La reforma del sistema

España se encuentra bajo un sistema oligárquico corrupto, donde los partidos raptan la voluntad popular. En España no hay Democracia. La división de poderes fue defenestrada definitivamente por el PSOE en su primera legislatura. De la división de poderes – legislativo, ejecutivo y judicial -, pasamos a un solo poder con división de funciones.

Tampoco el sistema electora español es democrático. La Ley d’Hont impide la formación de mayorías y la necesidad de realizar pactos. El sistema electoral español es un ejemplo de libro de la «paradoja de Arrow»

Mientras que no haya una reforma del sistema todo lo demás será imposible. Nuestros oligarcas se reparten el pastel del poder a su antojo. En este sentido, votar pensando en una sanación de los partidos bajo los efectos del posibilismo es alucinar, ver elefantes de color rosa. En el pasado reciente, cuando el PP contó con mayoría absoluta no hizo nada para reformar el sistema. Por otra parte, se ha podido comprobar lo que Mayor Oreja perpetró respecto a la cuestión del aborto en el Parlamento Europeo. El Jefe de la Delegación española en el Grupo del PPE-DE, dio libertad a los miembros de su grupo para votar lo que quisiesen. La disciplina de partido se impuso sobre la ley moral.

Más que nunca se hace necesario tumbar este sistema político. Su podredumbre está llegando hasta los tuétanos de la sociedad. Hoy podemos decir que llevar una vida virtuosa es muy difícil, por no decir imposible.

La abstención se convierte de esta manera en una cuestión moral, una actitud de rechazo, repudia y denuncia de la corrupción en la que estamos inmersos.

Es la elevación sobre la podredumbre de la dignidad que tenemos como ciudadanos, de un Estado que nos regurgita y nos vomita hacia la indecencia.

La abstención como repulsa sería una vía posible – e idílica – de reforma del sistema. Si la misma fuese tan grande, obligaría a los oligarcas a reconocer su fracaso. Pero en un sistema que se auto-legitima en cada votación este camino se torna utópico.

¿Estamos pues abocados a la inacción? No. Existe otra posibilidad de reforma del sistema, difícil, pero no imposible, eso sí, actuando en un doble sentido; por un lado, la formación de las conciencias, por otro, participar en este juego amañado a través de un nuevo partido aglutinado alrededor de los principios no negociables - el derecho a la vida, la defensa de la familia, la libertad de educación y el bien común.-

Es cuestión de creer.

Otra visión: Embajador en el Infierno.

14 comentarios

  
Luis R.
Casi del todo de acuerdo en el articulo, tan claro y conciso al mismo tiempo. Segun el final, "un nuevo partido" porque de los que hay, no sirven. "Es cuestion de creer", y de algun que otro empujoncito para que surja(?).
Asi veremos el merito de algun partido existente que quiza si sirve si creemos.
10/06/09 6:04 AM
  
Eleder
Muchas gracias por este atinado artículo, que resume perfectamente también mi posición.

En síntesis, hay que participar en el sistema aun sin creérnoslo. Hay que cambiar a los partidos desde fuera de ellos, pero con las herramientas que ellos entienden.

Eso sí, si de esta forma se consigue aglutinar bastante gente, tengamos claro que la victoria no llegará por el triunfo en unas elecciones, sino por la conversión de los corazones. Por eso, el modo y el tono con el que lo hagamos será aún más importante que lo que consigamos.
10/06/09 9:02 AM
  
Embajador
Isaac,

Muchas gracias por el vínculo. Hago un par de consideraciones:

1. Si pensamos que una abstención suficientemente grande tiene posibilidades de regenerar el sistema (yo no lo creo, pero no importa) mucho más lo pensaremos si esa abstención se convierte en voto hacia una opción de regeneración.

2. No se trata de volver a caer en el vicio del mismo sistema montando otro nuevo partido con las mismas características y dislates que los existentes. De ahí mi apoyo a una plataforma, donde diversos partidos y organizaciones de todo tipo puedan involucrarse sin necesidad de perder en la amalgama sus señas de identidad.
10/06/09 10:22 AM
  
juvenal
Su texto: "Tampoco el sistema electora español es democrático. La Ley d’Hont impide la formación de mayorías y la necesidad de realizar pactos"
¿Quiere mejor un sistema mayoritario?, ¿Sería eso mas democrático? En los países con sistema mayorítario, el ganador se lo lleva todo o casi todo, impidiendo a grupos con porcentajes significativos del voto tener representantes. No me parece a mi que eso sea muy democrático.
10/06/09 2:11 PM
  
Isaac García Expósito
juvenal: sí, efectivamente un sistema mayoritario es democrático.

En Francia la segunda vuelta funciona de forma similar.
10/06/09 3:48 PM
  
Marcos
Muy bien, Sr. Expósito, si se aboga por el sistema de segunda vuelta como en Francia, entonces olvídese que existan ningún partido/plataforma de nuevo cuño en las Instituciones. Y me refiero a ningún partido de los que nacen para el llamado "voto católico"

10/06/09 4:19 PM
  
Eduardo Jariod
Suscribo de punta a cabo tu lúcido artículo, Isaac. Es todo un consuelo leer a alguien con las ideas tan claras, más cuando uno parece sentirse a veces que le habla a las piedras. Te doy las gracias por ello vivamente.

Quizá la característica más fundamental de nuestra época es la capacidad casi infinita en que todo puede ser corrompido de forma inmediata. Es realmente increíble, si no fuera porque vivimos inmersos en esta realidad. Aciertas de lleno cuando aludes al hecho de que nuestro orden social es un sistema fatídico que produce por sí mismo degradación y podredumbre como forma normal de funcionamiento, y que, en tanto que es efectivo, nos conduce o nos impele a degradarnos sin límite.

Hace apenas una horas me he vuelto a caer del guindo en el que quería engañarme. En efecto, Luis Fernando y tú teníais razón: los movimientos provida están vendidos a la "derecha" (sic) oficialista también en España (si bien aquí ni siquiera la derecha, por no ser, no es ni de derechas). Es descorazonador cómo una y otra vez todo puede ser prostituido hasta la náusea. Estos últimos farsantes te hablan ahora de que hay que movilizar a la sociedad civil a golpe de marketing. Así, lo prioritario es alcanzar para ellos cuotas de poder mediático, eso sí, al precio de dejar en la cuneta los principios y los valores por los que merece la pena movilizarse. Te hacen videos muy impactantes que, en efecto, captan tu atención, pero que si no tienen ningún trasfondo moral acaban pareciendo un anuncio de Coca-Cola, y se "consumen" como tal realidad. Así, en el mejor de los casos, pondríamos de moda rezar el rosario, ir a misa, no abortar o incluso ser castos, pero no se trata de hacer cosas buenas por un mero mimetismo o seducción propagandística. Esto no es movilización: esto es manipulación.

Ya lo dije en otros blogs. Ante este estado de cosas, la abstención es una exigencia moral para cualquier conciencia recta, que no es abstenerse simplemente de votar, sino de alejarse en la medida de nuestras fuerzas (y apoyándonos por la oración en el Señor) del mal que nos rodea y que nos induce a alejarnos de la verdad que se halla en nosotros y que nos trasciende. Primero, pues, abstención, romper de modo efectivo con las estructuras del mal; pero sólo con esto no es suficiente, en efecto.

Debemos saber construir con iniciativa nuevas estructuras que propicien otro orden de cosas. Aún está por definir cómo podemos comenzar a vencer tanta podredumbre imperante desde la acción social. Desde luego, no se puede partir del markenting utilitarista y superficial de estos sordomudos que se quieren hacer oír. Si vivimos en la verdad de Cristo, debemos ser consecuentes con su modo de obrar. La pregunta del millón es cómo transformar los corazones de tanta gente perdida a partir de la verdad que nos ha sido revelada. Se podrá decir con plena justicia: "Pues amando." Así es; este es al gran reto: debemos saber construir estructuras, organizaciones sociales que reflejen el amor de Jesucristo hacia la Humanidad. Y para reflejar tal sublime y a la vez cotidiana realidad debemos saber dar expresión de forma nueva, adaptada a nuestro tiempo (que no es caer en la publicidad engañosa o superficial), lo que tal amor significa. Fíjate, Isaac, que este ha sido el arranque del pontificado de nuestro amado Benedicto XVI. La plataforma a la que aludes debe tener este objetivo como norte de toda su acción y saber comunicar que esos principios innegociables son frutos de un amor, no de un mero rigorismo moral. De lo contrario, caeríamos de un modo inverso, en el mismo error de los sordomudos del marketing: la superficialidad y la falta de fundamentación, pues haríamos de la verdad un mero catálogo de normas sociales de conducta. El reto es enorme, y supera con creces a toda formación política conocida, pero esta es la dirección por la que hay que caminar. Pido a Dios que nos ilumine con su Espíritu de misericordia.

Y perdona la extensión.
10/06/09 5:07 PM
  
Isaac García Expósito
Marcos: cuando encuentre a esa persona que abogue por una doble vuelta, se lo cuenta si quiere.

10/06/09 6:27 PM
  
Isaac García Expósito
Eduardo Jariod: el tema de los grupos pro-vida es para echarle comer aparte. El aborto realmente es lo peor, pero tendríamos que preguntarnos qué hacemos la pornografía, la hipersexualización de la sociedad, la ausencia de la castidad en el debate moral y un largo etcétera, en definitiva todas esas cosas que definen lo católico.

El aborto es el problema gravísimo, superlativo, pero es muy difícil acabar con el aborto sin ir a las causas que lo provocan.
10/06/09 6:31 PM
  
Marcos

Sr. Issac García dice:

"Existe otra posibilidad de reforma del sistema, difícil, pero no imposible, eso sí, actuando en un doble sentido; por un lado, la formación de las conciencias, por otro, participar en este juego amañado a través de un nuevo partido aglutinado alrededor de los principios no negociables - el derecho a la vida, la defensa de la familia, la libertad de educación y el bien común"
-----------------------------------------------

Entiendo lo que quiere decir, pero creo que se nos olvida algo fundamental si lo que se pretende es "participar en este juego amañado de partidos políticos" y es, nada más y nada menos que: Identificar cuales son las necesidades con las que se identifica un ciudadano. En definitiva, un ciudadano vota y elige un partido con el que se identifica o con el que cree va a dar solución/respuestas a sus prioridades.

Ese es el juego de la política y si no se comprende, mejor no dedicarse a ella.

Por lo tanto, me inclino mucho más y de forma prioritaria con la primera parte de su ecuación: "La formación de las conciencias"

Que, traducido al idioma político significa: crear demanda social sobre un tema o reivindicación.

Pero es que ESO y sólo eso, es donde se ha fallado y se falla una y otra vez. España dejó de ser católica hace mucho tiempo (décadas) y no me refiero al catolicismo social o de costumbres populares, sino al catolicismo como forma de vida.

Asi que, si me lo permite, actuando como abogado del diablo:

1. Falta volver a evangelizar España como si fuese tierra de misiones. Algo que se abandonó erróneamente porque se daba por hecho que "España era católica desde siglos y ya está". Pues, hoy, ya no lo es en su mayoría social. Crudo, pero es la realidad.

2. Si no hay demanda social de valores católicos, ya pueden Uds crear mil partidos con propaganda a tutiplén, que nadie les votará. Luego ¿qué es lo primero, el huevo o la gallina?

3. Efectívamente, en lo que coincido con Ud. y así lo he expresado en casi todos mis mensajes, es que ser "monotemático" con el tema aborto, no conlleva más que a presentar una imagen de "partido testimonial", el cual, es lo mismo que cualquier plataforma o fundación que existe en este tema.

Sólo proporcionando una alternativa real al sistema que existe, dando respuestas a todos los campos que importan a la ciudadanía (economía social, educación, sanidad, organización territorial, globalización, etc etc) desde una perspectiva católica, sólo así, se podría empezar a suscitar adhesiones. De lo contrario, seguiremos comentiendo el mismo error de siempre y que ya está más que demostrado, no sirve de nada.

Pero para que esto suceda, vuelvo a repetir, en política se entra cuando existe demanda social para lo que defiendes y la ciudadanía se identifica con ello. Si nó, es intentar predicar (votos) en el desierto.

Crear demanda social. Mil veces lo repetiré. El problema que tenemos encima es que esa demanda social no se crea en dos días y, aún menos, si nos hemos dedicado a abandonar toda pedagogía ciudadana en aras de un sólo tema.

Saludos cordiales
10/06/09 7:20 PM
  
Luis Fernando
Isaac, hay un problema esencial. Los que forman parte del sistema viven la mar de bien así. Y sólo ellos pueden cambiarlo. Así que tú me dirás...
10/06/09 7:53 PM
  
Isaac García Expósito
Luis Fernando: tienes razón, pero como dice el refrán, no hay mal que cien años dure.

Marcos: me quedo con la diatriba que plantea el punto dos. ¿Qué es lo mejor? Formar conciencias y reformar el sistema.
10/06/09 9:36 PM
  
Javier
Isaac, a mi modo de ver no queda otra que pringarse en este sistema hasta el cuello para poder tener opción de cambiarlo.

Poder alcanzar representación para proponer, secuencialmente, listas abiertas, mandato imperativo mediante vinculación del representante a su circunscripción, entrada de las organizaciones sociales (y territoriales) en Cortes, y supresión de los partidos políticos. Por este orden.
11/06/09 2:09 AM
  
muralí
el sistema está podrido desde su inicio. es fruto de la Revolución Francesa, y fruto de las filosofías que hay detrás (Rousseau, Spinoza, Locke, etc.) El liberalismo es contrario a la verdadera libertad. Aunque es una pelea de David contra Goliath hay que luchar contra el sistema, contra el liberalismo. En todos los campos y cada cual en el suyo (periodismo, acción cívica, partidos políticos, educación, etc.) Si lo hacemos con complejos no hacemos nada.
11/06/09 9:49 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.