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5.01.18

La sede del sacerdote

Sede del sacerdote

La sede (cátedra) del obispo o del sacerdote debe significar su oficio de presidente de la asamblea y director de la oración. (Catecismo de la Iglesia, nº 1184).

La sede presidencial es el signo de Cristo Cabeza, que preside su Iglesia en la acción litúrgica. Es más que la mera funcionalidad de sentarse el presidente. Una sede vacía espera elocuentemente la venida del Señor que se sentará en gloria para juzgar a vivos y muertos. Una sede vacía debe evocar el pensamiento de la primera comunidad: ¡Ven, Señor Jesús!

La sede no va en función de la dignidad sino del ministerio que se ejerce. Es única: distinta la del que preside de la de los demás, aunque sean concelebrantes u otros obispos. La sede es única.

Es el signo de Cristo que preside, el signo de Cristo Cabeza de su Iglesia.

  1. Única: Una sede digna para el que preside. No tantas sedes iguales cuantos ministros haya
  2. Elevada: Al que preside se le debe ver. Y él debe ver bien a la asamblea, especialmente para la homilía que puede, oportunamente, hacer sentado. Si hay otras sillas, fuera de la tarima o alfombra.
  3. No quedar separada de la asamblea: Ni por demasiado alta, ni por escondida, detrás del altar y al mismo nivel de plano. Si se sitúa en el fondo del ábside, debe tener la suficiente elevación para que el altar no oculte al presidente. Una justa medida y buena visibilidad.
  4. Digna: entraría el adorno festivo: cojines según el color del tiempo litúrgico, o paños vistosos (cathedrae velatae, la llamaba S. Agustín), pero sobre todo, por su factura y realización, en consonancia artística con los demás elementos celebrativos.

Desde la sede se realizan los ritos iniciales de la Misa (saludo, acto penitencial, Gloria, oración colecta) y los ritos finales (oración de postcomunión y bendición). En la sede se realiza la homilía como lugar propio -Cristo maestro, la cátedra del Maestro-.

La principal sede es la cátedra del obispo en la iglesia principal de la diócesis, llamada Catedral a causa de la cátedra o sede del obispo. Pero la sede presidencial es un elemento celebrativo en todas las parroquias, monasterios, conventos de monjas, iglesias, etc.