El interesado y sospechoso romanismo de Sistach

(627) Publicidad, propaganda y relaciones públicas

6 de mayo de 2010: Catalunya Cristiana abre portada con potentes titulares de baboseo sospechoso, Catalunya llueix la seva romanitat (Cataluña luce su romanidad); Solemnitat de la Mare de Déu de Montserrat amb accent vaticà (Solemnidad de la Virgen de Montserrat con acento vaticano); “El cardenal Bertone s’emporta una impressió molt bona” (El cardenal Bertone se lleva una impresión muy buena –de Barcelona-), frase de Sistach elevada a titular; Catalunya referma la comunió amb Roma (Cataluña, reafirma la comunión con Roma).

Como nos recordaba Antoninus Pius ayer, Jaume Aymar –con ¡clergyman!- se ha empleado a fondo. La maquinaria propagandística, prietas las filas, a toda marcha para dar imagen. Eso es lo que importa, la imagen por encima de todo. “Que Roma se lleve una buena impresión”, esto la ha repetido y repite Sistach hasta la saciedad.

Sistach debería haber elevado a lema episcopal la cuenta 627 del Plan General Contable, la famosa Publicidad, propaganda y relaciones públicas , por donde se hace pasar a estados contables todos los gastos lícitos y algunos otros moralmente más reprobables.

El único plan pastoral real del actual pontificado de Sistach es la decoración ¿Acaso no vivimos en la cultura de la imagen? Toda la carrera eclesiástica de este purpurado personaje ha sido esto. Estar en el momento justo y apropiado en la foto. Es el drama de la funcionarización de la Iglesia , una de sus piaghe (plagas, en su sentido rosminiano).

Simposiums, conferencias en la Aula Magna del Seminario, visitas de prelados vaticanos, beatificaciones son los momentos diocesanos privilegiados por Sistach. Los responsables de las congregaciones vaticanas no podrán conocer sobre el terreno la realidad diocesana barcelonesa, no vivirán ningún periodo de tiempo más o menos prolongado en el Seminario, no experimentarán la realidad de lo cotidiano en la mayoría de nuestras escuelas católicas, no entablarán conversaciones espirituales con los sacerdotes o las religiosas. Unas veces es por pura falta de tiempo, otras veces por la penetración hasta niveles medulares de un espíritu de funcionarización que imposibilita a los altos dirigentes de traspasar la piel de lo superficial, de lo administrativo. El resultado, la imposibilidad del contacto con la vida íntima de la Iglesia. Sistach pertenece ha este segundo grupo. Siempre me ha parecido que detrás de esta deshumanización de las relaciones, de esta desecación espiritual del Derecho Canónico, hay un drama personal, un desequilibrio afectivo con los demás y con uno mismo. Pero dejemos estas veredas para los psicoanalistas.

Sistach, hombre de aparato, burócrata perfecto, sabe que la importancia de agasajar a sus huéspedes vaticanos, algo que le interesa mucho más que el ser un buen padre para sus sacerdotes. Es el síndrome 627, vivir para la Publicidad , la propaganda y las relaciones públicas. Lo importante es controlar los espacios y los tiempos de dichas visitas. Nada le haría más daño que una visita apostólica por un legado pontificio camuflado corriendo por el obispado. Se volvería loco intentando identificarlo para poder agasajarlo.

Sistach es un curial sin carrera parroquial. Un promocionado por un Jubany anciano y solo. El asistente que se convirtió en nepote . Hizo el resto el criterio de promocionar automáticamente a los auxiliares, aquella plaga de aquel sector de Curia romana funcionarizada, que el cardenal Ratzinger no soportaba.

En la pasada beatificación del Padre Tous, Sistach se sentó en la única silla que había al lado de la asignada al cardenal Bertone, quien presidió en Santa Maria del Mar. Ambas sillas estaban elevadas con un pedestal forrado en rojo. Como estaban en diagonal con el plano del altar no se dio cuenta que una estaba un palmo por detrás de la otra, de la cátedra destinada a Bertone. Al llegar el secretario del cardenal italiano, este asistente le indicó que se levantara de silla pues ésta le correspondía a él –al secretario-, mostrándole a Sistach el lugar junto al resto de los obispos donde tenía que sentarse. No solo el abad Soler pone en su sitio a Sistach. Más de uno sintió vergüenza ajena al ver al pastor de nuestra diócesis actuando de manera tan patética y ridícula. La misma que provoca el frenesí que experimenta cuando se balancea para saludar a las altas autoridades políticas.

El “corasón loco” de Sistach y Aymar  

Voy pasando las hojas de Catalunya Cristiana dedicadas a la beatificación del Padre Tous, todas ellas plagadas como he dicho de un baboseo sospechoso; de una retórica mas propia de aquellas adhesiones inquebrantables al jefe del Estado de la España de los abuelos; de un papismo in modo , díscolo in re , el mismo proceder de los integristas del cambio de siglo (s. XIX-XX).

Este semanario desde que está dirigido por Aymar siempre tiene páginas impagables. Hoy la 31, una entrevista de página entera a Imanol Zubero. La Casa de Santiago siempre será la Casa de Santiago.

Imanol Zubero Beaskoetxea, profesor de sociología de la Universidad del País Vasco y senador del PSOE, fue promotor, junto a Juan Antonio Estrada, del manifiesto “Ante la crisis eclesial” . Dicho manifiesto, muy duro con el Papa, fue el correlato del número 95 de la revista Éxodo centrada en el tema Crisis de credibilidad en la Iglesia Católica . Crisis de credibilidad imputada que tiene como causante a Benedicto XVI, según este personal. Dentro de dicho número: un editorial del propio Estrada titulada La crisis de credibilidad de la Iglesia , y prosigue con los artículos Desfase de la Iglesia ante el desafío científico-tecnológico; La Iglesia Católica ante el diálogo interreligioso de Juan José Tamayo; ¿Qué iglesia persigue el Foro de Curas de Madrid? de Benjamín Forcano o Cómo nos sentimos Iglesia desde Redes Cristianas , de Jaume Botey Vallès, miembro de Cristians pel socialisme .

Dicho manifiesto “Ante la crisis eclesial” fue firmado, entre otros por los progresaurios género pijus residentes en Barcelona Roser Bofill y Portabella (Foc Nou), Pilar Malla y Escofet o el diputado del Parlament Antoni Comín y Oliveras (los tres de PSC-Ciutadans pel Canvi). Por Mn. Josep Maria Totosaus, el escolapio Ramon Maria Nogués, el jesuita José Ignacio González Faus y la mamá de Comín, Mª Lluisa Oliveras Sanvicens. Progresía pura y dura, todos ellos nada sospechosos de ser admiradores de Benedicto XVI, más bien todo lo contrario.

Juan Antonio Estrada es el director de la revista Éxodo , publicación del Centro Evangelio y Liberación (1989), según ellos mismos un grupo de personas empeñado en proseguir el diálogo entre la fe y las culturas, facilitar materiales a las comunidades para su formación y alentar proyectos de sociedad y de Iglesia liberadores y participativos desde la base . Entre los padres Éxodo : Enrique Miret Magdalena; Juan J. Tamayo Acosta; el claretiano director de la editorial Claret, Pere Codina Mas –asistente a las manis antivaticanas- o el sacerdote amigo de los matrimonios homosexuales Benjamín Forcano .

Firmó también el manifiesto promovido por Estrada e Imanol Zubero: Juan José Tamayo Acosta, autor de artículos como El integrismo de Benedicto XVI publicado en El País o La Segunda Contrarreforma donde pone a caldo al Santo Padre. Solo les faltaba llamar a Hans Küng.

Recordemos los titulares de portada Catalunya llueix la seva romanitat (Cataluña luce su romanidad); Solemnitat de la Mare de Déu de Montserrat amb accent vaticà (Solemnidad de la Virgen de Montserrat con acento vaticano); “El cardenal Bertone s’emporta una impressió molt bona” (El cardenal Bertone se lleva una impresión muy buena –de Barcelona-), frase de Sistach elevada a titular; o de página 3, Catalunya referma la comunió amb Roma (Cataluña, reafirma la comunión con Roma). ¡Aymar eres un crack!

Quinto Sertorius Crescens