¡Queremos que venga el Papa a Barcelona!


El Cardenal Martínez Sistach ha anunciado solemnemente que ha cursado invitación al Santo Padre Benedicto XVI para que visite Barcelona y presida la dedicación del templo de la Sagrada Familia. En declaraciones a la agencia Zenit, el portavoz de la Santa Sede, Padre Lombardi, ha manifestado que el Papa ha acogido con interés la invitación del cardenal-arzobispo y aunque la misma está en estudio, no ha sido excluida.

Desde Germinans queremos mostrar nuestra adhesión a la invitación que ha formulado nuestro prelado. No nos cabe mayor gozo y esperanza que recibir la visita del Sumo Pontífice. Creemos que la iniciativa de nuestro cardenal es una magnífica oportunidad para levantar los cimientos de una iglesia en renovación. No se trata de un homenaje a nuestro arzobispo, ni tan siquiera a nuestra archidiócesis, se trataría de un homenaje al Papa Benedicto XVI. Es a su figura a quien honraríamos, bajo el magno escenario del nuevo templo de la Sagrada Familia. Tampoco se trataría de una deferencia del Santo Padre a la iglesia local de Cataluña, sino de una vista a España (el Vaticano se relaciona con estados), circunscrita a la población de Barcelona. Indudablemente, aquí le recibiría el Rey de España, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y la totalidad de sus obispos.

Sería también una oportunidad propicia de reivindicar el sentido de la familia cristiana, bajo la advocación de la Familia de Nazaret, por cuyo motivo proyectó Antonio Gaudí el templo expiatorio.

De la misma manera, representaría una ocasión inmejorable para desvanecer o eclipsar los recuerdos claroscuros de la última vista de un Papa a Barcelona. Cuando Juan Pablo II acudió a la Ciudad Condal en el año 1982, no solo tuvo que sufrir las inclemencias de un tiempo atroz, sino que se encontró con el boicot de una parte importante del clero catalán, que no quiso secundar, ni participar, en la recepción al Santo Padre (entre otras menudencias se les exigía que vistieran de sacerdotes).

Obvio es que, caso de confirmarse la visita, nuestro cardenal pondrá todo su empeño para que la misma resulte un éxito. Lógicamente tendrá que apoyarse en los nuevos movimientos que le van a garantizar un baño de masas al romano Pontífice: Neocatecumenales, Opus Dei, e-cristians, San Egidio, Schonstat, carismáticos y el buen clero de Barcelona, mucho más nutrido e influyente de lo que cree el arzobispo. Incluso los gamberros de Germinans. Todos le vamos a apoyar. Es evidente que los actuales prebostes curiales y los medios progres a los que tanto ha mimado, no le garantizan poder de convocatoria alguno.

No hay prisa. Puede ser en Noviembre, en Diciembre o a primeros del año 2011. Nuestro cardenal puede desplegar todo su poder de convencimiento para lograrlo. Aunque el Papa acuda a España dos veces en un año, el viaje a Barcelona sería una visita relámpago. Roma está a una hora de avión. El Santo Padre también visita diócesis y santuarios italianos, cuyo viaje tiene la misma duración que un desplazamiento a Barcelona. No debe existir ningún motivo que se lo impida. Su viaje haría mucho bien.

Nos hallamos absolutamente ilusionados con su anuncio. Solo esperamos que no nos defraude y que la visita se encauce eficazmente. Tiempo hay para conseguirla y, luego, prepararla adecuadamente. Desde Germinans informaremos sobre todo ello. Tanto sí se celebra, como sí no. Nuestra numerosa audiencia no nos lo perdonaría.

El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit