19.01.16

Un amigo de Lolo – Dios se compadece porque nos ama

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

Dios se compadece porque nos ama

 

“Si las lágrimas de los hijos nos enternecen, ¿a qué grado de compasión no ha de llegar Dios contemplando nuestras situaciones atribuladas?” (Bien venido, amor, 67)

 

¿Qué esperamos del Amor de Dios?

El hijo suele esperar de su padre lo mejor porque confía en Él. Sabe que, como bien dijo Cristo en una ocasión, si le pide un pez no le va a dar una serpiente y si le pide pan tampoco le va dar una piedra.

Sabemos que el Hijo de Dios ponía ejemplos que todos pudiesen entender porque sólo facilitando tal entendimiento podía transmitir la santa Voluntad de Dios que había venido al mundo para que se cumpliese.

Por eso, es de común creencia que un padre quiere lo mejor para su hijo aunque no siempre el segundo perciba las cosas de igual manera. Sin embargo, al respecto de Dios y nosotros, hijos suyos, otra cosa no podemos esperar porque Dios no puede engañar ni engañarnos: el Creador nos ama y eso ha de notarse al respecto de nosotros, su sus hijos.

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17.01.16

La Palabra del Domingo - 17 de enero de 2016

 Jn 2, 1-11

 “1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. 2        Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. 3  Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: ‘No tienen vino.’ 4 Jesús le responde: ‘¿Qué tengo yo contigo mujer?, Todavía no ha llegado mi hora.’ 5 Dice su madre a los sirvientes: = ‘Haced lo que él os diga.’ =6 Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. 7 Les dice Jesús: ‘Llenad las tinajas de agua.’ Y las llenaron hasta arriba. 8 ‘Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.’ Ellos lo llevaron.9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían  sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio 10 y le dice: ‘Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.’ 11         Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.”

                                                                                                          

COMENTARIO     

El mejor vino

 

Nos dice este texto del evangelio de San Juan que con esto que contiene Jesús dio comienzo a sus señales.

Bien podemos decir que dio comienzo a sus señales a su pesar. Y es que, como le responde a su Madre, aún no había llegado el momento de manifestarse al mundo. Y es que esto, lo que sucedió en aquella boda, fue una manifestación, una Epifanía, de Jesús. Digamos que es como un decir que el Hijo de Dios ha venido al mundo a cumplir con lo que ha sido establecido por Quien lo engendró.

También hay algo importante. Nos dice San Juan que con aquello que allí sucedió, en Caná de Galilea, los discípulos de Jesús, creyeron.

El caso es que hasta entonces el Emmanuel se había limitado, por decirlo así, a reclutar a los que iban a caminar con Él por los caminos del mundo conocido por ellos para transmitir la Buena Noticia según la cual el Reino de Dios ya había llegado. Seguramente, como bien nos dice aquí San Juan, aun no había manifestado Cristo un poder tan grande como el que aquí muestra. Se habría limitado a instruir a sus discípulos más allegados pero no había demostrado que el poder de Dios estaba en Él y con Él.

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16.01.16

Serie “Al hilo de la Biblia- Y Jesús dijo…” – Hay que estar atentos

Sagrada Biblia

Dice S. Pablo, en su Epístola a los Romanos, concretamente, en losversículos 14 y 15 del capítulo 2 que, en efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza. Esto, que en un principio, puede dar la impresión de ser, o tener, un sentido de lógica extensión del mensaje primero del Creador y, por eso, por el hecho mismo de que Pablo lo utilice no debería dársele la mayor importancia, teniendo en cuenta su propio apostolado. Esto, claro, en una primera impresión.

Sin embargo, esta afirmación del convertido, y convencido, Saulo, encierra una verdad que va más allá de esta mención de la Ley natural que, como tal, está en el cada ser de cada persona y que, en este tiempo de verano (o de invierno o de cuando sea) no podemos olvidar.

Lo que nos dice el apóstol es que, al menos, a los que nos consideramos herederos de ese reino de amor, nos ha de “picar” (por así decirlo) esa sana curiosidad de saber dónde podemos encontrar el culmen de la sabiduría de Dios, dónde podemos encontrar el camino, ya trazado, que nos lleve a pacer en las dulces praderas del Reino del Padre.

Aquí, ahora, como en tantas otras ocasiones, hemos de acudir a lo que nos dicen aquellos que conocieron a Jesús o aquellos que recogieron, con el paso de los años, la doctrina del Jristós o enviado, por Dios a comunicarnos, a traernos, la Buena Noticia y, claro, a todo aquello que se recoge en los textos sagrados escritos antes de su advenimiento y que en las vacaciones veraniegas se ofrece con toda su fuerza y desea ser recibido en nuestros corazones sin el agobio propio de los periodos de trabajo, digamos, obligado aunque necesario. Y también, claro está, a lo que aquellos que lo precedieron fueron sembrando la Santa Escritura de huellas de lo que tenía que venir, del Mesías allí anunciado.

Por otra parte, Pedro, aquel que sería el primer Papa de la Iglesia fundada por Cristo, sabía que los discípulos del Mesías debían estar

“siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15)

Y la tal razón la encontramos intacta en cada uno de los textos que nos ofrecen estos más de 70 libros que recogen, en la Antigua y Nueva Alianza, un quicio sobre el que apoyar el edificio de nuestra vida, una piedra angular que no pueda desechar el mundo porque es la que le da forma, la que encierra respuestas a sus dudas, la que brota para hacer sucumbir nuestra falta de esperanza, esa virtud sin la cual nuestra existencia no deja de ser sino un paso vacío por un valle yerto.

La Santa Biblia es, pues, el instrumento espiritual del que podemos valernos para afrontar aquello que nos pasa. No es, sin embargo, un recetario donde se nos indican las proporciones de estas o aquellas virtudes. Sin embargo, a tenor de lo que dice Francisco Varo en su libro “¿Sabes leer la Biblia “ (Planeta Testimonio, 2006, p. 153)

“Un Padre de la Iglesia, san Gregorio Magno, explicaba en el siglo VI al médico Teodoro qué es verdaderamente la Biblia: un carta de Dios dirigida a su criatura”. Ciertamente, es un modo de hablar. Pero se trata de una manera de decir que expresa de modo gráfico y preciso, dentro de su sencillez, qué es la Sagrada Escritura para un cristiano: una carta de Dios”.

Pues bien, en tal “carta” podemos encontrar muchas cosas que nos pueden venir muy bien para conocer mejor, al fin y al cabo, nuestra propia historia como pueblo elegido por Dios para transmitir su Palabra y llevarla allí donde no es conocida o donde, si bien se conocida, no es apreciada en cuánto vale.

Por tanto, vamos a traer de traer, a esta serie de título “Al hilo de la Biblia”, aquello que está unido entre sí por haber sido inspirado por Dios mismo a través del Espíritu Santo y, por eso mismo, a nosotros mismos, por ser sus destinatarios últimos.

Por otra parte, es bien cierto que Jesucristo, a lo largo de la llamada “vida pública” se dirigió en múltiples ocasiones a los que querían escucharle e, incluso, a los que preferían tenerlo lejos porque no gustaban con lo que le oían decir.

Sin embargo, en muchas ocasiones Jesús decía lo que era muy importante que se supiera y lo que, sobre todo, sus discípulos tenían que comprender y, también, aprender para luego transmitirlo a los demás.

Vamos, pues, a traer a esta serie sobre la Santa Biblia parte de aquellos momentos en los que, precisamente, Jesús dijo.

Hay que estar atentos

Y Jesús dijo… (Mc 13, 33-37)

“Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena  al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!’”.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la principal preocupación del Hijo de Dios cuando fue enviado al mundo era la salvación de la humanidad entera o, al menos, la salvación de la parte de la humanidad que creyera en Él.

Por eso lo que más importa a Cristo es dar a entender qué hay que hacer para, efectivamente, salvarse. Y no siendo cosa fácil tampoco podemos decir que sea imposible o que, por decirlo así, nos pida algo que lo sea.

Para salvarse hay que estar atentos.

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15.01.16

A lo mejor se pueden decir mejor las cosas...

Siempre ha sido fácil entender que lo que es sencillo y no tiene doblez está al alcance de cualquiera. Así, por ejemplo, con todo el conocimiento que atesora en su inteligencia y en su corazón el Papa emérito Benedicto XVI a la hora de escribir y de explicar las cosas lo hace de una manera profunda pero, a la vez (¡sobre todo!) sencilla y fácil de aceptar por cualquiera. Además, nadie puede dudar de que es ortodoxo en cuanto a la fe católica y que, en cuanto a la doctrina de la Esposa de Cristo, no tiene duda alguna y no la siembra.

Esto es, así dicho, una de las “generales de la ley” católica: ser sencillo y no sembrar cizaña.

Sin embargo no podemos decir que siempre sea, tal forma de actuar, la común.

Digo, antes de empezar, que, como buen español que soy no puedo evitar entrar al toro, a este toro especial, con ganas.

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14.01.16

El rincón del hermano Rafael – Saber qué se es

“Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP. Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.”

Esta parte de una biografía que sobre nuestro santo la podemos encontrar en multitud de sitios de la red de redes o en los libros que sobre él se han escrito.   

Nosotros vamos a dedicar nuestra atención a un libro en particular. Recoge los diarios de San Rafael Arnáiz entre el 16 de diciembre de 1937 y el 17 de abril de 1938y está editado por la Asociación Bendita María.

Vayamos, de todas formas, ahora mismo, a escribir sobre el protagonista de esta nueva serie.

Cuando Dios tiene a bien escoger a uno de sus hijos para que siga una vida de fe acentuada hace que se note desde la corta edad. Y eso era que le pasaba a Rafael: daba muestras de que las cosas de Dios le interesaban más que al resto de sus compañeros de la infancia.

Sin embargo, desde temprana edad enfermó y empezó a llevar su particular cruz.

Aunque Rafael, dotado de una precoz inteligencia, parecía tener una vida en el mundo, en el siglo, de especial importancia (se matriculó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid) no podía evitar, ni quería, su voluntad de profundizar en su vida espiritual.

Tal es así que ingresó en el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas el 15 de enero de 1934.

La enfermedad que arriba hemos citado, la diabetes sacarina, le obligó a abandonar el monasterio en tres ocasiones pero volvió en otras tres ocasiones porque bien sabía que no otro era el camino espiritual que debía seguir.

Cuando recién había estrenado los 27 años Dios lo llamó cabe sí un 26 de abril de 1938 siendo sepultado en el monasterio donde había ingresado para seguir una vida espiritual acorde con su voluntad de hijo del Creador.

El caso es que la fama de santidad de un católico tan joven y tan entregado a su fe no tardó en salir de los muros del monasterio. Y es que aquello que había escrito estaba dotado de una especial atracción. Tal es así que el 20 de agosto de 1989, san Juan Pablo II lo propuso como modelo para los jóvenes que iban a acudir a la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Santiago de Compostela. Y unos pocos años después, en 1992 fue beatificado (el 27 de septiembre).

Pero, seguramente, no bastaba con el reconocimiento que se hacía entonces. El Beato Rafael iba a subir un escalón más en el Cielo y el 11 de octubre de 2009 el ahora emérito Benedicto XVI canonizaba a quien había sabido comunicar al mundo que sólo Dios era suficiente para llevar una existencia propia de un buen y fiel hijo.

Que Dios nos ayude a acercarnos lo mejor posible al pensamiento espiritual de San Rafael Arnáiz, el hermano Rafael. Y, de paso, le pedimos que  interceda por nosotros. 

 VIII-Dios-y-mi-alma

Saber qué se es

26 de febrero de 1938 – sábado

“Qué tesoro tan grande es, el no ser nada, ni nadie…, el último… Qué tesoro tan grande es la Cruz de Jesús, y qué bien se vive abrazado a ella; nadie lo puede sospechar.”

Los discípulos de Cristo, según Él manifestó a lo largo de su vida pública, debemos tener algo bien asentado en nuestro corazón: sin Él no podemos hacer nada.

Esto, así dicho, es muy duro para un ser humano que cree que puede ser, por sí mismo, todo lo que quiera, sin tener en cuenta la gracia de Dios. Pero, sobre todo, nos muestra lo que somos ante el propio Creador, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: nada.

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13.01.16

Serie pueblo gitano - Majarí Calí: ¿De dónde proviene el pueblo gitano? -1.

Majarí Calí

Como es propio de la Madre de Dios, el mundo gitano tiene, también, su advocación. A ella ya hemos hecho referencia en la serie dedicada a Vírgenes y Santos. Y nos referimos a la Majarí Calí que, como no podía ser de otra forma, es quien, propiamente, da nombre a esta categoría.  La Majarí Calí, santa gitana que acompaña al pueblo gitano por el mundo, es la protagonista primera de lo que vamos a tratar de traer aquí.

Pero debemos decir algo acerca de lo que va a formar parte de lo que empieza hoy. Y es lo que sigue:

 

1. La intención de este blog: transmitir todo lo referido al mundo gitano católico.

2. Traer aquellos casos que se encuentran bien en proceso de canonización  o de beatificación.

3. Hacer aportaciones acerca de la pastoral gitana de la Conferencia Episcopal Española.

 4. Lo que Dios buenamente inspire al que esto escribe acerca del pueblo gitano.

Al respecto de esto último, la reunión de Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, LXXIX de las habidas, en fecha de 2 de noviembre de 2002 publicó el documento de título “La Iglesia de España y los gitanos” en los que, entre otras realidades (que iremos trayendo aquí) dice que el pueblo gitano mantiene y defiende una serie de valores muy a tener en cuenta (dadas las circunstancias de la sociedad actual) que son, a saber:

-El respeto a la familia como institución suprema de la sociedad gitana. La identidad personal del gitano viene en gran medida determinada por su familia: siempre será miembro de esta o de aquella familia y cargará gustosamente con sus ventajas e inconvenientes;

-La veneración por los miembros de más edad. Los mayores son acreedores de un respeto especial porque acumulan la memoria y la sabiduría de la vida. En momentos delicados buscarán el consejo de los “tíos” y su parecer será muy tenido en cuenta;

-Una concepción más humana del trabajo. El trabajo no lo es todo ni lo más importante para un gitano. El gitano no vive para trabajar, trabaja para vivir. Lo fundamental es la vida, la familia, la convivencia. El trabajo es sólo un medio al servicio de la vida y la familia;

-La hospitalidad y la solidaridad con los miembros de la etnia. Los gitanos guardan memoria de la necesidad y los malos momentos pasados y desean evitarlos a los que son de los suyos. Entre ellos hay una corriente de solidaridad profunda que no puede olvidar que el gitano desconocido, es un primo, un familiar;

-La virginidad de la mujer antes del matrimonio, que es un valor cristiano en sí, ha venido siendo un signo característico de la comunidad gitana, si bien ha dado lugar a que muchas jóvenes, con frecuencia, contrajeran matrimonio prematuramente.

-El respeto a los muertos. Los muertos siguen vivos de otro modo; merecen más que nunca todo el respeto del mundo. Ofender la memoria de un familiar difunto se considera una ofensa gravísima.

                               

Además, añade, digamos que como valores a tener en cuenta, estos:

-El sentido de libertad.

-El respeto a la palabra dada.

-El amor a la naturaleza,

Etc.

Bien podemos ver que el pueblo gitano aporta más de lo que, por lo común, se cree, a la sociedad católica en la que nos movemos. Hagamos lo posible para que esto no se olvide. 

 

Serie pueblo gitano – Majarí Calí: ¿De dónde proviene el pueblo gitano? - 1.

El origen geográfico del pueblo gitano o, lo que es lo mismo, de dónde proviene aquel pueblo, tiene una importancia destacada. Es bien cierto que el mismo no se puede demostrar en su absoluta totalidad pero es posible, como nos dice el autor del artículo que aquí traemos (Avraham Sándor) determinarlo con cierta realidad. Traemos, por tanto, en dos días, el citado texto porque lo consideramos muy iluminador aunque, eso es cierto, rompa con otras teorías más relacionadas con el aspecto lingüístico del pueblo gitano a las cuales, tenenemos que reconocer, nos hemos acercado en esta misma serie, seguramente, por ignorancia que esperamos quede corregida con lo que aquí traemos hoy mismo. 

Pasemos, pues, a la primera parte del artículo que, aunque reconocemos desde ya, que es algo extenso, es mucho más interesante de lo que podría parecer a primera vista. 

“Muchos mitos han sido elaborados acerca del origen de ese misterioso pueblo presente en todas las naciones del occidente, llamado en distintas maneras, comúnmente conocidos como gitanos, cigány, zíngaros, etc., cuyo nombre verdadero es Rom (o mejor Rhom) para la mayoría de los grupos y Sinti para los demás. No expondremos aquí las leyendas universalmente reconocidas como tales, sino el último mito mayormente difundido que aún es considerado como verdad: el presunto origen indoeuropeo. El hecho que el pueblo rom llegó a Europa proveniente de algún lugar de la India no implica que hayan venido desde su tierra original. Todos debemos venir de alguna parte donde nuestros antecesores vivieron, quizás habiendo llegado ellos mismos de algún otro país. Toda la hipótesis que sostiene el origen indoeuropeo se apoya sobre un solo elemento: el idioma romaní. Tal teoría no tiene en cuenta otros factores culturales mucho mas importantes que evidencian claramente que el pueblo rom no tiene nada en común con las gentes de la India excepto elementos lingüísticos. Si debiéramos tomar en serio una hipótesis que se basa sólo en el idioma para determinar el origen de un pueblo, llegaríamos a la conclusión que casi todos los nordafricanos vinieron de Arabia, que los judíos ashkenazim son una tribu germánica, que los judíos sefarditas son simplemente españoles que practican otra religión y no que son un pueblo diferente, etcétera. Los afro-americanos no saben si siquiera qué idioma hablaron sus ancestros, por lo tanto, deberían considerarse ingleses. Definitivamente, el idioma por sí mismo no es suficiente para definir la pertenencia étnica, y todos los demás factores determinantes son contrarios a la idea de un origen indio del pueblo rom – incluyendo algunos elementos presentes en el mismo idioma romaní. Los factores mas importantes que permanecen en todo pueblo desde la mas remota antigüedad son de consistencia espiritual, que se manifiestan en los sentimientos mas íntimos, comportamientos típicos, memoria colectiva, es decir, en la herencia atávica. En éste estudio, comenzaré exponiendo el mito antes de presentar las evidencias y la consiguiente hipótesis acerca del verdadero origen del pueblo rom.

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12.01.16

Un amigo de Lolo – No sentirse nunca solo

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

No sentirse nunca solo

 

“No estoy solo cuando alguien se muerde una lágrima para tomar la de otro; cuando el peso del mundo entero parece que doblega unos hombros y, sin embargo, no cae.

No estoy solo cuando hay quien sigue un llamamiento, se apropia una ración del dolor del mundo, traspasa una consolación que necesitaba, perdona un gran agravio, ahoga el resentimiento, espiga las rosas de su corazón.” (Surtidor del alma– No estoy solo).

 

Dice Santo Tomás de Aquino que como “todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros”. A esto se le suele llamar “comunión de los santos”. Por eso entendemos que, con ella, todos aquellos que somos hijos de Dios y formamos parte de la Esposa de Cristo tenemos, entre nosotros, una relación algo más que especial porque es muy profunda y esencial para nuestra fe.

Nuestro Beato Manuel Lozano Garrido comprender a la perfección lo que supone la citada comunión de los santos. Y en este texto lo da a entender con una claridad meridiana. Y, por decirlo de alguna manera que se entienda: lo que afecta a unos, afecta a todos.

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10.01.16

La Palabra del Domingo - 10 de enero de 2016

 

 

Lc 3, 15-16. 21-22

“15 Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; 16 respondió Juan a todos, diciendo: ‘Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego’.

21 Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, 22      y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo:  ‘Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado’”.

        

 

COMENTARIO

Aquel que bautiza con fuego

Muchos judíos esperaban, con franqueza y con fe, la llegada del Mesías. Y es que sabían que Dios, que nunca incumple sus promesas, había prometido que lo enviaría para que el mundo se salvase de la perdición eterna.

El caso es que muchas señales mostraban, en los textos sagrados del pueblo elegido por Dios para ser el Suyo, que el Enviado del Todopoderoso haría cosas grandes, que muchas otras cambiarían de signo y que, en general, vendría al mundo el perdón de los pecados. No extraña, por tanto, que muchos miraran a Juan el Bautista de una forma muy especial y esperanzadora.

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9.01.16

Serie “Al hilo de la Biblia- Y Jesús dijo…” – La simple y directa Verdad

Sagrada Biblia

Dice S. Pablo, en su Epístola a los Romanos, concretamente, en los versículos 14 y 15 del capítulo 2 que, en efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza. Esto, que en un principio, puede dar la impresión de ser, o tener, un sentido de lógica extensión del mensaje primero del Creador y, por eso, por el hecho mismo de que Pablo lo utilice no debería dársele la mayor importancia, teniendo en cuenta su propio apostolado. Esto, claro, en una primera impresión.

Sin embargo, esta afirmación del convertido, y convencido, Saulo, encierra una verdad que va más allá de esta mención de la Ley natural que, como tal, está en el cada ser de cada persona y que, en este tiempo de verano (o de invierno o de cuando sea) no podemos olvidar.

Lo que nos dice el apóstol es que, al menos, a los que nos consideramos herederos de ese reino de amor, nos ha de “picar” (por así decirlo) esa sana curiosidad de saber dónde podemos encontrar el culmen de la sabiduría de Dios, dónde podemos encontrar el camino, ya trazado, que nos lleve a pacer en las dulces praderas del Reino del Padre.

Aquí, ahora, como en tantas otras ocasiones, hemos de acudir a lo que nos dicen aquellos que conocieron a Jesús o aquellos que recogieron, con el paso de los años, la doctrina del Jristós o enviado, por Dios a comunicarnos, a traernos, la Buena Noticia y, claro, a todo aquello que se recoge en los textos sagrados escritos antes de su advenimiento y que en las vacaciones veraniegas se ofrece con toda su fuerza y desea ser recibido en nuestros corazones sin el agobio propio de los periodos de trabajo, digamos, obligado aunque necesario. Y también, claro está, a lo que aquellos que lo precedieron fueron sembrando la Santa Escritura de huellas de lo que tenía que venir, del Mesías allí anunciado.

Por otra parte, Pedro, aquel que sería el primer Papa de la Iglesia fundada por Cristo, sabía que los discípulos del Mesías debían estar

“siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15)

Y la tal razón la encontramos intacta en cada uno de los textos que nos ofrecen estos más de 70 libros que recogen, en la Antigua y Nueva Alianza, un quicio sobre el que apoyar el edificio de nuestra vida, una piedra angular que no pueda desechar el mundo porque es la que le da forma, la que encierra respuestas a sus dudas, la que brota para hacer sucumbir nuestra falta de esperanza, esa virtud sin la cual nuestra existencia no deja de ser sino un paso vacío por un valle yerto.

La Santa Biblia es, pues, el instrumento espiritual del que podemos valernos para afrontar aquello que nos pasa. No es, sin embargo, un recetario donde se nos indican las proporciones de estas o aquellas virtudes. Sin embargo, a tenor de lo que dice Francisco Varo en su libro “¿Sabes leer la Biblia “ (Planeta Testimonio, 2006, p. 153)

“Un Padre de la Iglesia, san Gregorio Magno, explicaba en el siglo VI al médico Teodoro qué es verdaderamente la Biblia: un carta de Dios dirigida a su criatura”. Ciertamente, es un modo de hablar. Pero se trata de una manera de decir que expresa de modo gráfico y preciso, dentro de su sencillez, qué es la Sagrada Escritura para un cristiano: una carta de Dios”.

Pues bien, en tal “carta” podemos encontrar muchas cosas que nos pueden venir muy bien para conocer mejor, al fin y al cabo, nuestra propia historia como pueblo elegido por Dios para transmitir su Palabra y llevarla allí donde no es conocida o donde, si bien se conocida, no es apreciada en cuanto vale.

Por tanto, vamos a traer de traer, a esta serie de título “Al hilo de la Biblia”, aquello que está unido entre sí por haber sido inspirado por Dios mismo a través del Espíritu Santo y, por eso mismo, a nosotros mismos, por ser sus destinatarios últimos.

Por otra parte, es bien cierto que Jesucristo, a lo largo de la llamada “vida pública” se dirigió en múltiples ocasiones a los que querían escucharle e, incluso, a los que preferían tenerlo lejos porque no gustaban con lo que le oían decir.

Sin embargo, en muchas ocasiones Jesús decía lo que era muy importante que se supiera y lo que, sobre todo, sus discípulos tenían que comprender y, también, aprender para luego transmitirlo a los demás.

Vamos, pues, a traer a esta serie sobre la Santa Biblia parte de aquellos momentos en los que, precisamente, Jesús dijo.

La simple y directa Verdad

Y Jesús dijo… (Mc 12, 29-31)

“Jesús le contestó: ‘El primero es:   ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor’, ‘y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma,  con toda tu mente y  con todas tus fuerzas’. El segundo es:   ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo.  ‘No existe otro mandamiento mayor que éstos.’”

Es una pregunta clave ésta que le hacen a Jesús. Como para ver si conocía la Ley de Dios esa clase de inquisición podía aclarar muchas cosas para sus presentes oyentes y para los que, en un futuro, conocerían de su doctrina y mensaje. Si la norma divina, en general, estaba constituida por los diez mandamientos que Dios entregada a Moisés, saber cuál es el más importante, el primero, no dejaba de tener importancia. Aunque, claro, el escriba ya sabía la respuesta. Quizá se tratara de una prueba de conocimiento de realidades espirituales de muy notable importancia. A lo mejor hasta era una trampa…

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8.01.16

Nuevo año: ¿Ha cambiado algo?

Ya ha empezado un nuevo año y que, por eso mismo, todo debe recomenzar porque, en realidad, parece que pocas cosas han cambiando.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que existen unas ideas paralelas a las que defiende la Iglesia católica como doctrina. A tal, digamos, Magisterio “paralelo” debemos enfrentar lo que la Esposa de Cristo tiene como bueno y benéfico por haber sido defendido por el Hijo de Dios.

Así, por ejemplo, cuando la Iglesia católica dice que el aborto (Catecismo 2270-2275) es un crimen hay quienes sostienen que, al fin y al cabo, ha sido aceptado por la sociedad y que se trata, en definitiva de una realidad propia de un mundo, dicen, “avanzado” que, eso sí, avanza hacia la fosa de la que tanto escribió el salmista.

Así, por ejemplo, cuando la Iglesia católica dice que la anticoncepción es “intrínsecamente mala ‘toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación (Humanae Vitae, 14), existe quien sostiene, como por ejemplo, en su día hizo el El P. Richard McCormick, que encabezó la oposición internacional de teólogos contra la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, que la anticoncepción no es más, al fin y al cabo, que el resultado de la elección de cada cual.

Así, por ejemplo, cuando la Iglesia católica defiende el celibato sacerdotal (Catecismo 1580) hay quienes sostienen que la Esposa de Cristo acabará aceptando el matrimonio de sacerdotes e, incluso, la entrada de la mujer en el sacerdocio.

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