La apelación a la infertildad

Conversando acerca del matrimonio homosexual, nuestro punto fundamental es que existe una diferencia básica e insoslayable entre las relaciones hetero y homosexuales: que las parejas de diferente sexo son naturalmente fértiles, mientras que las conformadas por dos personas del mismo sexo nunca podrían serlo. Esta característica justifica que el Estado regule el matrimonio, pues esta es una relación que vincula jurídicamente a los hijos con sus padres, y de esa forma les asegura acceso a la educación que les permitirá integrarse a la sociedad como ciudadanos.

A este planteamiento se nos replica que, de ser así, deberíamos proponer que no sólo las parejas del mismo sexo estén excluidas del matrimonio civil, sino también aquellas que no pueden tener hijos o las que no quisieran tenerlos. Como nadie ha propuesto tal legislación, se nos indica a modo de reductio ad absurdum, ello demostraría que nuestra premisa (del vínculo entre fertilidad y matrimonio) sería falsa.

Estamos perfectamente conscientes de esta consecuencia de nuestro planteamiento. Tanto es así que en el derecho de la Iglesia, una persona que sufre de impotencia antecedente y perpetua (es decir, es incapaz de ejecutar el acto sexual) no puede contraer matrimonio (canon 1084), y si uno de los novios excluye deliberadamente la intención de tener hijos, el matrimonio es nulo.

Y esta no es sólo una preocupación de la Iglesia. Todos los Estados impiden los matrimonios entre hermanos y otros parientes, y no es por un mero reparo ético (o al menos no debería serlo), sino que se debe precisamente a que se entiende que existe la posibilidad de consecuencias negativas para la descendencia en tales casos.

Si no abogamos por una prohibición de los matrimonios infértiles, es porque en la gran mayoría de los casos dicha situación es transitoria, y establecerlo como requisito para casarse sería inconducente. La forma de “filtrar” a las parejas heterosexuales infértiles sería pidiéndoles un examen médico de fertilidad antes de casarse, pero eso sólo nos hablaría de su situación en un momento determinado, y nada nos dice acerca de las altas posibilidades de corregir y curar esa condición con la adecuada atención médica. El porcentaje de parejas con problemas de fertilidad sigue siendo bajo –aunque ha ido aumentando en los países occidentales, principalmente debido a la postergación de la maternidad–, pero incluso en esos casos, gracias a los avances en la medicina, lo cierto es que la gran mayoría de los matrimonios encuentra solución en algún momento de la vida.

Dicho de otro modo, a pesar de que una pareja heterosexual tenga un diagnóstico preliminar de infertilidad, su relación sigue siendo naturalmente fértil, y siempre existe una alta posibilidad de que a la larga se produzca un embarazo. Es en atención a esa posibilidad, que ellos deben contar con la protección legal que se asocia al matrimonio.

Una relación homosexual, en cambio, es siempre necesariamente infértil, inicia y termina en los propios participantes, sin consecuencias sociales inmediatas, y bajo ninguna circunstancia podría producir un hijo. Es por eso que es esencialmente diferente a un matrimonio, incluso a aquellos que en algún momento de la vida hayan tenido problemas para concebir.

Todavía quedan casos extremos, donde un matrimonio nunca pudiera tener un hijo biológico a pesar de los tratamiento, pero ellos también tiene abierta hermosa posibilidad de la adopción, y de esa forma proporcionar a un niño un hogar donde contar con un padre y una madre, unidos en una relación amorosa y estable. Ese es derecho el que se le negaría al niño que se quisiera ubicar a cargo de una pareja del mismo sexo, porque ambos roles, el masculino y el femenino, son importantes en la formación y desarrollo de la personalidad, y no son de ninguna forma neutros o intercambiables.

22 comentarios

  
Yolanda
¿Y un matrimonio entre ancianos?

No lo pregunto en broma, siempre he tenido esa duda.
30/01/13 9:40 PM
  
Martin Ellingham
Hay un error basado en una mala traducción de Santo Tomás que llega hasta el presente, y consiste en decir que el fin del matrimonio es la procreación (entendida como resultado genésico). Pero es un error porque lo que dice el Aquinate y con él toda la Tradición es que es el fin del matrimonio es la "intentio prolis" que podríamos traducir libremente, y con categorías personalistas, como "apertura a la vida". Quiere decirse que los actos heterosexuales son de suyo aptos para la procreación, estructuralmente abiertos al resultado genésico. Cuando ese resultado no se produce, sea por un defecto físico esterilidad o por la avanzada edad, no deja de realizarse el fin del matrimonio aunque no se un resultado.

Saludos.
30/01/13 10:12 PM
  
José Manuel Genovés
Estimada Yolanda;

siendo que hay antecedentes de concepción natural a edades avanzadas ("No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad." Lc 1,7), no creo que la edad sea en sí misma impedimento alguno. (Siempre que no haya impotencia antecedente y perpetua...)

Un saludo, y buenas noches.
30/01/13 10:14 PM
  
Natanael
Yo entiendo que la razon de que se permita el matrimonio entre personas esteriles, es que el matrimonio debe estar abierto a recibir los hijos como un don de Dios. Y esto lo cumple un matrimonio esteril (ahi esta el caso de Abraham, que tuvo a Isaac cuando Dios lo quiso).

Los hijos, no son un derecho, son un don. Por ello con tener la posibilidad de recibir dicho don, basta. Pero en el caso de los homosexuales es imposible de principio.

Muchas personas se casan a edades muy avanzadas, en las que es imposible para la mujer tener hijos (por la pura biologia, Dios puede seguir dandolos).

A este respecto, cierto es que en caso de esterilidad sabida, esta debe ser conocida por el otro conyuge.

En el caso de la impotencia, que mencionas; el problema esta en quienes estan privados de la capacidad para mantener relaciones. Aunque creo que tambien depende de los casos.
30/01/13 10:16 PM
  
Yolanda
Pues muchas gracias por las respuestas.
:)
30/01/13 10:19 PM
  
Iconodulo
Al asunto de la infertilidad añadiré también que un papel importante ha jugado y juega el derecho a la intimidad. La cuestión de la esterilidad ha suscitado siempre suficientes vergüenzas (no digo que tenga que hacerlo, solo señalo que fehacientemente lo hacía y lo hace) como para que obligar a nadie a tener que reconocer públicamente ésto nunca se haya considerado plato de buen gusto.

Sin contar que la esterilidad es algo que a menudo viene de modo sobrevenido. Si un hombre y una mujer que pueden realizar el acto sexual vienen ambos dos y piden casarse, a mi me basta saber que son hombre y mujer, y que, teniendo en cuenta lo que se (otras cuestiones no son de mi incumbencia, puesto que quizá ellos mismos desconocen si son estériles, y nadie es quien para obligarles a averiguarlo), en potencia están capacitados para tener niños. Por el contrario, si me vienen personas del mismo sexo y solicitan lo mismo, ya de antemano se que ni pueden procrear ni será nunca lo más deseable (con lo que tampoco afirmo que sea lo más indeseable) que se hagan cargo de ningún infante.

Y es que, continuando en la senda de lo último que he dicho, debe tenerse muy en cuenta que el matrimonio atiende a la adecuada crianza de la prole, y esto es algo que una pareja heterosexual estéril bien puede procurarle a los niños que adopte (se presume que constituyen un ambiente propicio para tal crianza; a diferencia de lo que sucede con los homosexuales, para los que, motivadamente -por su difícilmente negable tendencia a la promiscuidad, y por la falta per se que en una pareja homosexual se da de referentes de ambos sexos para los niños a los que algunas de esas parejas querrían criar- se presume exactamente lo contrario).
30/01/13 10:40 PM
  
Yolanda
A JM Genovés sólo le ha faltado añadirme "mujer de poca fe", jeje

:)
30/01/13 10:58 PM
  
DavidQ
Todos los argumentos racionales en este tema, tendrán siempre respuestas racionales. Concepción, adopción, roles diferenciados... Todo es posible racionalmente y a la luz de la ciencia.

Lo único realmente válido y que no admite discusión es lo que dice el Catecismo: se requiere delicadeza, comprensión y ninguna discriminación. Y los homosexuales están llamados a la castidad. La primera parte no requiere discusión, la segunda es una lucha constante de todos*, no sólo los homosexuales, así que no se esta pidiendo nada especial.

El error, desde mi punto de vista, es tratar este problema como si fuera propio de alienígenas y no de personas comunes y corrientes, como todos. TODOS tenemos fortalezas y debilidades, pecados y virtudes. Apartar a un grupo y tratar de imponer reglas "sólo para ellos" siempre será un error, siempre encontrará resistencia e históricamente la resistencia siempre gana. El camino de la legislación me parece errado, no importa cuánta razón parezcan tener los argumentos.

-----
*también existe castidad en el matrimonio, aún sosteniendo relaciones sexuales. No todo está permitido.
31/01/13 3:14 AM
  
Martin Ellingham
Así como para el Estado resulta simple constatar la heterosexualidad de los contrayentes sin violar ningún derecho ni entrometerse en la intimidad de nadie; intentar verificar la fertilidad como requisito para la validez del matrimonio civil, sería inviable o requeriría procedimientos dignos de un Estado totalitario.

31/01/13 10:41 AM
  
Pato Acevedo
@ Yolanda: Excelente pregunta, jamás pensaría que se trata de una broma.

Aparte de lo que dice José Manuel, sería una prohibición que sólo afectaría a las mujeres, ya que los hombres conservan la fertilidad hasta avanzada edad, y no queremos eso ¿verdad? Por otro lado, tampoco se sacaría ningún beneficio ni sería delicado imponer una edad legal de la menopausia, como dice Iconodulo.

Lo cierto es que la matrimonio natural, incluso entre ancianos, transmite el mismo mensaje social de apertura a la fertilidad, que no se justifica su prohibición.

@ Martin Ellingham: Has resumido todo mi post, de una forma impresionante.
31/01/13 9:08 PM
  
Martin Ellingham
Pato:

Con el paso de los años la ilegítima imposición del matrimonio civil a los bautizados es una injusticia que tiende a consolidarse y parece cosa normal a los católicos.

El matrimonio civil nació como una "competencia" con el matrimonio religioso. Pero progresivamente ha ido perdiendo las propiedades que lo asimilaban al matrimonio natural (desde la introducción del divorcio, su flexibilización, la equiparación de los hijos matrimoniales y los extramatrimoniales hasta la presente aceptación de la homosexualidad de los contrayentes). Es una institución jurídica deslegitimada y socialmente agonizante: la nupcialidad decrece.

Saludos.
31/01/13 9:57 PM
  
Jorge P.O.
Pato:

“…a pesar de que una pareja heterosexual tenga un diagnóstico preliminar de infertilidad, su relación sigue siendo naturalmente fértil, y siempre existe una alta posibilidad de que a la larga se produzca un embarazo.”

Bueno, pues que posterguen la boda hasta que el examen médico de fertilidad diga que son fértiles. De no ser así, todos los actos sexuales que mantengan en esas circunstancias estarían transgrediendo las normas de la Iglesia, normas que califican a esos actos como LUJURIA PURA. Y lo mismo aplica a los matrimonios de ancianos si éstos no demuestran con un examen médico que son fértiles. Por su puesto que todo esto lo digo desde el punto de vista religioso y no civil.

Por otro lado, me sorprende enormemente que afirmes que a pesar de que el resultado de un examen médico de fertilidad diga que un miembro de la pareja (o ambos) son estériles, tú les sigas considerando fértiles sólo con el objeto de justificar su matrimonio. En el post llamado “Revelación Progresiva”, dijiste lo siguiente (7 de enero del 2013): “En cambio, si no es una prohibición ritual sino de ley natural, Y ES CIERTO EL CRITERIO QUE HE PROPUESTO, DE LA PROHIBICIÓN DE LOS ACTOS INFÉRTILES, TAMBIÉN SERÍAN MORALMENTE IMPOSIBLES las relaciones con menores de 9 ó 3 años.”

Es decir, los actos sexuales infértiles están prohibidos y son moralmente imposibles de aceptar, no importa si se trata de ancianos, personas estériles, homosexuales, abuso a menores o matrimonios que utilizan algún método anticonceptivo (artificial o natural). Sin embargo, la norma se va diluyendo para permitir todas aquellas cosas que no conviene condenar, por ejemplo: Seguramente se condenaría el acto sexual de un matrimonio que en sus relaciones utiliza condones, mientras que se aprobaría el acto sexual de otro matrimonio que usara el método “Billings”, a pesar de que el segundo es, según la Iglesia, más eficiente que el condón en evitar la procreación.

Al método Billings se le atribuye un 99.5% de efectividad (0.5% de fallo), mientras que la efectividad del condón es de tan solo el 85% (un fallo de aproximadamente el 15%). Desde el punto de vista religioso, el condón es más PRO-VIDA que el método Billings y, por lo tanto, se tendría que alentar la utilización del primero y el rechazo del segundo; sin embargo, sucede todo lo contrario. He aquí los enlaces: http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/344/775/articulo.php?id=16465 y http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/338/1367/articulo.php?id=6251
01/02/13 1:31 AM
  
Jorge P.O.
Martín Ellingham:

“Hay un error basado en una mala traducción de Santo Tomás que llega hasta el presente, y consiste en decir que el fin del matrimonio es la procreación (entendida como resultado genésico).”

No, no se le ha interpretado mal, eso fue exactamente lo que Santo Tomás dijo; aunque hay que reconocer que lo dijo de una manera bastante burda:

En Génesis 2:18-20, se dice: “Dijo luego Yahveh Dios: No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una AYUDA ADECUADA. Y Yahveh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, más para el hombre NO ENCONTRÓ UNA AYUDA ADECUADA.”

¿A qué se refieren con “AYUDA ADECUADA”? Bueno, Santo Tomás de Aquino nos saca de dudas, esa “AYUDA ADECUADA” no es otra cosa que SEXO. En esa intención de Dios de crearle a Adán una “AYUDA” para que no estuviera sólo, Dios creo a los animales del campo (antes que a Eva) para que Adán experimentara con ellos y viera si éstos eran lo que él necesitaba; después de probar y probar, Adán se dio cuenta de que ninguno de ellos le satisfacía plenamente y fue en ese momento cuando Dios decide crear a la mujer.

La “AYUDA ADECUADA” (SEXO) es la única razón que Santo Tomás esgrime para justificar la creación de Eva; es decir, para que ésta fuera quien saciara plenamente los bajos instintos de Adán. Según Santo Tomás, el hombre fue creado por Dios para realizar una operación vital más digna que la mujer (el entendimiento), mientras que ella fue creada sólo y exclusivamente para el sexo que tiene como fin la procreación.

Cuestión 92, de la Suma Teológica: “Fue NECESARIA la creación de la mujer, como dice la Escritura, para AYUDAR al varón no en alguna obra cualquiera, como sostuvieron algunos, ya que para otras obras podían prestarle mejor ayuda los otros hombres, sino para AYUDARLE EN LA GENERACIÓN…Por eso, en él era conveniente una mayor distinción de ambas potencias, de modo que la hembra fuese hecha separadamente del varón, y, sin embargo, se unieran carnalmente para la generación. Así, inmediatamente después de la formación de la mujer, se dice en Gén 2,24: Serán dos en una sola carne.” He aquí el enlace: http://hjg.com.ar/sumat/a/c92.html
01/02/13 1:33 AM
  
Martin Ellingham
Jorge:

No, está equivocado, lo esencial es la "intentio prolis". Es una "ordinatio ad prolem" no un resultado genésico. Es así para toda la tradición tomista a pesar de las traducciones deficientes.

Ver: In IV Sententiarum Diputationes, djsp. 31, q. 1, a. 30. Y también S. Th. Suppl. q. 49, a. 3.

Es así para toda la tradición tomista y la canonística a pesar de algunas traducciones deficientes.

Saludos.
01/02/13 4:52 PM
  
Martin Ellingham
P.S.:

"...la doctrina canónica de signo tradicional sostiene que es esencial la ordinatio ad prolem en la causa o matrimonio in fieri, en el vínculo o matrimonio in facto esse y en el uso del matrimonio por lo que se refiere al acto conyugal. Siempre teniendo en cuenta que, por no ser el usus matrimonii esencial para la existencia y permanencia del vínculo, ni la corrupción de ese uso, ni la intención de corromperlo de hecho, afectan para nada al nacimiento o a la permanencia del vínculo conyugal.”

Si se hiciera del resultado genésico lo esencialísimo del matrimonio no podrían casarse válidamente los estériles (no confundir con impotencia) y la infertilidad sobreviniente sería justa causa de separación personal.

Saludos.
01/02/13 5:16 PM
  
Pato Acevedo
@ Jorge P.O.: Generalmente presentas puntos interesantes en tus comentarios, pero en este caso te pasaste de revoluciones, pues creo que sabes perfectamente que ningún católico calificaría de "lujuria pura" todas las relaciones sexuales que no terminen en un embarazo.

En cuanto a la cita que me haces, permíteme rectificar, agregando "naturalmente" entre "actos" e "infértiles". Así se establece la clara diferencia que existe entre, por ejemplo, actos homosexuales y actos conyugales realizados cuando es altamente improbable la procreación.
01/02/13 5:28 PM
  
Mi-Ka-El
Matrimonio... dos personas se unen con el fin de constituir una familia. Me refiero a nuestra cultura y a la regulación jurídica. En otras culturas actuales o pasadas y en la nuestra no reguladas hay otras modalidades. Los hijos, si se desean, pueden ser, además del más habitual, el resultado de las técnicas al alcance. Tengo amigos, médico él, muy católicos que gracias a la fecundación "in vitro" tienen una preciosa niña. La abuela, cuando pasa cerca del lugar donde están almacenados los embriones sobrantes, hace referencia a ellos. Son sus nietos embriones y potenciales nietos niño. La niña tiene padre, madre y abuela biológicos. En este y otros casos lo importante es el amor por los miembros de la familia. Precisamente las gestiones y procedimientos, casi de calvario, que tienen que pasar quienes obtienen descendencia por métodos distintos a la cópula garantizan su deseo por y el amor a los hijos.
07/02/13 12:17 PM
  
Pato Acevedo
@ Mi-Ka-El: Si el matrimonio es lo que dices, dos personas que se unen ¿por qué el Estado debería intervenir ahí? Después de todo, es una situación que sólo los afecta a ellos.

Desde luego, tu respuesta no puede ser "porque siempre se ha hecho así", pues precisamente lo que propones es cambiar lo que siempre se ha hecho.

Luego que respondas eso, tengo otras preguntas, como por que tienen que ser dos, y no pueden ser tres, o si pueden ser esas dos personas, madre e hijo, etc.
07/02/13 1:58 PM
  
Catholicus
Jorge P.O.,
Confundes lujuria con deseo sexual, y no es lo mismo. La línea de separación puede ser confusa, y es cierto que en montones de doctores se asume que es difícil que los esposos no caigan en algún tipo de lujuría, justificada por el bien mayor. Como quien va cojeando por un camino de santificación.

Jesús mismo alertó contra pecar de lujuria con la misma esposa. Por tanto no es lujuria todo.
El deseo debe ser puro hacia la esposa, como vasija sagrada y carne de nuestra carne, imagen de la santa Iglesia esperando al Cordero.
No será fácil porque la concupiscencia siempre está ahí, pero eso no significa que todo lo sea.

Además, el unirse los esposos es un BIEN OBLIGADO, claro en palabras de San Pablo y en todas las Encíclicas familiares.
Por eso, entre otras cosas, la "píldora católica" de los métodos naturales sin causa grave, lleva más carga de pecado de lo que a simple vista parece.
08/02/13 11:57 AM
  
Catholicus
Mikail,
El verdadero amor no es cuestión de "deseos". Eso no garantiza nada. El amor cristiano es el afecto por lo bueno. Nada que vaya contra la voluntad divina puede ser " bueno ".

Si los padres deseasen encontrar una pareja para intercambiarse mutuamente, el buscarla con ahínco solo demostraría mucho deseo. Un deseo desordenado. Nada de amor.
08/02/13 12:02 PM
  
Pere A.
Si el amor mutuo y gratuito es premisa de toda unión bendecida por dios, y si siguen su naturaleza por dios proveída, no pecan entonces ni el hetero, ni el q no lo sea, pues es accidente tanto el uno como el otro, y teniendo el mismo derecho, yo dudo q no pueda santificarse una unión por la sexualidad en compromiso con la realidad, por dios dada y no elegida por ninguno d nosotros. Rebatan si es un error, para esclarecer la verdad, q es a lo único lícito q habemos d adherirnos. Para vivir conforme al reino y no a nuestras opiniones o sin base suficiente, sobre roca.
11/01/17 6:32 PM
  
Pato Acevedo
@ Pere A: La premisa es equivocada. Dios no bendice toda unión de amor gratuito y mutuo. Para demostrar esto basta una reductio ad absurdum: si Dios bendijera todo amor mutuo y gratuito deberíamos admitir que también admite las relaciones polígamas, adúlteras, incestuosas, etc.
13/01/17 3:05 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.