Nicolás Gómez Dávila: Escolios (I)


- El mundo actual acoge con tan generosa tolerancia cualquier novedad que en pocos instantes trivializa.

¿Quién escribirá sobre la libertad estranguladora?

- La teología católica enseña que el acto de fe no es solamente sobrenatural y voluntario, sino también racional.

Tesis exacta mientras no concluya que un raciocinio sustenta el acto, sino que la razón demuestra que ninguna causa empírica lo explica.

El acto de fe es racional cuando la razón demuestra que no procede de paralogismos, de estados emocionales, de regresiones infantiles, de estructuras sociales, o de comportamientos económicos.

Fe racional es la que se acredita como dato último de la experiencia.

Como acto sobrenatural.

- El santo no es un distinto tipo de hombre, sino una nueva especia humana.

- Tanto nos han predicado que el justo camina disfrazado de pecador que acostumbramos olvidar que a veces se viste de justo.

- El clero progresista vitupera la “mentalidad de ghetto” del actual cristiano viejo.

Esos clérigos prefieren la actividad mercantil y bursátil del judío moderno al ghetto, donde floreció la fidelidad de Israel.

- Solamente porque ordenó amar a los hombres, el clero moderno se resigna a creer en la divinidad de Jesús; cuando, en verdad, es sólo porque creemos en la divinidad de Cristo que nos resignamos a amarlos.

- Cristiano es el que funda su aceptación del evangelium Christi sobre su fe en el evangelium de Christo.

Y no inversamente.

- Quien profese que lo esencial del cristianismo no es la “doctrina", sino la práctica y la vida, predica subrepticiamente una doctrina nueva.

Con el mote, atractivo para el tonto, de “preeminencia de la vida” nos quieren insinuar que sólo cuenta nuestro destino terrestre.

La irreligión goza equipándose en la guardarropía evangélica.

- La libertad, para el demócrata, no consiste en poder decir todo lo que piensa, sino en no tener que pensar todo lo que dice.

- Meditar es dialogar con algún muerto.

- Los cristianos de Nietzsche no son los de ayer, sino los de hoy.

Historiador inexacto, pero tal vez profeta.

- El que cree en Cristo, porque admira sus palabras o sus obras, no es cristiano.

El cristiano no cree en Cristo porque predique valores previamente admirados, llama valores, al contrario, lo que Cristo predica, porque cree en Cristo.

El cristianismo no aplica un criterio a Cristo, sino aplica a Cristo como criterio.

El cristanismo es un método específico de fundar el valor.

- Valor es lo que la voluntad afirma, si la voluntad que afirma es la voluntad de Dios.

El valor es subjetivo para Dios, objetivo para el hombre.

El racionalismo tomista hace de Dios un hombre, el subjetivismo axiológico hace del hombre un dios.

Nicolás Gómez Dávila. Escolios a un texto implícito. Tomo I. Villega editores.

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23/11/10 10:55 AM

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