Marta del Castillo ha despertado a los jóvenes

Para llegar a una conclusión racional es necesario pensar, reflexionar. La apatía patológica entre los jóvenes es un infranqueable muro al uso de nuestra propia razón, los jóvenes pensamos pocas veces y de un modo muy superficial. Esto es evidentemente un obstáculo a la conciencia común de que existe una razón colectiva inscrita en nuestra condición humana. Si ni siquiera recurrimos a nuestra razón ¿cómo vamos a darnos cuenta de que en ella subyacen unos principios naturales que todos en nuestra condición humana compartimos?

No me parece adecuada la mediatización del caso de Marta del Castillo, es triste ver como los detalles íntimos de una joven asesinada se convierten en puro morbo amarillista para vender periódicos o ganar audiencia. Probablemente el caso se haya desvirtuado gravemente bajo esta presión externa. Sin embargo la indignación masiva que ha venido dándose durante estos últimos días, compartida y exteriorizada especialmente por muchísimos jóvenes españoles, ha puesto de manifiesto que cuando como humanos somos capaces de desempolvar nuestra razón y poner en funcionamiento el engranaje de nuestra capacidad reflexiva, somos capaces de superar el relativismo y exigir justicia.

Lo cierto es que se ha necesitado un derroche maratoniano de horas televisivas y de movilizaciones a través de las redes sociales en Internet, para que los jóvenes al fin, abrumados por una oleada de información morbosa desde todos los flancos, hayan llegado a una conclusión común bastante básica. Matar a una chica y tirarla al río está muy mal, y el que lo ha hecho debe pagar por ello en restitución de la justicia.

Pero por básico y “natural” (nunca mejor dicho) que parezca, a día de hoy sería un derroche pasar por alto este acontecimiento. Señoras y señores ¡los jóvenes hemos utilizado nuestra razón!… Las conversaciones en los grupos de amistad hablan sobre la necesidad de imponer la justicia, los carteles en residencias de estudiantes, la participación en movilizaciones y las múltiples expresiones de indignación, son una muestra externa que - quizás de una forma desproporcionada y poco adecuada para el momento- pero hemos superado el pasotismo.

La pena es que este tímido asomo sobre el muro de la apatía que levantó con esmero el siglo XX, solo es un primer peldaño. Sabemos que matar está mal y nuestra propia razón nos lleva a repudiar la injusticia manifiesta en este momento concreto. Pero la sociedad camina en pasos muy profundos hacia el olvido de la Ley Natural, quienes tienen interés saben que la apatía es su mejor aliado, porque saben que si los jóvenes nos atrevemos a reflexionar, a razonar, vamos a descubrir por nosotros mismos que la sociedad actual camina hacia la negación de todo aquello que es natural, y que en alguna parte de nuestro atrofiado raciocinio todos conocemos.

Javier Tebas
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5 comentarios

  
Fenris_NRburgos
Es un primer peldaño muy pequeño.Cuando los jovenes salgan a manifestarse en contra de las drogas o del aborto,esos temas que hoy en dia parece que esta reservado para los mayores de 40 habremos dado un gran paso en esta sociedad tan terrenal.
24/02/09 12:01 AM
  
Javier
La respuesta de la juventud ha demostrado que realmente no está aborregada, que tiene una capacidad de reacción.

Hemos tenido que esperar a que se cometiese este crimen repugnable para que muchos jóvenes reaccionaran.

Ojalá, esta generación de jóvenes despierte pronto y sepa reorientar a esta sociedad en plena decadencia de valores.
24/02/09 12:05 AM
  
Evaristo
No soy tan optimista como tu, Javier.

Tras la muerte de Alvaro Ussia también hubo reacción juvenil y luego quedó en nada...

El Estado tiene a los jóvenes -como a sus padres- encauzados por la senda constitucional del borreguismo silente y consumista.
24/02/09 7:10 AM
  
Luis R.
Aunque sea otro tema, tambien con la muerte de Miguel Angel Blanco hubo una reaccion unanime de la sociedad (no solo jovenes). Sin embargo, ya se encargo el poder (ciertos politicos nacionalistas y separatistas filoterroristas) de desactivar ese movimiento.
Aun asi, hemos de tener esperanza. Cada uno dar buen ejemplo y testimonio y dejar oir una voz clara y cristalina que pueda servir de referencia a jovenes que no lo tengan claro y les ayude a pensar. Sin miedo y sin complejos. Creo que eso tambien habria de atraer a los jovenes.
24/02/09 9:02 AM
  
abigaíl
Quisiera aportar mi granito de arena a este debate. Suelo pensar que las manifestaciones de indignación frente a estos crímenes tan repugnantes son valiosas...en la medida en que no queramos descargar toda la responsabilidad de la barbarie sobre aquél que ha cometido el crimen. No es mi intención en absoluto el querer que se releve al criminal de su responsabilidad individual e instransferible en la comisión del asesinato, pero a veces me da la impresión de que, en ocasiones, al señalar al culpable intentamos, sin ser muy conscientes de ello, sacudirnos el polvo de aquel bien que, individualmente hubiera estado en nuestras manos producir y que sin embargo dejamos de hacer.

Dios nos ha dado a cada uno para que la cultivemos una parcela del jardín. Cada uno tenemos que ser conscientes de que todo el bien que podamos hacer en nuestra pequeña parcelita, por insignificante que nos pueda parecer, es muy importante; repercute en nuestra sociedad.

Ser jóvenes castos, caritativos. Ser jóvenes que rezan, que tienen a Dios en sus vidas...Ser padres dedicados de corazón a la educación de sus hijos, no sólo del cuerpo, sino del alma...que les orientan hacia lo bueno, que les dedican tiempo, que vigilan sus compañías, lo que ven en la tele, lo que hacen cuando salen...Todo el bien que cada uno hagamos en nuestras vidas cotidianas actúa imperceptiblemente en beneficio de todos, y creo yo que de esta manera evitaríamos muchos más disgustos que con cualquier otra medida de carácter administrativa o judicial, aunque éstas, ineludiblemente, también sean necesarias.
24/02/09 10:34 AM

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