InfoCatólica / Liturgia, fuente y culmen / Categoría: Liturgia general

28.07.20

La vía del mal gusto (o «qué cosa más fea»)

iglesias modernas Cuando tanto hablamos de belleza y de la “via pulchritudinis", debemos darnos cuenta de que la realidad que hoy se impone es el feísmo, las cosas utilitarias, o “la vía del mal gusto". Es una estética reinante fea, que va unida al rechazo a la Verdad y al Bien. Lo que es Bello en sí mismo sí va unido a la Verdad y al Bien.

Sociedad y cultura actuales han privilegiado ese “mal gusto"; la Iglesia, hija de su tiempo, con hombres que son hijos de su tiempo, ha asumido demasiado ese camino de fealdad en su música, en sus cantos, en sus “obras artísticas” (si pueden llamarse así) y en sus edificios. Aun cuando a veces esa banalidad en las formas y en los contenidos se justifiquen por la palabra talismán “pastoral", la pastoral auténtica sabe privilegiar los caminos de la belleza como vía de acceso y de comunicación del Misterio.

La Iglesia siempre se ha mostrado amiga del arte verdadero, pero no se identifica con estilo artístico ninguno, no reconoce ninguno como propio y exclusivo. Se adapta a la cultura de cada época, de regiones distintas, a condición de que sea belleza verdadera. Sería una contradicción construir hoy y celebrar hoy con el paradigma del “barroco” como único estilo bello y eclesial o la reproducción de lo bizantino como único arte y expresión evangelizadora; y tampoco sería verdadero y bello asumir acríticamente la música actual y la arquitectura actual, secularizando la belleza y el sentido del Misterio de Dios dándose.

Leer más... »

30.06.20

¿Qué se pone encima del altar? ¿Es una repisa para todo?

altar san leandro Cuando en la iglesia vemos el honor que merece el altar, debemos elevar los pensamientos.

El altar es revestido de manteles, con flores y cirios; se venera con una inclinación profunda cada vez que se pasa delante de él; el sacerdote lo besa.

Es una Mesa santa, el ara del sacrificio, el signo de Cristo, roca de la Iglesia, piedra angular. Es el símbolo de la Mesa celestial, allá donde Cristo invita a todos los que quieran acudir, con el traje de bodas, a las nupcias del Cordero y la Iglesia.

Al ver en la iglesia el altar, hemos de pensar también en aquel altar interior, el propio corazón, que debe ofrecer sacrificios y holocaustos de alabanza al Señor.

La misión de Cristo y del Espíritu Santo que, en la liturgia sacramental de la Iglesia, anuncia, actualiza y comunica el Misterio de la salvación, se continúa en el corazón que ora. Los Padres espirituales comparan a veces el corazón a un altar. La oración interioriza y asimila la liturgia durante y después de la misma. Incluso cuando la oración se vive “en lo secreto” (Mt 6, 6), siempre es oración de la Iglesia, comunión con la Trinidad Santísima (cf Institución general de la Liturgia de las Horas, 9) (CAT 2655).

Leer más... »

9.06.20

«Oremos» - ¿Y por qué no te callas? -¡Espérate un poco, por favor!

Oración colecta La oración colecta es la primera oración que el sacerdote recita in nomine Ecclesiae. Pero va precedida por un “Oremos".

“Oremos”. ¿Qué es este “Oremos”? ¡Una invitación a orar, a callarse, a recogerse y rezar en el silencio del corazón!

“Oremos”. ¡¡Hay que pararse!! No se trata de un aviso para que, del tirón, corriendo, sin respirar, se recite ya la oración colecta.

“Oremos”. ¡Vamos a rezar! Despacio, sin prisas. Pausa. Silencio. El sacerdote se detiene para rezar y todos los fieles también.

Leer más... »

26.05.20

La incensación o saber manejar un incensario (y de paso, D. Marcelo de Toledo y también una película)

incensar   Siempre me ha parecido, y así intento practicarlo, que el rito de incensar debe ser profundamente orante…, y por tanto, más que correr, apresurarse, pegar una zancada para acabar pronto y dar golpes del incensario en sus cadenillas (¡que se oiga, que retumbe!), hay que ir suavemente incensando, sin mover en exceso ni hacer ruido con el incensario, sino dejando que el humo del incienso vaya cubriéndolo todo y esparciendo su dulce aroma en la Iglesia santa, subiendo a Dios como oración fervorosa.

     Saber manejar un incensario bien, suavemente, e incensar dejando que salga el humo del incienso es un arte, y como todas las artes, hay que practicar mucho antes de conseguir soltura, la técnica que ayude.

Leer más... »

19.05.20

Celebrar «ad orientem»: modo y manera

Benedicto XVI, misa privada ad orientem Más de una vez me consultan sobre celebrar ad orientem con el Misal romano actual, el de San Pablo VI con la tercera edición típica de San Juan Pablo II.

Alguna consulta ha girado sobre la conveniencia o no de celebrar así. Otras, sobre si para celebrar así tenían que pedir permiso al Obispo o al Vicario episcopal correspondiente. Finalmente, alguna consulta sobre las rúbricas exactas para celebrar y ajustarse al Misal con su Ordo. A esas cuestiones trataré de responder con este artículo.

1.- Conveniencia

¿Se puede, se debe hacer? ¿No lo prohibió el Concilio Vaticano II y dijo que sólo y exclusivamente Misa vuelto hacia el pueblo? Simplemente, nada de eso aparece en los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II ni en su Constitución sobre la sagrada liturgia. Ni a favor ni en contra. Y desde luego, no es argumento aducir el “espíritu” del Vaticano II que es un fantasma que revolotea y se aplica para todo y poco tiene que ver con la letra de sus documentos.

Leer más... »