El debate sobre el celibato y la ordenación de mujeres en el Seminario de Sevilla

El primer jueves de cada mes, el diario ABC de Sevilla ofrece junto con el periódico una revista sobre cofradías llamada Pasión en Sevilla. El día 6 del presente mes, entre sus numerosos artículos, ofrecía una entrevista realizada a un cuarteto de presbíteros de la diócesis que tenían en común el haber recibido el sacramento del orden y la pasión por las cofradías.

La entrevista transcurría por los derroteros normales y esperados, el surgimiento de la vocación, el ingreso en el Seminario, si salían con los amigos, etc., hasta que llegó el momento en el que el periodista abordó el tema del celibato y la ordenación de mujeres. Fue precisamente en ese instante donde se evidenció el verdadero nivel doctrinal del Seminario de Sevilla, para honra y gloria de sus rectores, y del entrevistador.

En concreto, la cosa fue tal que así:

Para ninguno de ellos (escribe el periodista) el celibato ha sido un obstáculo. A todos se les preguntó para este reportaje por una cuestión que entre los mismos creyentes, al igual que el tema de la ordenación de mujeres, existe debate. «En el Seminario – comenta (omito el nombre del sacerdote) -, hay de todo respecto al celibato y a la ordenación de mujeres. Se puede hablar sin ningún problema. No hay que tener a tratar los temas que sean porque para eso está el Seminario, para reflexionar».

Es decir, que en el Seminario de Sevilla «hay de todo respecto al celibato y a la ordenación de mujeres». Yo pensaba que en temas que pertenecen al depósito de la fe, no podía haber de todo, sino sencillamente lo que ya había sido definido infaliblemente por el magisterio.

El Papa Juan Pablo II en la Ordinario Sacerdotalis escribió:

Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia."(O.S. #4)

Esta afirmación es enseñanza «infalible por el Magisterio ordinario y universal de la Iglesia». ¿Sabrán en el Seminario de Sevilla lo que significa esto?

Pero claro, hay que tener en cuenta que el Seminario es un lugar que «está para reflexionar». Yo pensaba que «toda la educación de los alumnos debe tender a la formación de verdaderos pastores de las almas, a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor» (Optatam totius 4), eso sí, a lo mejor Pablo VI y los padres conciliares también estarían equivocados en este asunto. Menos mal que tenemos el Seminario de Sevilla para sacarnos de estas nebulosas.

Bromas aparte, el asunto es bastante serio. Ésta es la formación que reciben los sacerdotes. Cuando un fiel despistado pregunte a estos sacerdotes, responderán según les han enseñado, con lo que el daño puede ser terrible.

Visto el lamentable estado del Seminario de Sevilla, se entiende que los jóvenes que puedan marchen hacia otros destinos, buscando mejor formación.

8 comentarios

  
Luis Fernando
Conmovedor. ¿Y el cardenal arzobispo qué dice de todo esto?
11/11/08 10:54 PM
  
Camino
Una lástima. Claro que se puede hablar de todo, sin temor... sin temor a explicar a los seminaristas que para ser sacerdotes han de recibir de Dios el don del celibato y responder afirmativamente a ese don; y por qué la Iglesia considera que no puede conferir el orden sacerdotal a las mujeres. Todo lo demás es sembrar sal.
12/11/08 12:03 AM
  
Juan Carlos de la Fuente Díaz
No sé de qué os asombráis respecto del Seminario de Sevilla y su solvencia doctrinal. hace mucho que ese Seminario y la Archidiócesis en general están como un centeno apedreado.
Sólo interesan las juergas y festorros de la Semana Santa y poco más.
Es bueno que haya muchas vocaciones, pero estas vocaciones tienen que tener una solvencia doctrinal que allí falta.
12/11/08 8:20 AM
  
Foix
Bueno, pues ahí lo tienes. Sevilla no es una excepción, desgraciadamente. Estas cosas vienen ocurriendo en muchos seminarios desde hace bastante tiempo. No es de extrañar entonces que estén vacíos porque, puestos a elegir entre un original y su copia, siempre será preferible el primero.
Por otro lado, Luis F. tiene razón: ¿que dice ese lince de arzobispo que les ha caido en Sevilla y que es el responsable último del seminario?
12/11/08 10:59 AM
  
Teodoro Gallo
¡Qué pena dais!
Pronto no habrá ni vocaciones ¿quien os dará vuestras misitas y vuestras novenitas'
12/11/08 12:52 PM
  
Patricio
Si se suman dos factores :

-la admisión en el seminario de todo el que dice que quiere ser cura sin tener para nada en cuenta las cualidades requeridas por la Iglesia (sólo importa el número de seminaristas y ordenaciones) y
-una formación teológica que es mayoritariamente contraria al magisterio de la Iglesia

el resultado es un perfil de sacerdote absolutamente lamentable y que ya es mayoritario en la diócesis (son ya muchos años de pontidicado).Vamos, una "BOMBA" que le estallará en las manos al próximo arzobispo
12/11/08 11:15 PM
  
ALEJANDRO
Y a pesar de todo alguno por Sevilla se pregunta qué falta le hace al Cardenal un Coadjutor. A ver si jubilan pronto al primero y se pone rápidamente a arreglar las cosas el segundo.
17/11/08 10:50 PM
  
Vicente
es una gozada permacener célibe por causa del Reino de Dios.
08/02/11 2:12 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.