Vicente Jara: la astrología es “un fraude sin ninguna respuesta coherente, no una ciencia”

La astrología pretende por medio de los cuerpos celestes conocer el destino de las personas, de los pueblos, así como vaticinar los acontecimientos históricos y el futuro por llegar. Así comienza el artículo que ha publicado el portal Aleteia, escrito por Vicente Jara Vera, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Lo extractamos a continuación.

Según explica Jara, la astrología, si quiere ser una ciencia, debe hacer afirmaciones que puedan comprobarse y falsarse sometiéndolas a un proceso de ensayo y error, planteando afirmaciones, premisas y postulados claros y determinados con capacidad de contrastarse. Si no cumple estas condiciones y se cae en generalidades vagas e imprecisas que pueden aplicarse a cualquier comportamiento o hecho, suceda algo o su contrario, no es ciencia. Además, quien afirma algo debe sostener el peso de lo declarado, estando sobre él la carga de la prueba, no en quien lo niegue.

El origen del zodiaco

El pueblo caldeo-asirio inventó el Zodiaco de 18 constelaciones, si bien posteriormente llegó a ser de 11 y luego de 12 como los meses del año en base a las lunaciones. Lo cual deja de lado constelaciones como Ophiucus, que tiene una extensión temporal de casi tres veces más que el signo de Escorpio, pero que ha sido descartada del conjunto, sin explicación alguna por parte de los astrólogos.

La astrología y sus signos dependen de las civilizaciones que consideremos: babilónica, egipcia, greco-latina, china, japonesa, centro-sud-americana, etc. ¿Cómo es posible? ¿Con cuál quedarnos? Ninguna respuesta de los astrólogos. Por otro lado, la distribución de las constelaciones varía con el paso del tiempo.

Por lo tanto, para la mayoría de los astrólogos los signos del cielo ya ni tienen un sentido efectivo, sino simbólico, pues los astros y las constelaciones de estrellas no corresponden a lo que dicen sus tablas. Además, los astrólogos dividen en 12 sectores iguales el Zodiaco, si bien en el cielo son de distinta extensión. Incluso el movimiento de las estrellas lleva a que las constelaciones cambien con el paso de los milenios sus formas.

Y lo que es peor, ¡las personas nacidas en las cercanías del Polo Norte, por ejemplo al norte de Alaska, Noruega, Finlandia o Rusia no tienen signo zodiacal, ya que la eclíptica está en el horizonte y no pasa por ninguna casa astrológica! En fin, el Zodiaco y los signos astrológicos poco pueden decir sobre las personas y el destino.

¿Qué explicación podría tener la astrología?

Estas son las posibles fuerzas que podemos considerar. La primera, la fuerza de la gravedad que actúa en todo el universo inversamente al cuadrado de la distancia y proporcionalmente a las masas involucradas. Desconocemos que esto afecte al destino de las personas como dice la astrología.

La segunda, la fuerza electromagnética, que es millones de millones y millones más fuerte que la de gravedad. Pero apenas hablan de ella los astrólogos. Y no existen estudios que indiquen que los espermatozoides y óvulos, ni ninguna célula, sufran alteraciones por estas fuerzas electromagnéticas celestes, y con ello condicionen de una forma clara el futuro comportamental y el destino de las personas. Nada.

Tampoco las fuerzas nucleares fuerte y débil, que operan en los ámbitos de lo pequeño sobre los nucleones y en el interior de los mismos, y que por tanto podemos descartar, pueden ser causa de que los planetas o las estrellas afecten a nuestro futuro y destino.

¿Alguna fuerza desconocida por descubrir? No parece que exista, y de existir, debería ser sumamente débil, no siendo detectada por los sistemas actuales. ¿Cómo podría esta debilísima fuerza influir en nuestro destino y acontecimientos?

Nada de ciencia

Ninguna de las fuerzas físicas conocidas logra explicar lo que afirman los astrólogos. Si el efecto de las leyes físicas consideradas y su dependencia de la distancia, la masa o la velocidad de transmisión no importan, ¿por qué no considerar entonces todos los planetas y cuerpos del espacio en su inmensidad, ya que no importa la distancia a nosotros? ¿Y cuántos cuerpos hay ahí fuera, y dónde están en las cartas astrales representados? ¿Y cuánto de energética es esa fuerza que se mueve al instante superando el límite de la velocidad de la luz para que actúe de manera inmediata en nosotros? Donde no existan este tipo de preguntas no hay método científico.

Si esta fuerza de los astros que nos es desconocida (supongamos) sigue otros patrones físico-matemáticos desconocidos, ¿cómo es posible que los astrólogos sepan los planetas que nos afectan y descarten el resto en sus horóscopos y cartas astrales? ¿En base a qué lo saben si no dan pruebas ni razonamiento alguno?

La astrología carece del rigor que la ciencia de la astronomía posee, y no tiene en cuenta incluso sucesos cercanos como los asteroides o los cometas, aunque han sido en la historia vistos como mensajeros de presagios y catástrofes. La astrología no tiene en cuenta ni la nube de Oort ni el cinturón de Kuipert, que son las zonas que los originan.

Jamás se han logrado pruebas estadísticas de que lo que dice la astrología se haya cumplido. Y todos los estudios (Silverman, Tyson, Cookes & Cooles, Bastedo, Culver, etc.) han llegado a negar la influencia de los astros. Incluso el ejemplo más claro, que serviría de experimento crucial para descartar la astrología como válida, las personas nacidas en el mismo instante, tampoco ellas tienen destinos similares.

¿Acierta? Por azar…

A posteriori es fácil afirmar lo que sea de cualquier acontecimiento personal o histórico, pero una batería de preguntas sobre el futuro, sobre la vida de una persona, con capacidad de discriminar eventos, suficientemente adecuado como experimento, con una gran cantidad de datos para poder extraer valores representativos, jamás ha logrado mostrar que la astrología acierte. La verdad es que acierta tanto como lanzar una moneda al aire, unas veces sí y otras no, puro azar.

Y de nada vale aislar un caso concreto para hacer una teoría, algo tan típico de la pseudo-ciencia, o de la ignorancia ante la estadística y la probabilidad, que cree que dos coincidencias confirman la totalidad de casos, descartando el resto que no se adapten a los prejuicios ya tomados. Así, no existen parecidos entre los Libra, los Tauro o los Géminis, ni que unos se lleven mejor con otros o que los Leo sean más valientes que los Piscis, ni que afecte a la profesión en el futuro, la muerte o los demás acontecimientos en la vida de una persona.

Incluso es corriente que todos los astrólogos digan cosas diferentes a una persona que va a su consulta, o bien generalidades que valen para cualquiera. Algo inaudito en la ciencia, que se basa en la regularidad y la repetición, permitiendo que cualquier científico y laboratorio pueda repetir (o refutar) las afirmaciones que haga cualquier otro.

Un fraude y un engaño

La astrología es un cúmulo de respuestas generalistas que valen para todo, algo de psicología y consejos morales… no hay más, aunque revestido con cierta apariencia de conocimientos ocultos y esotéricos y un baño de pseudo-ciencia. En definitiva, la astrología, como nos enseña especialmente la ciencia (esta sí) de la astronomía, es un fraude y un engaño.

La astrología, que intenta dar respuesta a decisiones del día a día, o que quiere determinar si un asunto resultará en éxito o fracaso, o la que determina por el nacimiento el destino de la persona, o la que dice marcar la prosperidad de los pueblos, de la vida en la Tierra, el destino de la humanidad, no tiene ninguna base racional o científica. Simplemente son reductos de pensamiento mágico, irracionalidad, miedo y pánico ante lo desconocido de la vida diaria y nuestro futuro, ante la necesidad del ser humano de dar respuesta a sus preguntas más íntimas.

Respuestas que sólo podrá encontrar con el esfuerzo racional, la metodología científica y el trabajo y dedicación de la colectividad humana, así como en la fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, Creador del Cielo, Señor del Tiempo, el Alfa y el Omega, Pasado y Futuro, Rey del Universo.

Artículo completo en Aleteia.

1 comentario

  
Cristina de San Pedro
Gracias por compartirnos su ciencia. Es una pena muy grande ver como tanta gente se deja manipular por todo este mercado.
01/07/15 10:18 AM

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