Clausurar Germinans

Siempre hemos pensado que clausurar Germinans estaba, está y estará únicamente en manos de una persona: nuestro siempre bien amado Cardenal Arzobispo de Barcelona el Dr. Martínez Sistach.

Germinans no nació con ninguna otra vocación de eternidad que la que tiene cada uno de nosotros, laicos y sacerdotes, hijos de Dios que aspiran y esperan gozar un día de la dicha del Señor en el país de la Vida.

Si nuestro Arzobispo lo desea, podemos poner punto final a este reto colectivo en el que se ha convertido Germinans, y que al parecer tanto le inquieta y le priva de la paz interior, a duras penas, desde hace una par de semanas.

Pero evidentemente esto no está en manos del Delegado Diocesano de Medios de Comunicación, por poner el caso, ya que como bien saben todos ustedes, Germinans no es un medio que dependa de la gestión del delegado diocesano Mn. Jordi Piqué. La cosa creíamos era evidente y bien sabida. Pero es posible que aún existiera esa duda. Por cierto, y valga la anécdota, estamos comprobando que Mn. Piqué, con el que a menudo uno se topa por los pasillos y despachos de la Curia, despachando o departiendo con alguien, cada día adquiere más parecido con Hop Sing. Y se preguntaran muchos de nuestros lectores ¿quién es el tal Hop Sing? Pues para aquellos que por edad o formación no tuvieron la suerte de ser avezados seguidores de aquella gran serie-western de la niñez y adolescencia de muchos de nosotros llamada Bonanza, decirles que el rancho “La Ponderosa” a pocos kilómetros de Virginia City, donde vivía el viudo Ben Cartwringht con sus tres hijos, tenía como cocinero a un simpático y laborioso cocinero chino con ese nombre. Hop Sing, de baja estatura y complexión era capaz de enfrentarse con su gran y afilado cuchillo en mano a Hoss, uno de los hijos, siempre hambriento, cálido y terrible gigantón, que a menudo entraba en los dominios del oriental para hacer acopio de alguna vianda o servirse un poco del delicioso estofado. Pero a su vez, se retraía servilmente con la cabeza gacha y el rostro sumiso, caminando con pequeños pasos hacia atrás cuando el patriarca Cartwright le afeaba el alboroto formado por la discusión. Así vemos cada día más a Piqué, pueden creerlo.

Pero volviendo a nuestro discurso primordial, insistir que la clausura de Germinans sólo está al alcance de n.s.b.a. Cardenal. Bastaría que él se propusiese seriamente dar pasos decididos con ese objetivo.

Si le puede servir de referencia he aquí una breve descripción al vuelo. Espontánea y a salto de mata.

En primer lugar empiece por cambiar a Mn. José María Turull como Rector del Seminario cuya permanencia en el cargo, vista la inoperancia y considerados los pésimos resultados de gestión, seguramente está demostrando su más concreta inclinación hacia la pastoral de marginados. La parroquia del barrio de la Paz (ojo: nos referimos a la de las Viviendas del Grupo La Paz en la Verneda, no a la Parroquia de Ntra. Sra. de La Paz en el acomodado distrito de Sarriá-San Gervasio) sería un buen destino, quién sabe si formando una parroquia de referencia, como gustan llamar ahora, con la del vecino barrio de La Mina, tan necesitada de sacerdotes valientes e intrépidos en sus opciones pastorales, como espetó el susodicho rector a sus sufridos seminaristas en una homilía. ¡Se puede tener más cara pero no más dura, Señor! Ya tiene razón Mons. Carrera cuando a menudo afirma que a este chico se le ha visto el “voraviu” (dobladillo del pantalón)

Siguiendo por seguir, podría también cambiar a Mn. Manel Claret, no de la parroquia de La Paz -“quítate tú, que me pongo yo” diría Turull- sino de la Delegación Diocesana de Familia. Su gestión no es que tenga pésimos resultados, es que resulta vergonzosa y escandalosa como hemos tratado en otros artículos.

Continúe, en su afán de poder poner punto y final a nuestra existencia, nombrando un nuevo Delegado de Juventud: Mn. Toni Román y su cada vez más desvergonzada ideología de izquierdas no puede ser un referente para el apostolado con nuestros jóvenes. No para los nuestros. Donde esté él no estarán nuestros chicos, donde él hable no estarán nuestros grupos, donde él celebre no concelebraremos nosotros: así de claro.

Cambie de tercio y después de la suerte de capa, póngale las banderillas a la Facultad de Teología. Basta de la Eclesiología de los Fontbona y Pié y de todos los profesores que con las mismas hechuras pretenden sentar cátedra en la Facultad. Basta de Cristología “a lo Pagola”. Basta de los burdos representantes del inmanentismo teológico en todas sus vertientes.

Y si quiere concluir la faena cortando dos orejas y el rabo y saliendo por la puerta grande, la de la gloria inmarcesible reservada al buen Pastor de su grey, cierre el Centre d´Estudis Pastorals de una vez, sangría moral, ideológica y económica de nuestras diócesis catalanas. Acabe de raíz con los Cursos de Formación de Agentes Pastoral que desde allí se imparten, auténtico cáncer de la pastoral diocesana.

Con este pequeño golpe de timón. Sr. Cardenal, dé por seguro que los miembros de Germinans, que como puede ver para sí nada piden, acaban con la página web de la noche a la mañana.

Pero no pretenda clausurarnos sirviéndose de Hop Sing y de sus nada sutiles ruegos, no lo vaya enviando con los afilados cuchillos de sus argumentaciones que sin duda alguien pudiera salir lastimado.

El Directorio

http://www.germinansgerminabit.org