Estado aconfesional

El Papa Benedicto, en el vuelo que le traía a Santiago de Compostela, declaraba en rueda de prensa que en España se estaba viviendo un laicismo del mismo corte que el desarrollado en los años treinta del siglo pasado.

El Papa ha acertado en su análisis de la realidad española. Si nos atenemos a los hechos, se puede decir que, desde la implantación de la Democracia por los franquistas y sus herederos, los distintos gobiernos se han ido definiendo contra la fe, tanto por activa – izquierda -, como por pasiva – no izquierda -.

El presidente de España no tuvo otra ocurrencia que largarse a Afganistán, quizás para no tener que escuchar las palabras del Romano Pontífice. Y a la vuelta del país árabe, lo único que hizo fue hacer referencia al mito del estado aconfesional.

El estado aconfesional es uno de esos mitos generados durante la transición, propio de una España vergonzante, que huye de sus raíces, una mentira histórica – ni los liberales de las Cortes de Cádiz se atrevieron a tanto -, además de una trampa conceptual.

¿Existe realmente un Estado aconfesional, es decir, sin credo? Fácticamente no. Porque el Estado que surge de la posmodernidad, se ha emancipado de toda autoridad moral externa, de manera que no tiene que remitirse a nada que no sea sí mismo: es su propio fundamento y fin. Los gobernantes en este sentido, ponen toda la maquinaria estatal para crear el credo estatal. Por tanto, el Estado tiene confesión, precisamente la que se define en contra de la Iglesia Católica.

Hablar del Estado en general, y de España en particular, como aconfesional, es falso. En nuestro caso, un mito de la transición, como hemos dicho. Las leyes que disuelven el bien común, que destruyen la moral social en todos sus aspectos, tales como la que disuelven la familia, las abortistas y las que afectan a la justicia distributiva, se definen en contra de una confesión, la Católica.

Los católicos, al propugnar el reinado social de Cristo, se encuentran frente a un Estado que no se reconoce más que a sí mismo, un poder que desafía al todopoderoso. De ahí que persiga todo lo cristiano.

El Estado español no es aconfesional. No puede serlo. El Estado español es anticatólico.

37 comentarios

  
Luis C,
Creo que es dificil decir tantas memeces en tan poco espacio. Pero que muy dificil.
09/11/10 11:57 PM
  
Martin Ellingham
Es que ocurre con los estados algo semejante a lo que acontece con las personas: se deja de ser católico para luego pasar a ser anti-católico, en todo o en parte.

Ahora, en el caso español, no hay que olvidar la influencia que han tenido algunas personalidades eclesiásticas, políticas y del mundo académico, especialmente de una universidad privada, en la demolición del Estado católico y su reemplazo por el modelo actual.

Saludos.
10/11/10 12:02 AM
  
Isaac García Expósito
Luis C., tampoco se fustigue tanto, mejore la redacción y tal. Con tiempo todo (o casi todo) se consigue.
10/11/10 12:02 AM
  
Nonplacet
Me parece muy acertado el artículo. Efectivamente, no existe el Estado neutro. Si no es de una confesión, será de otra o, como vivimos hoy, anticrístico. ¿En qué se percibe ésto? En que la moral no hay vacíos y la legislación de un estado mal llamado a-confesional acaba dando lugar a salvajadas como la legalización del aborto o la perversión de menores en la enseñanza media. España hoy sufre un estado confesionalmente anticristiano y anti-humano.

Ahora bien, la culpa no es sólo del ZP de turno, que no es más que un tonto útil para algunos. La responsabilidad mayor es de todos aquellos católicos, empezando por la Jararquía, que colaboraron activamente en la destrucción del orden político cristiano. No sé cómo pueden dormir por las noches.

Mención propia meceren, como no, todos los partidos políticos, asociaciones y particulares católicos que hoy imponen dentro de los fieles el a-confesionalismo. Ser católico y ser a-confesional es una traición, una estúpidez, o una cobardía o las tres opciones a la vez. Pero lo peor son los resultados a largo plazo: España hoy es apóstata por iniciativa de los propios creyentes.
10/11/10 12:14 AM
  
Hermenegildo
Yo también creo que no existe el Estado neutro en materia de creencias. Está claro que el vacío dejado por la Iglesia en los antiguos Estados confesionales como España ha sido ocupado por otras creencias, de carácter más político y filosófico y de tendencia anticatólica.
10/11/10 12:50 AM
  
luis
El Estado tiene la religión del hombre o la religión de Dios. El Estado integra la ciudad del hombre o la Ciudad de Dios. Tertium non datur.

Lo mismo dígase de aquella Iglesia que "también tiene el culto del hombre" (montini). Tertium non datur: no existe el humanismo cristiano.
10/11/10 1:18 AM
  
qwertyy
¿Saben a qué me recuerda el burdo argumentario del articulista? Al de los nacionalismos periféricos que sufrimos en España.
Para ellos todo aquel que no es nacionalista de su región pasa a ser automáticamente nacionalista español. Por supuesto, utilizan este pseudoargumento para pasarse los derechos más básicos por el arco del triunfo.
Parece mentira que a estas alturas no haya quien reconozca la necesaria neutralidad del estado en materia religiosa.
10/11/10 2:24 AM
  
Mariano (Argentina)
luis,

me gustaría conocer tu opinión sobre la frase de Benedicto en su homilía -por demás extraordinaria- del sábado en Compostela: "Dejadme que proclame desde aquí la gloria del hombre". Quedé medio desconcertado...
10/11/10 5:20 AM
  
Isaac García Expósito
qwerty: ¿pseudoargumento? Demuéstrelo. Fácticamente, en la postmodernidad, el Estado neutro no existe: es un concepto, como el unicornio.
10/11/10 8:36 AM
  
Néstor Manguera
Dice el articulista respondiendo a qwerty :

" el Estado neutro no existe: es un concepto, como el unicornio. "

¿ Cómo el concepto de Dios ?.
10/11/10 9:29 AM
  
Luis López
Mariano, aunque no soy el sabio Luis que por aquí interviene, le diré que es muy difícil no pensar en la gloria del hombre -por estar creado a imagen y semejanza de Dios y sólo por ello-, cuando uno contempla el asombroso templo de la Sagrada Familia de Barcelona.

Isaac, no confundamos el Estado Aconfesional (que está obligado constitucionalmente "colaborar" con la Iglesia Católica -Art. 16-3-), con el Estado Laico. El estado "laico" strictu sensu es anticonstitucional. Y eso es lo que pretende ZP.
10/11/10 9:58 AM
  
Iker
En realidad la Constitución habla de estado aconfesional pero hace una interesante matización.

Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones

La aconfesionalidad, principio de neutralidad básica, viene matizado por la obligación de tener en cuenta las creencias religiosas de los ciudadanos. No para imponer las creencias de la mayoría a la minoría, pero sí para modular aquel principio de neutralidad.

A partir de ahí, de las creencias de los ciudadanos y no de otro sitio, nacen las relaciones con la ICAR y las demás confesiones. No son relaciones porque sí sino que esas relaciones traen causa de las creencias de los ciudadanos.

Así pues, si los ciudadanos mayoritariamente son cristianos que discrepan de la jerarquía católica, el estado, dentro del terreno de juego de la neutralidad, DEBE matizar esta neutralidad constatando cuáles son las creencias de los ciudadanos y debe saber navegar, con la brújula de la neutralidad, dando respuesta a la minoría que sigue a la jerarquía pero más a la mayoría que rechaza muchos pronunciamientos de la jerarquía.

Esa realidad compleja debe inspirar la modulación del principio de aconfesionalidad.
10/11/10 10:32 AM
  
Fray Eusebio de Lugo O.S.H.
Totalmente de acuerdo. Para entender bien lo que significa la confesionalidad del Estado, debemos tener en cuenta que todos los estados de la Antigüedad, porque adoraban confesionalmente a dioses que eran en realidad demonios, vivían bajo la tiranía de Satanás, de la que los liberó NSJC. Él instauró en su Iglesia no sólo una autoridad sacerdotal, que combatiera con las armas espirituales la influencia del demonio, sino también una autoridad civil, igualmente sacral, para combatir los asaltos del Maligno en el orden temporal.

España, nación católica, ha apostatado renegando de la dulce protección de Cristo, para volver al dominio del diablo. La antigua confesión se basaba en el amor de Dios hasta el desprecio de sí mismo, la nueva se basa en el amor de sí hasta el desprecio de Dios. El Evangelio de la nueva religión está recogido en la Declaración de los Derechos Humanos, que son la negación palmaria de los derechos de Dios. Tiene un dogma fundamental, la Soberanía del Pueblo, que sólo pertenece a Dios, y de la que participan las autoridades legítimas, y una liturgia, comunión incluída, por el mero hecho de introducir el voto soberano en la urna. Tiene su moral, que llega a la mojigatería y puritanismo más extremos en la ofensiva hembrista de nuestros días.

Y este proceso continúa, camino de la instauración de una única religión mundial, de esencia luciferiana, la adoración a Lucifer como el verdadero dios liberador.
10/11/10 10:54 AM
  
Isaac García Expósito
Néstor Manguera: no. Dios no es un concepto.
10/11/10 11:16 AM
  
Nonplacet
Dios se encarnó en hombre y, así, asumió toda las realidades humanas para elevarlas y dirigirlas a Dios y la salvación de los hombres. El cristiano impregna con su fe todo lo que está en su vida: la familia, la escuela, la cultura... hasta la peña de fútbol puede tener por patrona a la Virgen del lugar. Pero, miren por donde, los liberales, dicen que hay una realidad humana que es independiente de Dios, que no necesita reconocerle ni orientarse por Él. La política y el Estado a-confesionales dan la espalda a Dios. Aún estoy esperando que alguien me explique porqué hay una esfera de la vida del hombre que tiene esa cualidad de erigirse por encima de la Encarnación.
10/11/10 11:18 AM
  
Néstor Manguera
Isaac, quizás para usted no lo sea, pero para muchas personas es eso y solamente eso.
¿ Cuando dejarán de confundir sus deseos y afirmaciones con la realidad ?.
10/11/10 11:51 AM
  
Nonplacet
Y no olvidemos el desarrollo que ha tenido el liberalismo. Se empezó "liberando" al Estado de Dios, incluso con argumentos "cristianos". Coherentemente, después se "liberaron" las leyes de la moral objetiva. Posteriormente, en eso estamos ahora, se decidió que hay que liberar a las familias de su fe en Dios y educar a los niños en las escuelas en perversiones varias, porque ahora la moral se ha sustituido por la liberación total de los vicios: ha de ser el instinto y el deseo inmediato el que gobierne a la persona.

Hace 80 años en España murieron miles de católicos mártires por no renegar de Cristo. En las últimas décadas, desde la inauguración del actual sistema político, han seguido un camino más lento, pero seguro: el futuro lógico es de nuevo la exigencia del martirio (si Dios nos da esa gracia), a no ser que, como quieren, asumamos personalmente el mal que ellos están imponiendo socialmente.
10/11/10 11:51 AM
  
luis
Estimado Mariano, estimo que es una paráfrasis de la célebre frase de San Ireneo, tan ajena al humanismo moderno

"Gloria Dei vivens homo et vita hominis visio Dei"
10/11/10 12:17 PM
  
Mariano (Argentina)
Gracias, luis, por tu respuesta. Es probable que sea una paráfrasis de la frase de San Ireneo, entonces.
10/11/10 2:27 PM
  
Mario Saladich
Por supuesto, para el Presidente-Consejero Delegado de la mayor multinacional del planeta, empresa líder hasta el momento en el mercado de las creencias, el hecho de que tantos millones hayamos descubierto que se puede vivir de maravilla sabiendo que la transcendencia, el pecado, la gracia y todas esas cosas no son más que un timo barato, y sabiendo que hay otras maneras más eficaces y satisfactorias de organizar la vida en común, esta súbita caída de la demanda mundial de su producto le tiene preocupado, a él y a su numeroso Consejo de Administración. Es como si descubriéramos que los coches andan más rápido y contaminan menos con agua del grifo que con gasolina; sería lógico que la industria petrolera anduviese mosqueada. Así que Su Santidad anda recorriendo el mundo, y muy en particular nuestro antes tan católico país, con el objeto de intentar convencer a la gente de que eso de vivir sin Dios no es bueno, sino malísimo; es más, no sólo es que sea malo, ¡es que es el principal problema de nuestra época!
10/11/10 2:46 PM
  
Isaac García Expósito
Néstor: que haya personas que no crean, no quiere decir que no exista. Ellos son los que no ven la realidad total.

Hay que rezar por su conversión.

10/11/10 2:47 PM
  
Néstor Manguera
Isaac, ni que los que creen crean significa que exista, es una pura y simple cuestión de creencias. por tanto y visto que no pueden aportar ustedes pruebas irrefutables de que existe Dios, lo normal, racional y deseable es que el Estado sea aconfesional o mejor aún laicista. No puede ser de otra forma, igual que no puede ser animista o panteista.
10/11/10 4:36 PM
  
Martin Ellingham
Que no existe el Estado neutro es algo que se puede constatar desde la historia, la sociología y la antropología: toda sociedad tiene una ortodoxia pública, que se compone de principios y valores que conforman la ideología oficial. Ni siquiera las sociedades más relativistas aceptan cualquier clase de impugnación de algunos elementos de su ortodoxia pública.
10/11/10 4:36 PM
  
Isaac García Expósito
Néstor: una cuestión de creencias no es algo irracional. Sí aportamos pruebas, el problema es que no se aceptan porque no se quiere creer.

El Estado no puede ser aconfesional, por laicista. Lo normal, lo racional y lo deseable, son tres cuestiones que hay que dilucidar previamente; además sin una aclaración previa de qué es lo normal, lo racional y lo deseable, estos conceptos en la postmodernidad, no significan nada. Para la Grecia clásica, lo normal, lo racional y lo deseable era que hubiera esclavos.

O sea.

¿Qué tal si pensamos en lo bueno en sí?
10/11/10 6:16 PM
  
Ronald
Me dirijo a todos los secularizadores para decirles: realizad vuestro ideal en el mundo de una vez, arrancad todas las cruces, romped todas las aras, derribad todas las iglesias, levantad con ellas una cordillera de escombros que sea como el mausoleo de una civilización y osario de un mundo, y sentaos sobre ella como si fuese el trono del ateísmo triunfante y cuando creáis que habéis arrancado la idea de Dios y la religión de la mente y el corazón de los hombres, del fondo de esa pirámide saldrá una voz misteriosa que repetirá estas tres preguntas que resuenan perfectamente en la conciencia de todo ser racional que no se haya hecho indigno de serlo: ¿De dónde vienes? ¿Adónde vas? ¿Quién eres? Y el entendimiento humano, prisionero en el triángulo de tres sistemas que se reducen a dos, no podrá responder más que diciendo: Soy un modo, un accidente fatal de un total absoluto o la última evolución de la materia; y la voz seguirá diciendo: Entonces no eres libre, porque eres obra fatal y necesaria y tu acción el resultado inevitable de una serie de antecedentes y determinaciones invariables. No eres libre, no eres responsable, no tienes más responsabilidad que la piedra que se desprende de la montaña o el granizo que arrojan las nubes sobre el campo. No eres libre, luego el deber moral, que supone la facultad de infringirlo, no existe; y si no existe el deber, no existe tampoco el derecho; y si no existe el derecho, no existe su relación, que es la justicia, y sin ello no existe la sociedad humana, y sin la sociedad humana no hay hombres: no habrá más que congregaciones de fieras sin instinto o montones de cuerpos atados por la fuerza, pero no sociedad de seres racionales.

Y si retrocediendo dices: soy el efecto finito de un ser infinito, de una causa primera, ¡ah! Entonces la voz misteriosa seguirá diciendo: Luego tienes un vínculo de absoluta dependencia con el ser que es tu causa y tu fin, que alcanza a tu entendimiento, a tu voluntad y a tu cuerpo. Entonces tienes el deber de manifestar esa dependencia con la fe, con el amor y rindiéndole culto interior y exterior con tu espíritu y con tu cuerpo. Entonces la religión saldrá triunfante de aquellos escombros, y no habrá debajo de ellos más cadáver enterrado que las doctrinas que los secularizadores defendéis.
10/11/10 8:14 PM
  
Mario Saladich
Roland:
El apuro del creyente consistiría en conseguir explicar cómo es que los seres humanos hemos conseguido tener un cerebro capaz de experimentar estas sensaciones, y si sería posible que hubiera seres no humanos, tan inteligentes como nosotros pero que no las tuvieran (sino que su conducta se basara en otro "juego" de mecanismos cognitivos totalmente distinto), y en tal caso, si esos seres serían "hijos de Dios".
11/11/10 12:15 AM
  
panem et circem
Portada de infocatólica en estos momentos

Cardenal Cañizares, Prefecto de la Congregación para la disciplina del Culto y los Sacramentos, ratificando las palabras de Benedicto XVI que dijo lo mismo y lleva años repitiéndolo.

"La Iglesia también tiene la responsabilidad de ofrecer –no imponer– el Evangelio y formar en criterios evangélicos a quienes prestan el gran servicio de la política. Esto no es entrometerse en la vida pública ni actuar para un determinado credo o institución, sino contribuir al bien común respetando la sana laicidad.

Moraleja: Los que claman contra la aconfesionalidad del Estado e insultan a los católicos deberían vomitarle sus rabietas a Benedicto XVI, no a los demás.

Sois vosotros los que no estáis en consonancia con el Vaticano
11/11/10 12:56 PM
  
Isaac García Expósito
Panem et circem (o pan y círculo): La aconfesionalidad del Estado es un enunciado fáctico. Son los hechos los que lo refutan, por el propio sentido de existencia del Estado y la ocupación de los huecos vacíos.

Cuando la política se desliga de la moral y se fundamenta en sí misma, es decir, se da ella los mismos fines, el gobernante abandona el principio de la justicia distributiva adquiriendo el vicio de la acepción de personas, de manera que el Estado asume su propia confesión anti-confesional.

¿Es sana laicidad un Gobierno que permita la despenalización del aborto o el divorcio? ¿O es que la agresión a la moral sólo se tiene en cuenta cuando se quitan los crucifijos? ¿Es Francia un modelo de aconfesionalidad?

Acabáramos.
11/11/10 4:07 PM
  
panem et circem
Isaac, si abres un articulo combatiendo y señalando los males actuales (aborto) amparados por la sociedad secularizada, seré el primero en darte la razón. Empero comienzas un articulo atacando la aconfesionalidad y ciertos participantes insultan a los católicos que la asumen.

Me limito a demostrar que es el Vaticano quien nos enseña y pide insistentemente el respeto a la sana laicidad (no laicismo agresivo o excluyente), item plus el diálogo con el Estado aconfesional desde una posición de pluralidad de credos.

Hoy mismo con el discurso del Cardenal Cañizares que he copiado, el otro dia fue Benedicto, el anterior Rouco y suma sigue con un largo etcétera.

Algunos que escriben por aquí y califican de estúpidos o cobardes a los católicos que siguen al Vaticano, son los que deberían aplicarse tales adjetivos descriptivos o demostrar que no son tibios llamando a Cañizares, Rouco, Benedicto, JPII, cobardes, tibios, heterodoxos, liberales, herejes

¿a que no hay lo que hay que tener?
11/11/10 4:46 PM
  
Ronald
Yo defiendo la confesionalidad del Estado conforme el Magisterio, conforme la Tradición. Si a partir de cierto Concilio PASTORAL (que no definió ningún nuevo dogma ni cambió nada de nada, o al menos eso nos venden) la persona que sea va contra la Tradición será un heterodoxo, un liberal y un hereje, pues negará dogmas de la Iglesia.
11/11/10 4:52 PM
  
Ronald
"Que sea necesario separar al Estado de la Iglesia es una tesis absolutamente falsa y sumamente nociva. Porque, en primer lugar, al apoyarse en el princípio fundamental de que el Estado no debe cuidar para nada de la religión, infiere una gran injuria a Dios, que es el único fundador y conservador tanto del hombre como de las sociedades humanas, ya que en materia de culto a Dios es necesario no solamente el culto privado, sino también el culto público. En segundo lugar, la tesis de que hablamos constituye una verdadera negación del orden sobrenatural, porque limita la acción del Estado a la prosperidad pública de esta vida mortal, que es, en efecto, la causa próxima de toda sociedad política, y se despreocupa completamente de la razón última del ciudadano, que es la eterna bienaventuranza propuesta al hombre para cuando haya terminado la brevedad de esta vida, como si fuera cosa ajena por completo al Estado. Tesis completamente falsa, porque, así como el orden de la vida presente está todo él ordenado a la consecución de aquel sumo y absoluto bien, así también es verdad evidente que el Estado no sólo no debe ser obstáculo para esta consecución, sino que, además, debe necesariamente favorecerla todo lo posible. En tercer lugar, esta tesis niega el orden de la vida humana sabiamente establecido por Dios, orden que exige una verdadera concordia entre las dos sociedades, la religiosa y la civil. Porque ambas sociedades, aunque cada una dentro de su esfera, ejercen su autoridad sobre las mismas personas, y de aquí proviene necesariamente la frecuente existencia de cuestiones entre ellas, cuyo conocimiento y resolución pertenece a la competencia de la Iglesia y del Estado. Ahora bien, si el Estado no vive de acuerdo con la Iglesia, fácilmente surgirán de las materias referidas motivos de discusiones muy dañosas para entre ambas potestades, y que perturbarán el juicio objetivo de la verdad, con grave daño y ansiedad de las almas. Finalmente, esta tesis inflige un daño gravísimo al propio Estado, porque éste no puede prosperar ni lograr estabilidad prolongada si desprecia la religión, que es la regla y la maestra suprema del hombre para conservar sagradamente los derechos y las obligaciones."

"Vehementer Nos", Carta Encíclica del Papa SAN Pío X sobre la separación de la Iglesia y del Estado.
11/11/10 5:36 PM
  
panem et circem
qué gracioso Ronald. Voy a usar literalmente una cita archi-repetida hasta la nausea por los conocidos lefes de radiocristiandad.

Al final, cuando los argumentos carecen de profundidad se vuelven contra uno mismo.

Concilio Vaticano I (el de tu gusto)

"Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por SOLEMNE JUICIO, ora por su ORDINARIO Y UNIVERSAL MAGISTERIO”

CONCILIO VATICANO I, Constitución dogmática sobre la fe católica, Denzinger 1792.

"Solemne juicio" es el magisterio infalible del Papa.

“Magisterio ordinario y universal” son los concilios ecuménicos como el Concilio Vaticano II incluyendo TODOS sus documentos

El magisterio ordinario del Papa, en cambio, no es infalible.

Anda, Ronald, hereje, más que hereje (tu propia medicina)
11/11/10 5:48 PM
  
Martin Ellingham
Es disparate teológico y canónico sostener que el Concilio Vaticano II pertenece al magisterio definitivo e infalible de la Iglesia. Expresamente, Juan XXIII, Pablo VI, la Comisión Conciliar, a través de Mons. Pericles Felici, y la totalidad moral de los teólogos y canonistas NIEGAN QUE EL VATICANO II SEA UN CONCILIO INFALIBLE por AUSENCIA DE LA INTENCIÓN DE DEFINIR.

Saludos.
11/11/10 9:55 PM
  
Martin Ellingham
EL VATICANO II NO ES INFALIBLE.

Para muestra, dos especialistas de la UNAV:

- «No es fácil comprobar el hecho de que una doctrina haya sido proclamada por el magisterio ordinario y universal. Según el texto del Concilio Vaticano II podemos establecer cuatro condiciones para que se dé el ejercicio del magisterio ordinario y universal: la comunión de los obispos entre ellos y con el Papa, que es la Cabeza del Colegio; que los obispos enseñen de modo auténtico en materia de fe y de moral; que estén de acuerdo en una única doctrina; y que al proponer la doctrina, concuerdan que ha de tenerse como definitiva.

Se trata de elementos no fácilmente verificables; en concreto no es fácil individuar la característica de universalidad del consentimiento expreso de los diversos obispos, ni la intención de que lo sostenido es efectivamente definitivo...» (Baber Pont, Arcadio. CAUCES DE CONFIRMACIÓN DEL MAGISTERIO ORDINARIO Y UNIVERSAL. en Rev. Cuadernos Doctorales: Excerpta et Dissertationibus in Iure Canonico. Vol. 19 (2001), ps. 154-155)

- «Las condiciones que deben concurrir simultáneamente para que el magisterio ordinario y universal de los Obispos posea carácter infalible son: 1) que enseñen en comunión jerárquica entre sí y con el Papa; 2) sobre una materia concerniente a la fe y a las costumbres; 3) con un acuerdo manifiesto no sólo sobre el contenido de una determinada proposición, sino también sobre su carácter obligatorio, irreformable y definitivo ad credendam o ad tenendam (es decir, en cuanto formalmente revelada o como conexa con verdades reveladas), pues puede darse el caso de que el Colegio episcopal, reunido en concilio o disperso, se pronuncie sin querer definir: por ej., el magisterio del Concilio Vaticano II. » (Villar, José R. EL COLEGIO EPISCOPAL. Madrid, 2004, p. 200).
11/11/10 10:02 PM
  
Martin Ellingham
Y es además de disparatado es manifiestamente falso que todos los documentos de los concilios ecuménicos son infalibles. Ejemplo de manual: Decreto sobre los Sacramentos (para los armenios) del Concilio de Ferrara-Florencia (1438-1442) sobre el sacramento del Orden.

Los libros no muerden...

Saludos.



11/11/10 10:09 PM
  
Isaac García Expósito
Panem et circem o pan y círculo, la sana laicidad de la que habla el Papa hay q ue interpretarla de acuerdo con la Tradición de la Iglesia. El Papa llama laicidad positiva a aquella que garantiza «a cada ciudadano el derecho de vivir su propia fe religiosa con auténtica libertad, incluso en el ámbito público».

¿Seguimos? Sí. Continúa el Papa:

«Será necesario trabajar por una renovación cultural y espiritual de Italia y del continente europeo para que la laicidad no se interprete como hostilidad contra la religión», propone el Papa en su mensaje.

La laicidad, aclara, debe convertirse en «un compromiso para garantizar a todos, individuos y grupos, en el respeto de las exigencias del bien común, la posibilidad de vivir y manifestar las propias convicciones religiosas».

Según el obispo de Roma los derechos fundamentales del ser humano «no son creados por el legislador, sino que están inscritos en la naturaleza misma de la persona humana, y se remontan por tanto en último término al Creador».

«Por tanto --aclara--, parece legítima y provechosa una sana laicidad del Estado, en virtud de la cual las realidades temporales se rigen según normas que les son propias, a las que pertenecen también esas instancias éticas que tienen su fundamento en la existencia misma del hombre».

Fuente: Catholic.net

Si el Papa habla del deber ser, es, porque entre otras cosas, los estados aconfesionales como tal, no existen, sino que son abiertamente anticatólicos. Por otra parte, en el discurso anterior, el Papa apela a unas características que pertenecen a la Ley Natural.

Ya sabe, un texto sin contexto, es un pretexto.



11/11/10 10:50 PM
  
Mariano (Argentina)
Ronald, los textos hay que leerlos correctamente, siguiendo elementales normas. El peso de la oración de la sentencia que citas del CVI está en "y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas". Esta es la condición para que el Magisterio sea infalible. Una vez que se cumple esta condición, esto es, intención de definir, luego esto puede darse en un acto de Magisterio Extraordinario o Ordinario, lo mismo da.
Ahora, si puedes mostrarme algún texto del CVII que tenga intención de definir algo como definitivo, será muy bienvenido.
12/11/10 2:37 AM

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