Fr. Longshanks: la tiranía de los casos particulares

Participante invitado: El P. Robert Longshanks es un antiguo anglo-católico que cruzó el Tíber hace cincuenta años. Conocido (a sus espaldas) por sus compañeros sacerdotes como Father “Battleaxe” Bob, se comenta que su propio obispo le tiene algo de miedo desde que le dijo que “el problema de Inglaterra ha sido siempre que sus obispos no están dispuestos a morir mártires”.

Actualmente ejerce la cura de almas en una pequeña parroquia de Sussex.

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El bisabuelo de mi bisabuelo, recordado cariñosamente en la familia Longshanks como Grandfather Windward, fue oficial de la Royal Navy en tiempos de las guerras napoleónicas y llegó a ser capitán, al mando de la fragata Nereid. Aunque participó en varias batallas navales, una de las misiones que más frecuentemente recordaba en su ancianidad era la incursión en territorio francés, con gran riesgo personal y en una pequeña cala no muy lejos de Saint Nazaire, para recoger a un grupo de realistas franceses que huían de la guillotina en tiempos de la Revolución.

Como herencia del abuelo Windward, en mi familia se ha transmitido de generación en generación su espada, colgada actualmente en un lugar de honor de la casa de mi hermano Audley. En la hoja, el abuelo hizo grabar una frase que habían pronunciado los émigrés a los que rescató de la muerte: Trop souvent le mot liberté n’est qu’un déguisement de la plus terrible des tyrannies. Es decir, demasiado a menudo la palabra libertad no es más que un disfraz de la más terrible de las tiranías. Últimamente, me acuerdo mucho de aquella frase. De hecho, la recuerdo cada vez que oigo hablar de que “cada caso particular es diferente y no se pueden dar normas generales” en relación con el matrimonio.

Durante los últimos meses o quizá incluso los dos últimos años, se ha hablado mucho de la imposibilidad de que haya principios generales que puedan aplicarse a cada caso concreto de divorciados en una nueva unión. Generalmente, se dice que es absurdo pretender decidir los casos concretos mediante el recurso a normas universales e inamovibles, porque, supuestamente, esas normas no podrían ser adecuadas para la multiplicidad de situaciones individuales con las que los sacerdotes se encuentran en la práctica. Para los partidarios de esta postura, como los cardenales Kasper o Schönborn, el hecho de que una pareja viva fuera del matrimonio católico o incluso en una unión posterior a un divorcio no necesariamente implica que estén haciendo mal (a pesar del principio fundamental correspondiente, también conocido como sexto mandamiento), sino que esa situación debe juzgarse según las circunstancias, la historia personal y, en general, una especie de discernimiento personalísimo que no está predeterminado por nada y que puede tomar decisiones correctas contrarias a la norma general.

Cualquiera que haya estudiado lógica, incluso si no ha tenido la fortuna de hacerlo en Oxford, se dará cuenta inmediatamente de la contradicción intrínseca sobre la que se sustenta esa afirmación. Si no hay principios generales que puedan aplicarse siempre, ¿por qué habría que aplicar siempre el principio general de que no hay principios generales que puedan aplicarse siempre? Por supuesto, este tipo de contradicciones son aceptables para otras religiones (recuerdo que un compañero de estudios me dijo que la Iglesia de Inglaterra se había edificado sobre “el firme convencimiento de que el principio de no contradicción estaba sobrevalorado"; llegó a ser obispo anglicano de Ockhamshire), pero no parece que puedan tener cabida en el catolicismo. Para mantener el ambiente naval, podríamos decir que la postura kasperiana es como un cañón defectuoso que, al intentar dispararlo, estalla y acaba con los marineros que lo manejan, en lugar de con el enemigo.

De todas formas, olvidando por un momento esta contradicción intrínseca (si es que algo así puede olvidarse, aunque sea durante un instante), consideremos otros aspectos de la cuestión. El primero consiste, sin duda, en que se trata de una postura diametralmente contraria a la enseñanza constante de la Iglesia. Desde la Veritatis Splendor o la Familiaris Consortio del santo Papa polaco a los mandamientos revelados por Dios, pasando por Santo Tomás de Aquino, San Agustín y la totalidad del magisterio de casi dos mil años, la Iglesia nunca ha dejado de enseñar que hay actos intrínsecamente malos que siempre son objetivamente pecaminosos. No se debe matar al inocente en ninguna circunstancia. Adorar a los ídolos en lugar de al Dios verdadero siempre es objetivamente malo. Adulterar es siempre pecado y un pecado grave, al margen de la situación. La totalidad de la moral de la Iglesia, de hecho, está basada sobre ese principio y, si ese principio se rechaza, esa moral se derrumba sin remedio, porque lo único que queda es la vieja e inmoral máxima de Maquiavelo: el fin justifica los medios.

Asimismo, conviene analizar las consecuencias de la teoría kasperiano-schönborniana. Es cierto que este tipo de argumentación se presenta como un ejercicio de misericordia, como la liberación de la opresión de la ley, en el marco de una Iglesia moderna, que no permanece atada por el pasado. Sin embargo, para no dejarnos embaucar por cantos de sirena que dulcifican una realidad desagradable y podrían conducir nuestro navío hacia los escollos, profundicemos un poco en esa pretensión.

Para ello, vamos a considerar los efectos de esta idea en otro campo diferente. Imaginemos que un juez civil dijera algo similar en su tribunal:

“Como todos los casos son diferentes, diga lo que diga la ley, lo que hago es reunirme con el acusado y decidir, en cada caso concreto, si recibe una condena de veinte años o es liberado y rehabilitado como inocente. Mis decisiones son personalísimas y, más allá de una vaga inspiración en la ley y en consideraciones objetivas, no se pueden explicar de forma racional y clara. Tampoco me baso en una casuística predeterminada: a éste lo condeno, mientras que a aquel, en un caso cuasi-idéntico, lo dejo libre. Cuando me preguntan por qué he actuado así, si ambos habían vulnerado la ley, la única respuesta que puedo dar es que así lo he decidido en cada caso concreto. Por supuesto, esto implica que mis condenas o absoluciones no pueden ser recurridas, porque ¿en base a qué se recurrirían?”.

Esta forma de actuar por parte de un juez tiene un nombre: prevaricación (en inglés, perversion of justice). Es decir, es la resolución arbitraria de un caso, en la que no se aplica el derecho sino la mera voluntad del juez. Si los jueces actuaran así, nadie estaría nunca a salvo, porque podrían condenar a cualquiera o absolver a cualquiera de cualquier delito. Ya no podríamos estar seguros de que, si cumplimos la ley, no terminaremos en la cárcel, porque el criterio para la condena o la absolución ya no sería la ley, sino la pura decisión del juez, “liberada” de cualquier criterio objetivo determinante. El poder ejecutivo y el legislativo perderían su importancia, porque cualquier decisión del primero podría ser anulada por un juez y las leyes del segundo en la práctica sólo tendrían el papel de inspiración remota, sin efectos prácticos. Inevitablemente, los jueces se convertirían en tiranos, que tendrían en sus manos las vidas de los ciudadanos sin ningún tipo de control ni límite.

Como es lógico, los que proponen esta forma de actuar dirían que eso puede ser cierto en cuanto a la ley civil, pero que en la Iglesia es diferente, que lo importante es la misericordia, que la ley se hizo para el hombre y no el hombre para la ley. Ciertamente, tendrían razón en señalar que se trata de ámbitos diferentes, pero lo cierto es que la diferencia hace que, en la Iglesia, ese tipo de comportamiento sea aún peor y esté todavía más equivocado. La gran diferencia está en que el juez debe aplicar una ley humana, que puede estar equivocada, mientras que la ley moral es obra del mismo Dios, que no se equivoca nunca. La ley positiva, de reyes y parlamentos, es externa al hombre, mientras que la ley moral es parte del ser del hombre, de su misma naturaleza. En ese sentido, la ley humana puede no reflejar (y frecuentemente no refleja) el verdadero bien del hombre. En cambio, la ley moral, natural o revelada, se identifica con el bien del hombre. La ley positiva (civil o religiosa) está al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ley, pero la ley moral no está al servicio del hombre, por la sencilla razón de que es parte del propio hombre. No existe un supuesto “bien” que sea contrario a esa ley moral, ni hay situaciones concretas en las que lo bueno, lo adecuado y lo acertado sea saltársela.

Cualquier intento de justificar la vulneración de la ley moral es un engaño y, por lo tanto, tiene su origen en el Príncipe de la Mentira, que gusta especialmente de encubrir el pecado con la hipocresía de llamarlo bondad o, mejor aún, misericordia. Una misericordia que vulnera la ley natural sólo puede ser una falsa misericordia, que vende la verdadera fidelidad del hombre por un plato de lentejas, que pone la moda del momento por encima de la voluntad de Dios, que busca la popularidad y no el bien del prójimo, que engaña y se engaña en el único tema en el que es fundamental acertar en la vida.

No sé cuál será la costumbre en Centroeuropa, pero en la vieja Britania nos gusta llamar a las cosas por su nombre: afirmar que no hay leyes generales que puedan aplicarse siempre es, simplemente, un disfraz de la más terrible de las tiranías. No importa que el disfraz sea de un bello tono misericordia, con encajes de modernidad y, como siempre, con la palabra libertad bordada en la manga: debajo sigue acechando una odiosa tiranía. En este caso, se trata de la tiranía de lo políticamente correcto, la arbitrariedad de una misericordia mal entendida y la antigua esclavitud del pecado, que nos promete maliciosamente la libertad de ser como dioses.

El almirante Lord Nelson decía en una de sus cartas: “odio la tiranía, venga de donde venga”. Como inglés, como descendiente del capitán de la fragata Nereid y como católico, no podría estar más de acuerdo con él. Sólo la verdad nos hará libres.

116 comentarios

  
Bruno
Otros artículos anteriores del Fr. Longshanks:

Planes pastorales, excusas eclesiales

Señores Obispos, no tengan miedo.

Teólogos católicos: número equivocado.

Una nueva estrategia de prensa para el Vaticano.

Aviso:

La categoría de este post es "Humor". El Fr. Longshanks es un personaje ficticio. El hecho de no existir, sin embargo, hasta el momento no le ha impedido decir cosas con sentido.
25/04/16 3:55 AM
  
Quico
De acuerdo con todo el articulo, si bien un matiz en un punto: entiendo que te refieres a la tiranía de la falsa libertad, pero podría entenderse como la tiranía de algunas personas que usaran su cargo para imponer arbitrariedades a los aspirantes a recibir la comunión a pesar de estar en situación objetiva de adulterio. Si bien es cierto que la aplicación o no de la ley al albur del juez puede producir la tiranía; no creo que ese sea el caso en el tema que estamos tratando, no en este caso concreto de la indisolubilidad matrimonial. Y no lo creo porque está bastante claro que no existen los interesados en convertirse en tiranos que apliquen arbitrariamente la ley. Lo que existen son personas interesadas en dinamitar la ley aparentando que no hacen tal cosa. Es solo cuestión de tiempo que el "discernimiento caso por caso" se transforme en que no hace falta discernimiento alguno porque se dará por bueno el "discernimiento" (por llamarle algo) de cada uno con su conciencia. Si está servido en bandeja: si admitimos como siempre lo ha hecho la Iglesia que de lo interior de cada uno no se juzga, pero también, de modo novedoso y contradictorio, que es ese interior el que define la naturaleza objetiva de las cosas; el siguiente paso está claro: "¿Quien soy yo para juzgar el discernimiento de una conciencia?". Esto lo sabe todo el que quiera verlo y, de hecho, aquí no hay "experimento " alguno. Este mismo viaje lo han hecho, antes de la Iglesia Católica, muchas denominaciones protestantes que empezaron con "caminos penitenciales" "discernimientos" y "juicios caso por caso". La indisolubilidad reducida a ideal discernible a placer y sin criterio alguno objetivo para tal discernimiento es lo mismo que la indisolubilidad a la carta... un sonido vacío. Algo muy propio de la mentalidad propiamente "moderna": la abolición de la naturaleza de las cosas en nombre del capricho personal llamado con el noble y falsificado nombre de "libertad".
25/04/16 3:56 AM
  
Daniel
La categoría del post debería ser HUMOR NEGRO, :)

Eres un genio Bruno.
25/04/16 4:30 AM
  
Feri del Carpio Marek
La misericordia consiste en librar al hombre de su pecado, no en hundirlo más en el mismo.
25/04/16 4:42 AM
  
Luis
A mí me sorprende la lectura que algunos blogs están haciendo de una carta o exhortación del Papa examinada con microscopio, para encontrar en ella no lo que dice pero sí lo que parece sentir detrás de un satánico velo.

Kasper tiene un sentir muy claro y una lectura de la carta sesgada hacia sus intereses.

Shornborn ha estado siempre opuesto a Kasper, durante todo el sínodo y ahora ha hecho la presentación de la carta.

Se puede leer Amoris Laetitia con recta o con torcida intención. La recta nos lleva a sacar lo bueno y la torcida a encontrar lo malo.

Yo le pido a Dios menos "discernimiento" para ver los fallos de los papas y más para ver mis pecados. Decía un santo, "Señor, dame a experimentar el infierno que merecen mis culpas."
25/04/16 4:55 AM
  
Feri del Carpio Marek
Dejo aquí unos párrafos de un antiguo post del P. Iraburu, el número (08) de su serie:

«Todos admitimos que Dios condena con derecho a los que obran mal… Tú, con la dureza de tu corazón impenitente te estás almacenando castigos para el día del castigo, cuando se revelará el justo juicio de Dios pagando a cada uno según sus obras. A los que han perseverado en hacer el bien, porque buscaban contemplar su gloria y superar la muerte, les dará vida eterna; a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia, les dará un castigo implacable» (Rm 2,2.4-8).
Ésta es la predicación de la Iglesia en toda su historia, en sus Padres y Concilios, lo mismo que en sus santos: Crisóstomo, Agustín, Bernardo, Francisco, Ignacio, Javier, Montfort, Claret, Cura de Ars, Padre Pío. Es el Evangelio que, convirtiendo a los pecadores, forma un pueblo santo para el Señor.

Pues bien, ¿creen ustedes que la Iglesia hoy consigue que los hombres se enteren de que en la vida presente se están jugando una vida eterna de felicidad o de condenación?
25/04/16 5:06 AM
  
Ricardo de Argentina
Años ha, había tres cardenales -Bergoglio, Schonborn y Kasper- que tenían como nota común ser bastante contestatarios y provocadores, diríamos toca-narices.
Los que siguen vistiendo de púrpura me consta que no han cambiado, porque es tan ilógico y contadictorio lo que proponen -sin ir más lejos, se caerían los Diez Mandamientos si no valiesen las leyes generales para todos los casos- que sólo cabe pensar en una deliberada provocación.
25/04/16 6:00 AM
  
David Quiroa
[se ruega una oración por el troll]

Hablemos de ideas generales entonces.

Como por ejemplo, que Dios quiere nuestra salvación. Que Dios no pide imposibles. Que Dios ha dado a su Único Hijo para el perdón de nuestros pecados.

Si eso es cierto, ¿por qué existe un sólo pecado, un sólo caso particular que resulta absolutamente imperdonable? Uno puede ser cleptómano la vida entera, y confiar en que Dios lo perdonará. Uno puede abandonar a sus padres y confiar en que Dios comprenda que lo hizo movido por una fuerza irresistible, por una necesidad imperiosa o por una situación económica irresoluble. Uno puede ser francotirador en una guerra y creer que Dios entiende que está matando en defensa de su pueblo y de su gente. Uno puede ser banquero y vivir de la codicia su vida entera y hallar justificación porque no tenía otro medio de vida.

Pero uno no puede equivocarse en su primer matrimonio UNA SOLA VEZ EN LA VIDA y creer que Dios puede perdonarlo. ¿Por qué? ¿Qué magia reúne el sexto mandamiento que lo hace absolutamente superior a todos los demás? ¿Por qué es imperdonable de toda posibilidad faltar UNA SOLA VEZ y nunca más a un mandamiento y estar condenado por toda la eternidad sin posibilidad de redención?

El caso particular no es el del divorciado vuelto a casar. El caso particular es que se ha considerado este pecado muy por encima de todos los demás, más aún que la blasfemia contra el Espíritu Santo, y se pretende hacer creer que es absolutamente imperdonable.
25/04/16 6:38 AM
  
Fer
Estimado Bruno:

Con una afirmación como esta, cómo interpretarla correctamente:


ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal

Gracias
25/04/16 7:15 AM
  
Pablo
Yo he oido tales barbaridades con este argumentario que ya no me escandalizo de nada. El "mi caso es diferente" y "yo con mi conciencia sé" son como un pequeño agujero en un gran depósito de agua. O se tapan o al final cuela TODO.
Por poner un ejemplo... que levante la mano quien no se haya encontrado con uno de esos que tiene la certeza que vale confesarse solo con Dios.

Respecto a David. Nadie ciertamente sabe a quien Dios condena o no. El que se separa y rejunta NO PECA UNA SOLA VEZ. VIVE EN PECADO. La doctrina del "y tú más" nunca es útil. Es también otro justificatodo. Otro día podemos hablar de qué pasa en la guerra o con los banqueros avaros, pero escudarse en el pecado posible de otros me parece una mala excusa.
25/04/16 7:37 AM
  
Almudena 1
Un tema de gran responsabilidad y cuidado. Dios, misteriosamente ha dado al hombre el poder administrar Su justicia y Su Misericordia. El hombre se siente sobre ello más dueño que administrador fiel y actúa como si esos poderes fueran propiedad de su voluntad. El sacramento del matrimonio se imparte indiscriminadamente, a todo el que lo pide, las nulidades son bastante pitorreo, según te toque. Por las mismas causas yo he visto nulidades rápidas y bien y otras denegadas, grandes injusticias y prevaricaciones. Gente condenada a un matrimonio falso porque el de turno, los de turno, no vieron suficiente causa, jaja. Falla, y mucho, la ligereza del como se imparte el sacramento matrimonial y falla, muchísimo, la justicia y sentencia sobre nulidades. Estamos en manos de los hombres y esto ya sabemos lo que conlleva. Una pena la ligereza con la que se toman las "cosas" de Dios.
25/04/16 8:51 AM
  
Javier Ejías
Es decir que entonces usted propone aplicar siempre de forma particular la no existencia de principios particulares.
Claro, igual de coherente que las reflexiones de su Padre Calzaslargas
Y por cierto ese gran adalid que usted reivindica y que afirmó: “odio la tiranía, venga de donde venga” fue uno de los representantes más violentos y sanguinarios de una de las mayores tiranías de la historia, el Imperio Británico.
25/04/16 9:34 AM
  
Palas Atenea
David Quiroa: Dios puede perdonar todos los pecados, nadie discute eso. Aquí lo que se trata es de que eso siga siendo pecado y no otra cosa, que es lo que algunos pretenden.
El problema del casado en segundas nupcias-que no está casado por la Iglesia en las segundas-es que no puede rectificar, como si puede hacerse en otros casos. Ese pecado no es puntual sino pertinaz por su propia naturaleza, de manera que, aunque se arrepintiera la solución es difícil. Se puede abandonar el dinero, se puede abandonar la soberbia, se puede abandonar el poder, se puede no volver a mentir, pero si te has casado por segunda vez la cosa pinta fea con respecto a una posible rectificación.
Nadie plantea que la codicia no sea pecado por la facilidad en que caemos en ella. Dado que esta sociedad es corrupta se podía plantear la corrupción como una debilidad humana casi insalvable y no un pecado.
Si la Iglesia, llevada por su misericordia, planteara una casuística en el caso de los corruptos: avaricia compulsiva, por ejemplo, se le echarían encima desde Podemos hasta CDs. La corrupción es pecado mortal de avaricia pero el afán de dinero puede ser tan compulsivo como el sexo.
25/04/16 9:42 AM
  
Javier
Miren ustedes que es fácil de entender que Dios perdona todos los pecados siempre que uno se confiese adecuadamente, con dolor por el pecado cometido e intención de no volver a pecar. Pues parece que a David Quiroa no le entra en la cabeza.

Uno puede equivocarse en su primer matrimonio. Lo que no puede hacer quien cometió ese error es volver a casarse porque entonces pasa a vivir en adulterio. No se arregla un error con un pecado mortal. Jamás. Quien vive en adulterio constante, sin la menor intención de arrepentirse, no puede ser perdonado.

Hay errores que traen consecuencias por toda la vida. Por ejemplo, tener un accidente por imprudencia o por ir bebido, y quedarse paralítico. Dios perdona cualquier error o pecado, lo que no significa que nos libremos siempre de las consecuencias del mismo.

¿Qué parte hay de esa enseñanza tan elemental que no se entiende? Es muy fácil de entender. Distinto es que no se quiera aceptar. Pero quien no acepta lo que Cristo enseña, que no diga que es de Cristo. Y quien enseñe otro evangelio, sea anatema.
25/04/16 11:06 AM
  
Luis
A mí me sorprende la lectura que algunos blogs están haciendo de una carta o exhortación del Papa examinada con microscopio, para encontrar en ella no lo que dice pero sí lo que parece sentir detrás de un satánico velo.

Kasper tiene un sentir muy claro y una lectura de la carta sesgada hacia sus intereses.

Shornborn ha estado siempre opuesto a Kasper, durante todo el sínodo y ahora ha hecho la presentación de la carta.

Se puede leer Amoris Laetitia con recta o con torcida intención. La recta nos lleva a sacar lo bueno y la torcida a encontrar lo malo.

La clave para leer esta carta es la lectura de la adúltera perdonada y también la parte en que Cristo nos recuerda que cada vez que hemos mirado con deseo a otra mujer somos adúlteros.

La carta no dice que el adulterio sea bueno, sino malo. Tampoco dice que el juicio sea bueno sino malo. No podemos juzgar porque no somos justos. El Justo nos juzgará a todos el último día y nosotros preguntaremos "¿cuándo te vimos con hambre y no te dimos de beber...?"

Yo le pido a Dios menos "discernimiento" para ver los fallos de los papas y más para ver mis pecados. Decía un santo, "Señor, dame a experimentar el infierno que merecen mis culpas."
25/04/16 11:07 AM
  
Bruno
Quico:

"entiendo que te refieres a la tiranía de la falsa libertad, pero podría entenderse como la tiranía de algunas personas que usaran su cargo para imponer arbitrariedades a los aspirantes a recibir la comunión a pesar de estar en situación objetiva de adulterio. Si bien es cierto que la aplicación o no de la ley al albur del juez puede producir la tiranía; no creo que ese sea el caso en el tema que estamos tratando, no en este caso concreto de la indisolubilidad matrimonial. Y no lo creo porque está bastante claro que no existen los interesados en convertirse en tiranos que apliquen arbitrariamente la ley. Lo que existen son personas interesadas en dinamitar la ley aparentando que no hacen tal cosa"

Me refiero a ambas cosas. La tiranía no proviene de la mala intención del tirano, sino de que aplique o no de forma arbitraria su voluntad sin ninguna limitación. Hay tiranos bienintencionados y, a menudo, su tiranía es aún peor.
25/04/16 11:26 AM
  
Bruno
Todos:

El pobre David Quiroa es un troll. Eso que "pregunta" se le ha explicado cinco veces en este blog. La primera vez, pensamos que iba de buena fe. La segunda también, con extrañeza. La tercera se hizo evidente que es un troll, que finge no saber algo para dinamitar el blog.

Se ruega una oración por el troll, pero no alimentarlo.
25/04/16 11:35 AM
  
Bruno
Javier Ejias:

"Es decir que entonces usted propone aplicar siempre de forma particular la no existencia de principios particulares."

Le agradecemos que nos informe de que no ha ido a Oxford ni entiende los rudimentos de la lógica, pero ese tipo de humilde revelación corresponde mas bien a otro tipo de lugares y no a este blog.

En cuanto a lo demás, si no es capaz de distinguir el escenario de la obra, no puedo hacer nada por usted.

Se ruega no trollear.
25/04/16 11:48 AM
  
Bruno
Luis:

"Se puede leer Amoris Laetitia con recta o con torcida intención. La recta nos lleva a sacar lo bueno y la torcida a encontrar lo malo. [...] Yo le pido a Dios menos "discernimiento" para ver los fallos de los papas y más para ver mis pecados. Decía un santo, "Señor, dame a experimentar el infierno que merecen mis culpas."

La recta intención nos lleva a sacar lo bueno de lo que dicen los blogueros y comentaristas de InfoCatolica y la torcida a encontrar lo malo.

¿Ve como ese tipo de afirmaciones no aportan nada?

Déjese de juzgar la intención de los demás so capa de humildad y cíñase a los temas.
25/04/16 11:57 AM
  
Bruno
Feri del Carpio:

"Pues bien, ¿creen ustedes que la Iglesia hoy consigue que los hombres se enteren de que en la vida presente se están jugando una vida eterna de felicidad o de condenación?"

Generalmente, no. Así nos va.
25/04/16 12:01 PM
  
Bruno
Fer:

"con una afirmación como esta, cómo interpretarla correctamente:"

Como siempre ha hecho la Iglesia. No sabemos de nadie con absoluta seguridad que esté subjetivamente en pecado mortal, porque no vemos el corazón y puede haber atenuantes que desconocemos. Pero si podemos determinar que, objetivamente, lo que hace es pecado grave.

En cualquier caso, no existe aún una versión original latina de la exhortación y las versiones española e italiana de esa frase en particular dicen cosas distintas (además de estar en el capítulo pastoral), así que yo no prestaría mucha atención a una frase tan imprecisa.

25/04/16 12:08 PM
  
Bruno
Pablo:

Muy buena la comparación con confesarse solo con Dios.
25/04/16 12:15 PM
  
Ramiro
Estimado D. Bruno: siempre es grato leerle en temas profundos envueltos con los ropajes del humor como digno "secuaz" de Chaucer, Chesterton, Swift y otros moradores de lo que G.K.C. llamaba la "taberna del fin del mundo" donde se reunirían los escritores en el más allá. Sin embargo me encuentro perplejo por la acogida en este medio del reciente documento papal, en algunos artículos parece que el autor trata de tragarse un lápiz del 2, le dan vueltas y vueltas, es magisterio, no magisterio, cuarto y mitad de magisterio... Yo soy más viejo que el magisterio sobre el amor y la sexualidad de S. Pablo II y éste es muy rupturista en el lenguaje y en actitudes hacia la tradición teológica y eclesial: habla del cuerpo, la unión de la carne, etc desde una perspectiva que habría horrorizado hace 100
años. La tradición disponía que los esposos no podían comulgar si habían consumado el matrimonio (S. Agustín...) por ejemplo, parece que se pensaba que la sexualidad y la carne en el matrimonio no eran sacramento (signo) de salvación. Su lenguaje es propio de la filosofía personalista y nada escolástico, no hay juridicismo ni casuística. Fue un gran avance en la comprensión del sacramento y una gracia para los cristianos. ¿Por qué en él es audacia y valentía lo que en este pontífice suscita acusaciones de inconsecuencia o incluso negligencia?
En cuanto a la metáfora juridicista tiene un valor limitado, si Dios aplicara justamente su ley sobre nuestros actos no se salvaría nadie, ya que por nuestros actos no nos salvamos sino por gracia de su Hijo.
Por último sé que no hay que alimentar al troll, pero sí es cierto que por su carácter el matrimonio tiene un dinámica natural que el resto de sacramentos no tiene y eso teológicamente no siempre se sabe enseñar.
Pd. Lo de "secuaz " es por el hombre que fue jueves, la única secta en la que merece la pena estar.
Un saludo y fuerza en la fe.
25/04/16 12:16 PM
  
Luis
Señor Bruno. Tiene Vd. toda la razón en lo de señalarme por juzgón, pues lo soy irremediablemente. Por eso espero que acepte mis disculpas.

Sólo quería defender la carta, al Papa y la unidad en la Iglesia. Pero he de reconocer que soy torpe, torpísimo y siempre caigo en lo mismo: juzgar, juzgar y juzgar.

Rece por mí.
25/04/16 12:31 PM
  
Luis
Ahora intentaré ceñirme al tema.

Yo he sido algunos años catequista de la pastoral prematrimonial de la parroquia. Normalmente venían a la catequesis una docena de parejas obligadas por el párroco (si no asistían, que se fueran a otra parte a casarse. Lo normal era que entre el 90% y el 100% de las parejas convivían o en un mismo piso de residencia o los fines de semana, las más tradicionales. No eran progres, salvo excepción, pertenecían a familias católicas y por eso formaban parte de esa minoría que ha recibido una tradición y todavía se casa. Todos usaban métodos anticonceptivos. Todos justificaban el aborto en casos extremos, aunque ninguno lo deseaba y pensaban que no lo harían. En general, ninguno pensaba tener inmediatamente su primer hijo, es mejor esperar un poco, disfrutar viajar y luego hay tiempo. Etc., etc., etc.

Nosotros (cuatro matrimonios y un cura), nos esforzábamos en hacer una presentación de lo que es el matrimonio, del valor de la castidad, de la necesidad de una transparencia entre los cónyuges en el momento del contrato, de la indisolubilidad del matrimonio no como una carga simo como una demostración de la belleza del amor que Dios nos tiene. Les hablábamos de Jesucristo, les anunciábamos el kerigma. Les dábamos nuestra experiencia para mostrarles por un lado lo bello que es una familia abierta a la vida que se fía de la providencia de Dios, que no hace cálculos. También hablábamos de pecados graves que habíamos sufrido y de la misericordia de Dios que reconstruye lo que nosotros destruímos. Luego nunca más volvíamos a ver a estos matrimonios que elegían nuestra parroquia por motivos estéticos. Hablo en pasado porque yo ahora hago otra pastoral, pero siguen cuatro matrimonios y un cura con el mismo celo o más.

Todo eran personas, personas, personas, casos particulares, casos particulares, casos particulares, y Cristo.

La misericordia son situaciones y situaciones y Cristo en medio. El que tiene a Cristo, muere y resucita con Cristo, las situaciones no le pueden nunca llevar al relativismo, porque entra en ellas. El relativismo es juzgar los casos particulares desde fuera. El que entra en el caso particular no puede ser relativista porque padece, com-padece, con el otro; entra en su muerte y lo auxilia. Nosotros no podemos ser misericordiosos porque somos pecadores, pero Cristo en nosotros sí, y esto y no otra cosa, es la Iglesia, la experiencia de haber sido salvados que exulta, que no se puede callar lo recibido.

A mí me parece que lo que dice el Papa es esto. Entrád en el sufrimiento del que suplica. Sed pastores. Sed uno con Cristo en medio de estos pobres recasados ( en el ya célebre capítulo 8), reconstruid lo derribado, dad la vida a quien no la tiene. Amad.

Yo no veo que haga indultos generales, aunque ciertamente el de Cristo en la cruz, fue bastante general.
25/04/16 12:57 PM
  
Ricardo de Argentina
"A mí me parece que lo que dice el Papa es esto. Entrád en el sufrimiento del que suplica. Sed pastores. Sed uno con Cristo en medio de estos pobres recasados ( en el ya célebre capítulo 8), reconstruid lo derribado, dad la vida a quien no la tiene. Amad."
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Luis, es posible que así sea. O no, porque Francisco no ha hablado con claridad. Todo es posible.

Pero supuesto que sea como supones, hay un problema y grande: Cristo no ha hablado así. Él ha sido mucho más lacónico, mucho más "general", mucho más contundente.
¿Con quién nos quedamos?
25/04/16 1:21 PM
  
Almudena 1
El caso que plantea Luis como catequista lo vemos todos, todos los días, en todas nuestras parroquias, familias, amistades... Un porcentaje altísimo de los que hoy se casan en La Iglesia, en Cristo, conviven antes como matrimonio... No existe por su parte ningún tipo de arrepentimiento de ello, lo ven lo más natural...con lo que llegan al matrimonio sacramental con una confesión mal hecha o por hacer.
Con lo cual, ¿no sería mejor aplicar la Misericordia de no casarlos por La Iglesia, evitar que comulgaran ese día, ofrecerles más formación...? En realidad los no anulados pero vueltos a casar que quieren la comunión, están tan confundidos como los novios anteriormente descritos, y los párrocos, formadores y distintos responsables, también tienen una vara de medir diferente para estos miles de casos, no se les mueve una pestaña en casar a sabiendas de cómo se casan.
25/04/16 1:26 PM
  
Ricardo de Argentina
Luis, Alonso Gracián acaba de publicar su último artículo, donde dice algo del Cap. VIII de AL que explica muy bien la objeción que hago a tu interpretación:
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Un inconveniente del captulo VIII de la exhortación Amoris Laetitia es el uso excesivo de lenguaje situacional, que puede favorecer una lectura en clave de moral de situación.
Esta posible clave de interpretación perjudica la reflexión pastoral que el Santo Padre realiza en sus diversos puntos, y puede dar lugar a confusiones varias.
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Pues eso: tanto darle importancia a los casos particulares te lleva a la "moral de situación", donde antepones lo particular por sobre lo general. O sea, pones el carro delante del caballo. Y eso no funciona.
25/04/16 1:28 PM
  
Ricardo de Argentina
Almudena1, tienes razón en lo que dices. Eso de casar a quienes no tenían las disposiciones mínimas que exige la Iglesia viene de lejos, de cuando la católica era la "religión social".
Más te digo: yo me casé 8 años después de publicada la Humanae Vitae y en las charlas prematrimoniales, dadas en un instituto educativo católico , un médico designado por el párroco se expresó abiertamente en favor de la anticoncepción. ¡Y no pasó nada!
Y por la misma época había párrocos que exigían los cursos y otros que no. Un caos, que devaluaba la Iglesia y el matrimonio por igual. De esos polvos estos lodos.

La solución estaba en corregir de raíz esos errores, pedir perdón por las faltas de la jerarquía (porque es impensable que lo obispos no supiesen lo que pasaba) y hacer borrón y cuenta nueva, con el Evangelio en la mano. Tarea imposible humanamente hablando, pero posible con la ayuda de Dios.

Pero lamentablemente no se a optado por eso.
25/04/16 1:45 PM
  
Feri del Carpio Marek
Luis, entrar en el sufrimiento de los pobres recasados no significa esconderles la verdad de que el adulterio es pecado grave, y desorientarlos sobre su situación, eso es precisamente no querer abrir la herida y dejarla cubierta para que siga infectándose. Hacer eso no es ser uno con Cristo.

Juan el Bautista atendía cada caso particular (Lc 3,10-14), haciendo precisamente lo contrario de lo que en estos tiempos se viene acostumbrando: diciéndoles los pecados que no deben cometer.
25/04/16 1:48 PM
  
Luis
Almudena, en las parroquias es así. Se parte de matrimonios que serían del todo nulos. Pero se les da una palabra fuerte para que no lo sean. Se hace con ellos una celebración penitencial. Se celebra una Eucaristía al final. Se les invita a vivir en castidad hasta el matrimonio, etc. Es posible que muchos obedezcan, o al menos algunos.

La validez del matrimonio, dejando otras consideraciones aparte, se fundamenta en que los contrayentes pongan a Cristo en medio de sus vidas. Para eso es fundamental anunciar la buena noticia, a Cristo resucitado de la muerte, que ha roto el cerco que nos destruía, la incapacidad de amar, y nos da gratuitamente la vida eterna.

Todo esto, y perdón si he salido algo del tema, pero viene a cuento porque es esencial ver en qué situación se casaron tantísimos matrimonios que hoy se recasan.

Para mí, cuando un matrimonio amigo nuestro, que lo hemos tratado con sus hijos desde pequeños y los hemos visto crecer junto con los nuestros, se separa, es una noticia desastrosa; me produce más tristeza que la muerte de un amigo (a éste pienso que ya nos veremos). La destrucción de un matrimonio es algo muy serio y muy corriente. El pecado de adulterio es gravísimo, destruye el amor, es generador de muerte. Pero para mí no hay ni doctrina ni praxis que valga que no tenga en cuenta que Cristo ha vencido a la muerte. ¿Cómo se hace esto? Para el hombre es imposible, pero para Dios todo es posible. Así no es cuestión de entrar en las normas, sino en la vida, en los casos concretos. Y si unas personas quieren entrar en la Paz de la Iglesia, no se les puede estar esperando con curso de derecho. A nosotros Dios no nos ha exigido nada y nos lo ha dado todo gratuitamente. Incluído el ver la belleza de su diseño de amor hacia nosotros (doctrina moral).

No veo en el Papa en este sentido, que pienso que ha sido lo habitual en el cristianismo los últimos 20 siglos, que difiera de este sentir general de la Iglesia, que es Cristo mismo habitando en medio de ella.
25/04/16 2:07 PM
  
luis
El progresismo no es más que el retorno sistemático a la barbarie.
Miles de años, desde el Código de Hammurabi y la ley de Moisés, le costó a la Humanidad llegar a la idea de la lex o "rule of law": una norma objetiva, adaptada a la naturaleza humana, de la cual nadie, por el hecho de ser humano, está excluido ni desconsiderado.
Pues bien, ahora la "novedad" es que se considera las situaciones como plazcan, en forma particular, y sin tipo alguno de universalidad, es decir, de humanidad. Al capricho de quien decide, del más fuerte, del que más grita, del que los medios o quién sabe quién, escogen, como lo hacía el peor déspota originario del Neolítico en Mesopotamia.
El progresismo es el mal, el progresismo es el atraso, el progresismo es la muerte.
25/04/16 2:21 PM
  
luis
Estimado sr. Luis, hace muchos años que estoy comentando en este blog con el nombre, ¿podría ser tan amable de cambiar el suyo? Gracias.
25/04/16 2:24 PM
  
Palas Atenea
La moral situacional plantea el problema de las distintas soluciones. ¿Qué se le dice al separado/a separada que opta por no volverse a casar? Tengo tengo cerca un caso así y la mayoría de la gente entiende que si no se vuelve a casar es una solución, otra es volver a hacerlo y otra no volver a hacerlo pero aliviar la soledad con encuentros accidentales; que cada cual verá qué formula le va más. El pobre hombre no puede explicar los motivos por los que no puede volver a casarse porque no le entienden ni sus propias hijas que ya son mayores: "papá, lo que hagas para nosotras está bien". Como dice él: "En este mundo de hoy cualquier trapo es camiseta y tendré que entender que yo tengo un problema moral que me lo he creado yo solito". Ese es el problema.
25/04/16 2:34 PM
  
Luis Fernando
Luis, tu concepción de la redención de Cristo y la manera abordar situaciones de pecado parece luterana. Y hasta ahí llego.
25/04/16 3:04 PM
  
Luis Fernando
De hecho, no hay que esperar a nadie que quiera entrar en la Iglesia con un curso de derecho. Se les espera con el evangelio, con la verdad. Basta decirles: "Esto enseña Cristo. Y Dios da la gracia para serle fiel".
Por supuesto, luego hay que apoyarles con toda la caridad posible para que acomoden sus vidas a la santidad que Dios exige y concede. Pero si luego no son fieles, si deciden mantenerse en una situación de pecado mortal, pues qué le vamos a hacer.
Ya dijo Cristo que la puerta que lleva a la salvación es estrecha y pocos la cruzan. Y no lo dijo por decir.
25/04/16 3:17 PM
  
Higinio Fernández
Hace ya décadas yo postulaba la moral puntual. Dado que cada instante es irrepetible y único, sostuve que cada solución moral era propia de ese instante. El problema es precisamente que ese instante es infinitamente divisible. ¿Cómo aislar la solución, que se escapa como los frutos de la mano de Tántalo?

La física aportó también la ayuda de la cuántica, que enseña que es inútil enseñarle a un gato encerrado, porque no se sabe dónde se encuentra en una caja cerrada y si lo miro se asusta, como explica un físico alemán cuyo nombre no retengo pero que como todos los alemanes eminentes empieza con H.

Apliqué entonces el gran principio de Sabiduría "el tiempo es mayor que el espacio", y llegué a una conclusión provisoria: no hay solución, no tiene sentido hablar de moral. La moral en este caso se resumiría en una máxima también venerable: "Vive como quieras". Eso sí, considerando que "el Todo es mayor que la Parte" y que "la Unidad es superior al conflicto".

Lo explico en mi opúsculo "Moral del Nanosegundo, hacia una concepción cuántica de la ley moral", Edit. Aleister Crowley, 1 página, 3 de enero a la 2 AM de 1966.
25/04/16 3:21 PM
  
Higinio Fernández
Una solución práctica sería la siguiente: dado que cada caso es único, que es virtualmente imposible que quien haga el discernimiento de la situación, sea el confesor, sean los cónyuges, logre atrapar las características peculiarísimas de la situación en el tiempo irrepetible en que se analiza so pena de crear una odiosa regla general y universal al caso, la solución podría venir del azar, quizás inspirado en algún recurso al Espíritu.
Los cónyuges podrían invocar al Espíritu del Amor, cualquiera sea su creencia, y hacer girar una rueda con diversas opciones: "DCC" (divorcio y comunión) "USS" (unión sin separación) "PEPBP" (Poliamor estructurado por el bien de la prole) "APGF" (Adulterio para garantizar la fidelidad). Eso sí, a respetar la opción en la que cae. Hay que jugar con reglas generales, claras y objetivas, no se puede caer en chapuzas.
25/04/16 3:39 PM
  
Luis María
Así contesto a luis y a Luis Fernando.

Perdona por haber usado su nombre, tocayo.

Pongo mi nombre de bautismo, Luis Fernando. No soy luterano, soy católico. En general el problema de los luteranos es que piensan que lo que el pecado destruye, destruído está. Entran en un determinismo. El concepto misericordia no lo entienden. Tienen mucha dificultad en salir de la ley. Para ellos el perdón de los pecados no se da en la dimensión que lo vivimos nosotros. Todo depende de lo que hagamos nosotros. Dios no interviene en la historia del hombre.

De todas formas no sé mucho de luteranismo.

Yo leo y releo la carta del Papa y no acabo de encontrar nada en ella que no sea católico.
25/04/16 3:40 PM
  
Bruno
Ramiro:

En primer lugar, gracias por considerarme digno secuaz de "Chaucer, Chesterton, Swift y otros moradores de lo que G.K.C. llamaba la taberna del fin del mundo".Un estupendo elogio que no por ser completamente inmerecido es menos apreciado.

"Sin embargo me encuentro perplejo por la acogida en este medio del reciente documento papal"

Bueno, el artículo no habla en particular de la Exhortación, pero ciertamente es un tema relacionado y, como la verdad no hace acepción de personas, aplíquesele lo que le sea aplicable.

"le dan vueltas y vueltas, es magisterio, no magisterio, cuarto y mitad de magisterio"

En realidad, eso sucede con todos los documentos del magisterio. Es una tarea necesaria, para asignar la categoría adecuada a las diferentes partes de un documento magisterial. Normalmente, es algo que se hace de forma técnica (es decir, lo hacen los teólogos y para otros teólogos), pero en algunas ocasiones el tema salta a la discusión común, por ser especialmente relevante o por otras razones. Nada hay de extraño en eso.

Analizando los argumentos concretos que da sobre el artículo, conviene señalar que olvida por completo el primer argumento del propio artículo, que es fundamental: la postura del card. Kasper etc. es intrínsecamente contradictoria y eso hace que necesariamente sea errónea. En realidad, es un simple contagio del relativismo ambiente, que destruye el intelecto mismo al igual que la postura kasperiana destruye la moral misma.

"Yo soy más viejo que el magisterio sobre el amor y la sexualidad de S. Pablo II y éste es muy rupturista en el lenguaje y en actitudes hacia la tradición teológica y eclesial: habla del cuerpo, la unión de la carne, etc desde una perspectiva que habría horrorizado hace 100 años"

El uso de la categoría "rupturista" no es adecuado. Primero, porque el magisterio, por su propia naturaleza, es lo contrario: la expresión cada vez más profunda de lo revelado y nunca la invención de algo nuevo. En segundo lugar, porque es una categoría demasiado vaga, que permite cualquier cosa. Del mismo modo podría decirse que como Lutero era rupturista al igual que Juan Pablo II, entonces lo de Lutero estaba bien. Eso muestra que la categoría es contraproducente.

La realidad es que el magisterio de todas las épocas usa, en buena parte, la forma de hablar de su tiempo y, además, cada persona concreta que ejerce ese magisterio tiene su propio tono, actitudes, etc. Nada tiene eso de raro. Entre otras cosas porque el tono, las actitudes, etc. no son magisteriales, lo que es magisterial es el contenido. Y el contenido no puede ser "rupturista". El Papa no inventa ni cambia la doctrina, su misión es confirmar en la fe definida de una vez para siempre y no inventar nada nuevo. En ese sentido, el magisterio es algo muy humilde, que señala a la verdad que ha recibido y no es su origen.

En cuanto a Juan Pablo II, nada tiene de "rupturista" hablar del cuerpo y de la unión de la carne como algo bueno. Es tan antiguo como el génesis: Es carne de mi carne y hueso de mis huesos. Serán los dos una sola carne. Juan Pablo II aporta su personal forma de expresar y de profundizar en la enseñanza constante de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad. Que es algo completamente diferente que cambiar esa enseñanza para adecuarla a las modas de la época.

"La tradición disponía que los esposos no podían comulgar si habían consumado el matrimonio (S. Agustín...) por ejemplo, parece que se pensaba que la sexualidad y la carne en el matrimonio no eran sacramento (signo) de salvación"

Hasta donde puedo ver, esto es todo erróneo. La Tradición ciertamente no disponía eso. Puede haber habido opiniones aisladas de algún Padre de la Iglesia o normas disciplinares en algunos momentos, pero eso no constituye la Tradición. Igual que el hecho de que la norma actual sea que hay que ayunar una hora antes de comulgar no significa que la Iglesia piense que es inmoral en sí mismo comulgar después de comer.

La segunda parte de la frase es algo confusa, pero la Iglesia siempre ha considerado la sexualidad como parte fundamental del sacramento del matrimonio, hasta el punto de que un matrimonio sin sexualidad no está consumado (es decir, perfeccionado) y puede ser disuelto. Y más aún, si un esposo sufre una impotencia que le hace incapaz de consumar físicamente el matrimonio, ese matrimonio es nulo. Lo que usted describe es la postura gnóstica, condenada por la Iglesia.

"Su lenguaje es propio de la filosofía personalista y nada escolástico, no hay juridicismo ni casuística"

Su lenguaje es jurídico cuando tiene que serlo. Por ejemplo, en la Familiaris Consortio. Y no hay ningún pontífice en los últimos seis siglos, por lo menos, del que se pueda decir que no es nada escolástico. Como todos los Papas han reconocido, la inmensa aportación de Santo Tomás es algo irrenunciable para la filosofía católica.

"¿Por qué en él es audacia y valentía lo que en este pontífice suscita acusaciones de inconsecuencia o incluso negligencia?"

Porque está usted comparando peras con manzanas. Como ya le he dicho, lo sustancial no es la novedad en el lenguaje, ni la "audacia", ni la "valentía", sino el contenido. El contenido no puede cambiar. Se puede profundizar en él, pero el Magisterio es el custodio de la Tradición, no su dueño ni su inventor. Como he señalado en el artículo, la tesis del card. Kasper, cuya influencia se nota en ocasiones en la parte pastoral de la Exhortación, destruye los principios básicos de la moral católica y, por lo tanto, acaba con esa moral por completo. Eso es algo inadmisible, por muy "audaz" que algunos lo puedan considerar.

"En cuanto a la metáfora juridicista tiene un valor limitado, si Dios aplicara justamente su ley sobre nuestros actos no se salvaría nadie, ya que por nuestros actos no nos salvamos sino por gracia de su Hijo"

En primer lugar, no es una metáfora, sino un ejemplo y una comparación. Todas las cosas comparadas tienen algo en lo que son similar y algo en lo que son diferentes (porque no se pueden comparar las cosas idénticas ni las completamente diferentes). Lo que hay que hacer es determinar si la comparación es adecuada porque se compara lo comparable y determinar también si las diferencias pueden invalidar la comparación como ejemplo apropiado. Si lee con detenimiento el artículo, verá que así lo he hecho en él. Las diferencias, en este caso, lejos de invalidar la comparación lo que hacen es que la tesis sea aún más apropiada al tema tratado que al ejemplo, porque la ley positiva que debe aplicar el juez puede no ser buena, mientras que la moral se identifica con el mismo bien del hombre, así que no puede haber casos en los que no deba aplicarse.

La gracia no consiste en llamar bien al pecado (eso es el luteranismo), sino en regalar el perdón y la salvación al que se arrepiente y se enmienda.

"Por último sé que no hay que alimentar al troll, pero sí es cierto que por su carácter el matrimonio tiene un dinámica natural que el resto de sacramentos no tiene y eso teológicamente no siempre se sabe enseñar"

Si se fija, este troll en particular (que conoce perfectamente la respuesta a su pregunta) no compara el matrimonio con otros sacramentos, sino el adulterio con otros pecados.

Un saludo cordial.
25/04/16 3:54 PM
  
Luis María
Bruno,

Yo estoy de acuerdo en que existe una tiranía de los casos particulares. Esto se ve muy bien en la introducción del aborto en todos los países, en la historia de la LGBT, gender, ley del divorcio, eutanasia, manipulación genética, etc. Por historias particulares bien propagadas en todos los medios, se está generando una nueva legislación en la que el mal es bien de consecuencias imprevisibles, pero que sin duda llevarán a Occidente a la catástrofe.

Lo que yo no veo es esto en la carta del Papa; no se está hablando de una nueva moral, sino de atender a los casos que quieren acercarse a la Iglesia.
25/04/16 4:06 PM
  
Ikari
Hasta ahora el documento preferido de este Magisterio es Lumen Fidei.
25/04/16 4:43 PM
  
Cos
Bruno M.

Por supuesto, esto implica que mis condenas o absoluciones no pueden ser recurridas, porque ¿en base a qué se recurrirían?
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En realidad no estaríamos ante la dictadura del juez porque el juez emite su veredicto en el marco y movido por un conjunto de circunstancias especificas y particularísimas. Esto, en si, no es privativo del ejercicio de la prevaricación o de hacerle caer reo de un error inculposo, Da pie a la interposición de recurso. Una de las partes implicadas en el proceso puede decir simplemente "la sentencia es injusta" o "no es aplicada a derecho" y ¿quien se lo rebate? El problema es que el tribunal que haya de revisar la sentencia o el proceso también es partícipe de la misma circunstancia. Y así ad infinitum y ad nauseam. Por supuesto, una jurisprudencia unificada sería imposible y el teatro de la justicia se convertiría en un gallinero en el que las gallinas estarían comprometidas en función de si tienen una infección en la uña o de si van a poner un huevo.

Conclusión: Una vez mas quien pone el dedo en la llaga, siempre fiel a la sana doctrina disociativa e indeliberada, es don Higinio Fernandez; luz del buenrollismo, espada de la alegría y martillo de la catacumba folclórica :).
25/04/16 4:59 PM
  
Juan Carlos
Soy divorciado y vuelto a casar. Voy a Misa los Domingos y no comulgo porque es un sacrilegio. El Domingo pasado se cayó una Sagrada Forma de la mano de uno que comulgaba, el sacerdote la recogió, la comulgó, y siguió repartiendo la comunión. Yo, que estaba en el segundo banco, vi que quedaba en el suelo una partícula casi invisible. Me acordé de la parábola de los perros que comen las migajas, y al final de la Misa la recogí con mi dedo meñique humedecido y comulgúe. ¿Hice bien, o debería haber dejado en el suelo esa partícula casi invisible?
25/04/16 5:16 PM
  
Raúl de Argentina
Es interesante que después de todas las idas y venidas con el "¿ quién soy yo para juzgar ?" se les pida a los pastores, justamente, JUZGAR. Porque el famoso "discernimiento" que pretende entrar en la subjetividad, atenuantes, motivos, etc a fin de determinar si un pecado objetivamente mortal no lo es por causa de aquellos atenuantes, OBVIAMENTE podría determinar lo contrario, es decir QUE SI ES UN PECADO MORTAL. Es decir, el sacerdote estaría diciendo implícitamente: Si te mueres ahora TE VAS AL INFIERNO, porque vista tu subjetividad, posibles atenuantes, motivos, etc, resulta que no los hay o no son suficientes y lo tuyo es un PECADO MORTAL HECHO Y DERECHO. ¡ Guau ! ¡ Eso sí que es juzgar ! Parece mucho mejor decir: Mira, objetivamente lo que haces es un pecado grave. Yo no puedo (sólo Dios puede) juzgar todas las circunstancias, motivos y atenuantes. Pero no comulgues, porque hacerlo podría hacer aún peor las cosas. Vamos a ir trabajando para que puedas dejar de hacer lo que estás haciendo y arrepentirte de ello. Y entonces sí podrás comulgar en paz.
25/04/16 5:28 PM
  
Palas Atenea
Buen planteamiento el tuyo, Juan Carlos, tan bueno que parece sacado de una novela de Graham Greene o de Evelyn Waugh, lo digo por seguir en el mundo propuesto por la singular figura del P. Longshanks.

Sr. Higinio, Don Fernández: Créame usía que su sabiduría me está llevando a cotas de auténtico pasmo reverencial. Le beso a usted la mano.
25/04/16 5:43 PM
  
Néstor
Excelente, Padre ! :)

Saludos cordiales.
25/04/16 5:45 PM
  
Luis Fernando
Luis María, no es que no sepas mucho del luteranismo. Es que leyendo lo que dices de ellos queda claro que no sabes nada. Y es curioso, porque tu discurso es eminentemente luterano. En todo caso, te repito mi idea. La única forma que tenemos de ser instrumentos de la salvación de otros es predicarles la verdad completa. Por gracia pueden y deben reconocer sus pecados. Por gracia pueden y deben arrepentirse de los mismos. Por gracia pueden y deben desear no volver a pecar más. Y por gracia recibirán la capacidad de liberarse de ellos. Pero no podrán salvarse si, una vez que reciben la verdad, la rechazan y siguen viviendo en pecado mortal.

Eso es catolicismo.
25/04/16 5:45 PM
  
Bruno
Juan Carlos:

"¿Hice bien, o debería haber dejado en el suelo esa partícula casi invisible?"

No sé si lo pregunta en serio. Si lo está diciendo en serio, la respuesta es evidente: si no debe comulgar, no debe comulgar. Y haciéndolo, en principio, comete un sacrilegio, como usted mismo dice.

Eso no quiere decir que deba dejar una partícula consagrada en el suelo, si la ve. Lo que debe hacer es decírselo a un sacerdote para que la recoja o, si eso no es posible, recogerla usted y dársela al sacerdote.

En su caso, la aplicación de los perros que recogen las migajas está en la Palabra de Dios, que usted puede y debe recoger en la celebración de la Misa y que le ayudará a convertirse y hacer la Voluntad de Dios, para ser santo, que es lo que Dios quiere de usted (y de mí).

Ánimo, Dios puede hacer lo que para nosotros es imposible.
25/04/16 5:56 PM
  
Luis Fernando
Ramiro:
... si Dios aplicara justamente su ley sobre nuestros actos no se salvaría nadie, ya que por nuestros actos no nos salvamos sino por gracia de su Hijo


Leche, otra vez Lutero... empieza a parecer una plaga.

Pero, vamos a ver, ¿quién os ha metido en la cabeza de que nuestros actos, nuestras obras, no tienen nada que ver con nuestra salvación?

Pero si vamos a ser juzgados precisamente POR NUESTRAS OBRAS.

Lo dijo Jesucristo:
Jn 5,28-29
No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.

Incluso San Pablo lo tiene mucho más claro de lo que el propio Lutero creía:
Romanos 2,6-10
... el cual (Dios) pagará a cada uno según sus obras: vida eterna a quienes, perseverando en el bien, buscan gloria, honor e incorrupción; ira y cólera a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia.
Tribulación y angustia sobre todo ser humano que haga el mal, primero sobre el judío, pero también sobre el griego; gloria, honor y paz para todo el que haga el bien, primero para el judío, pero también para el griego;

La clave es que entender que sin la gracia de Dios es IMPOSIBLE hacer las obras que nos justifican. La clave es entender que Dios es CAUSA primera de que hagamos esas obras. O sea, que Él es quien produce en nosotros tanto el querer como el obrar, conforme a su voluntad (Fil 2,13). Pero ciertamente nosotros somos causa segunda, subordinada, que obramos esas obras. Y si no las obramos, nos condenamos.

El drama de Lutero es que pensaba que la gracia no era capaz de transformar de verdad al hombre, de tal manera que se quedaba igual de esclavo del pecado tras la conversión, bastándole solo el creer en Cristo. O sea, el solafideísmo forense herético.
25/04/16 6:19 PM
  
Luis María
Luis Fernando lo suyo será catolicismo y yo no lo dudo. Pero yo me he educado en la Iglesia (ya mayorcito) con personas que han estado en total comunión con Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora con Francisco.

Vd. a lo mejor me llama luterano porque he leído las escrituras y las leo según la interpretación de la Iglesia y de los santos padres. Quizás porque no soy preconciliar. Quizás porque me han enseñado que no es bonito utilizar el catecismo para corregir al próximo y me han recomendado que lo utilice mejor para mí solito (que bastante falta me hace). Puede que a Vd. le parezca luterano que me hayan enseñado que ser cristiano es tener la naturaleza de Cristo, que al final el cristiano es otro Cristo que se deja destruir por sus enemigos, que ama como amó él. Si todo esto es luterano, dígaselo a los papas antes reseñados.

Yo no me imagino a Cristo (ni lo veo en el Evangelio), con tantas finezas teológicas cuando se encuentra con un pecador. Ni con la mujer adúltera, ni con Zaqueo el publicano, ni con el centurión de Galilea, ni con la que le lavó los pies, ni con Pedro, ni con los hijos de Zebedeo, ni siquiera con Judas. Sí, en cambio, mostró cierta dureza y palabras bastante fuertes, con los que se sentían propietarios de doctrina y le acusaban constantemente de profanar sábados, comer en casa de pecadores, etc. Si Jesucristo comió en casa de pecadores, con más razón podrá hacerlo el Papa que es sin duda un gran pecador. Y detrás de él vamos los demás.

Además no se meta Vd. conmigo, porque lo único que intento es defender al Papa, que quiere poner en práctica Concilio Vaticano II.

Yo no soy de izquierdas. No soy amoral. Soy un pecador, sí. Y un torpe aprendiz de cristiano en el seno de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Así que p.f. tenga piedad de mí, que soy sólo un pobre hermano.

Es cierto que en casi todos los seminarios católicos del mundo, los curas aprenden con muchos libros escritos por luteranos. El mismo papa Benedicto, en sus libros sobre Jesús publicados y escritos cuando ya era papa, cita muchos autores de esa iglesia protestante. Es que desde hace 60 años la relación con la Iglesia de Lutero ya no es tan cerrada como lo era antes. Así, si sobre un tema ellos han estudiado más; o simplemente, si ellos han estudiado y nosotros no, sacamos provecho y damos un pasito hacia la unión de las iglesias cristianas, escuchándolos.

Un saludo y p.f. rece por mí
25/04/16 8:02 PM
  
Ramiro
Don Luis Fernando:
Recordar la fuerza de la gracia en nuestras vidas no es luteranismo, es poner en valor que nuestra vida no está en nuestras manos, sino que es don y gracia, redención. Seremos juzgados por nuestras obras pero no redimidos por nuestras obras. Sólo ha habido un sacrificio cósmico de redención, un kairós: Cristo. El lenguaje aristotélico de las cuatro causas aquí, pese a nuestra tradición aristotélica sólo tiende a mostrar el deficit del lenguaje humano y no es ni aplicable ni inteligible al hombre contemporáneo. Es un lenguaje aplicable a una visión materialista del universo que los griegos intuyeron en su época, un universo autosuficiente, eterno y no creado donde las acciones y reacciones forman un todo inmanente. El lenguaje del evangelio rompe eso, pese a que los autores medievales tuvieran que emplear ese lenguaje ya que era la lingua franca de la ciencia de su época, hoy sólo lo mantenemos en teología y con el escaso éxito que cosechamos. Nadie hablaría hoy de la substancia de la crisis económica o de la causa final del sufrimiento humano o de la causa segunda de la inteligencia artificial.
Puedo entender que la polémica de la gracia, que ya no divide a las iglesias católica y a las congregaciones reformadas, esté presente en historias personales concretas pero el texto y mi comentario intentan poner el acento no en el tema de la gracia, sino en si el lenguaje jurídico es el mejor lenguaje para expresar la obra de redención y nuestra relación con Dios como se planteaba en el artículo. En la Edad Media S. Anselmo pensó que sí y redujo la encarnación a una gran satisfacción jurídica como si Dios fuera un señor feudal agraviado por unos siervos felones. No me imagino a S. Juan Pablo II empleando ese lenguaje, creo que convendrá en eso conmigo, ése era el tema del post en el que sin embargo no ha entrado; si el lenguaje de nuestro Papa Santo era compatible con el del actual Pontífice. Ésa era mi preocupación tal y como intenté manifestarla.
Coincido con usted en la valoración dramática de la respuesta de Lutero pero en esta ocasión creo que debería apagar el detector de solafideísmos y ceñirse a la línea del post. Con la sonrisa a la que el artículo de D. Bruno nos invita también le agradezco su tarea constante de atención y moderación en este portal que, esa sí es causa primerísima del número de lectores de infocatólica.com. un saludo en la fe.
25/04/16 8:33 PM
  
Luis Fernando
Ramiro, esto enseña Trento:

CAN. XXVI. Si alguno dijere, que los justos por las buenas obras que hayan hecho según Dios, no deben aguardar ni esperar de Dios retribución eterna por su misericordia, y méritos de Jesucristo, si perseveraren hasta la muerte obrando bien, y observando los mandamientos divinos; sea excomulgado.

Bien simple.

Aunque más simple es lo que enseña la Escritura:
Stg 2,24
Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe.

Y por cierto, no creo que al hombre moderno le cueste entender que Dios es la causa primera de la salvación y el hombre redimido es causa segunda subordinada. No hace falta acudir a un lenguaje muy técnico para explicar tal cosa.

Ah, y ni que decir tiene que el sacrificio expiatorio de Cristo que paga en la cruz la deuda que hemos contraído con nuestros pecados -"sin derramamiento de sangre, no hay perdón de pecados"- no es un invento de San Anselmo. Está en la Escritura y en la Tradición. Otra cosa es que, evidentemente, la redención no se limite solo a ese aspecto.
25/04/16 9:18 PM
  
Luis Fernando
Respecto a recordar la fuerza de la gracia... le digo que no encontrará usted, ni de lejos, un portal católico donde se predique por escrito tanto y tan bien sobre ese tema. Pero no se nos ocurre decir que las obras no tienen nada que ver con la justificación y la salvación. Precisamente porque sabemos que la gracia capacita para hacer esas obras.
25/04/16 9:19 PM
  
Juan Mariner
Bruno, le haré una pregunta. El divorcio en los países de cultura católica no es una "cosa nueva" (en España sí). Un tío abuelo mío emigrante en los primeros años del siglo XX a Francia, se casó con una francesa, tuco dos hijos y durante los años veinte ya se divorció (no sentó nada bien al resto de familia una vez lo supieron) para casarse con otra francesa.

¿Por qué "ahora" este cuento de dar la Comunión a los divorciados vueltos a casar (o como sea que estén) en la agenda de la jerarquía, y no hace diez años o hace veinte o hace treinta o cuarenta años? (tras el Concilio Vaticano II ya se podía plantear con cierta libertad y sin demasiado escándalo).

Los defensores de la Comunión de los divorciados vueltos a casar podían orientar a éstos a acudir a las iglesias anglicanas y no tocar las narices cada día para introducir otros cambios que intuyo pro donde van...
25/04/16 9:19 PM
  
Luis Fernando
Luis María, dejemos a Lutero a un lado. ¿Está usted de acuerdo con esto?:

La única forma que tenemos de ser instrumentos de la salvación de otros es predicarles la verdad completa. Por gracia pueden y deben reconocer sus pecados. Por gracia pueden y deben arrepentirse de los mismos. Por gracia pueden y deben desear no volver a pecar más. Y por gracia recibirán la capacidad de liberarse de ellos. Pero no podrán salvarse si, una vez que reciben la verdad, la rechazan y siguen viviendo en pecado mortal.

¿Sí o no?
25/04/16 9:21 PM
  
Teologo
A Ramiro, lo de las cuatro causas es algo que hay que comprender, y precisamente la cosmovision actual a partir de la qft (quantum field theory) muestra que la informacion es irreductible a la energia, lo cual nos lleva a un paradigma dual, forma materia, aunque la terminologia sea diversa. Es el materialismo mecanicista el que reduce las causas a mera eficiencia y en ultima instancia a leyes deterministas, pero ahi no cabe un Dios trascendente. Respecto a la sustancia por supuesto se puede eliminar la distincion sustancia accidentes, pero sabiendo que se elimina la predicacion per se y per accidens, y consiguientemente la modalidad necesario posible; los neopositivistas logicos como Quine lo hicieron, pero entonces olvidese de fundamentar la dignidad de la persona. Por otra parte Dios es la unica causa primera, por lo cual la causa de la inteligencia artificial siempre sera causa segunda. Otra cosa es que no se acepte un Dios trascendente, es decir, el primer versiculo del Genesis. Y lo de la acusacion a san Anselmo como latiguillo de manual setentero bien, pero si se leen sus textos completos, se entiende lo que quiere decir, pues el problema de fomdo es la cuestion de la reparacion necesaria (en lo que tuvo que ser matizado) no el que se use termimologia juridica o de otro tipo, y le recuerdo que es la misma Escritura la que emplea la terminologia juridica...
25/04/16 9:27 PM
  
Ramiro
Don Bruno: gracias por haber hecho "fisking" -creo que así lo llaman vds. los bloggers- con mi post. Lo grande de la libertad cristiana es la caridad que preside el disenso entre hermanos. No deseo abusar de su atención sólo unas precisiones en el mismo tono chestertoniano:
1. Cuando aplico al magisterio de S. J. P. II el término "rupturista" me refiero a ruptura en el lenguaje, no en la fe. Su lenguaje para los que tenemos cierta edad fue una conmoción en su época y no se podría homologar al de sus antecesores de principios de siglo como un Benedicto xv que aún valoraba en 1919 que una mujer podía negarse a una cópula pecaminosa con su marido apelando al derecho del súbdito a rebelarse contra un gobernante tiránico (dz 2239 cito de memoria). Claramente no es otra fe pero sí otro lenguaje y en ese sentido otra teo-logía que rompe con otro lenguaje y con otra teología no con la fe. Quizás el término ruptura no sea feliz pero el continuísmo a ultranza aquí enmascararía el sentido.
2. Me referí a la tradición de rechazar el contacto carnal ante la comunión al asociar puritanamente sexo y pecaminosidad, usé tradición y usted me recalcó Tradición -con mayúscula- acepto muy gustoso su fraterna corrección al distinguirlas. Sin embargo reconoceremos que en materia de sexualidad nuestra pastoral tiene más en el debe que en el haber, si no fuera así el magisterio de S. J. P. II no sería novedoso y los creyentes hemos estado expuestos a "tradiciones" con minúsculas que privilegiaban el celibato sobre el matrimonio, ya que consideraban a éste incompatible con la castidad, cosa que el santo polaco rebatirá en sus catequesis del amor humano sin descanso.
3. Y por último, la insistencia en leyes generales sobre la casuística es algo propio del derecho romano, aquí le haré un "argumentum britannicum" al recordarle que en la tradición jurídica anglosajona se opera al revés, es la casuística la que ilumina las fuentes del derecho. Quizás nos pesa una tradición demasiado juridicista y demasiado romana, no de la Roma cristiana, sino de la otra.
Un abrazo agradecido en la fe.
25/04/16 9:32 PM
  
luis
"tradiciones" con minúsculas que privilegiaban el celibato sobre el matrimonio, ya que consideraban a éste incompatible con la castidad, cosa que el santo polaco rebatirá"

Cuándo, por el amor de Dios se consideró incompatible el matrimonio con la castidad. Basta de hacer hombres de paja. [Juan Pablo II] no rebatió nada, porque nadie sostenía esa estupidez en el siglo XX.
25/04/16 9:42 PM
  
luis
Por lo menos en la Iglesia católica. Desgraciadamente, el método [...] es tomar todas las leyendas urbanas anticatólicas y hombres de paja y atacarlos. Así es como ha encontrado curas que se niegan a bautizar niños nacidos de solteras en Buenos Aires, especie desconocida para todos nosotros. O misteriosas "excomuniones" a divorciados, jamás pronunciadas, que rápidamente "rebate" cuando nadie ha dicho que existieran. O sacerdotes empepinados en vinagre que convierten los confesionarios en salas de tortura propias de la KGB.
25/04/16 9:48 PM
  
Luis Fernando
¿Qué más jurídico que esto?

Col 2,13,14
Y a vosotros, que estabais muertos por vuestros pecados y la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó con él. Canceló la nota de cargo que nos condenaba con sus cláusulas contrarias a nosotros; la quitó de en medio, clavándola en la cruz...

San Pablo sabía muy bien que estaba usando un lenguaje eminentemente jurídico en ese pasaje.
25/04/16 9:49 PM
  
Bruno
Juan Mariner:

Buena pregunta. A mi juicio, especialmente en el caso de teólogos/obispos centroeuropeos, hay un claro deseo de acabar con toda la moral católica (o diluirla hasta hacerla "inofensiva"), de manera que lo de la comunión y los divorciados es sólo la punta del iceberg y la parte menos importante del mismo. Por supuesto, cabe suponer que ese deseo no es consciente en la mayoría de ellos, pero a mí me resulta indudable que existe, tanto por experiencia propia como por el análisis de lo sucedido en los últimos años.

Ese deseo se debe a varios factores, entre los que (tristemente) se encuentra el incumplimiento habitual del celibato entre una parte significativa del clero germano, que supone una tensión insoportable entre moral y vida, y que si no se resuelve por conversión tiende a resolverse por rechazo general de la moral. También influye que la sociedad centroeuropea nos lleva años de "ventaja" en la aceptación de todo tipo de prácticas sexuales desordenadas y que sus sacerdotes y teólogos son reflejo de esa sociedad. Finalmente, yo añadiría como factores adicionales la influencia del pensamiento idealista y liberal de base protestante, el complejo antirromano germano y la crisis general de la autoridad en Alemania y Austria (y en menor medida en otros países) tras las dos Guerras Mundiales.

Esto explica que las propuestas referidas al divorcio, etc. siempre conlleven principios que destruirían por completo la moral católica si se aplicasen.
25/04/16 9:53 PM
  
Palas Atenea
Luis: Por Dios, elimina el mal gusto de algunas expresiones.
25/04/16 9:55 PM
  
Luis Fernando
Lo que ha dicho Bruno en el anterior comentario lo dijo el cardenal Pell en el 2014:

Cardenal Pell: «la comunión para los divorciados vueltos a casar es solo la punta del iceberg, el caballo de Troya»
25/04/16 10:11 PM
  
Bruno
Ramiro:

Me hace ilusión lo de "fisking", porque a menudo lo he leído aplicado a lo que hacían blogueros norteamericanos pero sin imaginar, por alguna razón, que podía referirse también a los análisis que hago de argumentos presentados.

"Lo grande de la libertad cristiana es la caridad que preside el disenso entre hermanos"

In omnia charitas. Dicho eso, no creo que "disenso" sea el término correcto. Entre católicos, puede haber diferencias sobre temas prudenciales o abiertos, pero no propiamente disenso doctrinal

"1. Cuando aplico al magisterio de S. J. P. II el término "rupturista" me refiero a ruptura en el lenguaje, no en la fe. Su lenguaje para los que tenemos cierta edad fue una conmoción en su época y no se podría homologar al de sus antecesores de principios de siglo como un Benedicto xv que aún valoraba en 1919 que una mujer podía negarse a una cópula pecaminosa con su marido apelando al derecho del súbdito a rebelarse contra un gobernante tiránico (dz 2239 cito de memoria). Claramente no es otra fe pero sí otro lenguaje y en ese sentido otra teo-logía que rompe con otro lenguaje y con otra teología no con la fe. Quizás el término ruptura no sea feliz pero el continuísmo a ultranza aquí enmascararía el sentido"

Creo que encontramos aquí el mismo problema que antes. Teo-logía no es propiamente hablar de Dios, sino razonar sobre Dios, saber sobre Dios. Los diferentes lenguajes (ya sean geográficamente diferentes o cronológicamente diferentes) no implican contenidos sustancialmente diferentes. Y esa es la distinción importantes: el lenguaje puede ser diferente, la profundización puede ser mayor o menor, pero el contenido debe ser el mismo. De otro modo, ya no hablamos de catolicismo, sino de otra cosa.

Poner como ejemplo a Benedicto XV no es muy afortunado, porque la comparación que hace ese Papa tendría la misma validez hoy en día: la pugna en casos concretos entre lo que aparentemente pide el deber de estado y la obligación moral de no realizar nunca acciones pecaminosas. Igualmente podría ponerse como ejemplo a los militares nazis con el exterminio de judíos o a los aviadores norteamericanos que lanzaron la bomba. O, si se quiere ser más moderno, a los políticos cuya lealtad al partido no justifica el voto a favor de leyes inmorales. Los ejemplos son de épocas distintas, pero el principio es el mismo, que es lo que importa.

Es como los cuadros renacentistas que mostraban a Jesús y a los apóstoles con ropajes del siglo XVI: es algo que no tiene nada de malo, porque lo sustancial que se transmite es correcto. En cambio, un cuadro que representara a Cristo adorando a Osiris sería una abominación, por mucho que los ropajes fueran exactamente los de Palestina en el siglo I.

"los creyentes hemos estado expuestos a "tradiciones" con minúsculas que privilegiaban el celibato sobre el matrimonio"

Eso no son "tradiciones". Es la doctrina constante de la Iglesia. Ya Joviniano fue condenado en el siglo V por el error contrario. Y puede encontrar esa doctrina por todas partes, desde San Pablo a la Familiaris Consortio de Juan Pablo II, pasando por la Sacra Virginitas de Pío XII, los Padres de la Iglesia o el Concilio de Trento.

"ya que consideraban a éste incompatible con la castidad, cosa que el santo polaco rebatirá en sus catequesis del amor humano sin descanso"

Eso es una leyenda urbana. Ahora es cuando la gente piensa que la castidad es lo mismo que la continencia. La Iglesia siempre ha enseñado que los casados, como todos, están llamados a la castidad, cumpliendo cada uno los deberes de su estado. Y eso, para los casados, incluye las relaciones maritales.

Algo muy diferente es la castidad perfecta (por el Reino de los Cielos), que es la castidad escatológica, tal como todos la viviremos en el cielo.

"Y por último, la insistencia en leyes generales sobre la casuística es algo propio del derecho romano, aquí le haré un "argumentum britannicum" al recordarle que en la tradición jurídica anglosajona se opera al revés, es la casuística la que ilumina las fuentes del derecho. Quizás nos pesa una tradición demasiado juridicista y demasiado romana, no de la Roma cristiana, sino de la otra"

Vuelve a caer, creo, en el mismo error. Como ya señalé en el artículo, una cosa es la ley positiva y otra muy diferente la ley moral/natural. En esta última, la ley se identifica con el bien ser humano. No tiene sentido hablar de fuentes del derecho, juridicismo, etc. Eso puede utilizarse para hablar de derecho canónico (es decir, la ley positiva de la Iglesia), pero no de la ley moral.
25/04/16 10:22 PM
  
Gregory
Pienso que es más fácil medir a todos por la misma medida que para un párroco acompañar a cada feligrés en sus situación sirviendo le de acompañante espiritual. Los casos los abordo uno por uno eso si en comunión con la Iglesia con misericordia pero con apego a la verdad de lo contrario no ejerceré mi ministerio bien.
25/04/16 11:39 PM
  
Rafa Torres
Para Luis María, con todas mis simpatías, me viene esto a la cabeza:
Cuando los fariseos acusaban a Jesús por hacer en sábado lo que estaba prohibido, ¿qué hacían, sino defender la recta doctrina?
25/04/16 11:44 PM
  
Luis María
Luis Fernando:

La verdad completa es que Cristo ha muerto por nuestros pecados, que ha resucitado y que está sentado a la derecha de Dios. El que cree esto con recta intención, el que experimenta gratuitamente el amor de Dios, llegará, con ayuda de la Iglesia, a la verdad completa. El catecismo puede servir para llegar a la verdad completa que es Cristo, pero también se puede utilizar como un ladrillo para arrojar al otro. Es sólo un instrumento para ayuda de la Iglesia. No es ni el fundamento ni el fin. Pero es muy bueno.

El Papa habla de salir a la calle, de no quedarnos en casa protegidos, de no hacer de la Iglesia un club. Este es el sentido que yo veo en todos sus escritos. Está limpiando el Vaticano de muchas corrupciones y de protocolos anquilosados. Hace hablar a la Iglesia con total libertad porque hay murmuraciones que tienen que salir porque ocultas hacen mucho daño. Pone en primer lugar el anuncio del kerigma para hacer llegar a Cristo al hombre. Defiende valientemente la Iglesia de los ataques del relativismo. No cede a lo políticamente correcto. Respeta la doctrina moral de la Iglesia y la defiende con agudeza, pero no se parapeta detrás de ella. A veces es precipitado y mete la pata, y no pasa nada porque es sólo un hombre. Yo pienso que es cristiano, porque es perseguido. Por los tradicionalistas y por los progres de la Iglesia. Es cierto que el mundo intenta manipularlo, pero el muchas veces le da la vuelta a todo y hace llegar el mensaje de Cristo donde de otra forma no hubiera llegado.

La misión del cristiano es, obediente al obispo, hacer llegar el evangelio a los alejados. Necesitamos convertirnos. Santa Teresa hizo más por la Iglesia que cientos de teólogos. La Iglesia del futuro no será institucional sino clandestina. Saldrá de las iglesias y se celebrará en las casas. Lo que vemos en Occidente sólo está arrancando; todos los poderes del mundo son rabiosamente anticristianos. Y ya me callo.
25/04/16 11:58 PM
  
Luis María
Rafa Torres,

Defendían la recta doctrina sin ninguna duda. Los fariseos no eran malos, pero se olvidaban de la misión esencial de Israel, hacer presente a Dios en la historia. Esto es porque se habían parapetado detrás de un cúmulo de tradiciones y habían olvidado lo fundamental, el amor y la misericordia.
26/04/16 12:03 AM
  
José Carlos
Las circunstancias no pueden hacer bueno un acto intrínsecamente malo. Eso está claro.

Pero también es verdad que el incumpliendo de la ley moral en materia grave, pero sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento no constituye un pecado mortal. (Cf. Catecismo 1682 y 1857)

El Papa viene a decir que si un sujeto, aun conociendo bien la norma, no comprende los valores inherentes a la norma, falta el pleno conocimiento.

O si está en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente, falta el entero consentimiento.

En esas circunstancias, sin pleno conociendo o sin entero consentimiento, no hay pecado mortal.
26/04/16 12:47 AM
  
Rafa Torres
Hola Luis María, gracias por la respuesta.
Coincido contigo en lo que indicas: fariseos parapetados tras un cúmulo de tradiciones...
Hoy día también hay creyentes (católicos incluso) que siguen - y "exigen" que se siga - la ley al pie de la letra...
26/04/16 12:47 AM
  
Palas Atenea
Rafa: Pues ya me dirás que parte de la ley podemos seguir al pie de la letra y cuál no, porque si aboliéramos la ley por completo seguramente no estarías de acuerdo. ¿O sí? Me interesaría saber dónde vive alguien que piense como tú-o tú mismo- para hacer una saludable excepción con respecto al 7º Mandamiento.
26/04/16 12:58 AM
  
Rafa Torres
Del catecismo:
2408 El séptimo mandamiento prohíbe el robo, es decir, la usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su dueño. No hay robo si el consentimiento puede ser presumido o si el rechazo es contrario a la razón y al destino universal de los bienes. Es el caso de la necesidad urgente y evidente en que el único medio de remediar las necesidades inmediatas y esenciales (alimento, vivienda, vestido...) es disponer y usar de los bienes ajenos.

... pero no diré dónde vivo... :-)
26/04/16 1:06 AM
  
Luis Fernando
Luis María:
La verdad completa es que Cristo ha muerto por nuestros pecados, que ha resucitado y que está sentado a la derecha de Dios. El que cree esto con recta intención, el que experimenta gratuitamente el amor de Dios, llegará, con ayuda de la Iglesia, a la verdad completa.

LF:
Yo no estoy hablando de lo que hace o deja de hacer este Papa sino de la fe católica. No basta con creer en Cristo. Lo dijo Cristo:

Luc 6:46
¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no HACÉIS lo que digo?

Por mucho que digamos creer en Cristo, si no obramos conforme a su voluntad, si vivimos en pecado mortal, nos ponemos al borde de la condenación. Se puede experimentar el amor de Dios... y dejar de lado a Dios. Ha pasado en multitud de ocasiones. Sigue pasando. El solafideísmo no es catolicismo. Vuelvo a citar Trento:

CAN. IX. Si alguno dijere, que el pecador se justifica con sola la fe, entendiendo que no se requiere otra cosa alguna que coopere a conseguir la gracia de la justificación; y que de ningún modo es necesario que se prepare y disponga con el movimiento de su voluntad; sea excomulgado.

CAN. XXXII. Si alguno dijere, que las buenas obras del hombre justificado de tal modo son dones de Dios, que no son también méritos buenos del mismo justo; o que este mismo justificado por las buenas obras que hace con la gracia de Dios, y méritos de Jesucristo, de quien es miembro vivo, no merece en realidad aumento de gracia, la vida eterna, ni la consecución de la gloria si muere en gracia, como ni tampoco el aumento de la gloria; sea excomulgado.

Dices que necesitamos convertirnos. Bien, pues en eso consiste todo. Sin conversión, no hay salvación.
26/04/16 8:30 AM
  
Palas Atenea
Rafa: Pues mira a mi me interesaría la casuística sobre ese tema en concreto más que sobre otros mandamientos. Creo que la flexibilidad debería afectar a todos ellos. ¿Por qué somos tan remisos de perdonar a los ladrones, por ejemplo? ¿por qué dejamos ese mandamiento tal cual y no vemos la necesidad de extender la misericordia a los cacos? ¿por qué los cerrojos detrás de las puertas?
Alguien ha ido más allá del mismo mandamiento estableciendo la sacralidad de la propiedad privada-discutiendo como discuten la sacralidad del matrimonio- y en eso todo el mundo se ha puesto de acuerdo: la derecha, la izquierda, los jóvenes, los viejos, los mediopensionistas, los mileuristas y los ricos. Lo mío es mío y nadie me lo quita. El único mandamiento que nadie quiere flexibilizar. ¡Tiene narices!
26/04/16 8:52 AM
  
Luis María
Luis Fernando

Sí pero el Evangelio no habla de una ley escrita. Cuando habla del juicio dice:

Cuándo te dimos de comer, de beber, te dimos vestido?

O sea que nosotros no sabemos cuales son las buenas obras que Dios quiere para nosotros. No sabemos que sean buenas obras ni después de hechas.

Es fácil que creamos que cumplimos los mandamientos que no hacemos pecados mortales, que nos confesamos de nuestras faltitas, y el día del juicio:

Porque tuve hambre y no me distéis de comer...

Ser cristiano no es cumplir el catecismo. Y es doctrina (enseñanza) católica.
26/04/16 9:01 AM
  
Luis María
Si nos vamos a Trento la hemos liado!
26/04/16 9:03 AM
  
Bruno
Estimado Luis María (¡buen nombre!):

Lo que estas diciendo es fruto de la ignorancia. Mezclas cosas buenas con tonterías. No pasa nada por no saber, pero cuando uno no sabe, lo que debe hacer es escuchar y aprender. Desde luego, no debe decir lo primero que se le pasa por la cabeza como si fuera Palabra de Dios.

El catecismo no se "cumple", se cree. Y sí, ser cristiano incluye creer la enseñanza de la Iglesia contenida en el catecismo. Si rechazas creerla, no eres católico, porque no tienes la fe católica.

Del mismo modo, cuanto alguien te muestra lo que Trento definió como dogma de fe, lo único que puede hacer un católico es aceptarlo, porque si no, no es católico, porque no tiene la fe católica.

La ley moral no es una ley escrita, sino una ley inscrita en el corazón del hombre por el mismo Dios. La Iglesia lo único que hace es mostrarla y explicarla. Y sí, es necesario cumplir la ley divina, con la gracia de Dios, para salvarse.

Lo fundamental es el amor y la misericordia, pero ese amor y esa misericordia son falsos si vulneran la ley moral que Dios puso en la naturaleza humana.

Nada tienen que ver las tradiciones de los fariseos con la Tradición de la Iglesia (que eran meras tradiciones humanas, recogidas actualmente en el Talmud y la Misná, y no la "recta doctrina"), que es fuente de la revelación de Dios, al mismo nivel que la Escritura.

Y así un largo etcétera.

Todo eso nada le quita al kerigma, al amor o a la gracia. Es más, son parte necesaria del kerigma, el amor y la gracia.

La humildad empieza por reconocer que uno no sabe. Así es como se puede aprender. Esto es importante, para que no te canses en vano.

Un saludo cordial.
26/04/16 11:47 AM
  
Luis Fernando
Luis María:
Si nos vamos a Trento la hemos liado!

Luis Fernando:
Si rechazas Trento, rechazas la fe católica. Tú mismo. No tengo más que decir.
26/04/16 12:45 PM
  
Palas Atenea
Luis Mª: Tu problema es formativo, lamento decírtelo:
1) El Papa Benedicto XVI efectivamente cita a teólogos luteranos, como dita a rabinos o a teólogos ortodoxos, porque él sabe lo que estas personas dijeron que puede servirnos y lo que no. Un hereje puede estar equivocado en una sola cosa, como decía Chesterton. El padre Castellani también hace eso, lo mismo que casi todos los teólogos.
2) Tu conocimiento del Evangelio es bastante literal y lo que no pone lo deduces, como cuando, en otro blog dices que el joven rico era fariseo porque crees que todo el pueblo de Israel estaba adscrito a cuatro sectas y, si era rico, por narices tenía que ser fariseo.
3) Ahora citas el Concilio de Trento y ya me gustaría saber qué es para ti ese Concilio.
Desgraciadamente, y a pesar del derrape neuronal de la situación presente, todavía hay que tener un mínimo rigor.
Yo haría caso a los consejos de Bruno.
26/04/16 1:59 PM
  
Luis María
Bruno, te agradezco que me tutees como a un hermano, pues lo soy en Cristo.

La verdad más grande que hasta ahora te he leído (y has dicho muchas) es que soy un grandísimo ignorante. Lo reconozco, lo soy.

En las antiguedades hebreas de Josefo y también en las guerras de los judíos (esto va para Palas), es de donde saco extractadísimo y segiramente mal, lo de las sectas o tendencias judías. Josefo era un gran sinvergüenza, como todo el mundo sabe, que traicionó a su pueblo. Fue un gran lider celota, antes de pactar con los romanos. De todas formas preguntad por ahí con algún experto en judaísmo del siglo I el tema.

Mi ignorancia se fundamenta en que siempre he preferido la fuente original sobre los concienzudos comentarios. Así yo disfruto con la Biblia, los primitivos escritos de la Iglesia, las Actas de los Mártires. También con Flavio Josefo, la peregrina Etheria... Reconozco que he pecado leyendo el Evangelio de Santiago y otros apócrifos del antiguo y nuevo Testamento , midrash, etc. Últimamente Qumram y Henoc me hantenido absorvido muchos días. Y así pasando a la época moderna, después de devorar algunos tomos de san Agustín y san Jerónimo, y por supuesto la historia de Eusebio, tengo que reconocer que he preferido a santa Teresa y san Juan que a Trento. Trento me lo he saltado y no lo he leído, pero no por eso soy luterano, santa Teresa también se lo saltó. Lo tengo pendiente. En mi mesita de noche, tengo desde hace años los documentos de Concilio Vaticano II, he de reconocer que con la retórica eclesiástico-jurídica duermo el sueño de los justos mejor que con las pastillas. Mi libro favorito para entender el hombre moderno y la Iglesia hoy es el diario de Etty Hillesum, que suple mi incapacidad de avanzar con los documentos del Concilio.
26/04/16 3:23 PM
  
Luis María
Para terminar de rematar mi terrible curriculum, tengo que reconocerlo, sí, aunque nunca en mi vida pisé Alemania, he leído a Bonhoeffer.

Y lo que es peor, me gusta.

Pero os prometo que no conozco ningún luterano. Yo soy católico, católico y para más inri, de Madrid.

Rezad por mí.
26/04/16 3:34 PM
  
antonio
"Una misericordia que vulnera la ley natural sólo puede ser una falsa misericordia, que vende la verdadera fidelidad del hombre por un plato de lentejas, que pone la moda del momento por encima de la voluntad de Dios, que busca la popularidad y no el bien del prójimo, que engaña y se engaña en el único tema en el que es fundamental acertar en la vida."

Felicitaciones, todo es excelente!!!!!Muy bueno!!!!


Muchas Gracias, y seguimos sumisos, seguimos muy bien, la unica felicidad que encuentro en la tierra.
26/04/16 3:35 PM
  
Cos
Ramiro lee el último artículo de Néstor Martínez. Es muy bueno, aclara mucho. Eso es decir cosas y no soltar mera palabrería.

Luis María ¡hombre! decir cosas como éstas: "Ser cristiano no es cumplir el catecismo", "Si nos vamos a Trento la hemos liado!"

Un abrazo a ambos.
26/04/16 5:05 PM
  
Palas Atenea
No, Luis Mª, lo de las sectas judías está bien y, efectivamente, lo dice Flavio Josefo, pero hay que tener en cuenta que la mayoría del pueblo judío no pertenecía a ninguna de ellas.
Leer a teólogos protestantes, Bonhoeffer incluido, tampoco esta mal siempre que uno vea con claridad en lo que se aparta de la doctrina católica y para eso hay que saber muy bien dónde está la diferencia. La BAC tiene publicados los apócrifos y leerlos no es pecado pero eso también exige un fino olfato y la razón por la que se hizo la selección de los canónicos.
Es decir, los conocimientos exigen conexiones, sin ellas nos quedamos con un buen montón de piezas del puzzle sin que podamos encajarlos.
Es admirable que hayas leído tantos libros, pero hacer de autodidacta, y lo digo por propia experiencia, es arduo y hay que estar haciendo continuas rectificaciones.
Que Dios te bendiga.
26/04/16 5:43 PM
  
Luis María
Cuando conozca a uno que cumpla el catecismo entonces exclamaré: ¡Andá, un cristiano!

A mí me resulta muy simpática santa Teresa. Desde el libro de la vida a las moradas, no para de repetir la palabra ruín referida a sí misma. He leído sus obras completas dos veces. Si es ruín, no cumple el catecismo. Ella no dice soy ruín por abajarse, sino muy en serio, porque se conoce.

Yo no dudo de que Santa Teresa es cristiana. Primero porque conoce su "ruindad" y segundo porque tiene experiencia de Cristo. Ella ha preferido a Cristo a su ruindad, pero esto ha sido un combate hasta la muerte. Muerte ruín, por cierto, pues murió después de haber sido echada de dos de sus conventos. En esto último también reconozco que fue cristiana su muerte.

Yo no critico el catecismo. Además el último, el que publicó Juan Pablo II, es muy cómodo de usar y muy claro. No recuerdo que nunca me haya parecido mal un artículo del catecismo. Digo que no hay que creer en él, como podría decirlo de otros libros que nos llevan a Dios, pero no son Dios. Aún la misma escritura, en sí misma, no es mas que letra muerta si no toma vida en quien la escucha. Aún el mismo credo no es nada si uno no puede dar razón de su fe en la historia que Dios le ha dado. Yo creo en Dios, en Jesucristo, en el Espíritu Santo, en la Iglesia, en el perdón de los pecados y en la vida eterna. Creo que con creer en eso es suficiente para intentar ser cristiano dentro de la Iglesia Católica.
26/04/16 6:13 PM
  
antonio
"El almirante Lord Nelson decía en una de sus cartas: “odio la tiranía, venga de donde venga”. Como inglés, como descendiente del capitán de la fragata Nereid y como católico, no podría estar más de acuerdo con él. ¡¡¡Sólo la verdad nos hará libres.!!!!!!!!!Tengo en cuenta claramente lo del Cerdenal Pell, es el Modernismo,Pascendi en acción, destruir la Iglesia, la FE!!!!!!!, me la dio mi Director traducida al 2012, para que la repartiera, es solo la punta después seguiran, si no arde troya antes!!
Esperemos que nunca.Todo lo relacionado con la Moral que he leido,está relacionado con la VERDADERA libertad, la libertad que está relacionada con la VERDAD,querer hacer otra cosa es Querer Fragmentar la VERDAD, total en Todo la Moral, el CUERPO SANTISIMO de NUESTRO SEÑOR, y me pongo de rodillas, en algun instante se está celebrando la Resantisima Misa, La Cruz Permanece el mundo Gira san Bruno, La Misa., el Amor Infinito de Dios, que también incluye la MORAL,sin los mandamientos negativos, no existe el amor al Prójimo, y como se nota!!!!Falta Groseras de Caridad, el Modernismo al alterar la Inteligencia, no puede actuar el primero de los Dones del espiritu Santo, el de Inteligencia, espiritu de VERDAD!!, Los Dones Padre Philipon.
Gracias por Saber un personaje admirado de la Historia, el Almirante Nelsón era Católico.y también integrar el error con la verdad es un absurdo.

Que Dios te bendiga y Bendiga a la Iglesia.
26/04/16 6:16 PM
  
Luis María
Y en la resurrección de los muertos y en que Cristo bajó a los infiernos y lo que me hay dejado, también. Que si no alguno por aquí me condena por hereje.
26/04/16 6:17 PM
  
Luis María
Bruno, Luis Fernando y Palas.

Os prometo ser bueno y desde ahora empezaré a estudiar concienzudamente el catecismo, que reconozco que lo tengo un poco empolvado.

Empezaré por la autoridad papal. Supongo que algo habrá sobre ese tema.
26/04/16 6:27 PM
  
Luis María
Parrafo 882 del catecismo:

El Sumo Pontífice, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, "es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles". "El Pontífice Romano, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad".

No sé para vosotros, pero para mí es muy fuerte lo que dice este párrafo. Así que por hoy lo dejo y me voy a descansar. Este precepto me ha destrozado, sobre todo lo último, "con entera libertad". Así que yo que creía que el Papa obedecía a los teólogos que saben más que él y mira por donde no es así.

Tienes razón, Bruno, hay que creer en el catecismo.
26/04/16 6:40 PM
  
Cos
En el lenguaje se utilizan signos accesibles, de forma orientada a su operatividad, con el fin de acotar conceptos y de unir unos conceptos con otros para hacer posible la expresión del pensamiento. Si se quiere prescindir del lenguaje jurídico, estupendo; una misma cosa se puede explicar de mil formas.
Por otro lado, da la casualidad de que el "lenguaje ininteligible" en estos tiempos es el que entiende todo el mundo, pero, vamos, que si se quiere explicar de otro modo que se haga.
Pero si lo que se quiere decir es que el lenguaje jurídico -por ejemplo- no sirve para expresar ciertas cosas porque la naturaleza de éstas rebasan su propia extensión, entramos en un problema. Puede querer decir:
- Que en última instancia es imposible hacerse entender mediante el lenguaje; vamos, la expresión máxima del nominalismo al que tanto hace referencia Alonso Gracián.
- Propiamente que ciertos lenguajes no son válidos para expresar ciertas cosas. Claro, la comunión bienaventurada con Dios o la unión íntima con Cristo son cosas que, ciertamente, no pueden ser expresadas. Pero precisamente porque son misterios. así lo dice el catecismo.
"1027 Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo, sobrepasa toda comprensión y toda representación."

Por suerte hay una manera de enfrentar el reto que supone el misterio: la asistencia de la gracia, la práctica de las virtudes, el provecho del ejemplo dado por otros y la vida sacramental; ésta última instituida por nuestro Señor Jesucristo y de acuerdo a las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al parecer unánime de los Padres .

Por otro lado, si se me permite, me gustaría hacer una defensa de las "tradiciones", a menudo tan vilipendiadas. Hay tradiciones y tradiciones y además formas y formas de entender éstas. Las tradiciones, lo mismo que la llamada religiosidad popular, en muchas ocasiones no nacen de la pereza o el mero hábito de los hombres sino que son fruto de una devoción verdadera. Evidentemente han de ser objeto de una inquisición rigurosa a la luz de la sana doctrina y corregidas en lo que tengan de desvío pero el hecho de que constantemente se les observe bajo la mirada de la sospecha precisamente termina resultando sospechoso. Que la práctica de las virtudes nace y se fortalece con el hábito es una cosa reconocida por la Iglesia. Que el abandono de ciertas tradiciones a lo que conduce en muchos casos es a prácticas litúrgicas aberrantes, a interpretaciones espiritualistas y, en última instancia, a la secularización de la sociedad, es algo que ve cualquiera que no quiera estar ciego.
26/04/16 6:57 PM
  
Cos
Que a lo mejor los que critican tanto las "tradiciones" en realidad lo que están intentando decir es que la vida religiosa hay que vivirla sin devoción. Que es una cosa que estoy empezando a creer.
26/04/16 7:33 PM
  
Palas Atenea
Luis Mª: Empieza por el principio, porque cuando llegues a la conciencia y te encuentres con las palabras del Cardenal Newman te puedes hacer un lío con los vicarios (1778). Pero ten en cuenta que se trata de la conciencia objetiva, no la subjetiva que está de moda hoy en día, y la conciencia objetiva tiene siempre en cuenta la Ley Natural, la Tradición y la Doctrina.
26/04/16 8:19 PM
  
Bruno
Luis María:

Como dicen los ingleses, the proof of the pudding is in the eating. Y me temo que, cada vez que hablas sobre estos temas, tiendes a mostrar que crees que sabes pero no entiendes bien lo que dices. Cualquier católico con un mínimo de (buena) formación sabe que, si cree en la Iglesia, debe creer lo que ella le enseña, que está en el catecismo (y no se va por peteneras sobre "creer en el catecismo" como si los demás fueran tontos y creyeran que el catecismo es un ídolo), así que no, no basta con creer el credo, sino la totalidad de la fe de la Iglesia (porque el credo también lo recitan los episcopalianos, metodistas y luteranos, por ejemplo). Cualquier católico con un mínimo de formación sabe que la libertad del Papa no se refiere a decir lo que quiera y a inventar las doctrinas que le parezcan, sino a su libertad de jurisdicción y para conservar libremente la fe de la Iglesia, porque el Papa, como cualquier hijo de vecino, está sometido a la fe de la Iglesia y no es su dueño. Cualquier católico con un mínimo de formación sabe las cosas que te puse en el comentario anterior y que no te has molestado en contestar o reconocer. Son cosas muy básicas, por eso te recomiendo que aprendas en vez de pontificar.

Corriendo el riesgo de ser impertinente, diré que la falsa humildad es muy peligrosa. En fin, cada uno tiene sus propios pecados. Dios nos libre a todos de ellos.
26/04/16 8:49 PM
  
Bruno
Cos:

No sé muy bien a qué te refieres con los últimos comentarios. ¿Estás contestando a alguien o es un comentario en general?
26/04/16 9:43 PM
  
Luis Fernando
Luis María, ¿sabes quién dijo esto?

El Papa no es en ningún caso un monarca absoluto, cuya voluntad tenga valor de ley. Él es la voz de la Tradición; y sólo a partir de ella se funda su autoridad.

Un tal Joseph Ratzinger, en 1988.

Pues eso, que como te ha dicho Bruno, el Papa no está por encima de la fe. No es su dueño. No puede ir contra ella. No puede alterar su sustancia.
26/04/16 9:46 PM
  
Luis María
Lo de publicar el artículo 882 era una bromita.

Es sólo para que veáis como se sienten los pecadores de cualquier pecado mortal, cuando les intentan predicar que Dios es amor tirándoles un catecismo a la cabeza.

Bruno yo ya te he dicho que soy un idiota, y con lo demás que me dices estoy de acuerdo. En un punto matizaría pero es tan poco que para qué.

A mi lo que no me parece correcto es que habléis mal del papa. Por eso me meto con vosotros que sabéis mucho más que yo de todo. Yo sólo sé de la historia de salvación que Dios a permitido conmigo. Luego leo mucho y con poco criterio. Lo hago porque me sobra el tiempo, no hay demasiado trabajo últimamente; no porque les tenga tanta devoción a los padre de la Iglesia, sino porque así gasto mi tiempo en algo que me gusta y que no es del todo malo. Nunca me meto en los blogs, y menos a comentar, pero vuestra abierta sublevación al Papa me ha sublevado.

Así que me perdonáis, si podéis, y si no rezad por mí que lo necesito. Los cristianos tenemos que estar unidos "sed uno como mi Padre y yo somos uno". Para mí el Papa es fundamentalmente esto, la unidad de los cristianos. Las profecías del antipapa me importan un bledo, no me las creo.

Luis Fernando lo que dijo un cardenal en 1988 no me lo puedes poner por encima de un catecismo promulgado por san Juan Pablo II en 1992. Esto según vuestro sentido del orden, que a mí me parecen bien las dos cosas. Dos cosas se pueden contradecir y ser las dos buenas. El Espíritu no se rige por una lógica cartesiana, es más grande que tu cabeza y que la mía.

Un saludo a todos. Cristo ha resucitado!
26/04/16 11:37 PM
  
Cos
Bruno
Cos:

No sé muy bien a qué te refieres con los últimos comentarios. ¿Estás contestando a alguien o es un comentario en general?
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Si, no ha quedado muy claro. Pensaba en comentarios anteriores de Ramiro y de Luis María. También de otros. Comentarios que no son mas que divagaciones acerca de la subjetividad, el camino personal, el acompañamiento en compasión desde el desconocimiento del otro, etc, etc, etc. Cosas de esas. Y que en el fondo son comentarios que no dicen nada.
Además usando falacias, como hacer ver que hay un problema semántico de fondo cuando cuestiones como la impartición de los sacramentos o la diferencia entre lo general y lo particular, etc, son temas que están absolutamente claros; o tomar como novedades cosas que son constitutivos del acervo de la fe desde siempre.

Lo de las "tradiciones" viene porque cuando se habla de la "adaptación del lenguaje a los tiempos", del aperturismo o cosas semejantes termina siendo un argumento recurrente. Lo de "el hombre no se hizo para el domingo sino el Domingo para el hombre" es casi un leiv motiv. Ha pasado en este hilo y observo que pasa constantemente. La pompa, el boato, la sotana, no hay por qué poner nombres de santos a los niños, seamos creativos; las procesiones paganas de Semana Santa, ¿por qué tenemos que tener una custodia de plata si podemos comprar una palangana en los chinos? ¿por qué no vender la Basílica de San Pedro a Román Abramóvich o, mejor, convertirla en un centro público social en el que se den talleres de Taichí y patinaje en línea? . . .
Pues eso, que la sacralidad invita irremediablemente a la devoción y la devoción vivida en comunidad crea "tradiciones de los hombres". Entiendo que no hay nada de malo en ello y sí mucho que aprender.
26/04/16 11:45 PM
  
Cos
Luis María

El Espíritu no se rige por una lógica cartesiana, es más grande que tu cabeza y que la mía
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Luís abre el paraguas ¡lógica cartesiana! :)
26/04/16 11:52 PM
  
Luis María
Bruno quiero darte las gracias por la corrección fraterna que me haces de llamarme "falso humilde", es una caridad que no sé cómo corresponderte. Mañana se me ocurrirá algo. Ahora me voy a dormir. Buenas noches.
27/04/16 12:14 AM
  
Bruno
Luis María:

"Es sólo para que veáis como se sienten los pecadores de cualquier pecado mortal, cuando les intentan predicar que Dios es amor tirándoles un catecismo a la cabeza."

Veo que no te das cuenta, pero sigues igual. Nadie aquí está "predicando". Esto es un blog de discusión. No sabes en absoluto cómo hablamos cuando "predicamos". Y sin embargo nos juzgas y nos desprecias, basándote únicamente en tu imaginación. ¿Por qué?

"A mi lo que no me parece correcto es que habléis mal del papa."

Muéstrame dónde he hablado mal del Papa. Eso es una calumnia, por mucho que la revistas de lenguaje dulzón. La caridad está en los hechos, no en hablar melosamente.

"vuestra abierta sublevación al Papa me ha sublevado"

Nueva calumnia. Muestra dónde.

"Así que me perdonáis, si podéis, y si no rezad por mí que lo necesito"

De nuevo, no se trata de eso. No estamos hablando de ti. Estamos hablando de temas importantes, no mirándonos el ombligo.

"Para mí el Papa es fundamentalmente esto, la unidad de los cristianos. "

El Papa es garantía de unidad en la fe y en la caridad. La unidad de la Iglesia no es como la de un club de fútbol. El Papa es garantía de esa unidad en un sentido fundamental, asegurado por Dios, y en el resto lo hace personalmente mejor o peor, como todos los demás.

Si lo que quieres decir es que no se pueden criticar las cosas prudenciales que hace o dice el Papa, eso no es católico. La misma Escritura y toda la Historia de la Iglesia, muestran que eso no es así. El Papa no es impecable y sólo es infalible en unos casos muy determinados. En el resto, se equivoca como los demás, aunque, por razón de su cargo, se le deben un amor y respeto especiales, así como obediencia en su ámbito de autoridad.

"Luis Fernando lo que dijo un cardenal en 1988 no me lo puedes poner por encima de un catecismo promulgado por san Juan Pablo II en 1992."

Como ya te he explicado, es que esas dos cosas no se contradicen en absoluto. El catecismo no dice que el Papa tenga libertad para hacer lo que le dé la gana. De hecho, el Concilio Vaticano I, que definió la infalibilidad papal, explicó que: "el Espíritu Santo no les fue prometido a los sucesores de Pedro de modo que, por revelación suya, pudieran desvelar nuevas doctrinas, sino para que, mediante su asistencia, pudieran presentar devota y fielmente la revelación recibida de los Apóstoles, es decir, el depósito de la Fe" (De Ecclesia 4). El Papa es servidor de la fe, no su dueño.

"Dos cosas se pueden contradecir y ser las dos buenas. El Espíritu no se rige por una lógica cartesiana, es más grande que tu cabeza y que la mía."

No sé lo que es eso, pero no es católico. De hecho, ni siquiera es humano. No tiene sentido, son palabras puestas unas al lado de otra pero que no significan nada, son puro ruido. La lógica no es "cartesiana" ni aristotélica, ni nada por el estilo. Es sólo lógica y constituye el ser profundo de las cosas, el reflejo del ser íntimo de Dios. Negarla o prescindir de ella es emitir solamente ruido sin sentido.

El catolicismo no es una religión de fe irracional ni emotiva. Eso es el luteranismo y la Iglesia ha enseñado mil veces con claridad que es algo falso y erróneo. La fe y la razón provienen ambas de Dios y renunciar a una es mutilarse a uno mismo y renunciar a conocer y amar a Dios como Él quiere ser conocido y amado.

Dices que sólo sabes "de la historia de salvación que Dios ha permitido conmigo", pero lo cierto es que todas estas cosas de las que hemos hablado forman parte de entender esa historia de salvación. Por eso hablamos de ellas. Si las entiendes mal, en esa misma medida entiendes tu historia de salvación mal. Si las entiendes mal, te haces una imagen de Dios que no es correcta.

Por supuesto que rezo por ti, como por todos los que pasan por este blog, para que Dios os bendiga sobreabundantemente, os ilumine y os guarde siempre.

Saludos.
27/04/16 1:14 AM
  
Luis Fernando
Concilio Vaticano II, Dei Verbum,10:

Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha de creer.

El Papa y los obispos NO ESTÁN por encima de la Palabra de Dios. No pueden ir en contra de ella. Deben guardarla con exactitud y exponerla con fidelidad. Es su deber. Un ministerio Y un deber y un ministerio se puede hacer o desempeñar bien o mal. Hay papas y obispos que lo hicieron bien. Otros mal.
27/04/16 10:49 AM
  
Luis Fernando
He desaprobado el último comentario de Luis María, previo a este, hasta que Bruno decida si lo publica o no.


27/04/16 11:02 AM
  
Luis María
No importa. Mi intención es que lo leáis vosotros, fundamentalmente.

Leedlo y meditadlo.
27/04/16 11:17 AM
  
Luis Fernando
Te respondo lo que te he respondido en mi blog, donde has puesto lo mismo:

Quien ha demostrado no conocer los elementos básicos de la fe católica no es quién para darnos consejos. Y mucho menos si sirven para encubrir acusaciones contra este portal que son pura calumnia.
27/04/16 11:46 AM
  
Teje
Bruno:

Es significativo que, en este encendido debate sobre la AL que viene desarrollándose en tu blog y en otros muchos dentro y fuera de Infocatólica, se esté produciendo (salvo honrosas excepciones) la omisión de lo que Jesús estableció acerca del vínculo entre los esposos humanos y los esposos espirituales, y que SJPII, por supuesto, dejó meridianamente claro en su encíclica Familiaris Consortio, texto, este sí, absolutamente magisterial:

"La Iglesia, no obstante, fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez. Son ellos los que no pueden ser admitidos, dado que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, SIGNIFICADA y actualizada en la Eucaristía".

Ésta es la causa última (o primera, según se mire) de la no admisión de los divorciados a la comunión: ¡Significada! En esta frase, la palabra "significada" no (sólo) puede interpretarse de forma etimológica sino (principalmente) definitoria. En ella, "significada" significa (perdón) que esa primera unión da el sentido a la segunda y que la segunda no lo tiene sino referido a la primera. Puede tener otros sentidos, más o menos nobles o espurios, pero no lo tiene eclesialmente, no lo tiene espiritualmente, no lo tiene sobrenaturalmente. Y si de lo que estamos tratando es acerca de la conveniencia o no de ciertas expresiones recogidas en un texto papal, el sentido eclesial, espiritual y sobrenatural no sólo se le supone sino que debe prevalecer.

Por tanto, y en resumen, cuando nos planteemos situaciones concretas sobre uniones, nupcias, bodorrios, conyugalidad, cohabitaciones, amancebamientos, arrejuntamientos, "pareja-con-derecho-a-roce" "tú-pa-mí-y yo-pa-todas", "soy católico pero ya llevo tres" y demás gaitas (tanta y más es la capacidad humana de enmascarar la verdad), consideremos que Jesús lleva casado con Una, Sola y La misma 2.000 años (y los que le quedan).
27/04/16 12:08 PM
  
Daniel Iglesias
Muchas gracias, Bruno. Excelente artículo.

Agrego que me ha hecho reír Higinio con su "rueda de la fortuna". Dios te conserve el buen humor en estos tiempos difíciles.
27/04/16 12:36 PM
  
antonio
Un famiiar dominico, me dijo que comentara en está Página, porque no son contras!!!!!!!!

No se ha hablado nunca ,mal del Santo Padre, sino de la Moral, ligada a la Libertad, ligada a la VERDAD, Objetiva y universal, y de palabras del Cardenal Pell, que pueden ser ciertas, he leido comentarios de personajes sinodales, que claramente han manifestado, que es el comienzo, y de un importante personaje.Y como dice el Padre Leonardo Castellani en algunos de sus escritos, a una Señora,que le habia ido mal en los negocios.La Señora le manifesto, los hijos de las tinieblas son más ligeros que los hijos de la luz.El Padre le contesta, en ninguna parte del Evangelio Dios Nuestro Señor, dice que debemos ser tarados!!!!!Tenemos que se más rapidos!!!!preveer las movidas, en mi juventud, he jugado al Ajedrez, y me a servido mucho, que movidas, harán!?
Como responderlas!?Con la Verdad!!

Muy buenos los comentarios de Luis Fernando, sobre la Dei Verbum, ortro documento clave.La Gracia!!!

Y una paciencia enorme para educar buenamente a los que tienen dudas, es muy bueno eso!!!!!!!!

Me quiero Morir en el Seno de la Iglesia Católica Apostolica y Romana.

Que Dios los bendiga y lo haga con la Iglesia.
27/04/16 4:03 PM
  
antonio
Y en otro lugar me he manifestado, porque lo que parece tan claro, para nosotros, a otros le parece confuso,por la Gracia, que si no estoy en ese estado, que Dios, me lo conceda.Santa Juana de Arco.
Si es enorme que se entienda lo importante que es, para cumplir lo que parece imposible, para entender, lo confuso, y siempre el año de la Misericordia, aprovechar para entrar en la Iglesia católica Apostólica y Romana, reveer, pensamientos, pensar, que como objetivo fundamental, el mejor amigo, uno se convierte en amigo del Señor Según la Biblia de Monseñor Straumbiger, cuando conoce sus misterios, y es fundamental y matar la soberbia, y el amor propio.Tener un director Espiritual muy letrado, abrir el corazón, la inteligencia a la Verdad, que nos hace libre.
Y como Manifiesta San Juan Pablo II, en la Veritatis Splendor, es importante para toda la humanidad, para la justicia, sino, todo no existe.
En todos los documentos Magisteriales, en el Catecismo Universal de la Iglesia,la Agenda Social,de Justicia y paz, dicasterio.El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, que según mi director también es magisterial, por ser aprobado por Doctrina de la Fe, la Moral se relaciona con la libertad, y esta con la Verdad.
Pedir la humildad!!!!!!!confesarse contra ella, poder decir que soy un burro al cuadrado, pero hay otros que son burros a la quinta.
La Humildad verdadera, la belleza verdadera,brota del interior, no de gestos externos, y de vestidos lujosos.Conversión a la Verdad de la Iglesia!!!!!!!!!!Asi todos estamos adentro ayudandonos!!!!!!!
Que Dios te bendiga y los bendiga, y a la Iglesia, y todos los que luchan dia a dia, es un combate, contra uno mismo!!Estamos en caida libre sin el Señor.y saludos a la Familia.
27/04/16 5:02 PM
  
antonio
No quiero ofender a personas por ejemplo periodistas, que si no se vistén asi, si no tienen una voz atractiva, no tienen trabajo, a los trabajadores, los aprecio a todos.Va dirigido a personas de Nuestra Madre la Iglesia, que en la parroquia hacen un vestido de modas, el exterior no santifica, hay que siempre apuntar al interior, al fondo, del todo del alma, el conocimiento de uno mismo nos lleva al conocimiento de Dios, asi fue y será siempre.Es Necesario que yo desaparezca para que EL CREZCA, San Juan Bautista, la espiritualidad de siempre de la Iglesia.Ver a los niños, sus rostros, si uno no se vuelve como ellos no entrará al reino de los cielos.
Pero no es una belleza, la Gracia, los Santos de todos los colores, la Doctrina Social, todo un compendio, por temas, están todas las enciclicas sociales, y no soliciales, se citan numerosas veces a la Veritatis Splendor, textos de siempre y de San Juan Pablo II, que evidentemente su intención fue mandar a travez del Magisterio,
Siempre he considerado la belleza Magisterial, evidentemente hay un orden magisterial la Veritatis Splendor y la Familiares consortio están sobre el codigo de derecho canónico, el interes concreto de la Iglesia, por todos los hombres de todos los tiempos!!!!!!!La Fides et Ratio!!!
La Belleza de la Iglesia, que hay que conocerla para amarla, no para saber más que nadie, esto es presunción, para amarla, completamente pohibido pensar estos no son como yo!!!!Hipocrita y Falso, me lo dirige Cristo a MI, el SEÑOR.y asi, justamente lo que no me gusta, es lo que tengo que practicar, para tener vida!!!!!!!

Que Dios te bendiga, me quede pensando en gente que trabaja, y no quiero ofenderlos.

Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia.
28/04/16 2:53 AM
  
Santiago
Antonio, deje de escribir compulsivamente comentarios que nadie entiende a qué vienen ni se sabe lo que quiere decir con ellos.
28/04/16 7:47 AM
  
¡Bah...!
Antonio:

A mi sí me interesa (le entiendo perfectamente y sé lo que quiere decir) lo que usted escribe, así que siendo Bruno y no Santiago el dueño del blog, por supuesto que puede escribir todo lo que quiera, que yo le sigo con gran interés.

Cordiales Saludos.
28/04/16 10:40 AM
  
Antonio1
Es una verdad contrastada que lo que se publica en Infocatólica no es ( parafraseando las palabras del padre Iraburu en su último blog) magisterio pontificio.
29/04/16 8:28 PM
  
Palas Atenea
Desde luego, Antonio 1, ninguna web es magisterio pontificio, para eso con la oficial del Vaticano tenemos más que suficiente, pero es obligación del fiel aprender a pensar. Si el corta-pega de los documentos pontificios a los que nos tienes acostumbrados fuera la única posibilidad de pensamiento de un católico debería haber enmudecido hasta el Cardenal Newman, y no te cuento Chesterton-que se quitaba el sombrero pero no la cabeza-Spaemman y hasta Santo Tomás de Aquino, que se quedó mudo al final de su vida pero por unas visiones que tuvo.
El vacío de tu cabeza lo rellenas con frases del Evangelio escogidas ad hoc o documentos pontificios, pero todavía no hemos averiguado si puedes pensar por tu cuenta o no.




29/04/16 9:22 PM
  
Antonio1
no te preocupes, Palas, no me ha ido mal en pensamiento creativo y sintético. Como decía Chesterton "El poeta sólo pide meter la cabeza en el cielo. Es el lógico el que intenta meter el cielo en su cabeza. Y es su cabeza la que se parte."
Por eso desconfío de los que convierten la fe en lógica inamovible. Cristo ante aquellos que le pedían charloteos razonamientos lógicos contestaba por sobreelevación aportando perspectivas nuevas y más elevadas ( y más cercanas a la persona) .
30/04/16 11:21 PM
  
David
"Por eso desconfío de los que convierten la fe en lógica inamovible. Cristo ante aquellos que le pedían charloteos razonamientos lógicos contestaba por sobreelevación aportando perspectivas nuevas y más elevadas ( y más cercanas a la persona)"; antonio1 se supera a si mismo cada día. de pronto tendremos a antonio1 como padre y doctor de la iglesia. que hilarante!
01/05/16 12:58 AM

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