[DE] Capítulo 59: Las insignias pontificales (2). El báculo

La mención más antigua del báculo pastoral ( baculus, pedum, ferula, cambuta ) como insignia litúrgica de los obispos y de los abades, quizá es la contenida en una rúbrica del Liber Ordinum español, que remonta al menos al siglo VII, relativa a la consagración de un abad: Tradetur ei baculum ab episcopo (1). En un época un poco posterior es recordado por el canon 28 del IV Concilio de Toledo (633) por San Isidoro de Sevilla, que ve en él el símbolo de la autoridad episcopal. Lo mismo encontramos en Inglaterra, en el Penitencial de Teodoro de Canterbury (+690).

El uso del báculo sin embargo, debía ser más antiguo, si efectivamente alude a él una frase del Papa Celestino I (423-432) dirigida a los obispos de la Narbonense. Algunos han querido ver en el báculo una imitación de una costumbre oriental, basándose para ello en un discurso de S. Gregorio Nacianzeno. De todas manera no tenemos representaciones de báculos anteriores al siglo VIII, ya que no pocos báculos conservados en las viejas catedrales de Europa, atribuidos a personajes apostólicos o sub-apostólicos no pueden considerarse auténticos.

En el siglo IX era insignia común a todos los obispos de la Galia. Carlos el Calvo en una carta al Papa Nicolás, escribía a este propósito del arzobispo Etton: Omnes suffraganei qui eo absente ordinati fuerant, anulos et báculos et suae confirmationis scripta, more gallicarum Ecclesiarum, ab eo (archiepiscopo) acceperunt (2).

Se discute si en Roma el papa lo llevaba. En el siglo X hay una referencia a una ferula pontificalis , ya que a propósito de la deposición del papa Benedicto V (933) se narra que estos pallium sibi abstulit quod simul pontificali ferula, quam manu gestabat, domino papae Leoni VIII reddidit, quam ferulam idem papa fregit (3). Pero quizá tal férula era insignia de la potestad temporal, de otro modo no se explica que dos siglos después, Inocencio III (+1266) afirmase que: Romanus Pontifex pastorali virga non utitur (4). Esta particularidad, debida sencillamente al mantenimiento de la antigua tradición romana, viene explicada por una curiosa leyenda: San Pedro habría entregado su báculo a San Marcial, enviado en misión a la Galia, para resucitar a San Austricliniano, su compañero, muerto inesperadamente por el camino. Aún hoy en día el papa no usa báculo, sino la férula papal, con la cruz.

Tau copta.

Tau armenia.

Férula pontificia

La forma más antigua del báculo pastoral era la de un asta de madera acabada o en una bola o una cruz, como se ve en el famoso Díptico de Monza, o bien terminada en un pequeño travesaño horizontal de hueso o marfil a manera de tau griega, de donde el nombre de Tau dado a estos báculos. El tau de San Heriberto, arzobispo de Colonia, a principio del siglo XI, está esculpido bellamente en marfil.

 

Paterisa y kazranion

 

Los obispos ortodoxos en los oficios litúrgicos llevan la paterisa, el báculo pastoral rematado con una cruz rodeada por serpientes enfrentadas que simbolizan la prudencia y la sabiduría con que el obispo debe dirigir a la feligresía a su cargo. Fuera de la liturgia usan el kazranion , bastón de plata con una bola de plata como empuñadura.

En el siglo XIII empiezan a ser comunes los báculos curvados en espiral. Un motivo figurativo y simbólico muy frecuente era esculpir en el campo encerrado por la espiral la lucha de San Miguel Arcángel contra el dragón. Más tarde hacia finales del XIII e inicio del XIV, cuando las miniaturas arquitectónicas se hicieron de uso común, los animales y las representaciones vegetales fueron sustituidos por estatuillas, pináculos y ventanales góticos. En esta época empezó a colocarse un sudarium en el nudo del báculo, como elemento de respeto al obispo que debía empuñarlo o para evitar que el sudor lo perjudicara. Aún hoy en día el ministro porta- insignias, en los pontificales, lo lleva recubriéndose las manos con un velo de seda.

 

Báculos de los siglos X al XII

 

Las partes del báculo (espiral, asta y punta inferior) fueron interpretadas alegóricamente por los místicos medievales. Una nota del Corpus Juris Canonici tiene estos versos:

In baculi forma, praesul, datur haec tibi norma:

Atrahe per primum, medio rege, punge per imum

Atrahe peccantes, rege iustos, punge vagantes.

Atrahe, sustenta, stimula vaga, morbida, lenta (5).


Estos mismos sentimientos están contenidos en la fórmula del Pontifical con que el obispo consagrante consigna al neo consagrado el báculo:

Accipe baculum pastoralis officii, ut sis in corrigendis vitiis pie saeviens, judicium sine ira tenens, in fovendis virtutibus auditorum animos demulcens, in tranquillitate severitatis censuram non deserens (6).

El báculo pastoral, símbolo de esta plena jurisidicción, es usado por el obispo en las funciones pontificales, en las ordenaciones, en las procesiones, en las bendiciones solemnes, pero no en los funerales.

NOTAS

  1. Le será entregado el báculo por el obispo.
  2. Todos los sufragáneos que habían sido ordenados estando él ausente, recibieron de él (del arzobispo) los anillos, los báculos y los escritos de su confirmación según la costumbre de las iglesias galas.
  3. Se quitó el palio que, junto con la férula pontifical que llevaba en la mano, entregó al señor papa León VIII; esta férula la rompió el mismo papa.
  4. El romano pontífice no usa bastón pastoral.
  5. En la forma del báculo, prelado, se te da esta norma: atrae por lo primero, rige por el medio, aguijonea por lo bajo. Atrae a los que pecan, rige a los justos, aguijonea a los que andan perdidos. Atrae, sustenta, estimula lo que está inactivo, lo enfermizo, lo lento.
  6. Recibe el báculo del oficio pastoral, para que seas piadosamente severo en la corrección de los vicios, para que mantengas el juicio sin ira, para que estimules los ánimos de los oyentes en el fomento de las virtudes, para que no abandones la censura de la severidad en la tranquilidad.

    Dom Gregori Maria