México: muere una joven por dengue después de llevarla su familia a un brujo

Por creer que los malestares que presentaba su hija eran cosa de brujería, un vecino de Peto (Estado de Yucatán, México) no buscó atención médica oportuna y la joven, de 25 años de edad, perdió la batalla contra el dengue hemorrágico, dejando en la orfandad a tres menores de edad, de 7, 3 y 1 año de edad. Lo cuenta Miguel Moo en el Diario de Yucatán.

Ahora que su hija murió, Wílliam Modesto Puc Pacho está arrepentido de haber acudido a un brujo o hierbatero, aunque sabe que es estéril quejarse porque la joven no revivirá con ello. Wílliam Puc informó de que son originarios de una comisaría de Bacalar, Quintana Roo, pero su hija, María de Lourdes Puc Chi, fue a vivir a Peto cuando se casó con una persona de esta villa.

La joven, que falleció el 18 de octubre pasado y fue enterrada un día después, prácticamente estuvo sufriendo en la casa de un brujo llamado Julio Caamal, quien supuestamente cura “todo tipo de brujerías y mal de ojo”. Puc Pacho relató que su esposa fue a visitar a su hija días antes de que muriera y se sorprendió al ver lo quebrantada que estaba de salud, además de enterarse de que su yerno se negaba a que fuera al médico porque pensaba que se trataba de una simple calentura, y sus malestares cederían con algunos analgésicos.

Sin embargo, tras no mostrar mejoría, la madre de la infortunada joven optó por llevarla al Centro de Salud, aun contra la voluntad de su yerno. Le diagnosticaron anemia y le recetaron unos medicamentos, pero como una de las indicaciones era que no podía seguir amamantando a su hija de un año de edad, optó por no tomarlos. Un día después, al no ceder los malestares, un pariente de su esposo sugirió que la llevaran a un brujo, pues “la pescó un mal viento”.

Fue así como fueron a parar con el brujo, quien al ver a la muchacha señaló que estaba mal de salud porque le estaban haciendo brujería, pero que él podía curarlo mediante un pago de $7,500. Desesperada, la familia de la joven comenzó a ver cómo reunir el dinero, pero sólo logró juntar $1,000, que le dieron al brujo para que comenzara a “trabajar”, santiguando a la joven.

Sin embargo, como era de esperar, la salud de la joven empeoró en vez de mejorar, y quedó internada en la casa del brujo, quien al ver la desesperación de los familiares de la paciente, les insistió en que se recuperaría en cuestión de días. “No mejora aún porque son varios trabajos de brujería los que se le están haciendo”, les dijo.

Según relata Puc Pacho, el brujo comenzó a presionar a los familiares para conseguir lo que faltaba del dinero para poder terminar el trabajo, pero Puc Pacho optó por sacar a su hija de la casa del brujo al ver que sus labios ya habían quedado morados y no tenía fuerza ni para estar de pie. “Fuimos a la presidencia a pedir apoyo desesperados por lo que pasaba y allí mandaron una ambulancia para sacar a mi hija y fue traslada al hospital comunitario”, señala Puc Pacho.

“Cuando llegamos, el director del hospital nos regañó preguntando por qué esperamos mucho tiempo para llevarla, pues es más que evidente que su estado era muy grave y difícilmente sobreviviría. Rápidamente la canalizaron para aplicarle suero y los médicos trataban de reanimarla”. “El director me habló a su su consultorio para decirme que el caso de mi hija era muy delicado y sería un milagro que saliera con vida; consiguió una ambulancia para trasladarla a Mérida para que reciba atención especializada, pero mi hija no llegó, falleció en el camino, a la altura de Tekit”, dice Puc Pacho.

El padre de la joven señaló que no demandarán a nadie porque ellos fueron por voluntad propia con el brujo, aunque pide a las autoridades que regulen el funcionamiento de esos lugares donde supuestamente curan con brujería porque en realidad se trata de charlatanes.

El afligido padre agradeció el apoyo del alcalde Higinio Chan Acosta y el regidor de Cementerio, Juan Concepción Puc, porque en todo momento los apoyaron con los trámites y les dieron las facilidades para el entierro. El municipio asumió todos los gastos. El padre de la joven también agradeció el apoyo del director del hospital comunitario, Ariel Alcocer Calderón, por lo que hicieron para tratar de salvarla.