La Palabra del Domingo - 13 de julio de 2008
Mt 13:1-23
2 Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. 3 Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas.
Les decía: “El sembrador salió a sembrar. 4 Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron.
5 Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; 6 pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron.
7 Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.
8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. 9 ¡El que tenga oídos, que oiga!".
10 Los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas por medio de parábolas?". 11 Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
12 Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 13 Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, yen y no escuchan ni entienden.14 Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán,por más que vean, no conocerán.15 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.