InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: 2020

21.11.20

La Palabra para el Domingo - 21 de noviembre de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 22 sino sábado, 21 de noviembre de 2020. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.  

 

 

 

Mt 25, 31-46

 

“31’Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. 32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa  las ovejas de los cabritos.33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.’37 Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te  dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ 40 Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.’ 41   Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42  Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.’ 44 Entonces dirán también éstos: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?’ 45 Y él entonces les responderá: ‘En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.’ 46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna”.

 

COMENTARIO

 

El camino hacia el Cielo

 

Este texto del evangelio de San Mateo tiene una importancia vital para nosotros, hijos de Dios y hermanos de Quien murió para que fuéramos salvos porque nos muestra un camino que debe ser el único que debemos transitar. Otro no nos conviene, para nada. 

Es lógico pensar que lo que quiere toda persona que crea en Dios es estar con el Padre. Y eso, así dicho, pudiera parecer, además de expresión de fe, algo muy sencillo: basta querer para que se haga posible. 

Pero las cosas del Creador y, al fin y al cabo, las nuestras, tienen mucho que ver con lo que somos y hacemos. Es decir, no labramos en la nada sino que tenemos un campo muy ancho donde sembrar y obtener fruto. 

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20.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos – Comunión de los Santos

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Al final del Credo manifestamos que creemos en la Comunión de los Santos y la vida eterna. Es decir que es posible que haya una relación tal entre los Santos que podamos entender que sí, que existe comunión. Y no podemos negar que es un misterio no pequeño pero que es, además, un instrumento espiritual más que importante.

Esto es cierto pero, para eso tenemos el auxilio, por ejemplo, de un santo como San Josemaría que, a tal respecto, en el número 544 de Camino dice esto:

 

“¿Ves lo que son las transfusiones de sangre para el cuerpo? Pues así viene a ser la Comunión de los Santos para el alma?”

 

Y, para más abundancia, dice, para que comprendamos a nivel más particular, en el siguiente número de Camino, el 545:

 

“Vivid una particular Comunión de los Santos: y cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo.”

 

¿Ven? No estar sólo es, digamos, la principal función espiritual que tiene este tipo de Comunión que tan especial es.

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18.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos – Subir al Cielo sin proceso

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Es bien cierto que la Sagrada Escritura dice lo que dice pero no es menos cierto que, muchas veces (sobre todo si se refiere a acontecimientos a los que hay que darles una comprensión) debemos tratar de entender a qué se refiere.

Eso pasa con el Apocalipsis que no es, precisamente, un texto bíblico que se comprenda, así, a la primera.

Resulta que, en un momento determinado, San Juan escribe que ha visto a un número concreto de almas: 144.000 y, luego, a una muchedumbre que sobrepasa tal número y que, digamos, van a presentarse ante Dios. Y lo dice así:

 

“Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos“

 

Es cierto esto y no podemos negar que eso es lo que ahí pone. Y nosotros, traído tal texto al tema de los Santos, es bien cierto que podemos deducir dos cosas:

 

1. Hay un grupo que son, digamos, los que han sido reconocidos como Santos y que equivaldría a lo que se entiende por Santos “de proceso” y que son aquellos que han seguido el mismo para ser reconocidos como tales.

 

2. Hay otro grupo, mucho más inmenso, que son los Santos “de facto” porque, aún no habiéndoseles reconocido, digamos, de forma oficial o procesal por parte de la Iglesia Católica que lo son, ha tenido a bien Dios, tras el Juicio Particular de cada fallecido, así considerarlos y los ha querido, como se diría en palabras antiguas y sabias, cabe sí, a su lado.

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16.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos - Día de todos los santos: su sentido intrínseco, íntimo y personal

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Sí, es bien cierto que han pasado ya algunos días desde que, digamos oficialmente, la Iglesia católica celebra el Día de Todos los Santos que es, como sabemos, el 1 de noviembre y que supone, además, una forma más que buena de empezar un mes.

Sin embargo, como esta pequeña serie de artículos sobre el undécimo mes del año empezó (las dos primeras semanas) estando dedicado a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio ahora corresponde, desde este lunes hasta otro lunes, el 30 de este mes, hacer lo propio con los Santos que, estamos seguros, perdonarán este cambio de orden en las cosas del alma.

Es cierto y verdad que la santidad reconocida por la Iglesia católica supone eso, que ha habido un proceso a través del cual se ha podido demostrar que determinado fiel ha seguido, en vida y, luego, ha demostrado tras su muerte con su especial intervención en algún hecho extraordinario, que sí, que le puede llamar santo. Y así hay muchos miles en el Cielo en el que creemos con total firmeza y fidelidad.

Y sí, también sabemos otra cosa.

Esto lo decimos porque que llega el citado 1 de noviembre se recuerda, obviamente, a los santos reconocidos como tales. Y también se hace lo propio con todos aquellos creyentes que han llevado una vida a la que podemos atribuir el calificativo de “santa” sin que haya sido reconocido eso por la Esposa de Cristo porque, francamente, sería imposible que eso se pudiera llevar a cabo y se limita la cosa a una serie de casos bien particulares pero sabiendo, y más que sabiendo, que hay otros muchos miles y millones de santos en el Cielo.

¿Y quién certifica eso?

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14.11.20

La Palabra para el Domingo - 14 de noviembre de 2020

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Como es obvio, hoy no es domingo 15 sino sábado, 14 de noviembre de 2020. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.  

 

 

 

Mt 25, 14-30

 

“14 ‘Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: 15  a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. 16 Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco.17  Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.18 En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.19  Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.20 Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado.’ 21 Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’ 22 Llegándose también el de los dos talentos dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he  ganado.’ 23  Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra  en el gozo de tu señor.’ 24 Llegándose también el que había recibido un talento dijo: ‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. 25 Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo.’ 26 Mas su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; 27 debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. 28 Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 30 Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.’”

  

COMENTARIO

 

Talentos

 

No podemos decir que Dios no sea bueno con su descendencia. En realidad, como quiere lo mejor para nosotros, lo mejor nos entrega a cada uno y, aunque sea posible que no nos demos cuenta de qué es lo que nos adorna en muchas ocasiones sí somos conscientes de los dones que hemos recibido. 

Jesús diría en alguna que otra ocasión que aquello que se tiene como bien divino puede esconderse debajo de un celemín. También que lo que habían escuchado aquellos que lo habían escuchado de sus labios debía proclamarse desde las terrazas para que nadie lo ignorase. Y, se mire como se mire, es decir lo mismo en uno u otro caso.

 Pues el Hijo de Dios necesita que se sepa que la fe no puede ser escondida. Ni le conviene a quien la tiene ni, sobre todo, a quien no la recibe por causa de algún que otro equivocado egoísmo del fiel. 

Cuenta, por eso, la parábola del señor que se fue de viaje y dejó, a sus siervos parte de su herencia. A cada uno de ellos dio una parte determinada. 

Pero no quedó ahí la cosa porque aquel señor, aquel amo, quería obtener beneficios de lo que había dejado. Y así lo pide cuando vuelve del viaje pidiendo a cada uno no sólo lo dejado sino lo que se había obtenido de lo dejado. 

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