El diferente estilo de los obispos Camprodón y Pujol

Estos últimos días además del caso del "cura motero" de Gran Hermano 13, otros personajes eclesiásticos de Cataluña han aparecido en los medios de comunicación, eso sí, de una forma mucho más discreta y minoritaria, me refiero a los obispos Don Jaume Camprodón, emérito de Girona, y Don Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, ambos han concedido entrevistas y han conseguido jugosos titulares.

Don Jaume Camprodón, acudió el pasado 18 de enero al Parlamento de Cataluña, invitado por la diputada convergente (CiU) Gloria Renom, el obispo emérito fue recibido por el presidente de la Generalitat (CiU) Artur Mas, y la presidenta del Parlamento catalán (CiU) Nuria de Gispert. Es impresionante la conexión y el "hermanamiento" entre algunos obispos catalanes, sobre todo de la penúltima generación, y el nacionalismo catalán representado principalmente por "Convergència i Unió". Después concedió una entrevista a la agencia cristiana de noticias "Flama" controlada también por personas de doble militancia: cristianos por un lado y militantes de la coalición nacionalista por el otro. El titular de esa entrevista era el siguiente: "La época de las catedrales se ha acabado, la Iglesia tiene que mostrar sencillez y estar al lado de los pobres", una clara afirmación en la linea populista-progresista, que llama la atención que la diga una persona que durante muchos años ha tenido una catedral (en este caso la gerundense) como su sede y en la que ha estado celebrando y presidiendo la mayoría de sus actos como obispo. Pero quizá leyendo entre lineas se puede encontrar una crítica indirecta a su sucesor y actual prelado Don Francesc Pardo que ha promocionado importantes mejoras y reformas de la catedral, de manera especial la remodelación del presbiterio y la consagración del nuevo altar mayor. También queda retratado con esta afirmación n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach, que ha convertido la basílica de la Sagrada Familia (para muchos la "nueva catedral de Barcelona"), en el centro y motor de esta última etapa de su pontificado.

Don Jaume Pujol, por su parte, acudió al plató del progama "Els matins de TV3", donde fue entrevistado con motivo de la publicación de su libro "Records i esperances" (Recuerdos y esperanzas). A partir de algunas de sus respuestas el titular en algunos medios de comunicación fue els siguiente: "El arzobispo de Tarragona dice que las mujeres no pueden oficiar misa igual que él no puede dar a luz", en la entrevista el prelado considera que las mujeres no pueden oficiar la Santa Misa "porque cada uno tiene una función" y lo argumenta diciendo "yo tampoco puedo hacer algunas funciones que hacen las mujeres, no puedo traer hijos al mundo". Me parece valiente y decidida la actitud de Don Jaume a la hora de rechazar el sacerdocio femenino, sobre todo sabiendo que en nuestros tiempos, gracias al modelo de paridad que tanto intentó implantar Zapatero, no es un tema fácil de defender.

Es cierto que las entrevistas tienen muchas otras preguntas, pero lo que suele quedar son los titulares, y en este caso se observa una importante diferencia ideológica entre la linea de un obispo y la del otro. De la misma manera que se observa una gran diferencia entre los obispos catalanes de una generación prácticamente extinguida, la de Camprodón (Jubany, Torrella, Deig, Guix… ya pasaron a mejor vida), y la actual con obispos como Pujol, Saiz Meneses, Casanovas o Novell. Como afirmamos en la entrevista que nos acaba de conceder Libertad Digital, la generación de Camprodón, permitió la letal unión entre nacionalismo y progresismo de catastróficas consecuencias, mientras que la actual nos está dando ya brotes de renovación y esperanza.

Don Jaume Pujol es un obispo moderado, que como miembro del Opus Dei, comparte un poco ese síndrome de Estocolmo de la Prelatura en Cataluña, son personas afables que intentan quedar bien con todo el mundo y que añaden unas pequeñas dosis de nacionalismo (en algunos casos dosis fuertes) para adaptarse mejor a la realidad territorial. Son personas de total confianza en cuanto a su recta doctrina, pero cuando tienen responsabilidades eclesiales en Cataluña, actúan intentando no crearse conflictos graves con el nacionalprogresismo, y no actúan con la misma contundencia y rapidez de las nuevas generaciones de obispos y sacerdotes. Aún así, un aplauso para Don Jaume Pujol por la entrevista y por sus valientes palabras.

Antoninus Pius