23.02.11

Preservativos, píldoras y antibióticos

Hace un tiempo escribí sobre la prohibición de dispensar antibióticos en las farmacias sin receta médica, a la vez que se dispensa la píldora del día después a tutiplén
Hoy tengo que volver a desenvainar la espada porque, con horror, he asistido a como se le sacaba una fotocopia a una receta prescrita por un médico de consulta privada, con el que justificar la venta de antibióticos.

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22.02.11

Festividad de la Cátedra de San Pedro

Preguntó el Señor a todos los apóstoles qué opinión tenían los hombres de Él. Y aunque la palabra de los que responden es común cuando se expresa la duda de la inteligencia humana, sin embargo, cuando se busca el pensamiento de los discípulos, responde primero el que tiene el lugar principal en la dignidad apostólica. Y al decir: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, le respondió Jesús: Bienaventurado tú, Simón Bar Joná, porque no es la carne ni la sangre quien eso te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos. Es decir, eres bienaventurado porque mi Padre te ha enseñado. No te ha instruido la opinión terrena, sino una inspiración celeste. No la carne ni la sangre, sino Aquel del cual yo soy su Unigénito te lo ha manifestado.

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18.02.11

En defensa del Motu Proprio Summorum Pontificum

Los rumores que han aparecido hasta el momento en la red, sobre el documento que aclarará la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum no son, desde luego, muy halagüeños.

Así que, siguiendo la iniciativa ya aparecida en otros medios, dejo aquí la Súplica al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, respecto a la instrucción/aclaración sobre el Motu Proprio Summorum Pontificum:

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13.02.11

12.02.11

Doctrina pontificia olvidada por los católicos

De la Encíclica Mater et Magistra, sobre el reciente desarrollo de la cuestión social a la luz de la doctrina cristiana:

33. Es asimismo de suma importancia doctrinal y práctica la afirmación de Pío XI de que el trabajo no se puede valorar justamente ni retribuir con equidad si no se tiene en cuanto su doble naturaleza, social e individual (Ibíd., p. 200). Por consiguiente, al determinar la remuneración del trabajo, la justicia exige que se consideren las necesidades de los propios trabajadores y de sus respectivas familias, pero también la situación real de la empresa en que trabajan y las exigencias del bien común económico (Ibíd., p.201).

¿Quién tiene en cuenta hoy, la situación familiar del trabajador?