J.R.R. Tolkien – Ventana a la Tierra Media – Seres subcreados para otro mundo

A lo mejor parece muy simplista y sencillo pero las cosas son como son: existe el Bien y el Mal y aquí ya lo hemos dicho en artículo publicado hace algunas semanas.

Por eso, en el mundo de Tolkien hay seres buenos y otros que son malos o, como se dice hoy día, lo siguiente…

Es bien cierto, francamente lo decimos, que esto puede parecer demasiado simple pero es, ciertamente, la verdad.

Es evidente que, para quien haya leído nuestro autor, los malos y los buenos están perfectamente definidos. Sin embargo, no ha de estar mal poner a cada uno en su sitio. Así, por ejemplo, tenemos:

Servidores del Mal y seres malignos

Balrogs: monstruos terribles del Mundo Antiguo que, habiendo sido espíritus divinos (Maiar) fueron corrompidos por Morgoth.

Dragones (Smaug el Dorado, como ejemplo): monstruos creados por Morgoth.

Ella-Laraña (Ungoliant): Araña gigante que siembra el mal y ya intervino en la destrucción de los árboles primeros.

Huargos: lobos gigantes montados por orcos. 

Jinetes negros/Nagzûl (Señor de los Nazgûl): seres humanos corrompidos por los anillos.

Morgoth: el Mal en grado sumo.

Orcos: elfos corrompidos por Morgoth.

Trasgos: sirvientes de Sauron.

Trolls: caníbales gigantes que se convierten en piedra si reciben la luz del sol.

Servidores del Bien y seres benignos

Elfos: primeros vivientes. Son la raza más bella de la Tierra Media.

Enanos: creación de Aulë. Trabajan en la minería y la artesanía.

Ents: criaturas antiguas que, teniendo características humanizadas (cara, brazos, etc) son árboles. Cuidan el bosque de Fangorn.

Hombres: seres de la tal raza que no se han dejado corromper por las promesas del Mal.

Hobbits: seres humanos de baja estatura y de pies grandes y peludos.

Maiar (Entre los que se incluyen los Magos): antiguos seres divinos.

Incluso, podemos hacer una tercera, digamos, categoría, que estaría entre la primera y la segunda y que muestra hasta dónde el poder del Mal puede llegar si persevera en su influencia aunque, debemos reconocer, en el caso de ciertos miembros de la raza de los hombres, algunos de ellos fueron demasiado fáciles de corromper…

Decimos, por tanto, que la nueva categoría sería la de :

Seres que, habiendo sido benignos, acabaron siendo malignos

Saruman: antiguo Maiar que se dejó corromper por el Mal.

Ciertos hombres portadores de anillos que (Llamados, luego, “Jinetes negros”) se dejan corromper por el Mal.

Ciertos hombres que se apuntaron a lo que creían “caballo ganador” y lucharon en el bando de Morgoth y, como era de esperar, “prosperaron” en los tiempos en los que el Mal se iba adueñando, poco a poco, de la Tierra Media.

El mismo Smígol que devino Gollum con el papel que cualquiera que sepa de esta serie de temas conoce y, en fin, tiene a mal…

Vemos, como es fácil deducir de lo aquí apenas dicho, que el mundo subcreado de Tolkien no andaba, precisamente, escaso de seres que, de una forma o de otra, se alineaban según el autor quería que se alineasen. Y, como es posible deducir de lo leído en los libros de nuestro autor, quizá habrá quien encuentre, digamos, “atractivos” ciertos comportamientos del Mal (de todo hay, sin duda, en el mundo) pero nosotros nos alegramos de que lo mejor tanto de El Hobbit como de El Señor de los Anillos, esté en el bando de los buenos aunque haya quien crea que todo eso es demasiado maniqueo. Y es que la verdad, a veces, lo es.

Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond  

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy: 

Hay mundos que, sin duda alguna, nos llevan más lejos del que vivimos, nos movemos y existimos. 

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.