InfoCatólica / Fides et Ratio / Categoría: Liturgia

19.06.09

Sagrado Corazón de Jesús

En la época en que la Iglesia, aún próxima a sus orígenes, estaba oprimida bajo el yugo de los Césares, un joven emperador percibió en el Cielo una cruz que anunciaba y que preparaba una magnífica y próxima victoria. Hoy, tenemos aquí otro emblema bendito y divino que se ofrece a nuestros ojos: Es el Corazón Sacratísimo de Jesús, sobre él que se levanta la cruz, y que brilla con un magnífico resplandor rodeado de llamas. En él debemos poner todas nuestras esperanzas; tenemos que pedirle y esperar de él la salvación de los hombres.

Annum Sacrum, León XIII

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16.06.09

¿Estado de excepción?

Las fotos que se han hecho públicas de la celebración del Corpus Christi en la diócesis de Linz – aquella que se declaró en rebeldía por la elección de Gerhard Maria Wagner como Obispo auxiliar – muestran los estragos que ha hecho ese catolicismo que so capa del « espíritu del Concilio » han provocado un estado de alarma general en la Iglesia Católica.

El deán portando la custodia es la epítome de todos los abusos litúrgicos, el compendio y resumen de un estado en el que se encuentra la Iglesia actual y que el Papa Benedicto XVI está intentando doblarle el brazo, pero parece que hay diócesis que son incurables y que están pidiendo por caridad mano dura, porque al igual que la « Iglesia vive de la Eucaristía » (Ecclesia de Eucharistia 1) hay diócesis como la de Linz que están tomando su propia condenación, ya que como dice San Pablo, « quien come y bebe el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor (1 Cor 11, 27); pues el que come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación » (1 Cor 11,29).

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6.06.09

Sábado de las témporas de Pentecostés

Evangelio según Lucas. Cap 4, 38-44

Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.

Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. De muchos salían demonios, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías.

Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero él les dijo: «También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado». Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea.

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31.05.09

Pentecostés

Juan 14, 23 - 31

En aquél tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras.Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros."Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder;
pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí.”

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15.02.09

Domingo de Sexagésima

Forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia

Introito. Salm 43, 23-26,2, 2-3

Exsúrge, quare obdórmis, Dómine? exsúrge, et ne repéllas in finem: quare fáciem tuam avértis, oblivísceris tribulatiónem nostram? adháesit in terra venter noster: exsúrge, Domine, ádjuva nos, et líbera nos. ibid., Ps Deus, áuribus nostris audívimus: patres nostri annuntiavérunt nobis.v Glória.

Levántate, Señor; ¿por qué duermes? Levántate, y no nos abandones para siempre. ¿Por qué apartas tu rostro y olvidas nuestra miseria?Nuestro vientre está abatido hasta el polvo. Levántate, Señor, ayúdanos y líbranos. Salmo. ¡Oh Dios!, nuestros oídos han odído y nuestros padres nos han contado tus maravillas. V. Gloria.

Colecta.

Deus, qui cónspicis, quia ex nulla nostra actióne confídimus: concéde propítius : ut contra advérsa ómnia, doctóris géntium protectióne muniámur. Per Dóminum nostrum Jesum Christum.

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