InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Mayo 2013

6.05.13

Serie Padre nuestroPerdona nuestras ofensas

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.

……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

El Creador espera de nosotros que seamos capaces de pedir perdón por aquello que, de pecaminoso, hemos hecho o en lo que hemos caído.

Y, ahora, el artículo de hoy.
Serie “Padre Nuestro” - Presentación

Padre Nuestro

La predicación de Jesús iba destinada a revelar a la humanidad el verdadero rostro de Dios, el misericordioso corazón del Padre y el la luz que podían encontrar en mantener una relación personal con el Creador. Por eso el Maestro se retiraba, muchas veces, a orar en solitario.

Seguramente sus apóstoles, aquellos discípulos que había escogido para que fueran sus más especiales enviados, veían que la actitud de recogimiento de Jesús era grande cuando oraba y, podemos decirlo así, quisieron aprender a hacerlo de aquella forma tan profunda. Y le pidieron que les enseñara a orar, según recoge, por ejemplo, San Lucas cuando le dijeron a Jesús “Maestro, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos” (Lc 11, 1).

Jesús, como era humilde y sabía cuál era la voluntad de Dios, les dice (esto lo recoge todo el capítulo 6 del Evangelio de San Mateo, que recomiendo leer completo en cuanto se pueda) qué deben y qué no deben hacer. Dios ve en lo secreto del corazón y, por lo tanto, no le sirve aquellas actuaciones que, a lo mejor, tienen sentido desde un punto de vista humano pero que, con relación al Creador, sobran y están fuera de lugar: aparentar la fe que, en realidad no se tiene; andar demostrando que se hace limosna; orar queriendo hacer ver en tal actitud; hacer que se sepa que se ha ayunado… Todo esto con intención de enriquecer su espíritu y presentarlo ante Dios limpio y no cargado de lo que no debe ir cargado.

Pues bien, entre aquello que les dice se encuentra la justa manera de orar al dirigirse al Padre. No se trata de una oración rimbombante ni muy extensa sino que es una en la que se encierra lo esencial para la vida material, incluso, pero, sobre todo, espiritual, que cada hijo de Dios ha de tener.

El “Padre nuestro” es, según Tertuliano, “el resumen de todo el Evangelio” o, a tenor de lo dicho por Santo Tomás de Aquino, “es la más perfecta de todas las oraciones”.

El punto 581 del Compendio del Catecismo dice, respondiendo a la pregunta acerca de qué lugar ocupa el Padre nuestro en la oración de la Iglesia, responde que se trata de la

Oración por excelencia de la Iglesia, el Padre nuestro es ‘entregado’ en el Bautismo, para manifestar el nacimiento nuevo a la vida divina de los hijos de Dios. La Eucaristía revela el sentido pleno del Padre nuestro, puesto que sus peticiones, fundándose en el misterio de la salvación ya realizado, serán plenamente atendidas con la Segunda venida del Señor. El Padre nuestro es parte integrante de la Liturgia de las Horas.

Por lo tanto, aquella oración que Jesús enseñó a sus apóstoles y que tantas veces repetimos (con gozo) a lo largo de nuestra diaria existencia, “es la más perfecta de las oraciones […] En ella, no sólo pedimos todo lo que podemos desear con rectitud, sino además según el orden en que conviene desearlo. De modo que esta oración no sólo nos enseña a pedir, sino que también llena toda nuestra afectividad (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 83, a. 9)” pues, en realidad, nos une al Padre en lo que queremos y en lo que anhelamos para nosotros y, en general, para todos sus hijos, como San Juan Crisóstomo “In Matthaeum, homilía 19, 4” cuando nos dice que “El Señor nos enseña a orar en común por todos nuestros hermanos. Porque Él no dice “Padre mío” que estás en el cielo, sino “Padre nuestro”, a fin de que nuestra oración sea de una sola alma para todo el Cuerpo de la Iglesia”.

Y, ya, para terminar esta presentación, les pongo aquí una imagen con el Padre nuestro en arameo como, es posible, lo rezara Jesús.

Padre Nuestro arameo

Perdona nuestras ofensas

Perdona nuestras ofensas

Jesucristo comprendía que el ser humano, sus mismos hermanos en la fe, tenía una tendencia muy a tener en cuenta que consistía en ofender más de lo que un hijo de Dios debería ofender.

Así, se ofendía tanto a Dios como al ser humano, al prójimo, y era preciso pedir al Creador que pusiera de manifiesto su corazón bondadoso y le perdonara por lo hecho, dicho o pensado.

Dice el Compendio del Catecismo (594), al respecto de por qué pedimos a Dios que nos perdone nuestras ofensas, que “Al pedir a Dios Padre que nos perdone, nos reconocemos ante Él pecadores; pero confesamos, al mismo tiempo, su misericordia, porque, en su Hijo y mediante los sacramentos, ‘“obtenemos la redención, la remisión de nuestros pecados’ (Col 1, 14)”.

Por lo tanto, lo que hacemos es, ni más ni menos, manifestar que, en efecto, somos pecadores y que es una realidad que, muchas veces, no somos capaces de evitar. Caemos en las tentaciones con demasiada facilidad y eso nos hace imposible presentarnos ante Dios sin haberle, antes, pedido perdón por tales pecados.

Leer más... »

5.05.13

La Palabra del Domingo - 5 de mayo de 2013

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.

……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Es conveniente, para tu vida eterna, que creas, por ejemplo, que existe la misma. A ella sólo se llega creyendo.

Jn 14, 23-29

Biblia

23 Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. 25 Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 28 Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros.” Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. 29 Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.

COMENTARIO

Las promesas de Dios siempre se cumplen

En este momento del relato evangélico referido a la predicación de Jesús en el mundo que le tocó vivir, no hace falta esconder nada para que aún no se sepa quién es aquel Maestro que les está hablando.

Jesús lo dice todo con una claridad más que evidente. No dice que no es quien es sino que, al contrario, quien le ama, ama a quien lo envío que no es otro que Dios mismo. Eso lo debían haber aprendido durante el tiempo que estuvieron pisando la tierra de los caminos por los que transmitieron la Palabra de Dios. Sin embargo, parece que aún no son capaces de entender lo que es tan evidente.

Quien, al contrario, no guarda en su corazón las palabras que dice Jesús no es que sea mala persona o algo por el estilo sino que, simplemente, no lo ama y, por lo tanto, no ama a Dios. Así de sencillo y así de real.

Leer más... »

4.05.13

Serie P. José Rivera - Fecundidad

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.

……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Cumplir con la voluntad, es cierto, no siempre es fácil ni resulta fácil.

Y, ahora, el artículo de hoy.
Serie P. José Rivera
Presentación

P. Ribera

“Sacerdote diocesano, formador de sacerdotes, como director espiritual en los Seminarios de El Salvador e Hispanoamericano (OCSHA) de Salamanca (1957-1963), de Toledo (1965-1970), de Palencia (1970-1975) y de nuevo en Toledo (1975-1991, muerte). Profesor de Gracia-Virtudes y Teología Espiritual en Palencia y en Toledo.”

Lo aquí traído es, digamos, el inicio de la biografía del P. José Rivera, Siervo de Dios, en cuanto formador, a cuya memoria y recuerdo se empieza a escribir esta serie sobre sus escritos.

Nace don José Rivera en Toledo un 17 de diciembre de 1925. Fue el menor de cuatro hermanos uno de los cuales, Antonio, fue conocido como el “Ángel del Alcázar” al morir con fama de santidad el 20 de noviembre de 1936 en plena Guerra Civil española en aquel enclave acosado por el ejército rojo.

El P. José Rivera Ramírez subió a la Casa del Padre un 25 de marzo de 1991 y sus restos permanecen en la Iglesia de San Bartolomé de Toledo donde recibe a muchos devotos que lo visitan para pedir gracias y favores a través de su intercesión.

El arzobispo de Toledo, Francisco Álvarez Martínez, inició el proceso de canonización el 21 de noviembre de 1998. Terminó la fase diocesana el 21 de octubre de 2000, habiéndose entregado en la Congregación para la Causas de los Santos la Positio sobre su vida, virtudes y fama de santidad.

Pero, mucho antes, a José Rivera le tenía reservada Dios una labor muy importante a realizar en su viña. Tras su ingreso en el Seminario de Comillas (Santander), fue ordenado sacerdote en su ciudad natal un 4 de abril de 1953 y, desde ese momento bien podemos decir que no cejó en cumplir la misión citada arriba y que consistió, por ejemplo, en ser sacerdote formador de sacerdotes (como arriba se ha traído de su Biografía), como maestro de vida espiritual dedicándose a la dirección espiritual de muchas personas sin poner traba por causa de clase, condición o estado. Así, dirigió muchas tandas de ejercicios espirituales y, por ejemplo, junto al P. Iraburu escribió el libro, publicado por la Fundación Gratis Date, titulado “Síntesis de espiritualidad católica”, verdadera obra en la que podemos adentrarnos en todo aquello que un católico ha de conocer y tener en cuenta para su vida de hijo de Dios.

Pero, seguramente, lo que más acredita la fama de santidad del P. José Rivera es ser considerado como “Padre de los pobres” por su especial dedicación a los más desfavorecidos de la sociedad. Así, por ejemplo, el 18 de junio de 1987 escribía acerca de la necesidad de “acelerar el proceso de amor a los pobres” que entendía se derivaba de la lectura de la Encíclica Redemptoris Mater, del beato Juan Pablo II (25.03.1987).

En el camino de su vida por este mundo han quedado, para siempre, escritos referidos, por ejemplo, al “Espíritu Santo”, a la “Caridad”, a la “Semana Santa”, a la “Vida Seglar”, a “Jesucristo”, meditaciones acerca de profetas del Antiguo Testamento como Ezequiel o Jeremías o sobre el Evangelio de San Marcos o los Hechos de los Apóstoles o, por finalizar de una forma aún más gozosa, sus poesías, de las cuales o, por finalizar de una forma aún más gozosa, sus poesías.

A ellos dedicamos las páginas que Dios nos dé a bien escribir haciendo uso de las publicaciones que la Fundación “José Rivera” ha hecho de las obras del que fuera sacerdote toledano.

Serie P. José Rivera
Fecundidad

Fecundidad

“El matrimonio es signo del amor de Cristo a su Iglesia. Necesidad de que la gente lo conozca así. Pero en primer término de que lo sepan -lo saboreen, penetrando sus últimas realidades- los casados. La disolución del matrimonio indica inequívocamente la obliteración de esta realidad. El casado se ha unido a Cristo -indisolublemente- a través del otro cónyuge; cualquier separación de él, es, irremediablemente, separación de Cristo. El matrimonio, bien concebido, ayuda a entender el celibato. La crisis del celibato sacerdotal manifiesta, sin más, la crisis del matrimonio. Importancia del nombre de Esposo que Cristo -y Dios- recibe en la Biblia. Mi predicación acerca de la madurez afectiva, que hace que el hijo -que somos todos- pueda tomar ya figura de esposa.”.

Estas palabras, escritas por el P. José Rivera en el volumen, de sus obras, titulado “Fecundidad” (1) clarifica, a la perfección el contenido de lo escrito, en el mismo, por el sacerdote toledano. El matrimonio, entendido desde el punto de vista católico, tiene una relación muy directa con el amor de Jesucristo y, por lo tanto, no es fácil entender que pueda haber disolución del mismo por mero capricho de alguno de los contrayentes. Y esto, teniendo en cuenta que, digamos, el propósito del matrimonio no es otro, por mucho que se quiera disimular tal verdad, es la perpetuación de especie humana, creación de Dios.

Leer más... »

3.05.13

Eppur si muove - ¿Revoluciones eclesiales?

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.

……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

El Creador confía en su creación. Lo malo es cuando su creación no confía en Él.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Sabemos que por “revolución” se entiende un cambio brusco de determinada realidad. Así, por ejemplo, cuando se produjo la llamada Revolución Rusa ya sabemos qué tipo de mal advino para la humanidad de entonces y, por desgracia, de ahora misma.

Por eso cuando alguien reclama un cambio revolucionario quiere decir que la realidad en la vive no le gusta y que preferiría, con mayor o menor violencia, que, como se dice popularmente, “cambiase la tortilla” y lo que estaba arriba, pase a estar abajo y al revés…

En fin, a lo largo de la historia del ser humano se han producido muchas revoluciones. Unas habrán sido buenas para la criatura de Dios; otras no tan buenas sino pésimas y contrarias a la Verdad. Y es que es muy propio del ser humano equivocarse, meter la extremidad hasta el fondo y no querer sacarla de ahí por no enmendalla pues no vaya a decirse que nos desdecimos de lo que hemos dicho. ¡Faltaría más!

Pues bien, no vayan a creer ustedes que eso no pasa en materia eclesial. ¡Qué va! Aquí abundan aquellos que quieren una auténtica revolución dentro de la Iglesia católica y así lo dicen, venga o no a cuento, en toda ocasión que se les deja o que, sin dejarles, hacen lo que mejor les parece.

Leer más... »

2.05.13

Ad pedem litterae - P. Pablo Cabellos Llorente

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.
……………………..

Enlace a Libros y otros textos.
……………………..

Panecillos de meditación

lama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Se humildes es saber, exactamente, qué posición ocupamos al respecto de Dios.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Al pie de la letra es, digamos, una forma, de seguir lo que alguien dice sin desviarse ni siquiera un ápice.

En “Ad pedem litterae - Hermanos en la red” son reproducidos aquellos artículos de católicos que hacen su labor en la red de redes y que suponen, por eso mismo, un encarar la creencia en un sentido claro y bien definido.

Ad pedem litterae - P. Pablo Cabellos Llorente

Presentación del artículo del P. Pablo Cabellos .

El Papa Francisco está sorprendiendo, desde el mismo momento de salir al balcón de la Plaza de San Pedro, a propios y a extraños. Sin embargo, da la impresión (que muestra una realidad) que predica, como se dice, con el ejemplo.

No se puede decir, como plantean algunos para llevar el agua a su molino, que ni el Beato Juan Pablo II ni Benedicto XVI, no hayan dado pruebas y muestras de humildad a lo largo de su pontificado. Lo que pasa es que ahora se hace grande lo que, en realidad, ha sido más que común en los papados anteriores al del ahora Papa Francisco.

Necesitamos ser humildes. Pero no se trata de una humildad de mentirijillas o de pose sino una que lo sea de verdad, cierta y patente. Por eso la humildad, para tener un fundamento sólido, tiene que sostenerse sobre la confesión de Cristo porque, de otra forma, se hace lo propio con el mundo y con el apoyo en la mundanidad y sus muchas llamadas de atención hacia ella que hacen los muchos poderes que dominan lo mortal y perecedero.

Y, ahora, el artículo del P. Pablo Cabellos Llorente.

Tiempos de humildad

Pablo Cabellos Llorente

El Concilio Vaticano II consideró deber de la Iglesia escrutar los signos de los tiempos para interpretarlos a la luz del Evangelio. Sin embargo, no faltan personas que intentan justamente lo contrario: desean desentrañar el mensaje de Cristo a través de los sucesos del mundo.

Los tres últimos papas -de manera diversa cada uno de ellos- han visto en la humildad una luz evangélica con la que mirar la historia cotidiana. Basta recordar la figura acartonada de Juan Pablo II predicando incansablemente sin importarle las duras críticas hechas a su imagen. Basta contemplar la renuncia y el desaparecimiento de Benedicto XVI, quien había aludido a la humildad como una virtud no tratada antes del cristianismo.

El Papa Francisco ha asombrado al mundo con su humilde sencillez desde su primera comparecencia pública, particularmente cuando dijo: “Y ahora querría dar la bendición, … Pero antes, antes, os pido un favor: antes de que el obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis al Señor para que me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí. Pedir oraciones es manifestación de indigencia, de necesidad". El nuevo Papa utilizó el lenguaje de la esperanza humilde, como llamó Piper a la plegaria de petición.

Leer más... »