InfoCatólica / La Esfera y la Cruz / Etiquetas: existencia de dios

26.10.14

El argumento ontológico

Ha dicho el necio en su corazón: ¡No existe Dios! (salmo 14)

SanAnselmoCuando se trata de debatir acerca de la existencia de Dios, el argumento ontológico es uno de los primeros que suelen mencionar, remontándose a su formulación a San Anselmo de Canterbury, pero sin pasar de una referencia o curiosidad histórica, pues se lo descarta rápidamente, como veremos.

El argumento parte de una base perfectamente razonable: antes de preguntar si una cosa existe, debemos tener muy claro de qué cosa estamos hablando. Por ejemplo, si alguien nos consulta si existen los unicornios, antes debemos estar de acuerdo en que hablamos de un animal similar a un caballo con un largo cuerno en la frente, y no de un rinoceronte.

(Usamos el ejemplo del unicornio y el rinoceronte, precisamente porque hay fuerte evidencia que el unicornio apareció en los catálogos medievales, a causa de una errada lectura de una descripción de un rinoceronte)

Si alguien pregunta “¿Existen los unicornios?” la respuesta será muy diferente dependiendo de la imagen que hayamos asociado al concepto de “unicornio”.

En el caso de Dios, antes de preguntarnos si existe, debemos establecer con claridad de qué estamos hablando. Y la respuesta de san Anselmo es que Dios es “algo más grande que lo que podemos concebir”. Ahora bien, si podemos definir a Dios de este modo, podemos decir que al menos existe en nuestro intelecto, y desde luego, los ateos no tienen inconveniente en decir que Dios existe de esta forma, pues los unicornios, por ejemplo, también existen en nuestro intelecto, y sin embargo todavía podemos decir “no existen”, porque no existen fuera de nuestra mente, en la realidad.

Leer más... »

16.09.14

El argumento cosmológico

BigBang[4]A juzgar por los comentarios a la entrada anterior, cuando se trata de conversar acerca de las pruebas de la existencia de Dios, todos nos sentimos más cómodos conversando acerca del argumento cosmológico. A pesar que de eso, una revisión rápida de las páginas que lo mencionan nos muestra que no existe unanimidad acerca de qué argumento en concreto estamos hablando.

En muchas páginas, entre ellas la wikipedia, se llama “argumento cosmológico” a la segunda vía de Santo Tomás, fundada en las causas eficientes; en otras ocasiones se usa ese nombre en relación a la tercera vía, que discurre en base a los seres necesarios y contingentes; y en otras, en fin, al argumento sobre en ajuste fin del universo.

Para saltarnos esa polémica, pasamos a explicitar el argumento del cual vamos a hablar, y que llamamos argumento cosmológico:

  1. Todo cuanto comienza a existir en el tiempo, lo hace por una causa anterior a sí mismo.
  2. El universo comenzó a existir hace trece mil millones de años, en un big bang.
  3. Luego, existe una causa fuera del universo, que lo creó. A esa causa se le llama Dios.

Este argumento también es conocido como “argumento kalaam”, por la palabra árabe para “enseñanza”. Su principal ventaja es su sencillez, y que los términos que usa coinciden con lo que la ciencia actual nos dice acerca del origen del universo. Desde luego, este no es el argumento que propone Santo Tomás en su segunda vía, pero ya volveremos sobre este punto.

Leer más... »

8.09.14

Profundizando en la segunda vía de Santo Tomás

AquinoEn los debates sobre religión, es habitual traer a colación las cinco vías o demostraciones de la existencia de Dios, que Santo Tomás de Aquino expone en la Suma Teológica, suponiendo que son pruebas exhaustivas y auto suficientes, para luego ser rápidamente refutadas y desechadas, generalmente suponiendo que han sido superadas por la ciencia moderna.

Esto, sin embargo, es un grave error, porque en realidad cada una de las cinco vías no es más que el esqueleto de un argumento, que el santo suponía que sus lectores ya conocían en su contexto y eran capaces de explicar en detalle por sí mismos. La Suma, después de todo, no es más que lo que dice su nombre: un resumen para estudiantes de teología.

Dada nuestra distancia temporal y cultural con el ambiente en que se formularon estas demostraciones, es necesario explicar ese contexto, para que las 5 vías sean entendidas en su verdadero valor.

Eso es lo que intentaremos hacer a continuación, en relación a la segunda vía. Ya antes habíamos hecho un artículo similar respecto a la primera vía, que pueden revisar en este enlace.

Santo Tomás sostiene:

La existencia de Dios puede ser probada de cinco maneras distintas.[…] La segunda es la que se deduce de la causa eficiente. Pues nos encontramos que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes. (Suma Teológica Ia c.2 A.3)

Leer más... »

25.04.14

¿Puede haber otro motor inmóvil, aparte de Dios?

En una entrada anterior, comentábamos acerca de lo mal entendidas que son las 5 vías para demostrar la existencia de Dios, que nos ofrece Santo Tomás en la Suma Teológica, y les contábamos sobre Parménides de Elea y la teoría hilemórfica de los aristotélicos, para entender en su verdadero contexto la premisa “todo lo que se mueve es movido por otro”, en que se basa la primera de ellas.

Nuestra tarea, sin embargo,estaba lejos de encontrarse acabada, pues rápidamente nos han replicado por el otro extremo del argumento, apuntando a su conclusión, y señalando que no hay razón para suponer que el motor inmóvil tenga que ser uno, en circunstancias que podrían ser muchos; y aún si fuera uno, podría ser un ente diferente a Dios, tal vez el demiurgo platónico, o el propio universo

Para responder a esta objeción, partamos admitiendo que efectivamente a primera vista decir sin más que Dios es el motor inmóvil puede parecer un salto injustificado, pero que no se trata de un defecto del argumento, sino que es un efecto de su contexto. En efecto, la Suma Teológica es un resumen (en latín, summa) de las materias que debían conocer los estudiantes de teología en la Universidad del S. XIII, y como dice Edward Feser, está escrita pensando en creyentes cristianos, y no es un trabajo avanzado de apologética o destinado a convencer escépticos.

Por eso Santo Tomás pasa del motor inmóvil a Dios, sin mayores argumentos al respecto, suponiendo que sus lectores cuentan con el entrenamiento que les permite compartir esa conclusión. Pero claro, en estos nuestros tiempos de barbarie filosófica, no podemos hacer esa mismas suposición, y se requiere explicar cómo un motor inmóvil es lo mismo que Dios.

Entonces ¿Puede haber más de un motor inmóvil?

Leer más... »

6.04.14

¿Cómo sabes? una reflexión sobre razón y experiencia

Conversar acerca de las pruebas de la existencia de Dios, suele provocar un efecto muy peculiar en algunos escépticos: repentinamente sufren de una desconfianza aguda en la capacidad de la lógica para demostrar algo. Nos dicen “Puede que esos argumentos estén bien, pero no son más que argumentos, devaneos filosóficos que no significan nada en la realidad. Para eso deberías tener pruebas científicas de la existencia de Dios”.

Lamentablemente, esa actitud nos arroja en los amplios campos de la epistemología, es decir el estudio de lo que podemos conocer y cómo podemos conocer, que no siempre son una lectura ágil y amena.  Acompáñenme en un recorrido por las fascinantes llanuras de la epistemología, mientras examinamos los medios a través de los cuales adquirir conocimientos acerca de la realidad.

La primera y más básico de conocer es la experiencia, que da lugar al llamado conocimiento empírico, porque él pertenecen todas aquellas cosas que conocemos a través de los sentidos y las sensaciones. Así sé qué es el color azul, qué desayune hoy y cuál es el sonido de las teclas al escribir esto. A esta categoría pertenecen también nuestras emociones y sensaciones, como el amor, y que podemos tener por ciertas en indudables, aunque sean difíciles de demostrar a los demás.

La fuerza del conocimiento empírico radica en que está a disposición de todos, y no requiere más que contar con los sentidos adecuados para percibir la realidad: si alguien quiere decirnos que hay un perro verde, basta con que nos lo muestre, y si lo hace, por extraordinaria que sea una afirmación, tendríamos que darla por cierta. La escuela filosófica que enfatiza la certeza que nos entregan los conocimientos que adquirimos directamente a través de los sentidos se llama empirismo (representado aquí por David Hume).

 

Leer más... »