Retablo de la bruja meona al cumplir 80 años

Acabando el año treinta
en San Pedro de Premiá
de aquel tiempo de revuelta
el primer día de otoño
llega al mundo un retoño
del poeta Marià.

Lleva en sangre el simbolismo
del poeta más cabal
que marcando su destino
quiso del catalanismo
mala sombra y peor tino
ser piedra fundamental.

De poema, mala rima
y de ensayo, ¡ilusión!
en Derecho inexperto
quien a buen árbol se arrima
si Manent llámase Alberto
a vivir del relumbrón.

El año cincuenta y nueve
es Maestro en Saber Gayo
¡es la gloria noucentista!
que va a preparar en breve
el motín nacionalista
con sotana y capisayo.

Hay que hacer el decorado:
“Una Iglesia Nacional”
que se vea diferente
montemos bien el tinglado
de una patria ya presente
cual aurora boreal.

Toda la vida medrando
del pesebre de Pujol
a quien conoció de “pollo”
cuando estaba estudiando
y en el centro del meollo
junto a él lo situó.

Viejo ya y deteriorado
por la cruel decrepitud
de la que nadie se libra
pues es ley de lo creado:
el destino y la fibra
de la humana finitud.

Germinans es la amenaza
de todo en lo que creyó
de su finca y de su coto
por eso quiere mordaza
evitando el alboroto
de este grupo que nació.

Ni se arredran ni se rinden
Ni Gerona ni el Pilar
y seguimos existiendo
pués valiente lo defienden
los que aquí van escribiendo
con agallas y un “buen par”.

Prudentius de Bárcino