InfoCatólica / Santiago de Gobiendes / Archivos para: Noviembre 2019, 19

19.11.19

Protesta contra los Actos Sacrílegos

Mi amigo y hermano Roberto de Mattei me hizo llegar hizo llegar el 11 de noviembre pasado el documento que reproduzco aquí debajo (no lo he visto publicado en InfoCatólica) por si yo lo quería firmar. De hecho ese documento de protesta se publicó al día siguiente (el 12 de noviembre) con la firma de cien personalidades e intelectuales católicos, a los que se han ido sumando cada día más firmantes: entre ellos, el arzobispo Viganò y el obispo holandés Robert Mutsaerts.

Como dice Eleazar en el Segundo Libro de los Macabeos, a nuestra edad no está bien finjir ni disimular y no seré yo quien calle ante los actos idolátricos de adoración a la Pachamama que tuvieron lugar en el Vaticano durante la celebración del Sínodo sobre la Amazonia. Yo he condenado la idolatría de esos actos en varios artículos:

Jamas adoraré a la Pachamama ¿Y tú?

Ecoteología y estupidez

Tiempo de héroes y de santos

Dice el Catecismo:

2069 El Decálogo forma un todo indisociable. Cada una de las “diez palabras” remite a cada una de las demás y al conjunto; se condicionan recíprocamente. Las dos tablas se iluminan mutuamente; forman una unidad orgánica. Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los otros (cf St 2, 10-11). No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creador. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus creaturas. El Decálogo unifica la vida teologal y la vida social del hombre.

Pues bien, en los últimos tiempos se empezó quebrantando el Sexto Mandamiento para justificar el adulterio y se ha terminado por violar el Primero. Porque los Mandamiento son un todo indisociable: forman una unidad orgánica. Y cuando se abre la mano para transgredir uno, detrás van el resto. Y así vemos cada día cómo hay religiosos, teólogos y clérigos de renombre mundial que promueven las uniones homosexuales, a las que bendicen en actos públicos dentro de nuestros templos; otros que justifican el aborto o la eutanasia y así uno tras otro: cada día un escándalo. 

Los mandamientos forman parte de la revelación de Dios. No son un invento de los hombre.

2072 Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido primordial obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos. Los diez mandamientos están grabados por Dios en el corazón del ser humano.

La revelación de Dios no está grabada en cinta magnetofónica: está grabada en el corazón del hombre, en su conciencia más auténtica. Y nadie puede justificar el incumplimiento de los mandamientos. Y si un obispo o un religioso pretendiera cambiarlos o dispensar su cumplimiento caería en un pecado grave contra la fe. 

Lo que está ocurriendo cada día en la Iglesia es un escándalo tras otro, lo que supone un atentado contra el Quinto Mandamiento:

2284 El escándalo es la actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal. El que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. Atenta contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la muerte espiritual. El escándalo constituye una falta grave si, por acción u omisión, arrastra deliberadamente a otro a una falta grave.

2285 El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: “Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar” (Mt 18, 6; cf 1 Co 8, 10-13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf Mt 7, 15).

2286 El escándalo puede ser provocado por la ley o por las instituciones, por la moda o por la opinión.

Así se hacen culpables de escándalo quienes instituyen leyes o estructuras sociales que llevan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a “condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos del Sumo legislador” (Pío XII, Mensaje radiofónico, 1 junio 1941). Lo mismo ha de decirse de los empresarios que imponen procedimientos que incitan al fraude, de los educadores que “exasperan” a sus alumnos (cf Ef 6, 4; Col 3, 21), o de los que, manipulando la opinión pública, la desvían de los valores morales.

2287 El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido. “Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!” (Lc 17, 1).

Los ritos amazónicos con estatuas de la Pachamama y las procesiones con canoas a hombros de obispos y monjas por Roma, además de estupideces, suponen igualmente un escándalo. Y a quienes consienten y promueven estos escándalos más les valdría colgarse una piedra de molino al cuello y tirarse al mar. 


Leer más... »