La búsqueda del Jesús histórico

Desde el siglo XVIII muchos se han propuesto encontrar al Jesús histórico, aquel personaje de extracción popular que vivió y murió en Judea del siglo I, y que estaría tras el origen del cristianismo. Su gemelo malvado el “Cristo de la fe”, una figura divina, perfecta, milagrosa, eterna y a-histórica, que ilumina directamente la conciencia de cada uno de sus seguidores. Puesto que las menciones de Jesús fuera de los evangelios son escasas, todo vuelve a centrarse en los mismos textos que los cristianos han leído y escudriñados durante siglos.

Luego de varios siglos de esta búsqueda, los resultados han sido decepcionantes. Los ateos suponen que Jesús renegaba de la religión; los socialistas, que fue el primer socialista; los nazis, que fue un precursor de la raza aria; los vegetarianos, que no comía carne; las feministas, que fue el primer feminista y así suma y sigue. Desde un comienzo se notó el Jesús histórico tenía una alarmante tendencia a acabar sosteniendo los mismos ideales y principios que el investigador. Cada uno lee los episodios del evangelio conforme a sus prejuicios, y llega a una respuesta diferente.

A inicios del siglo XX la investigación sobre Jesús histórico parecía agotada, los expertos en intentaron superar esas críticas, usando un acercamiento más objetivo. Para eso, definieron ciertos patrones o criterios que permitirían saber si es más probable que un episodio o enseñanza de Jesús en los evangelios haya ocurrido realmente.

Los criterios más ampliamente aceptados son:

  • Criterio de la discontinuidad o disimilitud: Si parece contradecir lo que enseñaban los primeros cristianos.
  • Criterio de la vergüenza: Si parece avergonzar a los primeros cristianos.
  • Criterio de la corroboración o atestación múltiple: Si aparece en más de una fuente. De acuerdo a la teoría de las dos fuentes, Marcos y Q serían fuentes independientes; Lucas y Mateo, no.

Aplicando estos criterios, se dice que es muy probable que Jesús haya muerto en la cruz, porque un Mesías crucificado contradice la divinidad que los cristianos atribuían a Jesús (criterio de discontinuidad); la muerte en cruz era una pena extremadamente denigrante (criterio de la vergüenza); y está mencionada en los evangelios y las cartas de san Pablo (criterio de atestación múltiple). Los relatos de la navidad, por su parte, no serían históricos porque cada dato en ellos apunta a que Jesús era hijo de Dios, y a su descendencia davídica. Tampoco cumplirían con el criterio de atestación múltiple, pues los relatos son muy diferentes.

¿Qué puede decir un cristiano de todo esto? Que puede ser interesante, pero los resultados de esta investigación están severamente limitados por el instrumento que se ha decidido usar.

Pensemos, por ejemplo, en una persona que planea hacerse rico, recuperando lo que la gente pierde en la playa. Se compra un detector de metales y camina muchos kilómetros durante varios meses, todas las tardes por la arena, moviendo lentamente su máquina. Efectivamente encuentra algunas monedas, pero luego de un tiempo decide cerrar el negocio: al parecer la gente solo pierde monedas en la playa, nunca nada de valor. ¿Es válida la conclusión de nuestro buscador de tesoros? ¡Claro que no! En los meses que recorrió las playas puede que haya pasado junto a miles de billetes, mucho más valiosos que las monedas. El problema es que su detector de metales está diseñado para encontrar monedas, e ignora todo lo demás.

Algo similar ocurre con los criterios de la Búsqueda del Jesús histórico: están diseñados para dar positivo ante los eventos y enseñanzas de la vida de Jesús que son opuestos al cristianismo, y eso es precisamente lo que encuentran. Su “Jesús histórico” nunca afirmará ser Dios, no porque no lo haya dicho, sino porque el criterio de discontinuidad elimina esas enseñanzas de la mesa. Tampoco podrá fundar una Iglesia o enseñar que el bautismo nos hace hijos de Dios, porque eso no avergonzaba a los cristianos. Jamás admitirán que Jesús resucitó, a pesar de que todos los evangelios y las epístolas lo afirman, porque el prejuicio materialista (más fundamental todavía que cualquier criterio) se los impide.

El problema, entonces, no es con la enseñanza de la Iglesia, ni con la confiabilidad de los evangelios. El problema del Jesús histórico radica en el instrumento utilizado para reconstruir esa figura.

Desde luego, hay investigadores muy serios que han participado en esta búsqueda, que están consciente de esto. Por eso, al comenzar un libro serio acerca de este tema, los autores serios suelen advertir que no pretenden confirmar ni atacar la fe de nadie, ni tener la última palabra acerca de Jesús. En esos términos, la investigación puede resultar muy interesante. El problema se produce cuando los periodistas toman estos libros, y los convierten que un titular y una columna. Ahí es cuando todo se convierte en “El Jesús Definitivo: un libro que removerá el cristianismo hasta sus cimientos”, y todo se va al tacho de la basura.

26 comentarios

  
Eiztarigorri
El libro más brillante que he conocido sobre este tema es "El triunfo del modernismo sobre la exégesis católica" de monseñor Spadafora que describe magistralmente la crisis desatada dentro de la Iglesia católica raíz de la aplicación del llamado método histórico crítico. El método histórico crítico puede ser un instrumento devastador no tanto por el método en sí como por el propósito de los que utilizan ese método. Por ejemplo, aplicando ese método se da una cronología tardía a los evangelios para hacer de los evangelios no los testigos de Cristo sino una elaboración que da testimonio de la Fe de la "Iglesia" o de la comunidad. Esto peligroso porque no es la Iglesia la que funda el cristianismo sino Cristo el que funda la Iglesia. Y además estos "científicos" que plagan las facultades de teología son inmunes a la arquelogía cuando esta destruye sus dogmas. Por ejemplo el Padre O'Calaghan de la Compañía de Jesús desde hace muchos años demostró como la cronología del evangelio de San Marcos podía retrotraerse al año 15 y no al año 40 como sostenía la teología liberal. En consecuencia el margen para la "evolución" dogmática se reduce. Según los liberales los primeros cristianos no eran gente insincera lo que sucede es que eran propenso a imaginar cosas, así, según estos novadores, los milagros serían producto de la Fe de la comunidad. Esto es naturalismo puro. Según ellos la Fe cuando es más autentica y menos "mágica" no necesita estas apoyaduras. Estos paladines del "cristianismo" están en linea con la masonería swedenbrgista sueca del siglo XVIII y son más comunes de lo que parece entre el clero. Así, según ellos todo sería un inmenso género literario: la Resurrección, el Juicio de Dios, el Cielo, el infierno, el demonio y lo fundamental sería la moral que también acabará disolviéndose en el misericordismo estúpido que nos azota en nuestros días y que acabará consintiendo incluso la sodomía porque según ellos las condenas bíblicas son una formula literaria hiperbólica que expresa antigüedad oriental, interesante, pero como expresión del modo de hablar de una época pero no como expresión de la palabra de Dios. Con esto, la revelación, es decir la Biblia, se transforma en un libro como el de Simbad el Marino o las Mil y una noches, un libro agradable de leer pero nada más. La dificultad se desprende no tanto de la herejía en sí cuanto del hecho que, al venir trasmitida por una autoridad eclesiástica supuestamente legítima, parece que no hay nada que hacer. Ante esto debemos recordar que frente a la confusión debemos pegarnos al Magisterio de la Iglesia, tal y como lo hemos recibido "antes" de que empezara la confusión y aferrarnos al magisterio "constante" de la Iglesia, es decir lo que la Iglesia ha sostenido en todo lugar y en todo tiempo a lo largo de la historia, en relación a este tema. En este sentido la Virgen de Fátima pidió que su secreto se hiciera público en 1.960 y cuando se preguntó a Lucia ¿porqué? esta respondió "porque entonces será más claro". Cierto que Juan XXIII dijo que "esto no se refiere a nuestro tiempo" Y pregunto yo: La autoridad del Papa es grande, ciertamente, pero ¿es más grande que la de la Virgen?
13/01/16 7:12 AM
  
Rafa
Muy buen artículo. Y muy buena la mención a la Resurrección de Jesús, que no en vano es el puntal de nuestra fe, como dice San Pablo. Ese hecho sí cumple todos los criterios de veracidad (e incluso alguno más que no se cita: el testimonio de las mujeres, que es una creencia no generalizada entre los judíos, etc) y, sin embargo, esos supuestos especialistas no sacan la conclusión lógica de este episodio: que Jesús es verdaderamente Hijo de Dios y, por tanto, que toda la narración evangélica es cierta. Eso lo vieron los judíos como ya lo habían visto venir primero con la resurrección de Lázaro.
13/01/16 8:27 AM
  
Joaquín
Esta distinción entre "Jesús histórico" y "Cristo de la fe" no es sino la vieja herejía nestoriana con un disfraz distinto.
13/01/16 10:04 AM
  
Palas Atenea
Sobre el periodo histórico que vivió Jesús he leído de todo, por lo menos lo que me ha parecido más serio. El primero que leí es el que figura aquí mismo: "Jesús, un judío marginal" de John P. Meier. Mi conclusión es que hay dos episodios de los que la historia no puede decir nada y que son definitivos para un cristiano: La Anunciación y la Resurrección. Ninguno de ellos puede ser refrendado por la historia, aunque en si mismos son históricos porque sucedieron y cambiaron la historia totalmente, pero exceden de su campo que es mucho más modesto y necesita pruebas concluyentes. Estamos en la fe. Si lo que se pretendía es demostrar que Jesús de Nazareth existió creo que ya nadie lo pone en duda, pero que meramente existiera no es suficiente para un cristiano. Jesús tiene dos naturalezas: la divina y la humana y los estudios históricos no pueden confirmar ni negar la primera. La segunda naturaleza de Cristo no es tan importante: por dónde se movió, quiénes eran sus seguidores, si era pobre o no, quiénes eran sus parientes, etc... la importancia de que Jesús es el Verbo Encarnado es enorme para un cristiano porque el cristiano sabe que es Dios y se asombra de que Dios Padre enviara a su Hijo.
Rafa: Un historiador no puede sacar una prueba concluyente de la Resurrección por los testimonios de los que vieron al Resucitado. Si Éste se hubiese aparecido a sus enemigos: Poncio Pilato o Caifás tampoco les parecería suficiente porque siempre se podía pensar que el arrepentimiento o la culpa les hacía ver fantasmas. Hay hechos que exceden la historia y la ciencia. Hay quién llega al misterio y quién no y eso divide a la gente, como en los tiempos de Jesús, en creyentes y no creyentes.
Las sucesivas epifanías de Jesús, la Transfiguración, por ejemplo, sólo tuvo tres testigos. El Evangelio está lleno de los que veían y los que no veían, exactamente igual que ahora.
13/01/16 11:42 AM
  
Rafa
Palas: Yo no he dicho (o al menos no era esa mi intención) que esté probada históricamente la Resurrección, sino que el relato de ésta cumple todos los criterios que la crítica histórico-literaria propone para otorgar veracidad de un dato. Hay una diferencia de matiz: no se trata de un hecho probado y cierto, sino de un testimonio que hay que valorar como tal. Y si cumple tales premisas, ergo... En otras palabras, el testimonio evangélico es de una raíz que o se toma en serio y se acepta en su totalidad, o se niega por completo. No hay medias tintas, que es lo que proponen los seguidores del método histórico-crítico: expurgar lo que consideran inconveniente y hacer un evangelio "ad hoc".
13/01/16 12:55 PM
  
Palas Atenea
Hubo bastante resistencia de la Iglesia Católica hacia los estudios históricos por el daño que pudieran hacer al Cristo de la Fe, pero en vista de que los protestantes se anticiparon, acabaron por sumarse a la corriente. Bien, pues ahora sabemos mucho más de ese periodo histórico sin que eso enturbie o ilumine nuestra fe.
No todo lo que es histórico es demostrable y la irrupción del Hijo de Dios en la historia humana es uno de esos casos.
La historia es una ciencia que llega a dónde llega e, incluso dentro de periodos históricos más cercanos, hay dificultades para demostrar episodios que son meramente humanos porque la historia necesita datos y en la mayoría de los casos no es aséptica. El profesor Robert Conquest, que murió en 2015 con 98 años, fue la irrisión del mundo académico porque su especialidad era la historia soviética y hacia 1970 le decían que no tenía suficientes datos para escribir lo que escribía. En 1986 publicó: "The Harvest of Sorrow: Soviet Collectivisation and the Terror-Famine", sobre el Holodomor, y parecía que se lo estaba inventado. Hoy lo que escribió está rebasado por la realidad y los documentos desclasificados, así que este historiador ha quedado a medio camino entre un historiador y un profeta. Como sus "profecías" se demostraron su nombre se borró del mapa. Así de sencillo.
Si se ha podido ocultar, ridiculizar e incluso bloquear información que no tenía nada de sobrenatural. ¿Qué puede ocurrir cuando Dios mismo entra en la historia? Si no creyeron a un periodista como Gareth Jones, testigo presencial, y a un historiador como James Mace (ambos missing en la historiografía oficial) sobre sucesos que tenían todos los indicios de que habían sucedido y no eran ningún acto de fe . ¿Van a creer a los seguidores de Jesús algo tan increíble como una resurrección?
Para mi el Jesús Histórico no fue necesario para la fe de mis mayores ni tampoco para la mía, tiene un interés académico o informativo pero no más. Menos mal que la corriente va remitiendo por agotamiento como todo lo que es meramente histórico.
13/01/16 1:39 PM
  
Juan el Bautista
Palas:

me temo que estás equivocada. Un cristiano puede decir mucho de la Resurrección de Jesús, entre otros argumentos, podemos hablar del Santo Sudario.

Como habitual, se ha tratado de desacreditar esa importante prueba de nuestra Fe por no cumplir la prueba del Carbono 14 pero sin ninguna explicación de como es que resiste pruebas de tipos de polen, imagen tipo "negativo fotográfico", tipo de tejido, proceso científico de la aparición de la imagen, etc. que la única conclusión es que lo que falló es la prueba del carbono 14 por haberse contaminado la muestra con bacterias, o bien que hubo anomalía al realizar la prueba.

La imagen del lienzo no es pintura, sino una realizada por una pequeña quemadura sobre la superficie del lienzo, equivalente a un proceso de xerografía. Esa luz radiante intensa desde dentro del cuerpo exánime de Jesús solo pudo haberse dado en el momento de la Resurrección.
13/01/16 4:29 PM
  
Palas Atenea
Rafa: Pues lo negaran por completo. El Jesús Histórico no evidenciará nunca que Jesús es Hijo de Dios porque, de lo contrario ya no sería fe. Los Evangelios están llenos de episodios que exceden el mundo material en el que la historia se mueve: la Anunciación, la Transfiguración, Pentecostés... Si entramos en el Misterio de Dios la historia y la ciencia se quedan atrás y lo único que se puede hacer es caer de bruces en adoración como hicieron Pedro, Juan y Santiago en el monte Tabor. Vete a explicárselo a la gente y encontrarás quién lo crea y quién no. Para eso es esencial la Gracia.
Por lo tanto, a mi, que me gusta la historia, me interesa todo lo relacionado con Palestina en el s. I pero mi fe es exactamente la misma que la de mis abuelos que se contentaban con los Evangelios tal cual sin preocuparse de si el Evangelio de Lucas concordaba con el de Juan, ni del criterio de discontinuidad o de testimonio múltiple.
Lo mismo ocurre con la Sábana Santa, lo que no entiendan será porque la ciencia no ha avanzado lo suficiente, pero alguna explicación científica tiene que tener y se cerrarán en banda. Estamos en las mismas.
Lo que era evidente para el centurión no lo era para el ciego Bartimeo hasta que el mismo Jesús le hizo ver (naturalmente el ciego no podía negar un milagro que se había producido en él mismo). El centurión es el único personaje de los Evangelios que consigue sorprender al mismo Jesús: Mateo 8, 5-17, al oír la contestación del centurión Jesús quedó admirado, sorprendido (según traducciones). Y no es extraño que Jesús se sorprendiera porque el centurión-hombre de fe como Abraham-sabía que Jesús podía curar a su criado sin necesidad de entrar en su casa y antes de que el milagro ocurriera: "Señor, yo no soy digno de que entres en mi morada, mas di una sola palabra y mi criado quedara sano" Tal señal de fe no se había visto en todo Israel. Y ahora que vengan historiadores a decir si ese pasaje fue o no añadido por los primeros cristianos. Los hombres de fe son perseguidos por historiadores, incrédulos y científicos desde Abraham hasta San Pablo. Los hombres de fe son tomados por enemigos por aquellos que les temen, que son casi todos.
13/01/16 7:50 PM
  
Joaquín
El contenido de los secretos de Fátima no es de fe, entre otras cosas porque no tenemos ninguna certeza de que lo que escribió sor Lucía sea una descripción exacta de lo que vio y oyó. No digo que mienta, válgame Dios, solo digo que tal vez no lo recordara bien. Sí es de fe la autoridad magisterial del Papa, también la de san Juan XXIII. De modo que en un caso así me quedo con lo que dijo el Papa.
13/01/16 7:53 PM
  
Palas Atenea
Me parece que algunos no conocen la naturaleza del ateísmo y del agnosticismo. Tal naturaleza impide ver más allá de lo material y es aterradora. Ruego a Dios todos los días para que sostenga mi fe.
Lo que esta gente pide es una Epifanía Colosal, una Manifestación de Dios de tal calibre que el ateísmo se oponga a la evidencia total y sea imposible. Tal cosa excede de lo que en este mundo se puede pedir porque eso es exactamente la Parusía, mientras Jesús no venga en su Segunda Venida no tendremos la evidencia que ellos exigen y habremos de entrever, salirnos de lo material por el espíritu y creer.
"Después de visto, todo el mundo es listo" dice con razón el refrán, pero la visión de Dios es imposible en este mundo porque no estamos preparados y porque coartaría nuestra libertad así que no podemos ser "listos" sino creyentes.
Un Dios como el del Sinaí evidente para todos sería imposible de desobedecer y por lo tanto ¡adiós, libre albedrío! Si Dios hubiese querido algo así se habría conformado con los ángeles entre los cuales, por razones obvias, no hay ateos.
13/01/16 8:43 PM
  
Rafa
Palas: Es evidente que el "Jesús histórico" no probará nunca algunos episodios de los Evangelios que trascienden lo material. Pero lo que aquí se trata es que utilizando el método crítico literario sólo existen las dos opciones que antes he dicho: o se acepta todo (porque desde el punto de vista crítico literario la narración cumple con los criterios establecidos), o se niega todo. Eso es algo que la mayoría de los críticos (modernistas) no acaban de o, mejor dicho, en su empeño por destruir los cimientos de la Iglesia no quieren entender. Pondré un ejemplo: cuando Jesús dice aquello de "quien come mi carne, etc..." los judíos (y luego los paganos) entienden perfectamente que no está hablando simbólicamente y el relato evangélico lo muestra de diversas formas (el verbo utilizado, la reacción contraria de sus discípulos, etc). Paralelamente se encuentra el episodio de la institución de la Eucaristía ("Esto es mi cuerpo..."). La acusación de las autoridades romanas de la práctica de canibalismo por parte de los cristianos habría podido contestarse fácilmente. Habría bastado decir que se trataba de un símbolo. Pero los cristianos eran consecuentes con lo que dice la Escritura y eso entorpecía el diálogo entre paganos y cristianos. Por supuesto, eso no prueba científicamente la doctrina católica de la Transubstanciación, pero el relato en sí mismo y las consecuencias que se extraen de él son coherentes: Jesús se refiere VERDADERAMENTE al acto de comer su carne y beber su sangre. O se acepta íntegro, o se niega. No hay medias tintas (el que los protestantes lo nieguen no invalida el argumento, porque como en muchos otros aspectos señalados por otros autores de este medio, lo hacen de forma incoherente: uno puede sacar conclusiones totalmente erróneas a partir de premisas ciertas).
Como verás, dejo aparte la fe. Yo soy arqueólogo y pienso exactamente igual que tú respecto a la lectura de los Evangelios, acercándome a ellos como Verdad revelada. En parte eso es así por la gracia de Dios y la educación recibida por mis padres, pero también por criterios razonables a la hora del estudio de las Escrituras: porque en conjunto me parece una construcción lógica ("Al principio era el Logos..."), incluso si se sigue el método histórico-crítico (siempre que se dejen aparte prejuicios materialistas). Y te lo dice uno que ha estudiado Humanidades en una universidad española, lo cual es sinónimo de adoctrinamiento marxista. Eso, a determinada edad, te hace plantearte ciertas creencias inculcadas en tu niñez.
Juan el Bautista: el tema de la Sábana Santa da para mucho y creo que no es lo que aquí se trata (la búsqueda del Jesús histórico a través de las fuentes literarias), pero estoy de acuerdo contigo. No creo que la ciencia pueda explicar nunca los misterios que envuelve esta reliquia (a día de hoy es imposible hacer una réplica exacta de la Síndone) y, de hecho, pienso que su preservación a través de tantos siglos ha sido permitida por la Providencia precisamente para aquéllos que piden una Teofanía espectacular, tal como los propios judíos pedían a Jesús en su tiempo. Pero también soy consciente de que no hay más ciego que el que no quiere ver.
Saludos cordiales
14/01/16 8:46 AM
  
Palas Atenea
La historia del ateísmo es un fiasco colosal, "El Drama del Humanismo Ateo" que diría Henri de Lubac. Feuerbach creía que Dios era un constructo humano sobre el que proyectábamos atributos que, en realidad, corresponden al Hombre. El Cristianismo había creado un concepto de Dios mejor que el de otras religiones pero ya iba siendo hora de que el Hombre asumiera ese papel. Nietzsche mata a Dios y carga sobre el Hombre su Grandeza. Prometeo era el modelo de ambos.
Los ateos de hoy en día no están dispuestos a tarea tan colosal y renuncian a la Grandeza y a todo atributo que sea excesivamente pesado, ya se conforman con vivir como si Dios no existiera pero ¿para qué cargar con la magnificencia de Dios?
Feuerbach y Nietzsche son dos dinosaurios de los que ya nadie quiere acordarse. Los ateos modernos no están para Prometeos ni Superhombres. ¿Qué sentido tiene eso con lo corta que es la vida? Ya tenemos bastante con cargar con la evidencia de que tenemos que morir como para asumir cargas adicionales, si el Hombre no es más que un soplagaitas tampoco importa mucho. Cargará a lo sumo con su inteligencia, que ya es bastante pesada, pero ni un gramo más de responsabilidad. Algunos llegan más allá y se fijan en los animales con envidia. Prometeo quería arrancar a los dioses su secreto pero no a los caballos, pues ahora es al revés.
14/01/16 9:58 AM
  
Palas Atenea
¡Ah,sí! La Fe y la razón van juntas. Que tus criterios y los míos sean razonables no lo pongo en duda. El Cristianismo es realista no utópico o idealista.
14/01/16 12:49 PM
  
Vladimir
La autoridad del Papa es grande, ciertamente, pero ¿es más grande que la de la Virgen?

En el campo de la Doctrina de la Fe, no tiene sentido plantearse la pregunta anterior, porque fue a Pedro a quien Dios prometió su asistencia para que nos confirme en la Fe.

El Magisterio del Papa será siempre el medio seguro para conocer lo que debemos creer.

Bendiciones en Cristo, María y José
14/01/16 7:21 PM
  
María de las Nieves
La evangelización es central para la identidad y la misión de todo cristiano, pero para la búsqueda de nuestra identidad como persona ,como creyente hay que incorporar a Cristo resucitado en nuestra vida vivo y dejándole actuar y transformándonos y preguntándole, es diálogo vivo con Él.
Es el mismo que vivió como hombre entre nosotros, con la diferencia que su Persona es DIivina pero él también actuó en la tierra con conocimiento humano según su naturaleza humana, aprendió a hablar ,a escribir ,a contar ,a relacionarse, a rezar, a orar con los salmos etc
Cada persona de este mundo ¿Qúe quiere saber sobre Él?
Lo primero ,desde lo hondo de la persona la pregunta ,debe saber que quiere buscar, claro que la historia nos da el contexto, los judios de entonces ,el pueblo romano cómo se vive, la geografía de ese pueblo, las persecuciones etc
Somos personas humanas y Jesucristo nos ha regalado su identidad la de Él como Hijo único, la nuestra es la que debemos encontrar mirando su vida, su cruz ,su amor, lo demas ayuda a la ciencia a la historia y por supuesto es auxiliar y muy interesante ,pero no olvidemos lo nuclear.

Evangelizar es “ante todo dar testimonio, de manera simple y directa, de Dios revelado en Jesucristo, en el Espíritu Santo, dar testimonio de que en Su Hijo, Dios ha amado al mundo, de que en Su Verbo Encarnado Él ha dado el ser a todas las cosas, y nos ha llamado a la vida eterna.” (Papa Pablo VI, Evangelii Nuntiandi).

Por la virtud del bautismo, todo cristiano es llamado a dar testimonio, de palabra y acto, de la verdad y la belleza de la fe en Jesucristo, no es posible separar un Jesús histórico de un Cristo de la fe al menos esencialmente, vale como búsqueda de conceptos.
15/01/16 5:58 PM
  
DavidQ
Acabo de leer que en mi país se encontró un fragmento de una pintura rupestre, donde aparentemente se adivina la forma de un megaterio -una especie de perezoso gigante-, y eso da suficiente base científica para asumir que tales animales migraron desde el norte durante la última era glacial y fueron cazados hasta su extinción por mis antepasados.

Probado científicamente.

En base a un dibujo que podría o no ser de un megaterio, podría o no ser auténtico, podría o no ser un prototipo de un comic de los originales Picapiedras.

Mientras tanto, no importa cuántos testimonios, evidencias documentales y hasta una posible fotografía milagrosa del cuerpo crucificado y luego resucitado de Jesús existan, siempre quedará la duda "científica" si en realidad Él vivió alguna vez, no digamos que haya muerto y resucitado.

Si se aplicaran los mismos criterios "científicos" sobre la existencia de los personajes históricos que se aplican a Jesús a todos los reyes del pasado, se dudaría seriamente de la existencia de Atila, de Gengis Khan, de Marco Polo y de San Esteban de Hungría.

Pero para ellos, una sola evidencia basta para decir "existieron y son mis antepasados, por lo tanto, tengo derecho al trono". Para Jesús, ni metiendo los dedos en los agujeros de los clavos habrá suficiente evidencia de Su existencia.

25/01/16 1:29 PM
  
María de las Nieves
Probar históricamente la existencia de Jesús no es díficil ,pertenece a la investigación histórica, probar que Jesús ha resucitado de la muerte esta basado en testimonios de la fe de las personas que lo han visto resucitado, estamos en el plano sobrenatural que corresponde a la Divinidad de Jesucristo.

Para el creyente cristiano bautizado y con la gracia de los Sacramentos comprueba que Jesucristo vive, por tanto no es argumento de razón cientifica, es argumento de fe y dar razón de su Esperanza . el hombre es corpóreo-espiritual .

Y la razón natural siendo necesaria para el conocimiento del hombre no llega a dónde llega la Fe revelada ,sin embargo no se opone razón y fe.
25/01/16 6:54 PM
  
Carlos
Tengo mi particular criterio, nada erudito por cierto: esas escasas 200 páginas han servido durante 1.800 años a personas de todo tipo de inteligencia, algunas tan superiores como Santo Tomás o San Agustín. Si tan mal estuvieran escritas, con tantas contradicciones o errores, finalmente hubieran sido desechadas y arrinconadas, mientras que la experiencia nos dice lo contrario. Más aún, en general, muchos confiesan que tras años de lectura, siempre acaban descubriendo cosas nuevas.
31/01/16 11:08 PM
  
Ramontxu
Pato, hace tiempo que no hablamos, pero no quería irme sin despedirme de ti. Dejo de participar en Infocatólica. Adios. Ha sido un placer.
18/02/16 8:59 AM
  
Pato Acevedo
Te agradezco la deferencia y de todo corazón correspondo tu sentimiento. Siempre ha sido un placer conversar contigo Ramontxu
18/02/16 4:11 PM
  
papetobonavena

En realidad, hubo varios "Jesús". Es que "Jesús" (Yeshua en hebreo, Iesous en griego) era un título que sigfinicaba "salvador", derivado de "Yahvéh salva"). El historiador Josefo menciona al menos una veintena de Jesuses.

Jesús ben Ananías llegó a ser arrestado. Murió por un rocazo de una catapulta. Jesús ben Gamala fue otro. Su cuerpo fue devorado por los perros. Jesús ben Stada fue un agitador de Judea. Los romanos lo crucificaron.

Además, el mesianismo era una moda. Entonces toda anécdota que se encuentre sobre Jesús, puede referirse a muy diversas personas, aunque semejantes entre sí.

22/02/16 5:16 PM
  
Catholicus
Tengo dos tomos de P. Meir. Son destructivos, puro veneno para la fe.

Nada más el comienzo ya acaba por afirmar que científicamente debemos atenernos a que María era no solo no siempre virgen sino madre de familia numerosa.

Y hala... ahí siguen los libros en las principales estanterias de las librerías diocesanas.
24/02/16 1:36 PM
  
Luis López
Al final los defensores del método histórico, debido a sus apriorismos, caen en incongruencias notables a la hora de explicar la figura de Jesús.

El Padre Pagola por ejemplo en su "Aproximación histórica" niega que Jesús tuviera conciencia de morir por los hombres para el perdón de los pecados, y para ello dice cosas como que el texto Mc.10,45-"el Hijo del Hombre (...) ha venido para servir y dar su vida en rescate por muchos", no es histórico porque la palabra "rescate" no era "su lenguaje"

Da igual que el mismo texto se reproduzca en Mateo, da igual que en la última cena (y unánime en los sinópticos) Jesús hable del derramamiento de su sangre por "muchos", da igual que los primeros testimonios cristianos -las cartas paulinas- le den tanta importancia a ese hecho esencial de la vida de Jesús, que presten una atención secundaria a otros aspectos de la vida del nazareno.

¿Y todo por qué? Muy sencillo. Admitir la conciencia sacrificial vicaria de Jesús, es reconocer simple y llanamente su divinidad (o su locura, qué hombre puede decir que él va a morir por el perdón de los pecados sin ser Dios o estar loco).

Pero claro,si Jesús estaba loco el personaje interesa lo justo. Pero si era (si es) Dios, los métodos histórico críticos se irían a la basura. Por tanto, condición necesaria para la supervivencia de estos métodos de investigación es negar el meollo o la cuestión de fondo del personaje Jesús. DE ahí surgen los personajes ficticios que nada tienen que ver con el verdadero Jesús que nos da la Escritura y la fe y la tradición de la Iglesia.
27/02/16 3:09 PM
  
Thomas Hennigan
Una investigación histórica, con todas sus limitaciones es algo legítimo e incluso necesario en estos tiempos. Jesús es probablemente la figura que en la historia ha tenido una influencia mayor que cualquier otro personaje histórico. Por lo tanto, no es ilegítimo para un historiador preguntarse acerca de la existencia histórica de Jesús. sus enseñanzas, sus actos, el impacto que tuvo en la gente. Es cierto que los evangelios constituyen por mucho la principal fuente con la contamos. San Pablo tiene poco que decir de la vida de Jesús más allá del hecho de su muerte y resurrección y entrega una versión de la institución de la Eucaristía en la última cena. La distinción entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe es legítimo dado que los evangelios nos entregan instrumentos catequéticos que recogen la predicación de las primeras generaciones de los cristianos, sus catequesis, es decir, la aplicación de lo que hizo y enseñó Jesús en su vida. Ésta se ve bajo el prisma de la comunidad primitiva. Claro, hay que tener bien presente lo hasta donde puede alcanzar la historia en su búsqueda del Jesús histórico y los grandes límites de esta búsqueda. El Jesús histórico no es el Jesús real que predicaron los apóstoles y en el que creemos según la enseñanza de la Iglesia, pero si esta búsqueda se lleva a cabo con criterios sensatos, puede ser una ayuda para la apologética. Hay un obispo Anglicano llamado N.T.Wright que ha ido haciendo unos buenos estudios históricos sobre la resurrección y otros aspectos como la predicación de San Pablo. Otros han hecho una buena labor, y la Pontificia Comisión Bíblica ha publicado un importante documento acerca de todo este tema en el año 1993, recordando los 50 años de la publicación de la Encíclica Divino Afflante Spiritu del Papa Pío XII que anima a los estudiosos católicos a aplicar los métodos de la crítica histórica, literaria y cultual a los estudios bíblicos. La historia no lo dice todo ni mucho menos. Si por ejemplo, dice un historiador que desde el punto de vista de un examen histórico los episodios del nacimiento de Jesús recogidos en los Evangelios de Mateo y Lucas tienen poco fundamento histórico, hace una afirmación basada en su estudio histórico, pero nosotros sabemos que la Iglesia ya en el siglo II proclamaba a María siempre virgen ("semper virgo" " aei partenós" en griego) lo que podemos deducir es que la historia tiene sus límites y no es capaz a producir pruebas históricas de esta verdad, ni tampoco pruebas para negarla. etc.
05/03/16 4:10 PM
  
Reco
Sin que se mailinterprete mi opinión y sin animo alguno de darles un espacio a investigadores del Jesús histórico, dentro de la cátedra de la Iglesia o que se piense que ésta debiera tomar en cuenta opiniones de índole descentona o seria, yo creo que la reflexión teológica, sobre el Jesús histórico, es miy rica y en mi caso me aclaró muchas cosas que aun no comprendía. En principio de cuentas, desde la teología no se pretende demostrar la existencia cientifica de Jesús, al menos eso sé, pero si se pretende mostrarnos los razgos humanos de El sin soltar la fe. Mucha gente, cuando recien se convierte, se queda en una especie de limbo en cuanto a temas "terrenales" que pasaban cuando Jesús llevó a cabo su misión. A mi me provoca desde la fe, un enorme sentimiento de responsabilidad por ejemplo, el podernos imaginar a Jesús con aquel sentimiento o deseo temporal, como humano que también fue, cuando le pide al Padre que si es su deseo apartara de El ese cáliz y se hicieran las cosas tal vez de manera distinta, o cuando Jesús, lleno de amor y misericordia, se acerca a la prostituta, en contra de todo comportamiento social y religioso de su epoca y la defiende ante aquella multitud y encima le perdona sus pecados y le dice que no vuelva a cometerlos. No lo se ahora, pero el acto de hacer lo que hizo, apartando el conocimiento de las practicas rigoristas religiosas de aquel pasaje, las causas, consecuencias, riesgos que el propio Jesus se tomaba tan a menudo ¿causan el mismo efecto en la fe de un creyente que solo se queda admirando la misericordia y el amor de Jesus hacia la persona? El mismo acto de Jesús y el verdadero riesgo que para El representaba, creo que potencia enormemente el acto en si, lo nutre tanto y aquella misericordia toma un matíz aun mucho mas penetrante en quien lee aquellos pasajes para bien de su fe. Eso creo yo humildemente. Se que no es el tema precisamente, solo quise expresar mi opinión.
09/04/16 7:17 AM
  
Manuel_RH
El propio Meier reconoce las dificultades de que la historia pueda llegar hasta el auténtico Jesús de Nazaret dada la escasez de datos extraevangélicos de que se dispone. Aparte de que no me parecen demasiado científicas sus conclusiones a base de expresiones como: " a mi entender...a mi juicio... en mi opinión... veo más verosímil..." que no pasan de ser conjeturas discutibles. Tampoco me parece razonable su punto de partida de llegar al conocimiento de un Jesús por consenso: el sol es una estrella con independencia de lo que piense un solo borrego o el rebaño completo.
Pero aunque en el mejor de los casos la historia nos situara ante el genuíno Jesús, salvando la distancia del tiempo, nunca estaríamos mejor situados que sus propios contemporáneos que, ante aquel humilde carpintero tuvieron que realizar un acto de fe para alcanzar su sanación. " Tu fe te ha sanado...". Por eso la fe es la que nos da la verdadera dimensión, la única que nos vale de algo, de la personalidad de Jesús, el Cristo que la Iglesia nos presenta.
Hoy como antaño es fundamental nuestra respuesta a aquella pregunta trascendental: " ¿y vosotros quien creeis que soy yo?", y saber que la respuesta correcta no viene de la carne ni la sangre (ni del conocimiento humano) sino que es una revelación de Dios.
Meier, despues de escribir su mamotreto, se encuentra a tan solo un paso de las posturas ateas que suponen a Cristo un constructo teológico de sus seguidores, y se le vendrá abajo su trabajo cuando alguien le demuestre que aquel hombre marginal que ni hacía milagros ni tenía nada de extraordinario nunca pudo resucitar; o que la creencia en este hecho carece de fundamento por los mismos criterios aplicados a todo lo demás.

03/09/16 1:21 AM

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