Clausura del Año Sacerdotal

En el día de hoy, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Santo Padre clausura el Año Sacerdotal convocado coincidiendo con el 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney. Lógicamente nuestro cardenal y su séquito se encuentran allí, en este año en que nuestro arzobispo quiere estar al lado del Pontífice en todas partes. Llama la atención la "romanidad" de la que algunos de los colaborades del cardenal presumen estos días, sobre todo teniendo en cuenta que cuando están en Barcelona son muy poco romanos por no decir anti-romanos.

Este año sacerdotal ha pasado en Barcelona sin pena ni gloria, como casi todo lo que viene de Roma. Se cumple con los mínimos para salvaguardar la imagen del cardenal pero se nota que no hay interés en celebrar a fondo este tipo de acontecimientos. Al mismo Sr. Cardenal le ha ido de perlas la beatificación del Dr. Samsó, al que nosotros queremos y admiramos profundamente, pero esa ha sido la excusa perfecta para hablar de un sacerdote diocesano y olvidarnos del verdadero protagonista del Año Sacerdotal que no es otro que San Juan María Vianney, que ha sido el gran desconocido en Barcelona en este año.

Y es que al cardenal y a sus colaboradores progresistas no les interesa hablar de un sacerdote que se pasaba el día confesando y que vencía continuamente las tentaciones del demonio. Era una gran ocasión para revitalizar el sacramento de la Penitencia en nuestra diócesis, probablemente una de las peores diócesis de la catolicidad en cuanto a confesiones individuales, pero lejos de eso, se ha seguido permitiendo que se siga incumpliendo las normas del sacramento y muchos sacerdotes, empezando por colaboradores directos del cardenal, continuen absolviendo colectivamente.

Un ejemplo más del desinterés por este año sacerdotal es la carta que hemos recibido los sacerdotes en que se nos envía a última hora, un modelo para celebrar una oración por los sacerdotes, incluso se recomienda que se haga ante el Santísimo. Nos envían la carta pero ellos se van, como el general que envía sus soldados a la batalla y el se va para otro lado. ¿Porqué la diócesis no ha organizado un acto solemne de oración por las vocaciones con Adoración al Santísimo en la catedral o en Santa María del Mar?. No les interesa, cumplen el expediente enviando el folleto, sabiendo que sólo las parroquias "germinantes" harán caso del mismo, pero el resto de la diócesis tirará el material a la papelera y se quedará tan tranquilo. Por cierto que el material está sólo en catalán, como no hay afán recaudatorio como en el Día del Seminario, la Delegación de Pastoral Vocacional ignora una vez más los millones de catalanes castellanoparlantes.

A nivel diocesano el acto de clausura va a consistir simplemente en una ordenación sacerdotal este próximo domingo. Para hacer relleno y que parezca más solemne también será ordenado un sacerdote franciscano y uno de la comunidad ADSIS, pero una ordenación no es un acto extraordinario es algo normal en una diócesis, pero se cuela la ordenación como acto sacerdotal y vocacional y así no tener que organizar un acto verdaderamente dedicado al Año Sacerdotal o a San Juan María Vianney.

Así van las cosas en nuestra diócesis, todo fachada, pero sólo hace falta mirar a fondo para ver que todo deja bastante que desear, así quieren organizar la visita del Santo Padre en el mes de noviembre, vendiendo humo y enseñando una realidad irreal. Pero Benedicto XVI no es ningún ingenuo y quizá la estrategia les falle y se lleven una buena sorpresa.

El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit