La Palabra del Domingo - 5 de septiembre de 2010 - No es fácil ser discípulo de Cristo

Lucas 14, 25-33: El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.

biblia

25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo:
26 «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío.
27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
28 «Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla?
29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo:
30 “Este comenzó a edificar y no pudo terminar.”
31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000?
32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.
33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.


COMENTARIO

No es fácil ser discípulo de Cristo

(Antes de nada: todo lo que aquí se dice de aquellos primeros discípulos tiene que ser convenientemente aplicado a los de hoy)

Alguno de los que seguían a Jesús, en un principio, debían pensar que su reino sería uno humano y que, por eso mismo, hasta era posible que mejoraran su vida si se le seguían.

Jesús, sin embargo, tenía la respuesta a tal situación. Era, no hay que decirlo, algo que muchos no querían oír y, ni siquiera, pensar.

¿Qué debería suponer seguir al Maestro? ¿Qué debían dejar atrás aquellas personas?

Sin duda alguna Jesucristo no se calla nada de la verdad para ser políticamente correcto ni por quedar bien con aquellos que le seguían. Así, bien podía haber dicho, para congraciarse a sus discípulos, que tendrían una vida opulenta y que serían los mejor considerados en la sociedad judía.

No fue, sin embargo, así. Todo lo contrario.

Era muy duro de escuchar lo que les dijo, y nos dice, el Hijo de Dios. También aquella forma de decirles, y decirnos, que debemos saber lo que hacemos y, entonces, actuar en consecuencia.+

La dureza de la verdad

Dice una letra de un cantautor español (Joan Manuel Serrat) que “no es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.

Eso es algo de lo que pasaba con aquellos que seguían a Jesús. Pretendían algo que no era lo que les esperaba. Aquella verdad, la Verdad, no es convencía.

Para empezar, debían “odiar” a su padre y a su madre, a sus hijos y a demás familia. Esto era difícil de oír y, casi, imposible de llevar a cabo.

Sin embargo, el sentido de eso no debía ser el de, efectivamente, tener algún tipo de inquina o rabia en contra de la propia familia. Jesús, a este respecto, siempre iba más allá de lo que parecía.

Seguramente se refería Jesús a la necesidad de dejar atrás la forman que tenían de vivir como, por ejemplo, no cumplir la voluntad de Dios y conducirse por normas creadas por el hombre sin acuerdo con la del Creador; por ejemplo, a cambiar su corazón de piedra por uno de carne que, por traer aquí una situación muy común, no quiera sólo a los suyos sino que se abra al mundo.

Por eso dice Jesús que hay que cargar con la cruz, con la de cada uno, para seguirle. Y esto no debía ser fácil de hacer.

Saber lo que se hace

Pero no le es suficiente a Jesús con decir qué es lo que hay que hacer sino que se le ve en la obligación de nombrarles una palabra que, en sus vidas, debía ser muy importante: consecuencia.

Así como el que quiere edificar o el rey que va a emprender una batalla han de saber lo que hacen y pensar, a la perfección, lo que van a hacer, exactamente igual tienen que hacer aquellos que quieren ser discípulos del Hijo de Dios.

Es necesario, entonces, saber qué es lo que se va a emprender y, acto seguido, si se decide hacerlo, que nada desdiga de lo dicho.

Y es que, como en el caso del constructor y del rey es más que posible que muchas personas estén a la espera de lo que hace el cristiano para, si es posible, criticar lo que hace sin comprender lo hecho.

PRECES

Por todos aquellos que creen que para seguir a Cristo no hay que cargar con la cruz.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que prefieren aferrarse a las cosas del mundo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a seguir a tu Hijo con el desprendimiento de lo viejo y muerto en nosotros.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalem.

Eleuterio Fernández Guzmán

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).

3 comentarios

  
Carlo
Dios tambien ha creado el dolor.

¿Por que tenemos que sufrir? esa es la pregunta que todos nos hacemos a diario, ese Job que llevamos dentro.

Algun dia, el dolor se acabara.


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EFG


El dolor se acabará en el definitivo Reino de Dios cuando nos encontremos todos sus hijos o, lo que es lo mismo, todos.
05/09/10 11:26 AM
  
Liliana
No se que pasa pero por lado leo el texto bíblico diciendo: Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
Y en la misa escucho:
Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Estoy de acuerdo que hay que, amar al Señor sobre todo, mas que a nadie, pero no por eso tenga que odiar a mi familia, y si hay que dejarla para seguirlo, seguro que El se ocupara de cuidarla mejor que yo, y la cruz que tengo que llevar, para mi, son las consecuencias de mis propios pecados, que serán redimidos a medida que valla cargando con la suya que es suave y ligera.
Un discípulo de Cristo, debe predicar la salvación del pecado, que no es fácil en estos tiempos, porque somos pocos los que nos creemos pecadores y necesitados del perdón.
Un abrazo.
05/09/10 9:34 PM
  
María
La determinación se seguir a JESÚS ,supone cambiar nuestra escala de valores : el Amor de donación gratuito, se convierte en el " Norte " de nuestra existencia-
El amor preferencial por los pobres,
la lucha por la justicia
El considerear que cada ser humano, es mi hermano y mi hermana
La pasión por la palabra de DIOS
La relación íntima con DIOS-PADRE...
lA OPCIÓ CRISTIANA. IMPLICA QUE JESÚS ES PARA MÍ "eL Horizonte de comprensión"
Significa que toda nuestra vida, es según la perspectiva del Evangelio de Jesús
07/09/10 4:09 PM

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