¡Lo que aprendí de ti, Papá!

“Gracias, por darme tanto cuando era niña. Y gracias, lo necesito, lo llevo dentro y vive conmigo.”

 

Este último fin de semana, con motivo de la celebración de los 90 años de mi padre, me gustaría compartir algunos retazos del “BUEN HACER",  la alegría, el amor y la paz, de la persona que ha sido un modelo, un espejo en el que mirarnos, y un privilegio del que solo podemos dar gracias a Dios.

Como buen tenista que ha sido no quiero dejar de señalar estas palabras de Rafa Nadal que le vienen que ni pintado: “Lograr aquello que has soñado te hace feliz, pero, sobre todo, te hace feliz recordar el esfuerzo empleado para lograrlo. La gloria es ser feliz. La gloria no es ganar aquí o ganar allí. La gloria es disfrutar de trabajar duro, tratando de ser un jugador mejor que antes e intentar dar lo mejor de uno mismo cada día”.

Celebrar juntos este día y agradecerle públicamente que nos deje formar parte de su vida, enriqueciéndola con su experiencia y sabiduría; sus convicciones firmes y solidas; su cariño y comprensión; su piedad y prudencia; su tiempo y su disponibilidad para estar junto a sus hijos, sus nietos, y todas aquellas personas que le quieren, en los momentos más importantes de sus vidas, es una deuda de por vida que nunca, nunca, nunca, podremos agradecerle suficientemente.

Como señalaba su nieto mayor, en representación de todos: “Gracias a todos estos momentos, de tu cariño y comprensión, te has ganado un lugar no sólo en nuestros corazones, sino también en el de todos nuestros amigos.

Pero también ha habido momento en los que ha tocado llorar y tener paciencia. La vida es dura, pero tú, con tu inmenso sentido sobrenatural, has enseñado a tus nietos que, gracias a Dios, por muy duras que sean las penas, si te abrazas a Él, son más llevaderas. Y aunque sea poco lo que he aprendido de lo mucho que me has querido enseñar, creo que es suficiente para que, de hoy en adelante, y los muchos años que te quedan por delante, pueda seguir fardando de ser el ‘net del Yayu’.”

Pero si esto no era poco, NUNCA podré olvidar las palabras de mí padre: “Con los años y ya son muchos (ni más ni menos que 90) he aprendido que no importa ni el dinero, ni la posición, ni el bienestar ni incluso la salud.

Como decía San Pablo ¨ Si tengo todo lo del mundo, pero no tengo amor, no tengo nada ¨.

Y el amor es sobre todo la familia.

Porque el amor y la familia es desinteresado, perdona sin límite, apoya en los momentos buenos y sobre todo en los malos, cuida, mima, da calor al corazón y al alma, y es lo único en lo que en definitiva podemos confiar y saber que nunca nos va a fallar porque la sangre, une mucho.

Por eso, si me permitís, os quiero dejar como un mensaje que es a la vez un legado.

No se los años que me quedan (solo Dios lo sabe y espero que sean muchos) pero quiero que siempre y por siempre permanezcáis unidos

Que os perdonéis

Que os apoyéis

Que no os tengáis en cuenta los defectos que todos tenemos

Que solo veáis lo positivo de los otros.

Que no os de vergüenza expresaros el cariño y que todos seáis UNO

Lleváis todos parte de la misma sangre, no os olvidéis.

Apoyaros, quereos, perdonaros y estar unidos.

Si esto lo interiorizáis y vivís, yo ya me quedo tranquilo y satisfecho.

Todos sabéis que yo no soy muy de hablar, pero esto sí que quiero que lo tengáis muy claro en vuestros corazones y lo pongáis en práctica y lo transmitáis a vuestros hijos, y a los hijos de vuestros hijos.

Y, por último, un recuerdo a los que ya no están físicamente a nuestro lado. Sobre todo, a mi esposa Maruja a la que tanto quise y quiero y que tanto ayudo e hizo para que esta realidad que es nuestra familia, sea como lo es, un cuerpo vivo maravilloso.”

 

Hace algún tiempo leí un poema, Canción a mi padre, de José Alberto Ayala, que decía así:

Hoy quiero cantarle a mi Padre

a ese buen hombre que ahora está viejo,

al que los años le dieron la sapiencia

de dar siempre buenos consejos.

 

Hoy quiero cantarle al hombre

que quiso yo fuera su reflejo,

que jugó conmigo a la pelota

y juntos, rompimos varios espejos.

 

Hoy quiero cantarle a ese ser

que mis hijos llaman abuelo,

porque en sus ojos pueden ver la bondad

que yo también vi cuando pequeño.

 

Hoy quiero cantarle al no tan joven

al que vive del pasado y los recuerdos,

al que cuenta historias repetidas

y las quiere revivir como nuevos sueños.

 

Hoy quiero dedicarte estos versos Papá

y decirte lo mucho que te quiero,

que en este mundo o en la eternidad

tu amor tendrá el brillo de un lucero.

Y lo cierto papá, es que aprendí de ti lo mejor, unos muy buenos cimientos en mi vida, aunque a veces me comporte “como un patán”:

-ejemplo de hijo y hermano entregado, solicito, entrañable, cariñoso y bueno.

-gran amigo de sus amigos. Testigo privilegiado de sus vidas

-estar orgulloso de tus hijos, demostrárselo día a día, y “aguantar” con una sonrisa alguna que otra trastada.

-  cuidar a nuestros mayores con ternura

- enseñarnos a captar los momentos mas entrañables que la vida te regala y disfrutarlas a tope

- “inyectarnos en vena” el amor a la Virgen, el cariño y el “cuidado” de los sacerdotes, la fidelidad al Santo Padre y a la Iglesia,…

- querer con locura a tus nietos y a sus amigos, cuidarlos con esmero, y dejarte engatusar por ellos. Eres un ejemplo para todos de abuelo joven y entusiasta.

-convertir nuestra casa en un hogar confortable, alegre, y con las puertas siempre abiertas para todos, con una sonrisa en la cara…pase lo que pase.

-enseñarnos desde pequeños a trabajar bien por El, hasta el final, con la ilusión y la responsabilidad del que sabe que es un servicio a los demás.

- “querer querer “a la mamá para siempre….

Y como decía un poema de Gloria Fuertes: “Nunca terminaré de amarte. Y de lo que me alegro, es de que esta labor tan empezada, este trajín humano de quererte, no lo voy a acabar en esta vida; nunca terminaré de amarte.

Guardo para el final las dos puntadas: Te-quiero.

 

¡¡¡¡Feliz cumpleaños!!!!!

 

3 comentarios

  
Yo2
Del relato se destila una historia de Amor.
Cuando se presente ante el Juez os presentará como sus talentos, y Él le dirá:
-Siervo bueno y fiel, pasa a la mesa de tu Señor.
Gloria a Dios que ha querido hacer en vuestra familia su obra buena.
Un saludo en la Fe
13/02/18 9:01 AM
  
marina
Gracias por compartir algo tan hermoso.
13/02/18 9:19 AM
  
Palas Atenea
Que Dios os guarde en el amor que tan bien habéis sabido conservar.
14/02/18 9:53 PM

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