¿Canto de perdón? -No existe
Muchas cosas se introducen en la liturgia, como corruptela, y luego no hay manera de erradicarlas y hacer las cosas bien. Parece algo común, que muchos hacen, y hasta se pensará que es legítimo y bueno hacerlo así. Pero no. ¡Qué bien haríamos en leer, repasar y ajustarnos todos a la actual Ordenación General del Misal Romano!
Uno de esos casos, de esas corruptelas, es el “canto de perdón” en Misas, especialmente con niños y jóvenes, que sustituye por completo, casi arrasa, el acto penitencial de la Misa.
En la OGMR nada se dice de él, no hay abierto resquicio ni posibilidad alguna. Y sin embargo… Sin embargo se sigue haciendo así, mal. El sacerdote invita al acto penitencial (“reconozcamos nuestros pecados”) e inmediatamente el coro, atronadoramente, se lanza a cantar. Entonces se escuchan cosas -¡y con ritmo que no cuadra para lo que es la liturgia!-: “Oh pecador, ¿dónde vas errante…?” “Ten piedad, Señor… y de mí, Cristo apiádate…”, “Perdón, por aquel mendigo, por aquella lágrima que hice brillar…”, etc.
Repitámoslo: simplemente no existe esta posibilidad en el Misal. No se puede hacer. No existe tal “canto de perdón”.
Ya el Directorio Canto y Música en la celebración, del Sdo. Nacional de Liturgia lo advertía: “El respeto debido a los textos del Ordinario de la Misa desaconseja la sustitución de las fórmulas del acto penitencial por otros cantos” (n. 151). ¡También podría haberlo afirmado más tajantemente!
¿Y con niños y jóvenes? El Directorio para la Misa con niños tampoco da pie a esta posibilidad. Lo más que dice, sensatamente en este caso, que “ayudará para mover la afectividad de los niños que el sacerdote les invite algunas veces con sus propias palabras, por ejemplo, para el acto penitencial…” (n. 23), o sea, que adapte la introducción del Misal, pero no que se incluya ahí un canto.
Con lo cual, volvamos a la OGMR. Hay sólo tres formas del acto penitencial. Tras la introducción del sacerdote, se hace silencio.
Después, 1ª fórmula, todos rezan a la vez el “Yo confieso”.
O bien, 2ª fórmula, se hace el diálogo con el sacerdote: “Señor, ten misericordia de nosotros – Porque hemos pecado contra ti…”
O bien, 3ª fórmula, “Tú que has venido a salvar a los pecadores: Señor, ten piedad”…
Tras lo cual el sacerdote concluye con la fórmula: “Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros…”
Si no se ha usado la tercera fórmula del acto penitencial, entonces se canta el Kyrie, el “Señor, ten piedad”. Éste sí, cantado, siendo invocación a Cristo.
¿Fácil, no? Pues sólo hay que seguir con fidelidad el Misal romano.
14 comentarios
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JAVIER:
PUes yo todos esos cantos los he oído y otros más que no recuerdo bien como para citarlos. ¡Ay!
Saludos cordiales.
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JAVIER:
Es de sentido común aunque no venga en ninguna rúbrica. ¿Dar las gracias? Me parece fuera de lugar.
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JAVIER:
Gracias. Este blog pretende ser formativo, mistagógico. Por tanto se debe entender, si no, no serviría de mucho.
De las mezcolanzas que recuerdo está que se reza el Confiteor, el sacerdote diga "Dios Todopoderoso tenga misericordia..." y a continuación se vuelva a "Tu que...., Señor ten piedad"
La Fórmula 2 nunca se usa.
A veces se usa la Formula 1, luego la 3 y luego recién el "Dios Todopoderoso tenga misericordia..."
El reemplazo por cantos no es infrecuente, para luego decir el "Dios Todopoderoso tenga misericordia..."
Nunca acabé de entender cual era lo correcto, hasta este artículo. ¡Gracias!
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JAVIER:
Me alegro si este artículo le ha aclarado lo correcto. Esas mezclas del acto penitencial son demasiado frecuentes por todas partes.
Pero cuando encuentro fórmulas al estilo de "El Señor tiene misericordia de nosotros, perdona nuestros pecados y nos lleva a la vida eterna"... es de suponer que al Espíritu Santo le vendría bien hacer un Curso de liturgia para adaptarse a "los tiempos" tan misericordiantes, que no necesitamos ya pedir, sino afirmar la misericordia y perdón obtenidos, y la puesta en camino para la vida eterna...
La última frase del libro de los Jueces, después de que se levantaban lugares de culto por "iniciativa privada", se nombraban sacerdotes, previo contrato, al primero que pasaba... dice más o menos : "cada uno hacía lo que le daba la gana".
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JAVIER:
¡Cierto! Algunos cambian a su gusto las fórmulas del Misal, y en vez de ser oración, deseo, resultan ser afirmación "misericordiosísima": "Dios todopoderoso tiene misericordia de nosotros, perdona..." Desde luego, en liturgia, como vd. dice, "cada uno hacía lo que le daba la gana". En esas estamos pero a ver si poco a poco, y con más formación, nos vamos ajustando a la realidad del Misal y su Ordenación.
Saludos cordiales.
"PERDÓN" Salmodia inspirada en Génesis 1,28 y 4,9
-Hermano mío pide "Perdón".../ Al Amor traicionas / das la espalda a Dios?
Coro: //Hermano mío pide perdón/ no has sido rey de la creación//
-Busca tu hermano, vuélvete a Dios/ sólo El es Fiel y perdona tu error.
Vueve al Coro.
-Con tus hermanos camina hacia Dios/ brinda tu mano y ofrece tu Amor!
Vuelve 3a vez al Coro.
Lo cantamos por primera vez con un coro de colegio, año 1998... Ya lleva 20 años que lo enseño... Me encanta porque es "penitencial", tengo cuidado con la Liturgia que aprendí del padre capellán del colegio un sacerdote de Pácora, Caldas - en Colombia, en el año 1958... el cual era muy muy estricto... y decía seguir indicaciones del espíritu del Concilio Vat. II.
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JAVIER:
NO bastaba con seguir "las indicaciones del espíritu del Concilio...", sino la letra del Concilio y los documentos, en este caso litúrgicos, que prescriben lo que hay que hacer.
Creo que queda claro, a tenor del artículo, que no cabe un "canto de perdón" en el acto penitencial. A lo mejor sí en una Hora santa de Adoración eucarística con tono penitencial.
Unas consultas. Me ayudaría mucho si las contesta:
¿Puede uno omitir estos cantos y rezar, en silencio y privadamente, en ese momento, por ejemplo el Yo confieso...?
Lo mismo pregunto por el Gloria: ¿Puede uno rezar el Gloria como está prescrito y no cantar cantos de Gloria que aveces ni dicen lo que está prescrito?
Gracias una vez más.
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JAVIER:
No sé si "se puede hacer". Pero cuando en una Misa no he podido corregir al coro o eliminar esos cantos, o en una concelebración, yo por mi cuenta he rezado en silencio el YO confieso... o el Gloria si lo que cantaban no tenía nada que ver con el precioso himno Gloria a Dios en el cielo
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JAVIER:
Las rúbricas son claras. Basta leerlas.
Durante muchos años -y hoy aún en algunos sitios- no se enseñó a los futuros sacerdotes a celebrar, leyendo y practicando las rúbricas del Misal. A lo que hay que sumar un "estilo mental" de que lo importante es el espíritu y no la letra, por lo que da igual y no es grave "adaptar" la liturgia al gusto de cada cual.
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JAVIER:
Tampoco existe ni existió nunca el "canto de paz" en el Misal romano.
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JAVIER:
Tal vez. Pero el caos es mayúsculo. Documentos clarísimos, como la Instrucción Redemptionis sacramentum, que hay obispos que han regalado un ejemplar a cada sacerdote, se ignoran... ¿Cómo se arregla esto? Para empezar con la formación litúrgica desde el Seminario.
En cuanto al Gloria, como en muchísimos otros aspectos, es cuestión de obedecer al Ordenación General del Misal Romano que en el No. 53 dice: “… el texto de este himno no puede cambiarse por otro”.
Dios mío, ¿a dónde iremos a llegar?
Padre Javier, Dios lo siga bendiciendo y muchísimas gracias por todas sus enseñanzas. Desde Colombia, reciba un abrazo.
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JAVIER:
No soy canonista, pero tengo entendido más bien que se refiere al año natural.
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