempolvar la altura de un delito de deicidio.” (El sillón de ruedas, p. 95)

 

El título del artículo de hoy tiene que ver, eso, con las cosas y circunstancias porque, a veces, son como son y no podemos vestirlas de una forma distinta a cómo son.

El Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, sabe que ante determinadas circunstancias, es más que posible que tratemos de disimular. Y qué decir del pecado original…

Es bien cierto que, con el paso de los siglos desde que aquello sucedió, sabemos más que mucho de la intención de nuestros Primeros Padres. Y que no había nada bueno en aquella su intención y, aunque también que fueron vilmente engañados por el Maligno, no es poco cierto que cayeron con gozo (digamos eso) en aquel primer pecado.

¿Acaso el ser humano, creado por Dios, tenía derecho a algo?

En realidad, es verdad que tenía los derechos que el Creador, el Padre del Cielo, le había dado a Adán y a Eva. Sin embargo, la cosa no podía más allá. Es más, no podía pasar de aquella línea roja que trazó, para ellos, el Todopoderoso.

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6.07.19

La Palabra del domingo - 7 de julio de 2019

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Lc 10, 1-12.17-20

 

“1 Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. 2 Y les dijo: ‘La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. 5       En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa.’ 6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. 7 Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. 8                    En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; 9 curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros.’ 10 En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid: 11 ‘Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca.’ 12 Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad

 

17 Regresaron los 72 alegres, diciendo: ‘Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.’ 18          El les dijo: ‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.19 Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño; 20 pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los  cielos.’”

 

COMENTARIO

 

La verdadera alegría

 

Creer en Dios y tener por bueno y mejor que el Creador es Padre de la humanidad era una verdad que Jesús quería proponer. Es decir, no tenía intención de ir por el mundo obligando a creer. Ahora bien, avisaba muchas veces de lo que suponía no creer. Y esto, lo que quería decir era que el hombre era libre para aceptar o no lo que proponía el Maestro. 

Exactamente igual tenía Cristo por verdad que eso hicieran aquellos a los que había enviado. En este texto se nos dice que fueron 72 los que quiso que fueran por el mundo a transmitir la Buena Noticia y que el Reino de  Dios estaba cerca. 

Lo que dice Jesús es bien claro: son pocos los que evangelizan y hay que pedir a Dios para que envíe a muchos que cumplan con tal labor. 

Pero también les dice algo que valía para entonces y vale para ahora mismo: los envía a padecer porque sólo puede entenderse tal cosa cuando trata a sus enviados como ovejas y a otros, como lobos. Sin embargo, ellos debían mantener la esperanza siempre intacta y la confianza en Dios porque en muchos lugares los recibirían con alegría. 

En otros, sin embargo, la cosa no se daría bien ni nada por el estilo. Es decir, en muchos lugares no querrían saber nada de ellos. Bien fuera por ignorancia de la Verdad o, simplemente, por ir a pueblos enemigos del pueblo judío… el caso es que en más de un lugar al que debieron ir aquellos 72 enviados nos lo debieron recibir de buen gusto. Y es casi seguro que los echaran con cajas destempladas. 

¿Qué, entonces? 

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4.07.19

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – De Gondolin a Númenor

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Es bien cierto que se puede decir que no existe, en principio, relación alguna entre la Ciudad Escondida de Gondolin y la isla estrellada de Númenor. Y es posible que pueda sostenerse eso. 

Sin embargo, existe una relación más que directa entre ambos lugares si bien, como es sabido, Gondolin fue ciudad de los Elfos mientras que Númenor fue, en esencia, puesta en el lugar donde fue puesta, para los Hombres. 

Ahí, en la relación Elfos-Hombres es donde podemos encontrar la relación. Y, mejor, en una saga familiar que da mucho de qué hablar y, sobre todo, en qué pensar. 

De todas formas, aquí no hablamos de relación temporal en el sentido, por ejemplo, que se hubiera producido relación comercial o, simplemente, personal, entre un lugar y otro. No. Y es que eso no pudo ser posible porque ambos lugares no “coincidieron en el tiempo material de la Tierra Media”. Aquí hablamos de relación familiar. Sí, de eso hablamos. 

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Podríamos decir, emulando una vieja serie televisiva en la que un personaje, anciana ella, decía (antes de contar algún sucedido de su vida) algo así como “Sicilia, año 1940…” para, acto seguido contar lo que quisiera contar. Nosotros, pues, decimos, “Gondolin, más o menos, año 496 de la Primera Edad, Tuor, hijo de Huor, entra en la Ciudad Escondida”. Tiempo después se enamora de Idril, hija del Rey Turgon y Elenwë. Y es cuando todo empieza… 

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30.06.19

El Rey de España… ¿Dónde estaba ayer?

Ayer domingo, 30 de junio del año de Nuestro Señor de 2019, el que esto escribe recibió un correo electrónico muy especial.

Se trata, y puede verse en la imagen que aquí ponemos, de la respuesta de la Casa Real (del Rey de España, claro está) al requerimiento a Su Majestad de que fuera su persona la que hiciera la renovación de la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús como hizo el entonces Rey de España, en 1919.

La cosa, contando en mayorías políticas, debía ser de poca importancia porque, al fin y al cabo, sólo firmamos la tal petición 16.813 católicos españoles y eso, claro está y según qué tipo de pensamientos, es poca cosa…

Digamos, en primer lugar, que parece algo de guasa y cachondeo, que la fecha de la firma de la dizque respuesta sea la del 30 de mayo, justamente un mes antes de la citada Consagración había ayer. En fin… hay quien o no da más de sí o es, simplemente, malo de toda maldad…

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29.06.19

La Palabra del Domingo - 30 de junio de 2019

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 Lc 9, 51-62

“51 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, 52 y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 53  pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. 54  Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: ‘Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?’ 55 Pero volviéndose, les reprendió; 56 y se fueron a otro pueblo.57 Mientras iban caminando, uno le dijo: ‘Te seguiré adondequiera que vayas.’ 58 Jesús le dijo: ‘Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde  reclinar la cabeza.’ 59 A otro dijo: ‘Sígueme.’ El respondió: ‘Déjame ir primero a enterrar a mi padre.’ 60 Le respondió: ‘Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.’ 61 También otro le dijo: ‘Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.’ 62 Le dijo Jesús: ‘Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.’”

                                           

 

COMENTARIO

 

Saber lo que supone seguir a Cristo

                      

Cuando alguien encuentra a quien cree que puede ser una persona muy importante en su vida no duda lo más mínimo en hacérselo saber. Si es que, de verdad, así la considera, tampoco dudará en entregar su vida por la misma. 

Eso lo podemos elevar a una potencia muy alta cuando lo que se trata no es de una persona que pueda ser más o menos carismática sino que hablamos de quien podía ser el Mesías esperado por el pueblo judío, elegido por Dios para ser el suyo. 

No todos, sin embargo, le seguían y, como bien sabemos por lo escuchado y leído tantas veces, había quien le quería muerto. Por eso en aquella ocasión los apóstoles se enfadaron cuando no quisieron recibirlos en un pueblo samaritano. Ellos, que sabían que Jesús era el Cristo, no podían soportar que alguien no lo quisiese. 

Pero la forma de pensar y hacer del Hijo de Dios era muy otra. Y es que no podía, ni debía, obligar a nadie a seguirlo. Menos aún a los que siempre se habían opuesto, por razones que creían importantes y de cariz religioso, al pueblo judío. No. La libertad era un don de Dios y el Hijo no iba a adueñarse de la misma. Tal forma de actuar no era la correcta. 

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