Reseña: ”El Reino y el reinado de Cristo”

 

   El Reino y el reinado de Cristo                                 El Reino y el reinado de Cristo

Título: El Reino y el reinado de Cristo.

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán.

Editorial: Lulu.

Páginas: 82.

Precio aprox.: 3. 99 € en papel – 0.99 € formato electrónico.

ISBN: 5 800131 932448 papel ;  978-0-244-44624-6 electrónico.

Año edición: 2018.

Lo puedes adquirir en Lulu. 

 

“El Reino y el reinado de Cristo” - de Eleuterio Fernández Guzmán

 

Para un hijo de Dios que, en el seno de la Iglesia católica, vive y sobrevive a las asechanzas del Maligno, el Reino de Cristo es, simplemente, lo mejor que se le puede anunciar pero, sobre todo, es el que debe vivir y existir desde que se reconocer hermano del Maestro. Por eso, hemos dedicado un pequeño texto al tema del Reino de Cristo y, claro está, a su reinado en el corazón del hombre y en el mundo.

Del mismo, traemos aquí la Presentación:

 

“¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Miradnos humildemente postrados; vuestros somos y vuestros queremos ser, y a fin de vivir más estrechamente unidos con vos, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo Corazón.

Muchos, por desgracia, jamás, os han conocido; muchos, despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro Corazón Santísimo.

¡Oh Señor! Sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado; haced que vuelvan pronto a la casa paterna, que no perezcan de hambre y miseria.

Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Vos; devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.

Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino.

Conceded, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a vuestra Iglesia; otorgad a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

Esta es la Consagración de la humanidad para el día de Cristo Rey. Hecha por el Papa Pío XI (que instauró la festividad el 11 de marzo de 1925) nos muestra hasta qué punto es crucial (referido a Cruz) saber quiénes somos y a Quién nos debemos.  Y esto supone, además, mucho más.

Que Cristo sea, que sostengamos que sea y es, Rey del Universo quiere decir que nosotros nos consideramos siervos suyos. Y que lo somos, así, de Dios mismo. Y eso debería suponer mucho en nuestra vida. Y, por tanto, que debe reinar en nuestros corazones donde, por cierto, está el templo del Espíritu Santo.

En primer lugar, debería suponer un no olvido de una tal realidad espiritual. Llevar, entonces, en nuestro corazón, una devoción grande a Cristo, a su Corazón y a su misma personalidad divina.

Pero también debería suponer que sabemos que, siendo siervos de Cristo no podemos serlo del mundo. Entonces… no deberíamos dar razón a los que creen que los católicos nos hemos vendido por un plato de lentejas políticamente correcto o como si el respeto humano dirigiera nuestras vidas y no aquel “donde es sí, sea sí y donde es no, sea no” que plantó Cristo en los corazones de sus discípulos más fieles.

Que Cristo es Rey del Universo quiere decir que el Universo ha sido hecho por Dios para nuestro Señor, el Emmanuel,  y que todo ha de redundar en glorificación de sí.

Pero nosotros, demasiadas veces, olvidamos que Cristo es Rey y que, por tanto, reina en el mundo. Y, sobre todo, sobre todo, olvidamos que un día ha de volver a juzgar a vivos y a muertos y que debemos estar preparados, con el alma limpia.

Y es que, a lo mejor, vuelve mañana mismo… con toda su majestad.

Y, por cierto, recordemos a todos nuestros mártires católicos que dieron su vida al grito de “¡Viva Cristo Rey!”.

Ellos sí que comprendieron lo que significaba el reinado de su Señor.

¡Alabados sean por siempre y alabado sea por toda la eternidad el reinado de Cristo!”

 

Reproducimos, aquí, el Índice del libro citado:

 

Presentación.                                    

I Reinado de Cristo:

1. Ley del Reino de Cristo.                 

2. Doctrina del Reino de Cristo.         

 

II El efectivo reinado de Cristo:

3. Cristo reina en el corazón.      

4. Cristo debe reinar en el mundo.    

 

III Lo que Dios quiere:

5. La Voluntad de Dios.                   

6. El definitivo Reino de Dios.           

Anexo. Algunos textos sobre Cristo Rey y su reinado.

Un necesario Epilogo            

Eleuterio Fernández Guzmán

 Nazareno

                                                                                                          

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Cristo es Rey y lo es de nuestro corazón y del mundo. Eso no debería olvidársenos nunca. 

…………………………….


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

…………………………….

InfoCatólica necesita vuestra ayuda.

 

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:

 

da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí

Todavía no hay comentarios

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.