La verborrea políticamente correcta del CEP: entre la bobería y el complejo de servicio técnico


El Centro de Estudios Pastorales de las Diócesis Catalanas (CEP), que forma a los futuros sacerdotes en los últimos años de seminario, acaba de publicar un cuadernillo de 52 páginas titulado La participación en nuestras comunidades. Guía de buenas prácticas . Redactado por el equipo formado por J.M. Domingo, P. Milà, Antoni Serramona, Quim Cervera, M. Basté y M.C. de la Fuente , la obra se divide en dos partes. En la primera se exponen cuales deben ser las buenas prácticas de “acolliment” (acogimiento) en una parroquia. En la segunda se recogen diecisiete experiencias concretas de parroquias.

Así, para el Consejo parroquial de la parroquia de Sant Ildefons de Barcelona, su labor tiene como objetivos:

•  Avanzar en el camino de hacer una comunidad preparada para vivir el cristianismo con fuerza y coraje [flower power]

•  Dar elementos y conocimientos para poder ser testimonios vivos del mensaje del Evangelio.

•  Fortalecer los vínculos entre los diferentes miembros de la comunidad.

•  Crear un espacio de comunicación entre todos los miembros de la comunidad, en el que se puedan exponer libremente las ideas y comentarios oportunos.

O el de la parroquia de Santa Maria del Gornal de Hospitalet:

•  Participar en este espacio que pretende “copsar”(captar) la vida del barrio y plantear proyectos en bien de todo el vecindario

•  Informar a las entidades del barrio de las actividades de la parroquia y recibir las informaciones de lo que realizan todas las otras entidades

•  Acercar la vida de la parroquia a la actividad ciudadana, procurando que la parroquia sea vista [política de imagen] como una entidad activa a favor del barrio [con el sobreentendido que es “inactiva” o que “no sirve para nada”] .

Según los autores del libro (literal) “Los principales espacios de participación existentes en nuestras comunidades son:  

•  Coordinación global: hace referencia a la participación en espacios relacionadas con el gobierno de la Parroquia.

•  Equipo Coordinador, Consejo pastoral, Consejo pastoral ampliado, Asamblea.

•  Actividad interparroquial o arciprestal.  

•  Liturgia: espacios relacionados con las diversas celebraciones

•  Celebraciones de la Eucaristía : en las cuales los participantes hacen oraciones espontáneas, leen, dan la comunión, recogen la colecta, preparar las introducciones a toda la misa, a las lecturas, oraciones, padrenuestro, en la paz, en la comunión.

•  Celebraciones de la palabra y oraciones: laicos y laicas que animan el encuentro litúrgico comunitario en diferentes momentos.

•  La preparación de la misa: donde entre todos los participantes comparten hechos que han pasado en el barrio durante la semana, la parroquia, el mundo, y se comentan las lecturas de la misa y se hacen plegarias. La homilía y las plegarias de la misa reflejarán estos hechos y comentarios. Salen a veces iniciativas prácticas para la renovación evangélica y la práctica de la comunidad.

•  Otras celebraciones: bautizos, exequias y matrimonio

•  Grupos: animadores de cantos, monaguillos, comisión de liturgia….

No seguimos para no aburrir al personal porque lo que sigue duerme a las piedras. Para aumentar la participación en las parroquias el CEP los autores proponen:

Apertura a nuevas personas

•  Conectar y arraigar en la parroquia matrimonios jóvenes entre las familias que llevan sus niños y niñas [“lenguaje políticamente correcto no sexista”] a la primera comunión.

•  Ser celebrativos y ofrecer espacios para permanecer ratos en la Parroquia a las familias que llevan sus “infants” [palabra catalana que indica niños de ambos sexos, ideal para el leguaje plomo del CEP] , para los jóvenes, para los mayores, para hacer ratos oración, lúdicos, de ocio… Hacer salidas parroquiales para hacer parroquia.

•  Ir ofreciendo responsabilidades a gente nueva para que así haya ideas renovadoras [no importa cuales] .

•  Buscar las personas que podrían colaborar y que no lo hacen porque no saben cómo hacerlo, pedir su colaboración y acogerlas.

•  Ofrecer actividades de pastoral de jóvenes después de la confirmación (preparación como monitores de catequesis…)

•  Mostrarnos abiertos a todo el mundo y a todos, sin hacer exclusiones ni etiquetajes.

Una buena comunicación y una información atractiva

•  Buena comunicación y transparencia a la hora de promover y explicar proyectos, permaneciendo abiertos a aceptar aportaciones nuevas [todo vale] . Información clara y atractiva. Utilización de nuevas tecnologías para llegar al máximo de gente posible y explicar todo lo que se hace.

•  Fomentar las convocatorias más personalizadas

•  Informar a los diferentes grupos de la comunidad de las necesidades que hay, hacer una buena detección de necesidades y buscar soluciones concretas.

La creación de estructuras autónomas

•  Crear estructuras estables [estructura: gran categoría marxista para enredar al personal y no concretar nada] dentro de la parroquia, que puedan funcionar por si mismas, independientemente del párroco que haya en cada momento. Así la parroquia no se resentirá tanto de ello en los momentos de cambio.

•  Hacer una reflexión a toda la comunidad (asamblea, encuentros…) sobre el que tenemos, lo que ofrecemos y los necesarios cambios de futuro. Una reflexión fondo sobre lo que significa tener la dignidad de miembros del Pueblo de Dios, y por tanto tener iniciativas y capacidad de decisión.

•  Hacer ver que la falta de sacerdotes requiere una mayor implicación de los laicos y que nos tenemos que ir preparando.

•  Que los responsables de la parroquia pidan más la opinión de colaboradores y voluntarios antes de tomar decisiones.

La presencia en el entorno socio-cultural  

•  Velar por la buena comunicación de la parroquia con las entidades del barrio, pueblo o ciudad.

•  Promover la participación en propuestas cívicas donde la comunidad pueda expresar su compromiso por la dignidad, la paz y la justicia social [no importa cual] .

Lo que verdaderamente necesitan nuestras parroquias o lo que podría publicar el CEP y no lo hace:

La Iglesia en Alemania tiene muchas instituciones sociales y caritativas, en las cuales el amor al prójimo se lleva a cabo de una forma también socialmente eficaz y que llega a los confines de la tierra. Quisiera expresar en este momento mi gratitud y aprecio a todos los que colaboran en Caritas alemana u otras organizaciones, o que ponen generosamente a disposición su tiempo y sus fuerzas para las tareas de voluntariado en la Iglesia. Este servicio requiere ante todo una competencia objetiva y profesional. Pero en el espíritu de la enseñanza de Jesús se necesita algo más: un corazón abierto, que se deja conmover por el amor de Cristo, y así presta al prójimo que nos necesita más que un servicio técnico : amor, con el que se muestra al otro el Dios que ama, Cristo. Entonces, también a partir de Evangelio de hoy, preguntémonos: ¿Cómo es mi relación personal con Dios en la oración, en la participación en la Misa dominical, en la profundización de la fe mediante la meditación de la Sagrada Escritura y el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica ? Queridos amigos, en último término, la renovación de la Iglesia puede llevarse a cabo solamente mediante la disponibilidad a la conversión y una fe renovada.   […]  

La Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos del presente y del futuro y seguirá siendo fermento en la sociedad, si los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos que creen en Cristo, fieles a su vocación especifica, colaboran juntos; si las parroquias, las comunidades y los movimientos se sostienen y se enriquecen mutuamente; si los bautizados y confirmados, en comunión con su obispo , tienen alta la antorcha de una fe inalterada y dejan que ella ilumine sus ricos conocimientos y capacidades. La Iglesia en Alemania seguirá siendo una bendición para la comunidad católica mundial si permanece fielmente unida a los sucesores de san Pedro y de los Apóstoles, si de diversos modos cuida la colaboración con los países de misión y se deja también “contagiar” en esto por la alegría en la fe de las iglesias jóvenes. […]

La vida cristiana es una pro-existencia: un ser para el otro, un compromiso humilde para con el prójimo y con el bien común. Queridos fieles, la humildad es una virtud que en el mundo de hoy y, en general, de todos los tiempos, no goza de gran estima, pero los discípulos del Señor saben que esta virtud es, por decirlo así, el aceite que hace fecundos los procesos de diálogo, posible la colaboración y cordial la unidad . Humilitas, la palabra latina para “humildad”, está relacionada con humus, es decir con la adherencia a la tierra, a la realidad. Las personas humildes tienen los pies en la tierra. Pero, sobre todo, escuchan a Cristo, la Palabra de Dios, que renueva sin cesar a la Iglesia y a cada uno de sus miembros.

(De la homilía del Santo Padre Benedicto XVI en la Misa celebrada en el a eropuerto turístico de Friburgo de Brisgovia, Domingo 25 de septiembre de 2011)

Quinto Sertorius Crescens