InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Mayo 2009

22.05.09

Y cuando desperté, Aído aún estaba allí

Augusto Monterroso, escritor guatemalteco, escribió un cuento corto, muy corto, diminuto. Decía lo siguiente:

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

Si se refería, o así me lo parece a mí, a algún dictador americano o a alguien por estilo no importa demasiado. Lo que, con tal expresión, quería dar a entender, es que, a pesar de haber pasado un tiempo (de sueño quizá soñador y no sólo reparador) lo malo aún permanecía donde había estado. Nada había cambiado.

En el tema del aborto venimos soportando, las personas que creemos que la vida humana, independientemente del estado de desarrollo en el que se encuentre, es importante, una campaña excesivamente agresiva por parte del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Para justificar el asesinato de una persona no nacida, se pueden llegar a, por ejemplo, elaborar leyes que atribuyan tal derecho a la mujer o, también, a decir auténticas sandeces muy propias de alguien desnortado o, simplemente, borracho de poder que cree posible decir cualquier simpleza sin que eso tenga más repercusión que lo que tarde en olvidarse la idiotez dicha.

El caso de hoy, más que comentado a día de la fecha, corresponde a la segunda de las posibilidades apuntadas.

La ministra de igualdad (¿?) debe sentirse en el mejor de los mundos: aupada a un cargo público para el que, seguro, está preparada (para hacer barrabasadas hay que estar preparado) sabe, a ciencia cierta, que cuenta con el apoyo de su jefe de filas, el Presidente por accidente Rodríguez Zapatero.

Además, le han concedido el extraño papel, en la nueva ley del aborto, de aparecer como una de las personas que más la apoya y, siendo la acompañante de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, dárselas de parte decisiva.

¡Nunca ella pudo llegar más alto ni el Gobierno más bajo!

Leer más... »

21.05.09

Gallardón: un Alcalde cuyo sentido de la caridad es, francamente, mejorable

Las personas se definen, las más de las veces, por lo que hacen porque, al fin y al cabo, las palabras se las lleva el viento.

Algunas personas, con sus actos, hacen algo más: manifestar ruindad en el comportamiento y unas miras llevas por lo mundano y que conviene.
Informaba SECTOR CATOLICO que el Alcalde de Madrid ha dejado, su sentido de la caridad, a la altura del talón de sus zapatos.

Incluso, más abajo.

Los afectados son el Padre Enrique González, la Asociación Una Casa para los Pobres y, sobre todo, las personas desfavorecidas que atendían en el albergue “El Don de María”.
Pero ya tenía antecedentes la cosa.

En el mes de febrero del presente 2009 publicaba elEconomista.es el paso previo a la expulsión que ahora se ha producido.

Pero ante, el 22 de noviembre de 2007, el semanario Alfa y Omega se refería a la figura del Padre Enrique González, a la labor que venía realizando y, sobre todo, al espacio físico sin el cual la tal labor no hubiera sido posible: el citado albergue ahora clausurado.

Leer más... »

20.05.09

Aborto: una aberrante, y políticamente correcta, normalidad

En un Editorial del pasado 16 de mayo, el diario laicista El País se manifestaba de una forma, digamos, acorde con un pensamiento útil para la muerte del inocente.

Estaba, por así decirlo, al orden del día y dando a entender que lo que es un atentado contra la vida puede ser considerado como la normalidad más… aberrante.

Y, sin embargo, todo su articulado tiende a crear las condiciones legales y sanitarias para que la siempre traumática decisión de abortar se haga con la máxima responsabilidad, disponiendo la mujer de información y asesoramiento suficientes para seguir adelante o para reconsiderar su decisión y volverse atrás

Se utilizan términos que, vistos desde una perspectiva ordinaria, resultan de lo más normal: condiciones legales, información, asesoramiento y otras por el estilo.

Se hace así para dar a entender que el aborto, como ya se ha dicho, es un tema aceptado por la sociedad y que, ahora, sólo se trata de “mejorar” la normativa vigente.

Sin embargo, las condiciones legales de la muerte del nasciturus no pueden abarcar el mismo fin del ser inocente porque van contra la naturaleza de lo que, en régimen ordinario, tendría que suceder y que no es otra cosa que el ser humano viera la luz del día.

Sin embargo, la información que se facilita es, nadie lo duda, la más adecuada para que el aborto se acepte.

Sin embargo, asesorar en materia de vidas ajenas (la del nasciturus lo es) no puede entenderse como si se tratara de comentarle a la mujer embarazada que ha de cuidarse más o menos la dieta y lo que, en su vida ordinaria, no haga esfuerzos extraordinarios.

Leer más... »

19.05.09

Laicitis aguda

Algunas personas, incluso instituciones, manifiestan claros síntomas de padecer una enfermedad espiritual de características definibles y evidentes: laicitis aguda.

José Masa Díaz, Alcalde de Rivas-Vaciamadrid, es una de esas personas que, ajenas al mundo en el que vive, trata de innovar y dejar su impronta en la política.

Está aquejado, sobre todo, de la tal laicitis aguda.

Esta enfermedad se manifiesta en unos síntomas no menores: gran voluntad de atacar a la Iglesia católica y, sobre todo, imitación de ceremonias católicas, todo ello en una actuación ciertamente esquizofrénica.

Por ejemplo, se han establecido bautizos civiles”.

Y esto, que parece una broma no es, sino, una forma bastante burda de imitar a lo católico para, a la vez, descalificarlo.

Leer más... »

17.05.09

La Palabra del Domingo - 17 de mayo de 2009 - Dar la vida por los amigos

biblia

Jn 15,9-17. Nadie tiene amor más grande que el que da la
vida por sus amigos
.

“9 Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor.
10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
11 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.
12 Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.
13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.”

COMENTARIO

Saber dar la vida

1.-Quizá Jesús fue enviado del Padre sólo para una cosa, sólo para que comprendiésemos el principal mandato de Dios, el mandato del amor. Y digo mandato aunque esto pueda parecer excesivo. Esta palabra puede parecer, digo, demasiado dura para quien no respeta a quien le dirige una orden pero que, si bien pensamos, y, sobre todo, en este caso, lo mandado y ordenado va, siempre en bien de sus receptores.

2.-Esto, por otra parte, traza un camino a seguir, una senda por la que debemos pasar si, verdaderamente, queremos y ansiamos, el conocimiento de esa voluntad intrínseca de Dios que Jesús trata de que esté al alcance de nuestro corazón. Tal es así que el Mesías nos ama como su Padre lo amó, darle ese mismo amor, sin escatimar nada, como quiere que hagamos nosotros.

3.-Pero, por eso, hemos de cumplir los mandamientos (¡otra vez aparece el mandato se puede pensar!), aquello que recibió Moisés y que Jesús perfecciona con su vida y con su predicación como, por ejemplo, sucede con las Bienaventuranzas. Es decir, ha de haber una correspondencia entre lo que decimos que hacemos, seguir a Jesús, y lo que, en realidad hacemos. Porque Jesús quiere que estemos, como él, en el seno del Padre, para que permanezcamos en su amor.

4.-Y para eso, nada mejor que el ejemplo: predicar y dar trigo, podríamos decir. Jesús dice, en este texto que “nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” ya que conocedor de su futuro, sabía que, para empezar, ellos eran sus amigos, no sus siervos, y, por eso, iba a dar su vida para que todos fueran, fuéramos, salvados.

Pero, para eso, para que su amistad tuviera un sentido recepticio, fuera recibida por nosotros y, en consecuencia, fuera correspondida, hay que hacer, y nunca será bastante repetido esto, lo que él mandó.

5.-Cabe decir, con relación a la permanencia en Cristo que, aunque podamos pensar que nosotros, dotados de la libertad dada por Dios, somos los que, libremente, por tanto, escogemos a Dios para que forme parte de nuestra vida esto, esta apreciación, no es adecuada. Sabedores, y creyentes en eso, de que hemos sido creados por Dios, es fácil colegir de ello que es Él el que nos escoge a nosotros y no nosotros los que somos tan “bondadosos” que optamos por formar parte del grupo de los que se consideran hijos de Dios. Cometería, pienso yo, un gran error, quien pensara, seriamente, otra cosa. Así, y sólo así, daremos fruto; y así, sólo así, ese fruto será considerado por el Padre como digno reflejo del amor de Cristo, de Jesús, de su Hijo.

6.-Así, de esa forma, de ese modo, aquello que demandamos a Dios nos será concedido, aunque sea difícil conseguir esa correspondencia a la que antes he hecho referencia.

7.-El amor con amor se paga, como dice el dicho. Y Jesús nos dio amor, graciosamente, nada mejor que corresponderle, de cara a él y a los demás, con ese amor que vino a sembrar al mundo.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener un amor grande como Tu Hijo lo tuvo por todos nosotros.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado del Servicio de Biblia de www.catholic.net

Eleuterio Fernández Guzmán