21.05.08

María San Gil

Cuando, hace unos meses, María tuvo que abandonar temporalmente sus actividades políticas por problemas de salud, le escribí esta carta:

Querida María: Siempre he sentido una gran admiración por su trabajo valiente y decidido para hacer de este mundo un lugar mejor. Es más, estoy convencida de que nadie duda, incluso muchos de sus adversarios políticos, de su coraje para defender la justicia y denunciar, sin remilgos, los atropellos constantes que se producen en una sociedad corrompida por el nacionalismo enfermizo y despiadado.

Pero, sobre todo, la admiro por saber estar, con la exquisitez propia de un alma noble, junto a las personas que sufren por la pérdida de sus seres queridos asesinados por el odio y la sinrazón de unos despreciables.

Tengo que confesarle que mientras la observaba en la rueda de prensa, con una serenidad sobrecogedora, en la que nos anunciaba su retirada temporal de la actividad política, debido a un “carcinoma in situ”, me ha vuelto a confirmar que “el mundo es de los valientes, aunque los cobardes lo dominen”.

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19.05.08

Familia, no dimitas!

“Conviene hacer realmente todos los esfuerzos posibles para que la familia sea reconocida como sociedad primordial y, en cierto modo, “soberana”.” Juan Pablo II

Este fin de semana he tenido el privilegio de poder participar en el Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad, organizado por el Instituto Superior de la Familia, que se ha celebrado en Barcelona.

Durante tres días, expertos de renombre internacional han presentado, a los más de trescientos participantes, diversos estudios para analizar el estado actual de la familia, su problemática, sus dificultades, buscando soluciones efectivas de apoyo a la familia, puesto que, como repetía Juan Pablo II : “El futuro de la humanidad se fragua en la familia.”

Es verdad que la problemática con la que nos enfrentamos deja mucho que desear: Descenso imparable de la natalidad que imposibilita un correcto cambio generacional y convierte a Europa en un continente cada día más viejo, maternidad tardía, descenso de matrimonios, aumento de abortos (sólo en Europa se asesina a un no-nacido cada 25 segundos), aumento de divorcios, aumento de los hijos nacidos fuera del matrimonio, violencia doméstica galopante y un largo etcétera nefasto para la buena salud de la sociedad.

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16.05.08

La grandeza de la unidad

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Les sitúo.

Sábado al mediodía en una masía del Ampurdan catalán.

La excusa: un campeonato familiar de padel.

Un grupo de amigos sentados a la mesa alrededor de un cochinillo asado, mientras nuestros niños , recién comidos, corretean y se divierten por el jardín.

Un tema de conversación muy actual: el animado y beneficioso intercambio de opiniones sobre cómo entusiasmar a los jóvenes con un proyecto de matrimonio cristiano alegre y sólido. Y por supuesto, cómo ayudarles a encontrar la clave del éxito para hacer realidad un matrimonio que valga la pena.

Un privilegio: vivir en primera persona la grandeza de la “unidad en la diversidad” de la Iglesia. Cada una de las personas allí reunidas éramos diferentes, nos sabíamos con carismas distintos. En muchas cuestiones, nuestras opiniones diferían. Pero nos unía lo más importante: una llamada universal a la santidad, la obediencia al Magisterio de la Iglesia, el cariño filial por el Santo Padre y la certeza de que sin Jesucristo, sin Su Gracia, cualquier proyecto humano es imposible.

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12.05.08

"Jolanta" ha muerto

“No se plantan semillas de comida. Se plantan semillas de bondades. Traten de hacer un círculo de bondades, éstas las rodearán y las harán crecer más y más”. Irena Sendler

No conocía nada de la vida de Irena Sendler hasta que hace no mucho tiempo un amigo me envió un PowerPoint sobre esta maravillosa mujer.La vida de Irena Sendler, la madre de los niños del Holocausto, es sin duda un ejemplo de humildad y de coraje digno de admiración y respeto.

Esta mujer valiente -que no se reconocía una heroína porque según decía “Podría haber hecho más, y este lamento me seguirá hasta el día en que yo muera", arriesgo su vida durante la ocupación nazi para salvar la vida a más de dos mil quinientos niños judíos. Gracias a su estatus de enfermera se las ingenió para rescatar a los niños del gueto judío de Varsovia en cubos de basura, en ataúdes, con supuestas enfermedades contagiosas como el tifus,… y los repartía por familias y conventos católicos de Europa. Para llevar el control y al acabar la guerra, poder devolverles a sus autenticas familias, Irena escondía los nombres de los niños y la identidad de sus nuevos padres en botes de conserva, que luego enterraba bajo un manzano frente a los barracones de los alemanes cercanos a su casa.

Torturada por la GESTAPO, ella nunca reveló el paradero de los niños. Cuentan que lo único que le mantenía con vida en esa situación fue una estampita ajada de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en vos confío”; la conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II. Y seguramente el rostro del Señor lo veía en las caritas de esos niños hambrientos y asustados.

Ella siempre prefirió mantenerse en el anonimato, porque como decía: “Yo no hice nada especial, sólo hice lo que debía, nada más".Pero años más tarde, gracias al trabajo de investigación de unos jóvenes estudiantes norteamericanos, su historia apareció en los periódicos. Al ver su foto muchos de esos niños reconocieron a Jolanta y no tardaron en ponerse en contacto con ella para decirle: “Recuerdo tu cara… soy uno de esos niños, te debo mi vida, mi futuro y quisiera verte…".

Hoy, sin duda, Jolanta habrá sido recibida con miles de besos a las puertas del cielo. Cientos de padres y madres la habrán abierto las puertas de par en par por haber salvado la vida de sus hijos arriesgando la suya propia.

Y seguramente todos ellos junto a Jolanta toman prestadas las palabras de Juan Pablo II en su saludo a los participantes del 60° aniversario de la insurrección de Varsovia : “Pido a Dios que, con su gracia, haga cada vez más noble el corazón de todos los polacos, para que el recuerdo de las gestas heroicas de nuestros antepasados no sea sólo una evocación de la historia remota, sino también un ejemplo estimulante de amor a la patria que, incluso en tiempos de paz, se exprese poniendo el bien común por encima de los intereses personales.”

11.05.08

Tarde de fútbol

Después del triste y patético “pasillo” que ofreció el F.C.Barcelona para homenajear al ya campeón de la liga, el Real Madrid, me vino a la memoria un hecho que me ocurrió hace ya varios años durante la final del campeonato de fútbol escolar en la que participaba uno de mis hijos.

En medio del fragor del partido, la madre de uno de sus compañeros de equipo, avergonzada de ver cómo se estaba comportando su hijo en el terreno de juego, se levantó, bajo las gradas con gran serenidad y dirigiéndose al entrenador le dijo: “Saca ahora mismo a mi hijo del campo y siéntalo en el banquillo hasta que aprenda que hay que saber ganar y saber perder. No he madrugado cada sábado para verlo jugar, para encontrarme ahora con esta falta de deportividad y con este juego sucio.”

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