Capítulo 37: El Canto de Comunión
El que no descubramos en la antigua liturgia romana ningún rito especial para la comunión de los fieles, no quiere decir que no encontremos huella alguna de ella en la liturgia de la misa. Aún en la actualidad se canta un versículo o antífona llamada “de comunión”. Es una pervivencia del canto estilado en la liturgia romana durante la comunión de los fieles.
Resumen histórico de ese canto de comunión.
Durante la solemne entrada del clero y en la procesión de entrega de ofrendas se cantaban salmos. Lo mismo advertimos mientras se daba la comunión a los fieles. Entre estos tres cantos, todos ellos más o menos de una misma época, la comunión es el primero en aparecer en los documentos históricos. San Juan Crisóstomo nos dice que los fieles respondían durante la comunión siempre con el mismo versículo del salmo 144: “Oculi nostri Domine in te sperant et tu das illi escam in tempore opportuno” (Los ojos de todos esperan en Ti y tu les das la comida a su tiempo. Por eso es de suponer que era un solista el que cantaba durante la comunión este salmo. En otras regiones se solía cantar el 38 y, como estribillo el “Gustad y ved que bueno es el Señor”. Así lo atestigua San Jerónimo para la Iglesia norteafricana y jerosolimitana. Sabemos que en algunos sitios se decía sólo el versículo nono o también el sexto. “Acercaos a Él y seréis iluminados”. Estos dos versículos se combinaban a veces con otros salmos e himnos.