Algo más sobre la sede

La sede es uno de los lugares litúrgicos necesarios para la Eucaristía y otros oficios litúrgicos, así como el ambón o el altar son otro de los lugares. Desde la sede se preside, se ora, se dirige la oración y se enseña en la homilía.

En la sede se significa el oficio de Cristo, Cabeza, Pastor y Maestro, y se supera la mera utilidad de sentarse durante unos cantos en tres sillas iguales al simbolismo de la cátedra. Bastaría ver las antiguas basílicas (como San Vital o San Clemente) para descubrir el lugar de la sede (en el ábside) de manera preeminente (el que preside está más elevado que el banco de piedra corrido para los sacerdotes).

La sede como lugar litúrgico ha de habilitarse allí donde se celebre la Santa Misa y no únicamente en la parroquia, sino también en cualquier oratorio, capilla o iglesia de contemplativas. Es un contrasentido y ahora una grave infracción comenzar la Misa ya directamente desde el altar. Éste se reserva para el sacrificio y por tanto al altar se acerca el sacerdote para depositar la oblata y pronunciar la plegaria eucarística: los demás oficios (ritos iniciales, también la homilía, etc. y al final la bendición) los dirige desde el sitio de la presidencia.

“El lugar de presidencia o sede del sacerdote celebrante significa la función de presidir la asamblea litúrgica y de dirigir la oración del pueblo santo” (Bend 982).

El Misal prescribe las características de la sede:

“La sede del sacerdote celebrante debe significar su ministerio de presidente de la asamblea y de moderador de la oración. Por lo tanto, su lugar más adecuado es vuelto hacia el pueblo, al fondo del presbiterio, a no ser que la estructura del edificio u otra circunstancia lo impidan, por ejemplo, si por la gran distancia se torna difícil la comunicación entre el sacerdote y la asamblea congregada, o si el tabernáculo está situado en la mitad, detrás del altar. Evítese, además, toda apariencia de trono. Conviene que la sede se bendiga según el rito descrito en el Ritual Romano, antes de ser destinada al uso litúrgico.

 
Asimismo dispónganse en el presbiterio sillas para los sacerdotes concelebrantes y también para los presbíteros revestidos con vestidura coral, que estén presentes en la celebración, aunque no concelebren.
 
Póngase la silla del diácono cerca de la sede del celebrante. Para los demás ministros, colóquense las sillas de tal manera que claramente se distingan de las sillas del clero y que les permitan cumplir con facilidad el ministerio que se les ha confiado” (IGMR 310).

El simbolismo litúrgico de la sede se resalta cuando hay que inaugurar una sede nueva; entonces se procede a bendecirla para destinarla al uso litúrgico. La plegaria de bendición acude a la contemplación del ministerio de Cristo en cuanto Pastor que sigue pastoreando desde la sede litúrgica:

“Alabamos tu Nombre, Señor, unidos en una sola voz, y te suplicamos humildemente a ti que viniste como buen Pastor para reunir en un solo redil a tu rebaño disperso, por medio de aquellos que tú has elegido como cooperadores en la propagación de la verdad. Apacienta a tus fieles y llévalos por el camino de la santidad, y así, pastores y ovejas podrán un día entrar con gozo en los pastos eternos” (Bend 987).

O también:

“Señor Jesucristo, que enseñaste a los pastores de tu Iglesia a servir a los hermanos y no a ser servidos, te pedimos que hagas con tu gracia que todos los que vengan a esta cátedra (sede) proclamen siempre tu palabra y administren dignamente tus sacramentos, y así, junto con el pueblo a ellos confiado, te alaben sin cesar en la sede eterna del cielo” (Bend 999).

Así se entiende el valor litúrgico que tiene la toma de posesión de un Obispo en su diócesis. Cuando preside el Metropolitano (sic.), una vez leídas las Letras Apostólicas, “el Metropolitano invita al Obispo a sentarse en la cátedra. Luego el Obispo se pone de pie y se canta el Gloria” (CE 1145).

Es una lástima que muchas veces la sede queda al margen de la liturgia y se haga la homilía delante del altar con un micrófono: se busca entonces impactar de forma mediática, pero pierde todo el valor de signo.

También en la inauguración del ministerio del párroco en su parroquia; el Obispo le hace entrega al nuevo párroco de los distintos lugares litúrgicos (fuente bautismal, sede penitencial…) y también la sede para presidir (Cf. Entrada del nuevo párroco, n. 12).

La sede deberá poseer prestancia, ser visible, elevada, y apta para dirigir la oración y poder realizar desde allí la homilía.

7 comentarios

  
Adsertor
Que interesante el artículo, como siempre, gracias.

Quería realizarle alguna consulta relacionada con el tema de la sede:

¿Por qué durante los siglos la sede aparentó perder su relevancia (véase las iglesias con altar en la pared) quedando timidamente colocadas a un lateral del presbiterio, sin girar al pueblo en contraste con las antiguas basílicas, localizadas prominentemente en el ábside?

¿Se consideraria tal evolución una "degeneración" o un progreso correcto? ¿Por qué en la misma Misa en forma extraordinaria la sede queda casi en desuso (sentarse algún rato cuando los cantos son largos, tras la homilía...) cuando litúrgicamente es un lugar de tal importancia? ¿Por qué en esta forma del rito romano casi toda la liturgia de los catecúmenos (de la palabra) es realizada en el altar en vez de la sede (que señala que fuera del rito eucarístico es su lugar adecuado)?

Son preguntas que considero interesantes, espero que pueda resolverlas. Un abrazo y mi oración.

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JAVIER:

Aventuro hipótesis, eso sí, después de haber leído muchas cosas de historia de liturgia: pienso que al generalizarse la costumbre de la Misa privada (un sacerdote con un acólito, sin pueblo generalmente), todo pasó a realizarse en el altar... y de ahí a la construcción misma del altar mayor para ese esquema de Misa. Como mucho, en las Misas solemnes con diácono y subdiácono, dos atriles para las lecturas, la epístola y el evangelio...

¿Es legítimo progreso y desarrollo o abuso y degeneración? Cada cual responderá aquí de forma distina.
18/01/18 2:19 PM
  
maru
En una parroquia que frecuento, ha.habido varios cambios de párroco y no.he visto esa presentación por parte del.obispo ()n.12)
Acabo de leer las recomendaciones del Cardenal Cañizares para la Eucaristia y me parece muy bien que alguien de ''peso'' en la Iglesia Católica en España lo haga. Ahora hacefalta que los obispos de las distintas diócesis se sumen a éllo y se lo.hagan poner en práctica a los sacerdotes que no lo están haciendo.

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JAVIER:

Sé que en muchas diócesis no se realiza ese ritual de la entrada del nuevo párroco, presidida por el Obispo o más habitualmente por el Vicario episcopal de zona. Pero es un ritual obligado y muy expresivo del ministerio especialísimo del párroco.
18/01/18 2:50 PM
  
Diácono
Agradezco que se acuerde de nosotros, los diáconos, en sus artículos. Siempre le leo. Gracias por traer aquí la cita del IGMR que cuenta que los diáconos, por nuestro ministerio, debemos sentarnos cerca del que preside. Muchas veces nos ponen muchos problemas por esto. Hay una idea generalizada que, al ser jerárquicamente de grado inferior, en las grandes celebraciones, por ejemplo en la Catedral, hemos de sentarnos después de los obispos y presbíteros concelebrantes. A mí me ha ocurrido decenas de veces de tener que desplazarme muchos metros para el servicio.
Siempre les digo a los maestros de ceremonias que no es un tema de creernos los diáconos por encima de nadie, sino de servicio al obispo.

En las ceremonias papales sí se ponen cerca los diáconos del Papa, pero más cerca aún los ceremonieros. ¿Es correcto? ¿No están éstos usurpando las funciones diaconales? ¿No son los diáconos los que tenemos que estar al servicio del que preside tanto junto a la sede como junto al altar en lo referente al misal, cáliz, etc? A veces parecemos figuras decorativas. Saludos.

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JAVIER:

Dos diáconos van junto al obispo (o el sacerdote que preside) y se sientan así, cerca, a su lado. Están para su servicio.
Lo que no aparece nunca es dónde se sientan los maestros de ceremonias. Normalmente junto al obispo... y luego los diáconos. Es más fácil para indicarle cualquier cosa al obispo.
19/01/18 5:50 PM
  
ayante
Lo siento, pero a mí este aspecto de la liturgia de Pablo VI no me gusta. La foto lo ilustra bien: los concelebrantes sentados delante de todo el mundo, y sus rostros humanos convertidos en el centro de atención de la asamblea.
Quizá la relevancia de la sede necesitara ser reivindicada, no lo sé. Pero me gusta más la disposición tradicional de que los ministros se sienten a un lado del presbiterio. Incluido el obispo, si lo hay.
En cuanto representación de Cristo Glorioso, también el celebrante debe estar vuelto hacia el Padre, y no hacia la asamblea en favor de la cual está intercediendo.
Razón de más en lo que respecta a los concelebrantes. Personalmente, me resulta muy desagradable la escena de todos los concelebrantes de pie o sentados en el altar mirando hacia la asamblea. Es un contrasigno, un refuerzo de tendencia antropocéntrica e inmanentista de centrarse demasiado en la asamblea reunida en tal lugar. La belleza y poder comunicativo de la posición tradicional me parece mucho más comunicativa y cercana a la verdad de las cosas.

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JAVIER:

Sin embargo, lo tradicional es la disposición de la cátedra o sede en el ábside. Baste ver por ejemplo San Juan de Letrán o San Vital de Rávena. Y eso no es tendencia antropocéntrica.
22/01/18 11:24 AM
  
GUSTAVO
DISCULPE UN LAICO O SEMINARISTA AUN EN FORMACION PUEDE SENTARSE EN LA SEDE PARROQUIAL PARA REALIZAR LA CELEBRACION DE LA PALABRA?

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JAVIER:

En absoluto. Sólo el ministro ordenado, sacerdote o diácono, puede sentarse en la sede. Los demás, para una celebración de la Palabra, ocuparán otro lugar, al pie del presbiterio por ejemplo.
26/12/18 3:32 AM
  
MICHEL GONZALES
Buenas tardes padre Javier, en una capilla de mi ciudad, veo que la sede de sacerdote esta ubicado al fondo del presbiterio, pero no al lado central, porque ahí esta ubicado el santísimo, sino al lado izquierdo del altar (viendo del altar hacia la asamblea). Esta ubicación esta bien? y porque no se ubico al otro lado?
le agradezco desde ya su respuesta.


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JAVIER:

Ubicación correctísima, tal como la cuenta. Da igual entonces si se pone a un lado o al otro.
03/10/19 9:27 PM
  
Susie
Gracias es que tengo duda..
Cual es la posición correcta de la sede ( silla) del sacerdote en el altar..es debajo de la Cruz???


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JAVIER:

No entiendo muy bien su pregunta. Deduzco que al decir "debajo de la Cruz" se refiere al Crucificado en el retablo o en el ábside. Si es así, es sitio correcto, como también en un lado del presbiterio mirando a los fieles.
04/10/19 7:29 PM

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