Eppur si muove - ¿Adversus Haereses?

San Ireneo de Lyon tuvo que emplearse a fondo para combatir las herejías que en su época pululaban por el mundo católico. De ahí surgió su “Adversus Haereses” que viene a ser así como un martillo espiritual en contra de los que se manifiestan contra la doctrina católica de tal manera que, con franqueza, algo hay que decirles que no sea, por ejemplo, “bueno… ya veremos” o “no es para tanto”.

Sin embargo el título del Eppur si muove de hoy viene con interrogación porque, en realidad, lo que se pretende discutir es si es necesario denunciar las herejías o podemos quedarnos mirando para otro lado como si viéramos llover.

San Ireneo avisa pronto y dice lo siguiente:

Algunos, rechazando la verdad, introducen falsos discursos y, como dice el Apóstol, ‘prestan más atención a cuestiones acerca de genealogías sin fin, que a edificar la casa de Dios por la fe’ (1 Tim 1,4). Por medio de semejanzas elaboradas de modo engañoso, trastornan las mentes de los menos educados y las esclavizan, falseando las palabras del Señor. Interpretan mal lo que ha sido bien dicho, y pervierten a muchos, atrayéndolos con el cebo de la gnosis. Los separan de aquel que ha creado y ordenado el universo, como si ellos pudiesen mostrar algo más alto y de mayor contenido que aquel que hizo el cielo, la tierra y todo cuanto contienen (Ex 20,11). Persuaden con su facilidad de palabra a los más simples para que se pongan a buscar; pero luego arrastran a la ruina, inculcando impías y blasfemas opiniones acerca del Demiurgo, a quienes son incapaces de discernir lo falso de lo verdadero”.

Ahí es nada. Retrata a la perfección la acción de muchos supuestos creyentes de los que, en efecto, se les supone la fe hasta que, como es lo que pasa en muchos casos, se demuestra lo contrario.

Entonces si, por ejemplo, un creyente dice que la Última Cena fue, sólo una reunión de amigos que poco sentido tiene para la vida del católico, a lo mejor eso habría que ponerlo en solfa.

Entonces, si, por ejemplo, un creyente católico dice que la cruz no tiene significado espiritualmente hablando y que, en realidad, es una necedad, a lo mejor eso se tendría que denunciar.

Entonces, si, por ejemplo, si un creyente católico le da por decir que Jesús no tuvo conciencia de ser Dios sino que también “tenía que vivir de la fe” (Pagola dixit) y si nos atenemos a lo dicho por san Juan cuando escribe, refiriéndose a Cristo, que “decía a Dios su Padre, haciéndose igual a Dios” (Jn 5,18), a lo mejor sería conveniente corregir a quien así dice y piensa.

Y así podríamos seguir un buen rato porque ejemplos hay a mansalva, a tutiplén y a porrillo.

Además, como muy bien apunta, otra vez, san Ireneo de Lyon:

No es fácil descubrir el error por sí mismo, pues no lo presentan desnudo, ya que entonces se comprendería, sino adornado con una máscara engañosa y persuasiva; a tal punto que, aun cuando sea ridículo decirlo, hacen parecer su discurso más verdadero que la verdad. De este modo con una apariencia externa engañan a los más rudos. Como decía acerca de ellos una persona más docta que nosotros, ellos mediante sus artes verbales hacen que una pieza de vidrio parezca idéntica a una preciosa esmeralda, hasta que se encuentra alguno que pueda probarlo y delatar que se trata de un artificio fabricado con fraude. Cuando se mezcla bronce con la plata, ¿quién entre la gente sencilla puede probar el engaño?

Por lo tanto, no es que haya un comportamiento contrario a la doctrina católica sino que, además, se “adorna” con apariencia de verdad lo que no es más que falsedad y disimulación.

Cabe, entonces, ante actuaciones tan taimadas como las apenas aquí traídas, poner los puntos sobre las íes que tanto abundan en determinados escritos que son, además, amparados por aquellos que, al parecer, tienen como objetivo en la vida en zaherir a “ésta” Iglesia católica porque quieren “otra” Iglesia católica. Así fomentan las herejías y protegen a los herejes con sumo gusto; así se convierten, además, en cómplices de las tropelías que cometen, día a día, aquellos que se hacen portavoces del Maligno.

Por eso el mismo Ireneo dice que hasta que se encuentra alguno que pueda probarlo y delatar que se trata de un artificio fabricado con fraude” que es, exactamente, lo que difunden algunos católicos: fraudes espirituales pretendidamente ciertos o cercanos, siquiera a la verdad.

Concluimos, pues, con lo siguiente: hacer patente toda herejía es obligación, grave, del católico. Y denunciarlo donde corresponda porque, de otra forma, el demonio mudo puede vencer nuestro corazón y nuestra alma, aún es más grave obligación.

Eleuterio Fernández Guzmán

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12 comentarios

  
Genaro Prieto
Bien haría Jairo del Agua en leer este 'post'. Jeje.
08/04/11 12:58 AM
  
Piel de Toro
Pues a ver que hacemos con lo que se predica o se deja de predicar desde nuestros pulpitos, con lo que se ensena en nuestros colegios religiosos, con los libros que escriben nuestros teologos, con nuestros encuentros ecumenicos, de paz etc, con las opiniones variopintas de nuestra gerarquia, con nuestras catequesis.Y como se le ocurra no mirar a otro lado y denunciarlo, encima en blogs catolicos como este le llaman filo-lefevriano o lefevriano con el mayor desprecio.Para llorar
08/04/11 6:12 AM
  
Gaby
Yo pienso que está bien hacer las denuncias, siempre y cuando se siga el mandato evangélico de "primero sacar la viga del ojo" (Mt 7, 4-5).

Para una humilde pecadora como esta servidora, las vigas en el ojo propio parecen más los durmientes del ferrocarril de mi pueblo, por abundantes y pesadas, y me parece que tardaré el resto de la vida en quitármelas, si Dios me da la gracia.

Ahora bien, me pregunto si alguien con los ojos limpios vería las herejías con los mismos ojos que nosotros, los que tenemos vigas. A lo mejor, creo yo, serían más caritativos y pensarían antes en enseñar y dar ejemplo en lugar de denunciar. Al menos yo, si tuviera los ojos limpios, eso haría. No es exactamente lo mismo que "ver para otro lado", pero a ojos de los demás, se parece mucho.
08/04/11 6:21 AM
  
Aprendiz de martillo
Para denunciar las herejías hacen falta varias cosas.

En primer lugar, Un amplio bagaje de conocimientos y una vasta preparación que permita dilucidar lo que es una herejía antes de lanzarse a atacar a personas que a lo mejor tienen más conocimiento que uno. Las cosas hay que defenderlas con profundidad. Ya puesto a ser martillo de herejes, mejor serlo si se tiene la formación adecuada. La figura del aprendiz de martillo de herejes que quiere aparecer como martillo de herejes consagardo siempre resultó patética.

En segundo lugar es necesario rigor. El problema del martillo de herejes es que si no actúa con rigor falta a la caridad, porque la denuncia a la ligera por parte de quien no es lento en la ira puede hacer mucho daño. Por ejemplo, en tu comentario pones en boca de otras personas cosas que ellos no dicen, no desde luego como tú las dices,(ni mucho menos como tú las dices) y claro, los que leen tu comentario se lleva una idea muy equivocada de la realidad. Por ejemplo, ¿me puedes decir, citándo página y edición qué autor ha dicho "la Última Cena fue, sólo una reunión de amigos que poco sentido tiene para la vida del católico"?


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EFG


Vamos a ver.

Tengo que decirle que está Ud. un poco equivocado.

En primer lugar el artículo de hoy nada tiene que ver con el hecho de que yo sea martillo de herejes porque no se trata de eso.

Lo que planteo es el hecho de si es importante denunciar las herejías porque muchas veces se dice que no importa mucho cuando, al contrario, resulta de vital importancia para la vida de la Iglesia católica a quien está equivocado se le diga. Esto se hace, más que nada, para que no se pueda influir en los creyentes de forma inadecuada.

Por otra parte, verá Ud. que no he puesto la frase que Ud. dice entre comillas porque no es cita de nada ni de nadie. Sólo lo digo por si a alguien se le ocurriese decir eso. Por eso no puedo decirle página ni de libro ni de nada porque, en efecto, no es de ninguno. Es como una posibilidad para ver si, en tal caso, cabe denunciar lo que se lee para que se corrija. Pero, como Ud. comprenderá hay muchos casos de personas católicas que han escrito que son denunciables y, de hecho, se han denunciado.

Por otra parte, también, le digo, que no hace falta que me zahiera sobre mi formación porque, como le digo, no se trata, hoy, de criticar por criticar sin aportar pruebas sino, como le he dicho, de plantear si es conveniente (que lo es) denunciar las herejías. De esto se trata. De todas formas, cada cual tiene la formación, católica en este caso, que se procura y en este portal hay personas mucho más preparadas que yo (por ejemplo, el P. Iraburu) que, en efecto, denuncian las herejías cuando corresponde porque sí tienen conocimientos para hacerlo. Yo me limito a plantear lo que puede ser aunque, claro, cuando creo que estoy en disposición de criticar algo también lo hago como verá Ud. con toda facilidad que hago cada día (cuando corresponde hacerlo, claro)

Por eso, le digo que a nosotros, los sencillos en la fe, nos molesta mucho que se nos tome por tontos pero no crea que me molesta el hecho de tener que leer lo de la formación porque cada día trato de conocer más mi fe y, sobre todo, de llevarla a cabo.

Un saludo.
08/04/11 9:36 AM
  
ciudadano
Gaby
Estoy de acuerdo con Vd. Creo que todos, todos, debemos mirarnos por la mañana en el espejo de nuestra alma para asegurarnos de no tener ninguna viga.

Pero me preocupa algo más, son quienes se atreven a arrojar las primeras piedras.¿No creen que puede ser un acto de soberbia?
08/04/11 10:46 AM
  
Respuesta
A ver, Eleuterio, yo no me meto con su formación, que estoy seguro que es muy superior a la del crisitiano medio. Pero considero que lo de llamar herejes a unos y otros es una cosa muy seria y que para eso sí hay que estar muy, muy formado. De hecho hay unos procedimientos y unos órganos en la Iglesia para hacer esto de forma oficial. Lo que no quita para que cada cristiano, en el uso de la libertad de expresión y en el contexto de la corrección fraterna entendida con caridad pueda expresar este tipo de cuestiones. Pero también existe la libertad de expresión de opinar lo contrario y de denunciar inexactitudes. Si quizás he abusado en mi comentario de la ironía le ruego que me disculpe. No quiero caer en el vicio que pretendo corregir: la crítica con exceso de ligereza. Pero, sinceramente, me preocupa la ligereza con la que últimamente se acude a la acusación de hereje, algo que se repite no sólo en artículos, sino en comentarios, a veces sin fundamentar adecuadamente como corresponde a la gravedad de la acusación. La sensación desde fuera no es edificante para nuestra Iglesia.
Respecto a la frase que cita de la Última Cena, pues me parece que si no lo dice por nadie no tiene sentido ponerla, ya que existen muchos ejemplos de posibles frases heréticas para poner. Pero le voy a ser franco, no deja de ser curioso que ese comentario de la cena de amigos, lo haya utilizado el P. Iraburu refiriéndose a Pagola, por lo que tras leer su frase, cualquier lector habitual de este blog se la podría atribuir a Pagola, de hecho, en esta web le suelen recriminar a Pagola lo de la cena de amigos, cena de despedida. No soy quien yo para defender a Pagola, porque entre otras cosas hay opiniones de Pagola con las que no estoy de acuerdo. Ya la Iglesia decidirá al respecto, pero lo pongo como ejemplo de falta de rigor. Lo digo porque pagola además de decir que era una cena de despedida con sus amigos: lo de amigos lo dice San Juan (Jn 15, 13-15), lo de cena de despedida lo recuerda Ratzinger: "invita los suyos a una Última Cena particular, una cena que no obedecía a ningún determinado rito judío, sino que era su despedida" (Por cierto, para Ratzinger, como para Pagola, la última cena no era la cena de Pascua, algo que no le gustó nada al Padre Iraburo en su comentario sobre Pagola). En todo caso junto a eso, Pagola viene a decir nada menos que "Jesús convierte aquella cena de despedida en una gran acción sacramental, la más importante de su vida, la que mejor resume su servicio al reino de Dios, la que quiere dejar grabada para siempre e sus seguidores".
Creo que esto es algo más que una cena de amigos que poco sentido tiene para la vida del católico.

Nada más le ruego me disculpe de nuevo si he sido demasiado afilado en mi crítica. Un fraternal saludo.


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EFG


No se preocupe. Le agradezco que se pronuncie de forma tan razonable y razonada.
08/04/11 11:07 AM
  
Luis López
Aprendiz de martillo, Pagola dice en su libro que Jesús era un "buscador de Dios". Eso es una herejía.

La Última Cena, en efecto, fue una entrañable despedida del Jesús terrenal de sus discípulos, y Pagola señala, correctamente, que allí Jesús realiza una acción sacramental, pero para a continuación negar que allí hubiese Jesús -su Jesús histórico- anunciado que su sangre se derramaba para el perdón de los pecados ¿O no dice Pagola que no hay "ningún dicho cierto -recalco lo de cierto-, donde Jesús atribuya a su muerte una función redentora? Pues eso, también es una herejía.
08/04/11 12:32 PM
  
Respuesta

Reitero, no trato en estas respuestas de hacer un juicio a Pagola, me limito a reiterar la ligereza y la inexactitud con la que se realizan determinadas afirmaciones graves. Me he referido a la falta de correspondencia con la realidad de la atribución a Pagola de la expresión "una reunión de amigos que poco sentido tiene para la vida del católico". Será la Iglesia, en un procedimiento que ya está abierto, la que determine si es o no compatible con nuestra fe la obra de Pagola y en qué medida y en qué afirmaciones, teniendo en cuenta el método de investigación empleado por Pagola, sobre el que también puede pronunciarse la Iglesia. Este tipo de inexactitudes son frecuentes, en esta web por ejemplo las he visto recientemente en un comentario de otro blogger ( traducido directamente del inglés con poco conocimiento sobre el fondo del asunto) sobre Von Balthasar.
08/04/11 1:26 PM
  
Miserere mei Domine
Totalmente de acuerdo, D Eleuterio. Desde mi humilde punto de vista hay dos elementos a considerar en este asunto:

a) Las diferencias entre las doctrinas propias y la doctrina de todos: eclesial. Cuando uno da un paso fuera de la doctrina común hay que tener la valentía de aceptar lo que hace y dejarlo claro.

b) La cátedra de cada cual. No es lo mismo que dos amigos se sienten en un bar y se comenten sus puntos de vista sobre la doctrina, que una persona opine en un medio de difusión masiva. Una cosa es la confidencia y otra la difusión. Si nos equivocamos en nuestros entendimientos, estamos dañando a las personas que nos crean. Eso es una responsabilidad tremenda que sólo puede quedar apagada por la soberbia que escapa de nosotros.

Por lo tanto: quien hable desde la Iglesia que se apoye en textos contrastados, doctrina aceptada o magisterio, no es suposiciones y alternativas más o menos creativas. Si uno habla por si mismo... que lo deje claro y que acepte la tremenda responsabilidad que conlleva ser un ciego guiando a otros ciegos.

Que Dios le bendiga D. Eleuterio. :)
08/04/11 4:44 PM
  
Luis López
Con independencia del juicio que la Congregación para la Doctrina de la Fe haga de ciertos textos, los fieles -que aunque no seamos licenciados en teología, al menos poseemos lo que la Iglesia ha denominado el "sensus fidei"-, tenemos el deber de denunciar las doctrinas contrarias a la fe católica, y no excusarnos en el prestigio de tal o cual teólogo para callarnos ante textos abiertamente contrarios al Evangelio o al Magisterio de la Iglesia (y no hablo de doctrinas dudosas o complejas, sino abiertamente contrarias). No olvidemos que las grandes herejías de la Iglesia la han difundido grandes teólogos.
08/04/11 6:52 PM
  
Respuesta
Luis López, reitero lo dicho:

"Pero considero que lo de llamar herejes a unos y otros es una cosa muy seria y que para eso sí hay que estar muy, muy formado. De hecho hay unos procedimientos y unos órganos en la Iglesia para hacer esto de forma oficial. Lo que no quita para que cada cristiano, en el uso de la libertad de expresión y en el contexto de la corrección fraterna entendida con caridad pueda expresar este tipo de cuestiones. Pero también existe la libertad de expresión de opinar lo contrario y de denunciar inexactitudes".
08/04/11 10:30 PM
  
Ricardo de Argentina
Interpretan mal lo que ha sido bien dicho, y pervierten a muchos, atrayéndolos con el cebo de la gnosis.
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Pues exactamente lo que ha pasado con el CVII. ¿Cómo lo sabía??

San Ireneo también se ha anticipado proféticamente al despedazamiento de la fe de los "sencillos", de quienes no son capaces por "rudos" de diferenciar una esmeralda de una cuenta de vidrio. Lo vemos en el ciudadano que le cree a los medios de "desinformación" -misero infelice- o en la apostasía de las clases obreras, que es realmente impresionante.
09/04/11 12:17 AM

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