InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Julio 2015, 07

7.07.15

Un amigo de Lolo – Oración de la generosidad

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le inflijían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

Libro de oración

 

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

Oración de la generosidad

 

“Cristo, raíz de los hombres que nacieron para ser árboles de inteligencia; hazte savia de aquel arco iris de un título que empezó a forjarse entre las nubes de unas aulas y ahora luce en un despacho para que yo sea técnico de corazones y superdotado de la generosidad, que es lo que cuenta a la hora de la última liquidación.” (Extraída de “Mesa redonda con Dios”)

 

 Es bien cierto que Dios, en su generosidad y amor, nos concede, nos dona, una serie de bienes que pueden ir en beneficio nuestro y de nuestro prójimo. La inteligencia es uno de ellos.

También es cierto que los dones que recibimos de parte del Todopoderoso los podemos hacer rendir o no. Es decir, podemos hacer lo posible para que los mismos den fruto o, por el contrario, dejarlos escondidos debajo de cualquier celemín.

Nosotros sabemos, a grandes y ciertos rasgos, qué es lo que Dios quiere, a tal respecto, de nosotros. Es bien sencillo porque no puede querer nada que no sea darle vida a los dones que nos ha entregado. Otra cosa sería algo extraño de creer pues quien da algo ha de gozar sabiendo que se hace uso de lo entregado; y que se hace de forma adecuada a las características de lo entregado. Por eso el Creador mira a sus descendencia, y ve en lo más secreto de nuestro corazón, con la intención de ver si hacemos lo correcto.

Leer más... »