Los mártires de Córdoba (y II)
La gran persecución de Mohammad I y la rebelión cristiana.
Pese a los manejos de la sultana Tarub, el elegido para suceder al emir omeya fue su primogénito Muhammad, bien conocido por su odio a los cristianos. La cuestión de los mozárabes cordobeses se había convertido en la principal preocupación de los últimos años de su padre, y el nuevo emir decidió desatar una gran persecución para acabar con ellos. Ordenó clausurar numerosos monasterios, entre ellos el de Tábanos, y demoler varias de las principales iglesias que les quedaban a los cristianos. La comunidad mozárabe se quebró. El conde Gómez Antonino y muchos cristianos apostataron al islam, pero la resistencia de los fieles se exasperó.