InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Abril 2011

30.04.11

Serie José María Iraburu - 5- Evangelio y utopía

“¿Pero Señor, qué acción tendrán sobre la masa
los laicos que no son fermento,
distintos de la masa, sino pura masa?

Evangelio y utopía (E.y-u)
José María Iraburu

Continuemos

Evangelio y utopía

Podemos decir, es más, José María Iraburu dice que Evangelio y utopia “viene a ser una continuación de mi libro De Cristo o del mundo” (1) y es que, por lo importante del tema en cuestión no podía dejar de dedicarle el tiempo necesario a tal estudio. No vaya a pensarse que se trata de un exceso de voluntad pesimista de parte del P. Iraburu sino, mejor, una puntualización muy importante.

¿Qué es una utopía?

Dice el P. Iraburu que “Es, en primer lugar, el título de un libro escrito por el inglés Tomás Moro en 1516. Y en seguida, la utopía vino a ser un género literario bastante abundante, dedicado a criticar la sociedad presente y a diseñar otras ideales, no realizadas” (2).

Por lo tanto, es utópico aquello que, en general, puede ir contra lo establecido porque pretende instaurar una forma de ser y proceder que entiende mejor y más benéfica.

Es posible que más de una persona pueda pensar que una sociedad, digamos, evangélica o basada en principios evangélicos es, simplemente, imposible de hacer efectiva. Sin embargo, “Lo imposible se hace posible en Cristo” (3) porque “cuando entramos en el orden de la gracia, es decir, de la vida nueva en Cristo, el nuevo Adán de la nueva humanidad, ¿dónde podemos situar los límites de lo posible y de lo irrealizable? ¿Qué bien, personal o comunitario, por grande que sea, podrá ser considerado peyorativamente como utópico, en el sentido de irrealizable?” (4).

Por lo tanto, en Cristo es posible la utopía. Es más, “La vida cristiana, también la de los laicos, no ha de ajustarse, pues, al mundo tópico, sino al Evangelio utópico” (5) porque, como en muchas ocasiones dice José María Iraburu no se puede ser de Cristo y del mundo al unísono sino que para un católico sólo cabe ser, en efecto, de su Maestro.

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29.04.11

Beato Juan Pablo II.- Días de abril (y 4): 1 de mayo, Plaza de San Pedro, donde lo que tenía que ser, será.

Juan Pablo II

Para muchos católicos Juan Pablo II fue un Papa del que tienen un recuerdo no muy profundo porque la edad de los mismos (pongamos entre 15 y 20 años) cuando murió se encontraban en la edad en la que, salvo honradas excepciones, la fe que se recibió se encuentra en una situación de “parada técnica” y se encuentra, más o menos, en el limbo y sin saber qué fue de ella o qué será el porvenir de la creencia.

Sin embargo, para muchos otros católicos el Papa que viniera del otro lado del telón de acero significa mucho.

El que esto escribe se remonta, ahora mismo, al mes de noviembre de 1982. Hace casi 20 años, el 8 de noviembre de aquel año.

Esperábamos desde hacía unas cuantas horas en La Alameda de Valencia, que era el lugar escogido (por sus dimensiones) para acoger la ordenación sacerdotal que se había previsto para entonces. Y, entre las aclamaciones que se puede imaginar cualquiera, el Papa-móvil (usado desde que el 13 de mayo de 1981 Ali Agca tratara de llevarlo a la Casa del Padre antes de tiempo) pasó de donde estábamos nosotros y la figura del entonces muy joven Juan Pablo II pareció más grande de lo que físicamente era

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28.04.11

Beato Juan Pablo II.- Días de abril (3): Lo que dejó para siempre

Como es fácil entender, Juan Pablo II Magno fue un trabajador incansable. No sólo por lo que, a nivel doctrinal o magisterial aportó sino, por supuesto, por lo que eso ha supuesto para el diario vivir de la Esposa de Cristo.

Juan Pablo II

Por eso mismo, el deportista de Dios (como también fue llamado) ha dejado, ya para siempre, un legado que no puede ser desaprovechado.

Así, Juan Pablo II Magno, dejó su especial sello en lo siguiente:

-Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Santísima Trinidad en la vida de la Iglesia y del católico.

Tres encíclicas escritas con tal fin: “Dives in misericordia” (Dios Padre, Rico de misericordia), data el 30 de noviembre de 1980, “Redemptor hominis” (Jesucristo Redentor del hombre), con fecha de 4 de marzo de 1979 y “Dominum et vivificantem” (Espíritu Santo Señor y vivificador), con fecha de 18 de mayo de 1986.

-"Totus Tuus” como lema de un Papa que mucho amó a María.-

-Ejercicio del perdón como apóstol de la reconciliación.

Perdonando a Alí Agca, quien trató de asesinarle el 13 de mayo de 1981 demostró, a la perfección, hasta dónde ha de llegar el perdón.

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27.04.11

Beato Juan Pablo II.- Días de abril (2): Una obra impresionantemente gozosa

Juan Pablo II

Se puede decir que Juan Pablo II, a lo largo de su pontificado, no estuvo con los brazos cruzados sino que, muy al contrario, trabajó como si todo dependiese de él y rezó como si todo dependiese de Dios. Y esto es como decir que fue un infatigable trabajador de la viña del Señor (que fue lo que, cambiando infatigable por humilde dijo Benedicto XVI el día que fue elegido, precisamente, sucesor del Papa polaco).

A tal respecto, nada mejor que sea quien mucho sabe y conoce de la obra llevada a cabo por Juan Pablo II, es decir, Benedicto XVI, el quien manifieste lo que cree sobre tal cuestión. Así, en una Conferencia del que entonces era Cardenal Joseph Ratzinger en el marco del congreso “Juan Pablo II: 25 años de Pontificado. La Iglesia al servicio del hombre” dijo que iba a hacer un repaso por las Encíclicas publicadas por el entonces Papa. Sin embargo, se debería “incluir también los demás textos magisteriales del Papa, que a menudo son de gran trascendencia y pertenecen sin duda al conjunto de las afirmaciones doctrinales del Santo Padre.

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26.04.11

Beato Juan Pablo II.- Días de abril (1) : En un principio

Elección Juan Pablo II

Para cualquier católico del mundo que se precie de serlo y no quiera mirar para otro lado, esta semana es muy especial.

Tengo intención, por eso mismo, de dedicar, esta semana, cuatro artículos a la figura del próximo beato Juan Pablo II Magno porque fue grande en su vida entre nosotros y es grande, ahora, en su vida eterna.

El domingo 1 de mayo, día del trabajo (también espiritual) se va a beatificar a Juan Pablo II Magno. Es, además, el día de la Divina Misericordia que él mismo instituyó para celebrar el Segundo Domingo de Pascua. No es, pues, casualidad lo que sucederá tal Dies Domini (título, por cierto, de una Carta Apostólica del mismo Papa polaco).

Pero, conviene, para empezar de forma correcta, volver al principio.

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