Con motivo del 8 de marzo: que donde haya odio, pongamos amor

El liberalismo de primer grado niega “la obediencia debida a la divina y eterna razón y, declarándose a sí misma independiente, se convierte en sumo principio, fuente exclusiva y juez único de la verdad”. Así lo expone León XIII en la Encíclica Libertas Praestantissimum en 1888.

En 1882, Friedrich Nietzsche había escrito:

Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio, qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?

Nietzsche, La gaya ciencia, sección 125

Si Dios ha muerto (y sigue muerto), los mandamientos no tienen sentido. Los principios morales ya no tienen sentido. Eso supone la derogación de la ley moral universal y conduce al nihilismo. Los valores de la civilización cristiana deben ser destruidos. El superhombre, que está por encima del bien y del mal, no reconoce más ley que su derecho a la autodeterminación: “yo decido lo que está bien y lo que está mal”, “yo decido lo que soy”. La voluntad del hombre se convierte en soberana: “mi vida es mía y hago con ella lo que me dé la gana”. “Yo soy lo que quiera ser”, independientemente de la verdad objetiva y científica. Yo soy libre para decidir si soy hombre, mujer, gato o perro. La ideología de género hodierna es la consecuencia natural del liberalismo de primer grado y del nihilismo ateo (valga la redundancia). Yo soy y hago lo que me apetece. La vida no tiene ningún sentido. La muerte es el fin de la existencia. Lo único que nos queda es disfrutar y pasarlo bien, sin restricción moral alguna, salvo el respeto a la libertad individual del otro, que debe estar garantizado por las leyes positivas. Vale todo. El hedonismo y el vitalismo exacerbado es lo único que nos queda: el sexo sin restricciones morales, comer, beber… Y las drogas, que nos permiten evadirnos del vacío existencial y nos trasladan a paraísos artificiales para anestesiarnos del sufrimiento y el dolor.

Poco después de la instauración del Liberalismo, en 1834, empezaron en España las matanzas de frailes y curas. Marcelino Menéndez Pelayo escribía en su Historia de los Heterodoxos Españoles:

“Desde entonces la guerra civil creció́ en intensidad y fue guerra como de tribus salvajes, guerra de exterminio y asolamiento, de degüello y represalias feroces, que ha levantado la cabeza después otras dos veces y quizá́ no la postrera, y no ciertamente por interés dinástico ni por interés fuerista, ni siquiera por amor declarado y fervoroso a este o al otro sistema político, sino por algo más hondo que todo esto, por la íntima reacción del sentimiento católico brutalmente escarnecido y por la generosa repugnancia a mezclarse con la turba en que se infamaron los degolladores de los frailes y los jueces de los degolladores, los robadores y los incendiarios de las iglesias, y los vendedores y los compradores de sus bienes”.

Desamortizaciones, asesinatos de curas, frailes y monjas; quema de iglesias y conventos… Esas fueron las consecuencias de las revoluciones liberales en España en el siglo XIX.

Escribe Rafael Gambra:

“En España siempre hemos oído decir a los perseguidores que no perseguían a sus victimas por católicos, sino por facciosos o por enemigos de la libertad. Claro que las victimas hubieran podido contestar, en la mayor parte de los casos, que su actitud política procedía, cabalmente, de su misma fe religiosa, Es decir, que el cristianismo ha sido, desde la caída del antiguo régimen, faccioso en España; o lo que es lo mismo, que nunca ha aceptado su relegación a la intimidad de las conciencias, ni en el sentido protestante de la mera relación del alma con Dios, ni en el kantiano de vincularse al mundo personal y volitivo de la razón practica. El ser cristiano ha continuado siendo para los españoles lo que podríamos llamar un sentido total o una inserción en la existencia, y, por lo mismo, ningún terreno del espíritu, es decir, de la vida moral individual o colectiva, ha podido considerarse ajeno a su inspiración e influencia”[1].

Antiguamente nos llamaban “facciosos”: hoy, simplemente, “fachas”. Pero las cosas poco han cambiado. Nos llaman “fachas” porque queremos vivir en coherencia con nuestra fe y no estamos dispuestos a relegarla al ámbito puramente privado e íntimo. Nos consideran “enemigos de la libertad” porque los católicos vinculamos indisolublemente la libertad a la moralidad y al bien común. La Iglesia siempre ha defendido la libertad; pero una libertad que debe conducirnos a hacer el bien y a combatir el mal; a promover las virtudes y a evitar los vicios. Somos libres para ser santos. Pero si pecamos, si hacemos el mal, no somos realmente libres, sino esclavos. Así lo enseña el Catecismo:

1733.- En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado (cf Rm 6, 17).

Y dice San Ireneo de Lyon:

«El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 4, 3).

Pero la cultura materialista atea vincula la libertad a los vicios y el bien a disfrutar del placer, al hedonismo: al “comamos y bebamos que mañana moriremos”.

Lo que al feminismo radical y al homosexualismo político les molesta es que la Iglesia Católica sigue fiel a los Mandamientos y a la Verdad, que es Cristo. Les molesta que defienda el amor verdadero de la familia. Les molesta el Sexto Mandamiento, que dice que es pecado mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer. Les molesta que la Iglesia siga predicando que la promiscuidad o las relaciones sexuales entre homosexuales son pecados mortales. Y eso, a los hijos de la Revolución Sexual del 68 les enerva, les hace echar espumarajos por la boca como a la niña de El Exorcista. Aunque no faltan cardenales, obispos y sacerdotes que sucumbiendo ante el mundo, corren dispuestos a traicionar a Cristo y propugnan la bendición de las parejas homosexuales dentro de la Iglesia o predican doctrinas contrarias a la Tradición y a la moral católicas, apartándose de la Verdad (que es Cristo, muerto y resucitado). Esa es la herejía modernista que amenaza con destruir desde dentro a la propia Iglesia, aunque no lo conseguirán, porque se nos ha prometido que “las puertas del Infierno no prevalecerán”.

Al liberalismo de primer grado, el marxismo le añade la guinda de la lucha de clases. Ese concepto, aplicado a las relaciones entre hombres y mujeres, desemboca en el feminismo radical comunista. El marxismo promueve el odio, dividiendo e incitando al enfrentamiento y a la lucha entre distintos colectivos. Para el feminismo comunista, las mujeres son las oprimidas y los hombres los opresores. Se trata de mensajes simples, populistas, demagógicos; pero tremendamente efectivos en términos de propaganda. En sus manifiestos con motivo de la huelga feminista convocada para el 8 de marzo, se pueden leer cosas como las siguientes:

“Nosotras las mujeres, ya sabíamos que existían los violentos, los resentidos, los provocadores, los maltratadores, las manadas.

Sabemos bien quiénes son:

Los que se aposentaban plácidamente en los partidos de derechas.

Los que enseñaban la patita en las tertulias.

Los que inventan ideologías de género desde sus púlpitos exclusivamente masculinos.

Los que se ocultaban en los nichos de ciertas sacristías.

Los que cuelan su mensaje de odio por las alcantarillas de las redes.

Los que crecían como el moho en las humedades de ciertos ambientes cuarteleros y bajo las togas de jueces de la horca y la venganza.

La novedad es que ya no se ocultan.

Las manadas de resentidos, violentos y maltratadores, ya tiene un partido, o dos, o tres, de nostálgicos de momias, de inquisiciones y de hogueras.

Son los partidos de hombres pequeñitos con patrias de bolsillo y billetera en las que solamente caben ellos.

Nosotras las mujeres, rechazamos la ley del patriarcado:

Las propuestas de los hombres cobardes, que no soportan las condiciones de igualdad porque saldrían perdiendo.

A los que no soportan que haya leyes que nos protejan de sus desmanes.

A los que solo pueden ofrecer a las mujeres la protección de los mafiosos: “una oferta que no podremos rechazar” bajo su mando.

A los que no comprenden que nos queremos vivas, que esperamos que la ley nos proteja en vida y que de nada nos sirve la venganza una vez muertas.

A los que no toleran nuestra libertad sexual y reproductiva porque quieren convertirnos en incubadoras de mano de obra barata y carne de cañón.

A los que reclaman la custodia compartido pero que jamás han querido compartir los cuidados.

A los que nos dicen que el trabajo precario es más moderno y que si no nos conviene, volvamos a encerrarnos en la casa.

Les rechazamos porque son eso y mucho más, personajes oscuros y turbios. Especialistas en la mentira y el odio”.

“Somos feministas ¡Qué otra cosa podríamos ser! Somos feministas, es muy sencillo; amamos la libertad y vamos a por ella.

La libertad de ir y venir, por la calle y por el campo, por el día y por la noche. Por eso decimos que la calle y la noche también son nuestras.

Queremos libertad de ser madres o no serlo. Nosotras, que no prohibimos tener hijos, no admitiremos que nadie nos obligue a tenerlos.

Queremos libertad de disfrutar del sexo sin que el placer se convierta en peligro. Queremos la libertad de decir no y la de hasta aquí hemos llegado.

Y sí, señores y señoritos del patriarcado, sabemos muy bien lo que llevamos dentro y lo que no queremos. ¡Quitad vuestros rosarios de nuestros ovarios!

 “Gritamos bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas. Las mujeres tenemos un papel primordial en la lucha contra del cambio climático y en la preservación de la biodiversidad . Por eso, apostamos decididamente por la soberanía alimentaria de los pueblos. Apoyamos el trabajo de muchas compañeras que ponen en riesgo su vida por defender el territorio y sus cultivos. Exigimos que la defensa de la vida se sitúe en el centro de la economía y de la política.

Exigimos ser protagonistas de nuestras vidas, de nuestra salud y de nuestros cuerpos, sin ningún tipo de presión estética. Nuestros cuerpos no son mercadería ni objeto, y por eso, también hacemos huelga de consumo. ¡Basta ya de ser utilizadas como reclamo!

La educación es la etapa principal en la que construimos nuestras identidades sexuales y de género y por ello las estudiantes, las maestras, la comunidad educativa y todo el movimiento feminista exigimos nuestro derecho a una educación pública, laica y feminista. Libre de valores heteropatriarcales desde los primeros tramos educativos, en los que las profesoras somos mayoría, hasta la universidad. Reivindicamos también nuestro derecho a una formación afectivo-sexual que nos enseñe en la diversidad, sin miedos, sin complejos, sin reducirnos a meros objetos y que no permita una sola agresión machista ni LGTBIfóbica en las aulas”.

Son palabras llenas de odio, de resentimiento, de violencia…

El marxismo, con su dialéctica permanente entre opresores malos y oprimidos buenos, es la versión moderna del viejo maniqueísmo. Todo se reduce a una simple confrontación de buenos y malos. Y los buenos tienen que derrotar a los malos, como en las peores películas de vaqueros. El caso es identificar al enemigo, que es cualquiera que no piensa como yo, y hacer todo lo posible por señalarlo y destruirlo. Los malos son “los fachas”, y dentro de ellos, fundamentalmente, los católicos, que somos quienes defendemos la familia, la vida desde la concepción hasta la muerte natural, el sacrificio propio por amor a los demás, el bien común, las obras de misericordia y la ley moral universal que pone la caridad como norma fundamental: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.

El marxismo es una gran mentira: ¿Alguien en su sano juicio puede creer que yo, como católico, justifico la violencia contra las mujeres o que se les dé un trato injusto? ¿Alguien en su sano juicio puede creer que nosotros queremos que la mujer viva oprimida, esclavizada o discriminada? Y nada me repugna más que la violación a una mujer o los abusos a niños. Para nosotros, los católicos, la mujer tiene la misma dignidad que el hombre: exactamente la misma. Y en la Iglesia hay grandes santas y doctoras de la Iglesia que no tienen nada que envidiar a ningún santo que sea varón.

El comunismo promete el paraíso en este mundo y a cambio no ofrece sino tiranías, hambre, represión y muertes. Ejemplos de ello tenemos en abundancia: Venezuela, Nicaragua, Cuba, Corea del Norte, China… La hoz y el martillo ha segado más de cien millones de vidas humanas en los últimos cien años. Es el mal con apariencia de bien. Pero por sus frutos los conoceréis. No hay árbol malo que dé frutos buenos.

Pero los católicos no podemos ni debemos caer en la trampa de Enemigo. Nosotros no os odiamos: os amamos. No os maldecimos, sino que rezamos por vosotros. No os vamos a agredir de ninguna manera, sino que estamos dispuestos a dar la vida por vosotros, si fuera necesario.  No os deseamos ningún mal: deseamos que seáis felices en esta vida y que merezcáis ganar la vida eterna, aunque vosotros no creáis en ella. No hay odio en nosotros. El Corazón de Jesús nos pide que amemos a todos siempre; incluso a nuestros enemigos; incluso a quienes nos injurian, nos desprecian y nos persiguen. Queremos amar incluso a quienes nos quisierais muertos a nosotros.

Nos consideráis enemigos porque no somos como vosotros. Ni lo vamos a ser. Vosotros no tenéis ni idea de lo maravilloso que es el amor de verdad. No el amor romántico, no. No un amor sentimentaloide. Nosotros amamos de verdad: con el corazón, con la cabeza y con el compromiso y la fidelidad. Nosotros creemos en ese amor entre un tú y un yo que se aman porque se conocen de verdad, porque han sido capaces de desnudar sus almas antes que sus cuerpos. Creemos en un amor profundo, donde sobran las caretas, las etiquetas, los disfraces. Tal vez os convendría recuperar a Pedro Salinas para aprender lo que es la esencia del amor:

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

Lo que da la felicidad es el amor. Y el Amor (con mayúsculas) es Cristo, es Dios. Creer en Dios es creer en el amor auténtico. Nada de odios ni de divisiones. No hay buenos ni malos. Todos somos imperfectos y pecadores. Pero todos estamos llamados a vivir con la libertad de los hijos de Dios. Donde reina la Caridad, donde prima el amor, no hay opresión, no hay injusticias, no hay mentiras, no hay odios, no hay guerras, no hay violencia, no hay asesinatos machistas, no hay agresiones bárbaras, no hay violaciones, no hay machismo, no hay discriminaciones injustas, no hay desigualdades, no hay explotaciones.

En una familia que vive asentada sobre roca firme, sobre el cimiento que es Cristo, se vive realmente lo que es el amor y cada uno vive como propias las alegrías y las penas de los demás. El padre y la madre desgastan su vidas por educar y hacer felices a sus hijos, anteponiendo el bienestar de los demás al suyo propio. En una familia cristiana se comparte todo y todo es de todos: no hay nada mío ni tuyo. El dinero que entra en casa es de todos y para todos y se reparte según las necesidades de cada uno y en función del bien común. No es mi placer o mis intereses o mis apetencias lo que prevalece, sino la felicidad y el bienestar de la esposa y de los hijos. En una familia cristiana, se discute como en cualquier otra. Pero el padre o la madre darían la vida por sus hijos sin dudarlo. Y si hay que pasarse noches sin dormir por cuidar a alguien que está enfermos, se hace de buena gana. Y si hay que deslomarse a trabajar para llevar un sueldo a casa, se hace y de buena gana. En una familia de verdad, créanme, no hay lucha de clases ni de sexos. Hay complementariedad, hay complicidad, hay fidelidad, hay amor, hay vida. Eso debe de ser lo que vosotros llamáis despectivamente “el patriarcado”.

La felicidad para un cristiano es la santidad. Y se puede ser santo trabajando y criando a tus hijos y cuidando a tu esposa. Aunque quien ama aprende pronto lo que es sufrir y lo que es sacrificarse, porque lo uno va unido a lo otro. Pero “¡qué alegría tan grande vivir en los pronombres!”. Porque entonces, entre todas las personas del mundo, yo te amo a ti porque solo tú eres tú. Y no te cambio por nada del mundo. Entonces ya no somos dos: sino una sola carne. “¡Qué alegría vivir sintiéndose vivido!”. Mi esposa y yo no somos dos: sino uno solo. Y ahí no tiene cabida la violencia ni la opresión ni la discriminación ni la explotación ni nada de todo eso. Lo que pasa que vosotros desconocéis la grandeza del amor de verdad. No os enteráis de nada.

Desconocéis el Amor y desconocéis a Dios. Pero Cristo vive. Cristo es nuestro único Rey verdadero. Y nosotros somos felices cumpliendo sus mandamientos. Contestando a la cita de Nietzsche que puse al principio del artículo, el agua que nos limpia es la del bautismo. Y el rito expiatorio para redimirnos de nuestros pecados es el sacrificio de Cristo en la cruz, que vierte su sangre para perdonar nuestras culpas. Su sangre nos limpia. El más Santo murió por nuestros pecados. Pero resucitó. Y Él vive y reina por los siglos de los siglos. Él es mi Señor, el único ante el que me arrodillo. Él es el principio y el fin; el que da sentido a mi vida, porque “para mí, vivir es Cristo y morir ganancia”. La sangre de nuestros mártires da testimonio de la autenticidad de nuestra fe. Y hoy hay más mártires que nunca que siguen derramando su sangre por Cristo.

Es tiempo de cuaresma, tiempo de conversión. Dejemos el odio y la demagogia. Sólo Dios puede acabar con el mal de mundo. Cuando todos nos convirtamos a Cristo, no habrá más odios, ni más violencia, ni más injusticias. El Amor de Dios triunfa sobre el mal, sobre el pecado y sobre la propia muerte. Es tiempo de oración, de ayuno y de penitencia.

Nuestro principal modelo de santidad es la Virgen María. Ella es la más grande, la primera entre los creyentes, la Madre de la Iglesia, la Madre de Dios. Ningún hombre sobre la tierra se le puede igualar. Que ella nos enseñe a amar con humildad a todos e interceda por nosotros. Que ella nos conduzca a todos a Cristo, que es el único Salvador, que desde la cruz, redime al mundo. Y que donde haya odio, podamos nosotros poner amor.

Dios os bendiga a todos.

 


[1] RAFAEL GAMBRA, La monarquía social y representativa en el pensamiento tradicional, págs. 10-12.

37 comentarios

  
Luis Fernando
"La sangre de nuestros mártires da testimonio de la autenticidad de nuestra fe".

Cierto. Pero también la de aquellos que se levantaron en armas para defender nuestra fe de aquellos que la querían ahogar bajo el yugo comunista.

Y eso vale para el siglo pasado y para este, si es menester.
07/03/19 7:51 PM
  
Palas Atenea
Yo pongo todo el amor del mundo, pero con esas "señoras" no voy ni a hacer un recado. Lo que pretenden es poner al 50% de la población en contra del otro 50%. Siempre he sido leal y debo mucho a algunos hombres, en cambio a ellas nada les debo. Por mi abuelo, mi padre, hermano y amigos NUNCA van a contar conmigo, NUNCA. Y lo pongo con mayúscula, aunque nunca la utilizo, para que se vea claro cuál es mi posición.
Así que mañana contaré con el que siempre cuento, que no me falla, es decir con mi hermano, y a ellas que las ondulen con la permanent.
Siempre con María Santísima, Madre de Dios y Madre Nuestra, y con el rosario en la mano para honrarla y bendecirla.
07/03/19 11:03 PM
  
gringo
Pues yo estoy en mi sano juicio y he leído a católicos escribir que "muchas veces la violencia física del hombre empieza por la violencia psicológica de la mujer", o que el Estado no debería intervenir si el marido golpea a la esposa porque es "una intromisión en la intimidad conyugal".
También que "la mayoría de denuncias de violencia de género presentadas por las hembras son FALSAS".
Afortunadamente eso no lo piensan la mayoría de católicos. Pero algunos sí.
08/03/19 12:07 AM
  
alejandra
La mayoría de los católicos sabe cómo viene la mano, sabe que está lleno de psicópatas cavernícolas y que hay que estar atentos. Para negar que hay un problema de violencia de los hombres hacia las mujeres hay que estar enfermo, después de todos los casos que día a día conocemos. Estaría usted super tranquilo en que su hija se entregue sin más ni más a un bestia? Por supesto que no. Los familiares y amigos debemos estar atentos a cualquier signo de violencia.
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Pedro L. Llera
El problema de las violaciones y los abusos sexuales es un problema extremadamente grave. Pero es un problema de orden público, de educación y de legislación penal.
Tiene que haber más policía para proteger a las mujeres y a todos.
Tiene que haber una educación adecuada: promover la promiscuidad; la libertad sexual entendida como sexo como medio para alcanzar placer sin que haya ningún tipo de relación de amor; la pornografía, la inmoralidad, la prostitución... No son la mejor manera de educar la sexualidad de los jóvenes.
Y, por último, hay que endurecer la leyes penales: prisión permanente revisable para los violadores. Lo curioso es que quienes convocan estas manifestaciones son los que quieren derogar la prisión permanente... Curioso...
08/03/19 9:45 AM
  
gringo
Esta mañana escuchando en la radio las efemérides, me enteré de que tal día como hoy en 1910 Alfonso XIII firmó un decreto permitiendo el acceso de las mujeres a la educación superior.
Y es que salvo contadísimas excepciones como la hija de algún noble, las féminas tenían vetado el acceso a la universidad.
Y la cosa es que los hombres anteriores a 1910 también eran católicos, y sin embargo muchos pensaban que la mujer no pintaba nada en las aulas univesitarias (salvo para limpiarlas).
También hubo en España cierto régimen que se denominaba nacional-católico que en su código civil consideraba a la mujer casada dependiente del marido, siendo imprescindible la firma de este para que la esposa pudiera sacarse el pasaporte,o abrir una cuenta bancaria.
Y aún la discriminación era una cuestión de esencia, pues si un español emigraba y se casaba con una extranjera sus hijos podían ser españoles, pero no así los hijos de española emigrantes con extranjeros, porque la nacionalidad se heredaba por vía paterna, como si la sangre de las féminas fuera menos española.(Código Civil de 1957 art.17.2).
En fin, son ejemplos de que hace falta algo más que el simple hecho de ser católico, sino tener ciertas ideas y compromisos.
Legalmente hoy en día las mujeres son iguales a los hombres, pero aunque se ha vencido la discriminación de iure sigue existiendo de facto.
08/03/19 10:02 AM
  
Palas Atenea
Al lado del odio y las palabras que estas señoras utilizan la lucha por los derechos civiles de los negros fue un baile de carquis. Ni el Poder Negro, que eran los más extremistas, hablaban así. Visto en retrospectiva eran de un fino y de un elegante digno de imitación.
08/03/19 10:04 AM
  
Luis López
Gringo, ¿dónde dice el catecismo que es lícita la violencia contra las mujeres? . Mire, ningún católico puede justificar la violencia contra su esposa/esposo, pues con Cristo, el marido y la esposa somos uno en Él, estamos unidos por un vínculo sagrado y la violencia contra ella -o contra él- es un pecado grave que casi -diríamos. entra en la esfera del sacrilegio.

Es el Coran -y no la Biblia, sobre todo la que leemos los cristianos tras la revelación de Cristo- el que habla de golpear y hasta de emparedar a las desobedientes. Con Cristo, -casi seis siglos antes del camellero mecano- todo cambió.

Desde Cristo, pues, es inadmisible para cualquiera que se precie de cristiano el mal trato hacia la esposa (o al esposo). El Señor perdonó y libró a una adúltera flagrante de ser apedreada (pese a ser plenamente "legal" ese castigo), y el Apóstol exhorta -a hombres y mujeres- con dificultades de convivencia, a "soportarse mutuamente".

Como diría el mismo Jesús, antes de mirar la mota en el ojo de nuestra mujer, mirémonos la viga en el nuestro.
08/03/19 10:59 AM
  
Soledad
Voy a contar algo que me pasó ayer.
Salgo por pan, como todos los días a la tienda del barrio. Allí se habla mucho y de todo. Claro sale el tema de la mujer y alguien dice:"mi hijo dice que a veces se siente un maltratador" "que no puede abrir la boca en clase para expresar lo que piensa". Muchacho de trece años, ya coaccionado por el pensamiento dominante. Es lo que dice Palas Atenea están enfrentando hombres contra mujeres. Tb podemos aplicar aquí lo que ha dicho Francisco:"todo feminismo termina siendo un machismo con faldas".
Están a dividir y confrontar, las clases sociales han sido sustituidas por la lucha de género.

Las denuncias falsas existen, que proporción no lo se, pero yo conozco casos sangrantes.
De hecho en la zona donde trabajo, no se da paso ni a una denuncia por parte del juzgado. Todos se conocen y algunos se ponen de acuerdo, ella y el, para recogerla subvención correspondiente. Lamentable pues siempre la perjudicada será quien padezca ese maltrato.

Aquí subyace una ideologia de división, de unos contra otros. Ni el hombre es un demonio, ni la mujer un ángel.

En mi entorno familiar, tradicional, mujeres y hombres hemos sido educados igual, iguales oportunidades. Lo que no se puede es pretender igualar en la diversidad. Somos diferentes, para mí el hecho hormonal nos condiciona. Eso no es ser inferior sino complementario.
08/03/19 11:05 AM
  
Recubre
¿Qué tendrá que ver su sano juicio con lo que usted lea?
Si lo que usted lea (o vea u oiga) no coincide con Cristo y el cristianismo auténtico de la bimilenaria Iglesia Católica, entonces , o es un desprecio o es una deslealtad, o es una incoherencia, o es una traición a Cristo y a su única Iglesia.
Eso es lo que dice el sano juicio.
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Pedro L. Llera
No sé exactamente a quién se refiere...
08/03/19 1:04 PM
  
Palas Atenea
Una amiga mía me ha enviado por guasap un ramo de flores por ser el día de la mujer y yo le he dicho que se lo dé a su marido de mi parte. El marido de mi amiga forma parte de esos hombres a los que debo mucho y yo no traicionó al que demostró una amistad viril, sin palabras y sin aspavientos, pero venía a cualquier hora de la noche a llevar a mi madre a urgencias hasta que ya le dije que no le llamaría más porque tenía que trasladarla en ambulancia. Fueron años y no se me olvidan. No digo que otras tengan algo malo que decir, yo tengo cosas buenas y es mi obligación decirlas.
En cuanto a mi, el año pasado me operaron de la rodilla, vinieron tres personas a acompañarme al hospital: mi hermano, mi amiga y su mentado marido, así que, por mi parte, 2 a 1.

08/03/19 1:28 PM
  
Palas Atenea
alejandra: Para negar las muchas acciones que los hombres hacen en favor de sus semejantes también hay que estar enfermo.
08/03/19 1:30 PM
  
gringo
Luis López, la discriminación es de facto.
En ningún lado del catecismo dice que se puede pegar a la mujer, como tampoco lo decía el código civil ni el penal, pero cuando se le pega, empiezan los "algo habrá hecho", o su versión moderna "la violencia física del hombre empieza por la violencia psicológica de la mujer". Reforzado además con "el Estado no debe meterse porque es la intimidad del matrimonio".
Y cuando alguien miente diciendo que la mayoría de denuncias de violencia de género son falsas, en determinados foros o se respalda esa mentira o se guarda silencio.
Porque mira que es fácil en el s.XXI encontrar información verdadera consultando páginas oficiales. Pero hay quien se fía más de forocoches que del Ministerio del Interior, y así nos va.
Y debería quedar claro una cosa: ya no vale hacerse el tonto ni ser falsamente neutral. Cuando repites un bulo sin tomarte la molestia de comprobarlo, te haces cómplice.
Yo procuro comprobar lo que digo. Por ejemplo es muy conocida la anécdota apócrifa que cuentan las feministas radicales de que la Iglesia en un Concilio decidió por un solo voto que la mujer tenía alma. Pues eso es falso y por eso yo nunca la he usado, en realidad no fue un Concilio sino un Sínodo local en Francia, y lo que se votó fue reconocer a la mujer como persona jurídica.
Puedo entender que se quiera reformar la ley de violencia de género, porque todas las leyes son susceptibles de mejora.
Lo que no entiendo es la mentira y que se pueda ser condescendiente con el maltrato.
08/03/19 1:49 PM
  
Palas Atenea
gringo: ¿Tú has visto alguna vez en aquellas grandes manifestaciones que se hicieron en favor de los derechos civiles en EE.UU a nadie que llevara pancartas como la que encabeza este artículo? ¿les vistes esas pintas de locos? Pues no me parece a mi que las mujeres hayan sufrido ninguna discriminación mayor. Tanto Luther King como Mandela tuvieron muy en cuenta que sus protestas tuvieran en cuenta la dignidad. El colectivo feminista no tiene en cuenta eso y las locas argentinas u otras que andan por aquí no pueden justificar esos modos si los negros, que sufrieron más, no los perdieron.
Las sufragistas eran dignas, éstas se jactan de no serlo.
08/03/19 3:31 PM
  
Palas Atenea
Las Femen no son Rosa Park, ni se parecen a ella en nada.
08/03/19 3:34 PM
  
Palas Atenea
Aquella digna mujer negra se negó a dejar su asiento a un blanco, pero para afirmar su dignidad ontológica y moral no se desnudó de cintura para arriba, cualquier persona que viera aquello y tuviera lo que hay que tener se pondría de su parte, pero nadie, sea hombre o mujer, va a ir detrás de una pancarta vomitiva como esa. Ni siquiera unos derechos se pueden reclamar así, máxime cuando hay una ley que les protege. No se puede evitar que haya maltratadores de la misma manera que no se puede evitar que haya racistas excepto con leyes que castiguen tanto una cosa como otra, pero hostigar a todos los blancos o a todos los hombres de esa manera hace que cualquier persona de bien se aleje de esos movimientos.
Es sorprendente que alguien que siempre está sacando la cara a ciertos colectivos diciendo que no todos son iguales piense de manera tan opuesta en este caso, a no ser, claro está, que se guíe únicamente por lo políticamente correcto.
La vida no es justa para nadie, decir que lo es para todos los hombres es una mentira más. ¿A qué colectivo pertenece un hombre pobre al de los pobres o al de los maltratadores? Puede pertenecer perfectamente a los dos y no vamos a andar defendiéndole porque es pobre e injuriándole porque es hombre. ¿Qué es más importante ser una mujer rica o ser un hombre pobre? ¿Qué es más injusto no poder estudiar porque eres pobre o no poder hacerlo porque eres mujer? Yo no pude hacer una carrera universitaria, no porque fuera mujer, sino porque no tenía dinero lo cuál me convierte en una privilegiada porque la injusticia era de clase y no de sexo ????
08/03/19 3:59 PM
  
Palas Atenea
Por otra parte es muy fácil reclamar derechos pero no tanto reclamar condenas. Eso es lo que hizo Sophie Scholl, que previó que su condena podía ser menor que la de su hermano ya que los nazis tomaban a las mujeres como secundarias, diciendo a su abogado: "No espero nada de usted, pero cerciórese de una cosa: la condena que le pongan a mi hermano debe ser igual que la mía porque juntos actuamos y yo no soy subordinada de nadie".
El machismo de los nazis con frecuencia se manifestaba así: el número de condenados a muerte varones fue muchísimo mayor que el de mujeres porque a ellas se les negaba la capacidad de organización y, por lo tanto, eran condenadas como cómplices. No siempre la desigualdad es desfavorable si por el mismo delito la condena es menor. Y ahora podemos encontrarnos en el mismo caso por la misma razón. Los extremos se tocan.
08/03/19 4:30 PM
  
Palas Atenea
Es más, cuando a Sophie Scholl le dijeron que habían detenido a un tercero de su organización creyó que era Alexander Schmorell, pero cuando la presa que estaba con ella pudo ver la lista de detenciones y le dijo que no era Schmorell sino Probst, Christoph Probst, se descompuso. ¿Y cuál era la diferencia? Muy sencillo, de todos ellos era el único casado y tenía tres hijos, la más pequeña recién nacida, y ella hubiera dado mil veces su vida para evitar el desastre de aquella familia. Sophie Scholl no sirve como feminista, excede de eso porque el 99% de los hombres y el 99% de las mujeres no llegan a su altura: es un referente para la humanidad entera. A eso es a lo que tenemos que mirar.
08/03/19 5:02 PM
  
Cos
gringo
Y cuando alguien miente diciendo que la mayoría de denuncias de violencia de género son falsas, en determinados foros o se respalda esa mentira o se guarda silencio.
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¿Cuantas denuncias falsas hay?
¿Cuántas denuncias verdaderas hay?
08/03/19 9:14 PM
  
gringo
Palas Atenea, es que tú sólo ves las pancartas escogidas por mostrar un extremo violento del feminismo.
La inmensa mayoría de las pancartas de las manifestaciones que yo he visto con mis propios ojos y no a través de pantallas, no tienen nada que ver. Pero tú te quedas con lo que te interesa.
Feminismo para ti es odiar a los hombres y ya está. Y tan pancha que te quedas.
Y si hubieras nacido en Alabama en los treinta, durante la lucha por los derechos civiles de los sesenta para ti todos los negros serían Panteras Negras.

Cos, si quieres conocer la verdad búscala tú mismo. Entra en la web del Ministerio de Interior.
En cualquier caso por ejemplo en 2017 se interpusieron más de 140.000 denuncias por violencia de género por parte de unas 130.000 mujeres (evidentemente alguna puso más de una denuncia ).
De media el 40% de denuncias fueron archivadas, pero eso no significa que fueran denuncias falsas, sino que no se pudo demostrar el delito. Lo cual a su vez contradice el argumento machista de que la simple palabra de la mujer sirve para condenar al hombre.
Las denuncias falsas son delito, e igual que el delito de agresión debe ser demostrado.
Estas denuncias no llegan al 0,1%.
Así que tenemos un 60% de denuncias consideradas como verdaderas.
Menos del 0,1% falsas.
Y un 39,9% que probablemente sean verdaderas pero que por garantizar la presunción de inocencia y tratarse sólo de la palabra de una contra otro, quedan archivadas.
En cualquier caso veo que despues de años de debatir sobre lo mismo y tras centenares de mujeres muertas en España, soleis preocuparos más de las denuncias falsas que de las verdaderas.
Lo cierto es que hay que recordar este día internacional de la mujer, que el peor genocidio que se da en el mundo es el feminicidio.
No hay raza, etnia, religiones o grupo político que sufran la persecución que sufre el colectivo de las mujeres, sólo por ser mujeres.
En culturas como la china o la hindú tener una hija antes que un hijo es una desgracia. Millones de niñas son abandonadas en el campo al nacer en cuanto se descubre su sexo.
En los conflictos latentes, las guerras olvidadas que ya no salen en los telediarios, como el Congo, Siria, Birmania, las mujeres son las víctimas preferentes. La violación masiva de las mujeres del enemigo se ha convertido en estrategia de guerra psicológica. Cientos de miles de mujeres son usadas como esclavas sexuales en África y Asia, donde también se les somete a la ablación del clítoris para ser meros objetos del placer de sus maridos en matrimonios forzosos.
En el Islam se dan los llamados crímenes de honor, donde los propios familiares dan muerte a la mujer cuando se considera que ha mancillado el honor familiar (mantener relaciones fuera del matrimonio, enamorarse de alguien de otra religión, etc.).
La violencia de género mata a miles de mujeres también en Occidente, especialmente en Iberoamérica en lugares como Ciudad Juárez, Colombia o Centroamérica. Crímenes amparados por una cultura machista.
No es ninguna tontería. El feminicidio es el peor genocidio de la historia.
08/03/19 11:32 PM
  
Parsifal
El homicidio es el peor pecado cometido contar el prójimo. Y dentro del homicidio, el auténtico genocidio es el aborto, perpetrado siempre con el consentimiento de la madre. El padre no puede ni oponerse.
09/03/19 9:52 AM
  
Soledad
No el peor genocidio es el aborto. Por cantidad, por indefendion y por carecer de voz y además se permite con leyes que amparan un falso derecho.

Ayer el ABC publicaba una entrevista con un especialista en víctimas, (creo ABC o el Mundo, no me acuerdo bien), hay que leerla para no reducir la VIOLENCIA DOMÉSTICA solo a la mujer. Tampoco el machismo es la causa última de toda la violencia sobre la mujer.

Decir tb que todo loque se comenta de otras culturas es cierto, pero tb lo es que hay una contradicción en todos estos grupos feministas, JAMÁS abren la boca en estos temas. Digo más a mi se me ha llegado a decir"están acistumbradas", es "otra cultura", como si los seres humanos no tuviésemos los mismos derechos y necesidades.

La violencia tiene muchas raíces y para mi la DOMINACION es la principal. Puedo estar errada, pero se ejerce siempre sobre alguien aparentemente inferior o de hecho. Se hace porque puedo y quiero.Es aprendida y se perpetua, muchos maltratado res, violentos de toda índole han bebido de esta fuente en su infancia.

Sobre las políticas y las leyes de protección a la mujer pienso no son efectivas. El número de víctimas es prácticamente igual que ante de estas políticas. Digo más están creando enfrentamiento y división, y son utilizadas ideológica mente. Hay unas declaraciones de ayer de Jiménez Losantos(no de mi devoción el caballero) que dice básicamente "el marxismo necesita la confrontación y la división" ( no es literal). Ayer se pudo comprobar la radicalidad. Los slogans eran vergonzosos. Como mujer me da vergüenza ajena. A eso es a lo que aspiramos?.

Sobre las cifras hay que decir que España presenta un bajo número de víctimas en relación a supuestos países con más cuotas de derechos (países escandinavos).
Como sociedad algoharemosbien cuando estas cifras son las que son.

Que hay discriminación? Pues claro que si. En mujeres, en aquellos que por sus características físicas son rechazados, por la edad, POR EL EMBARAZO, (otro aspecto que las feministas callan como muertas).

Soy mujer, 0soy trabajadora, he estudiado y he decidido libremente SIEMPRE. En una ocasión intentaron quitarme derechos laborales, y loque hize fue ir a Magistratura:problema solucionado. Tenemos los medios legales, esto no es India o Arabia Saudí.... pero para las de ayer estas no existen
Debo decir, para que no exista error, que ese hecho que viví no estaba condicionado por mi sexo, sino por la caradura y codicia del empresario.

Para terminar la expresión "PUEDO Y QUIERO" creo define cualquier tipo de violencia, y esas denuncias falsas, que las hay, nacen de leyes que presuponen la inocencia de unas y el delito de otros. Maniqueísmo puro y duro. Si se educar a desde el respeto obtendríamos mejores resultados. Las generaciones jóvenes están replicando estos roles de dominación.

Una última aclaración, NO VAYA A SER QUE ALGUIEN ME ACUSE DEno dar importancia al maltrato a la mujer. Claro que hay que poner medios legales, económicos y de EDUCACIÓN, NO IDEOLÓGICOS, abordar el tema de forma profesional. Tb abrir el debate a otras formas de violencia en el ámbito domestico:niños, ancianos y HOMBRES.

Sr Llera en mi comentario anterior hacia referencia a la anécdota de ese niño que se veía como un maltratado, el ambiente en su escuela está fomentado este estereotipo. Es triste. Tb lo es expresiones como "Casado yo te habría abortado".... soo desde el amor esposible la integración, desde el odio division y rencor, y por lo tanto ausencia de justicia.

09/03/19 11:19 AM
  
Cos
Gringo son tantas cosas las que tendría que contestarte que no se ni por donde empezar.
Muestras el relato típico con el que nos sacude la agitación política a la que estamos acostumbrados. Mezclar cosas ciertas con otras que no lo son, repetir machaconamente, silenciar datos fundamentales, no ser claro en las definiciones. Por supuesto, el mal hay que combatirlo siempre, el problema viene cuando ese combate se trata de utilizar para colarnos de rondón la moto esa que nos quiere vender el aprovechado de turno.
Un ejemplo es la manifestación de ayer. No hay mas que leer las burradas que decían los manifiestos publicados. Erin Pizzey se dio cuenta de ello desde el principio.
www.youtube.com/watch?v=5RttBZKmz2M
A estas alturas todo el mundo sabe ya de lo que se trata. Incluso de como se llama: Marxismo cultural.


09/03/19 11:20 AM
  
Cos
Gringo
Las denuncias falsas son delito, e igual que el delito de agresión debe ser demostrado.
Estas denuncias no llegan al 0,1%.
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Son delito. El problema es que ese delito no se persigue.


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Y un 39,9% que probablemente sean verdaderas pero que por garantizar la presunción de inocencia y tratarse sólo de la palabra de una contra otro, quedan archivadas.
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Eso, obviamente, es falso. Admitir una denuncia está muy lejos de significar que esa denuncia tenga un trasfondo real. De hecho por ley la palabra de la mujer denunciante tiene mas valor que la del denunciado. Y es que para el caso de la dictadura de género la presunción de inocencia es un concepto jurídico discutido y discutible.
www.youtube.com/watch?v=Ll1uCWMgiUA



09/03/19 11:33 AM
  
Cos
Como decía en la contetación anterior una de las patas sobre las que se sustenta la propaganda es la de destacar un aspecto de la realidad y silenciar otros que no sean útiles al relato deseado.
Cuando se habla de "violencia de género" se establece un discurso en el que se visiviliza un tipo de violencia unidireccional, de origen unívoco, provocado por una masa colectivizada contra otra masa cloectivizada y uniforme. O sea, el famoso "nos matan por ser mujeres".
La realidad es que la violencia es bidireccional y sus causas son múltiples, complejas. Hay miles de informes que lo demuestran.
www.escorrecto.org/

He ahí la doble perversión de esta dictadura:
1. Provocar el conflicto social. LA división, afectando con ello además a la familia.
2. Hacer predominar a la visceralidad, la animalización, destruyendo a la razón científica.
09/03/19 11:46 AM
  
Cos
Por cierto, el aborto no es un genocidio. Es una matanza o un holocausto. Un genocidio necesita de la voluntariedad de terminar con un colectivo político o étnico. En todo caso podríamos hablar de genocidio refiriéndonos al exterminio de personas con síndrome de down.
09/03/19 11:49 AM
  
Palas Atenea
Soledad: A mi me importa un pito si de mis comentarios deducen que no me importa el maltrato a la mujer porque para que no deduzcan eso tendría que salir despendolada detrás de aquellas que se manifestaron en Vitoria diciendo: "Munilla, Deabrua zure bila", que suele ser el leitmotiv de las feministas vascas. Porque aunque gringo diga lo que le dé la gana las pancartas son lo que son. Por lo visto les encanta el pareado que han encontrado en euskera diciendo que el Diablo anda por ahí buscando al Obispo de San Sebastián, cuando todo el mundo sabe que donde el Mandinga se encuentra más a gusto es en los akelarres de brujas o "Sorginen akelarreak" por decirlo en euskera.
Por si acaso, y como hace siempre, gringo se ha pasado por el arco del triunfo mi comentario sobre la decencia de las manifestaciones de los negros cuyas pancartas no ofendían a los blancos en general y se concentraban en lo que debían, porque ni Luther King ni Mandela habrían consentido una cosa así, teniendo en cuenta, además, que King era un pastor protestante. Si ha perdido el sentido de la dignidad y ya no lo percibe que se lo haga mirar.
Los negros, para que no pudieran acusarles de salvajes, se manifestaban de manera que nadie pudiera decir nada mostrando una logística y un orden dignos de la causa que defendían; las mujeres, en cambio, tienen a gala parecer lo más frenéticas posible con un modelo que les encanta: la Bruja Piruja. Ni color.
Con razón dice el profesor Matthew B. Crawford que actitudes consideras como "tóxicas" en los hombres se consideran "emancipación" en las mujeres: es decir que si los hombres se manifestaran con eslóganes de ese tipo serían anatema, en cambio ellas toman la mayor grosería como una manifestación de libertad, por lo tanto hacen partícipes de la indignidad a todos y todas-¡qué políticamente correcta soy!-los que y las que se manifiesten con ellas con una pinza puesta en la nariz o intentando no escuchar los gritos ni mirar las pancartas.
09/03/19 12:59 PM
  
Soledad
Palas:
A mi tb me importa muy poco lo que puedan pensar, a estas alturas solo rindo ante Dios, el tiempo de la adolescencia hace mucho quedó atrás. Lo he incluido en el comentario, pues después de la experiencia que tengo en este portal es que algunos Le sacan punta a todo o intenciones que no existen

Aquí dicen que no es genocidio el aborto. Atendiendo a la definición sería el exterminio sistemático de grupo social motivado por cuestiones de raza, religión, etnia, política o nacionalidad. Es el asesinato en masa que busca la eliminación del grupo y que incluso incluye medidas para evitar los nacimientos.
Esta definición está sacada de Internet.
Yo creo que el aborto lo cumple: es un asesinato en masa, de seres humanos, al que se les pide nacer por motivos políticos o ideológicos.
09/03/19 2:03 PM
  
gringo
Dice Cos "admitir una denuncia está muy lejos de significar que esa denuncia tenga un trasfondo real".
Claro, y archivarla está muy lejos de significar que tenga un trasfondo falso.
Pero los que piensan como tú siempre identificais denuncia archivada con denuncia falsa, y siempre ponéis el acento en perseguir la denuncia falsa en vez de perseguir al maltratador real, aunque las denuncias falsas no maten y sean menos numerosas que los maltratos reales.
Y lo cierto es que una vez que se pone la denuncia y acaba su recorrido, es más probable que con todas las garantías legales acabe con una condena del agresor antes que con una condena por denuncia falsa.
Porque hay muchísimos más maltratadores que mujeres mentirosas.
Por otro lado hablar de "violencia bidireccional" es una mentira como cuando los etarras hablan de "conflicto" para justificar el terrorismo como si fuera una guerra.
No hay violencia bidireccional porque hombres y mujeres no están en guerra. Hay algunos hombres que matan mujeres y mujeres que matan hombres, y los primeros son muchos más que las segundas.
Y en nuestra cultura todavía queda un sedimento machista que justifica la violencia contra la mujer, como puede comprobar cualquiera que visite algunos blogs.
09/03/19 2:45 PM
  
gringo
Palas Atenea, ya te he demostrado y además tú misma los verías cuando se escribieron en otros blog, que hay comentaristas que se atrevieron a afirmar cosas como: "la violencia física del hombre suele empezar por la violencia física de la mujer".
E incluso blogueros que consideran que las agresiones de un marido a su esposa son algo exclusivo de la intimidad conyugal, y el Estado no debería entrometerse.
¿Por qué no les pides explicaciones a ellos en lugar de criticar me a mí, que lo único que hago es decir que las leyes deben proteger a las mujeres de agresiones machistas? .
¿O es que estás de acuerdo con las afirmaciones anteriores?. ¿Piensas que a menudo "algo habrá hecho" la mujer, o que si yo le pego a mi esposa a nadie más debe importarle? .
Porque puedes dedicarte a coleccionar pancartas de feministas radicales, pero lo cierto es que aquí en esta web hay hombres condescencientes con la violencia contra la mujer, y parece que a ti te da igual, mientras te quedas en casa rezando el Rosario.
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Pedro L. Llera
A ver, Gringo: aquí no hay nadie condescendiente con la violencia contra la mujer. Esa es una acusación muy grave. Si en InfoCatólica hay algún bloguero que considere que "las agresiones de un marido a su esposa son algo exclusivo de la intimidad conyugar, y (que) el Estado no debería entrometerse", da nombres y apellidos y no nos metas a todos en el mismo saco. Eso resulta insultante, al menos para mí.
"En estas web hay hombres condescendientes con la violencia contra la mujer": ¿quién o quiénes? Tirar la piedra y esconder la mano es pura cobardía. ¿No seré yo, que reiteradamente en múltiples artículos he denunciado la violencia contra las mujeres?
Pues no le consiento que venga usted más a mi blog a echar basura. No le publico ni un comentario más. Hasta aquí hemos llegado. Queda usted bloqueado en los comentarios de mi blog. Adiós.
09/03/19 2:53 PM
  
Palas Atenea
Lo sé, Soledad, pero a mi también me da igual. Hay que ser muy puñetero para suponer que a una le dé lo mismo que haya hombres que golpeen o maten mujeres o que a una mujer le paguen menos que a un hombre y, además, siendo mujer.
En cuanto al aborto, te doy toda la razón, cumple los requisitos para ser un genocidio, pero esta vez no va dirigido a la eliminación de un grupo humano sino a la totalidad de la raza humana porque es un rasgo claramente nihilista.
09/03/19 5:27 PM
  
Palas Atenea
Por otra parte, imagínate una gran manifestación contra el aborto compuesta por personas vestidas de color sangre y con muñecos en forma de fetos con pancartas que dijeran: "Asesinos abortistas, hijos de mala madre, el Infierno se abrirá para tragaros, cobardes". ¿Crees que algún cristiano de bien se iba a sumar a ella?
09/03/19 5:37 PM
  
hornero (Argentina)
Es evidente el fracaso de Papas, cardenales, obispos y sacerdotes para sostener a flote a la nave de la Iglesia. No han podido contener el ataque masivo del infierno. No es una acusación, es el reconocimiento de un hecho objetivo. El juicio que merezcan los responsables compete a Dios. Deben reconocerlo si quieren sumarse al ejército victorioso de María que acorrala al demonio por todos lados, aún cuando recurra al terrorismo más burdo. Proclamen los Pastores el triunfo anunciado por María: "Al fin triunfará Mi Corazón Inmaculado".
09/03/19 6:10 PM
  
Palas Atenea
A parte de que tanto las manifestaciones por los Derechos Civiles como las que pudiera haber contra el aborto tienen un común denominador: tratan de abolir leyes injustas. Pero ¿cuál es el verdadero objetivo de una manifestación feminista al día de hoy? Ya no se trata de abolir leyes injustas, como las de las sufragistas, sino que, o bien no tienen destinatario o bien el destinatario tiene que ser el colectivo de varones en general, porque los asesinos de mujeres son inconexos entre si, no forman colectivo ninguno, no se ponen de acuerdo ni tienen ningún plan para asesinar tantas mujeres en determinado espacio de tiempo, ni siquiera se conocen.
Manifestarse contra el machismo, que es algo abstracto y sin ninguna protección legal, es como manifestarse contra los que no creen en el calentamiento global. Ante eso solo hay una solución policial y legal: detener al asesino, juzgarlo y condenarlo; multar al que eche basuras en ríos, mares u otros lugares públicos. La policía mejor que nadie sabe que no se puede detener a nadie por hacer un chiste machista o manifestar que el reciclaje no le interesa. Los hechos, por desgracia, no se pueden anticipar y a los asesinos en la sombra no les importan estas manifestaciones, pero molestan a los hombres de bien porque ellos sí tienen dignidad.
Como el concepto de dignidad moral ya no interesa a nadie, solo existe la dignidad ontológica, sintiéndolo mucho tendré que decir que todos los asesinos tienen esa dignidad por ser simplemente seres humanos, así que el que hizo el molondro que lo lleve al hombro y en esos hilos se enredan los relativistas.
09/03/19 8:27 PM
  
Tito España
Con lo malísimos que somos los hombres, con nuestro congénito odio a las mujeres, con el afán asesino que nos domina desde nuestro nacimiento,. no entiendo cómo van tan felices las muchachas con sus compañeros de colegio y universidad; no entiendo las miradas que se dirigen ellas y ellos en lo que supongo noviazgos; etc. Porque, oigan, sí hay gente que mata a sus semejantes, pero nadie dice una sola palabra de los 3500 suicidios anuales que ha en España, pero sí se habla mucho de la violencia doméstica (antaño, pasional) y de las muertes en el tráfico, pero de los suicidios nada de nada y son 3500 al año.
¿Tendrán las mujeres un gen que las lleva inexorablemente a las manos de sus asesinos?
Convendría analizar las relaciones entre los agresores y las agredidas, su formación, su origen, pues se achaca a la sociedad española una situación criminal que es casi siempre ejecutada por personas no españolas.
09/03/19 10:08 PM
  
Cos
gringo
Dice Cos "admitir una denuncia está muy lejos de significar que esa denuncia tenga un trasfondo real".
Claro, y archivarla está muy lejos de significar que tenga un trasfondo falso.
Pero los que piensan como tú siempre identificais denuncia archivada con denuncia falsa, y siempre ponéis el acento en perseguir la denuncia falsa en vez de perseguir al maltratador real, aunque las denuncias falsas no maten y sean menos numerosas que los maltratos reales.
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Lo de "los que piensan como tu" es una salida de pata de banco que voy a obviar. Yo no se si hay mas maltratos que denuncias, lo que si se es que el número de condemas es muy pequeño en relación con las denuncias. Y no pongo el acento en las denuncias falsas, pongo el acento en la instrumentalización política y el falseamiento de la realidad que hay en torno a este asunto.

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Y lo cierto es que una vez que se pone la denuncia y acaba su recorrido, es más probable que con todas las garantías legales acabe con una condena del agresor antes que con una condena por denuncia falsa.
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Con todas las garantías legales con unas leyes que socaban la presunción de inocencia y una campaña de adoctrinamiento detrás feroz en la que hemos visto hasta a ministras diciendo que hay que "creer a las mujeres si o si".
Una campaña, una dictadura, que ha acabado con la carrera judicial de una persona honrada como lo es el exjuez Serrano, por ejemplo.

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Porque hay muchísimos más maltratadores que mujeres mentirosas.
Por otro lado hablar de "violencia bidireccional" es una mentira como cuando los etarras hablan de "conflicto" para justificar el terrorismo como si fuera una guerra.
No hay violencia bidireccional porque hombres y mujeres no están en guerra. Hay algunos hombres que matan mujeres y mujeres que matan hombres, y los primeros son muchos más que las segundas.
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Cuando hablé de violencia bidireccional, por supuesto, no hacía uso de una abstracción aplicada a colectivos, como hacen los ideólogos del género; hablaba de los casos concretos. Episodios de violencia, puntuales o continuados en el tiempo, físicos o psicológicos, se pueden dar por parte de ambas partes de una pareja. Pero no es que lo digo yo, he puesto una colección de investigaciones que lo atestiguan.
Y la violencia no se limita al ámbito de la pareja, también puede estar presente fuera de ésta y dentro de la familia.

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Y en nuestra cultura todavía queda un sedimento machista que justifica la violencia contra la mujer, como puede comprobar cualquiera que visite algunos blogs.
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Yo no he dicho que no exista el machismo, el racismo, el bulling, miserables varios o discriminaciones y crímenes de muchos tipos. No he dicho que no exista la sobervia humana, ni que no existan las injusticias y miserias. Digo que ese es uno de los problemas, no tan extendido como se dice desde luego, pero que no es el único. Cualquier profesional serio que se acerque a estudiar casos de este tipo sabe perfectamente que la realidad depara un mundo de complejidades mucho mayor. Que la frase de "nos estan matando por ser mujeres" que hoy en día repiten las adolescentes es ahistórica y anticientífica y, ademas, falsa en cada una de las palabras que la componen. Y perversa. Y responde a una estrategia de ingeniería social. Y a una ideología, de tintes postmodernos, progresista y mesiánica.
Hay tanto de lo que se puede hablar de este asunto que es el cuento de nunca acabar. Solo diré una cosa mas: me dan igual estos señores y estas señoras, pero ¿no fue divertido ver a la gente de determinados partidos políticos manifestándose ayer bajo el color morado? Perdóneseme pero cuando lo pienso no puedo evitar que me entre la risa.
09/03/19 10:36 PM
  
Palas Atenea
Muchos de los que no hemos ido a esas manifestaciones estaríamos de acuerdo en el endurecimiento de las penas contra violadores y asesinos en el seno familiar y son, precisamente, la mayoría de las personas manifestantes las que son partidarias de penas blandas en general. Entonces ¿qué quieren?
La derechona quiere el castigo, y vosotras ¿qué queréis? Si lo que pretenden es hacer un castigo preventivo enmudeciendo bocas y persiguiendo supuestos delitos de odio lo cierto es que ese no el camino porque el que golpee a su mujer puede no haber dicho una palabra que hiciera presentir tal cosa. Tiene gracia perseguir los dichos y ser misericordioso con los hechos, enmudecer las bocas cuando no se puede detener el brazo, gritar consignas espeluznantes y luego al mismo sujeto dotarle de dignidad ontológica que hace impensables penas más duras. Si estamos poniendo a las víctimas al mismo nivel de los agresores mandándolas al psicólogo en lugar de impartirles justicia ¿qué sentido tiene manifestarse?
09/03/19 11:17 PM
  
Palas Atenea
El racista, el machista y el prepotente (el que se cree superior por razones de dinero o poder) pecan en su corazón contra Dios, según la Doctrina Cristiana, pero no delinquen. En cambio los cargos de la Iglesia Católica que han abusado de menores han hecho las dos cosas y deben recibir castigo por ambas. No podemos manifestarnos contra el pensamiento como actualmente se hace, hay que manifestarse contra las leyes injustas.
10/03/19 12:10 PM

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