Digresiones sobre el alma
Advertencia: Esta entrada, más que una digresión, es un ejercicio progresivo de especulación hasta llegar a niveles estratosféricos. Por favor tomar como eso y nada más.
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica señala
70. ¿Quién da el alma al hombre?
El alma espiritual no viene de los progenitores, sino que es creada directamente por Dios, y es inmortal. Al separarse del cuerpo en el momento de la muerte, no perece; se unirá de nuevo al cuerpo en el momento de la resurrección final.
Siguiendo los Concilios medievales, que adoptaron las categorías de la filosofía tomista, el Catecismo de la Iglesia Católica explica:
365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la “forma” del cuerpo (cf. Cc. de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.
También en la filosofía tomista se considera al alma como el principio de vida y que el alma se encuentra unida al cuerpo como su forma. En este sentido, se puede decir que las plantas tienen un alma vegetativa y los animales una sensitiva, mientras que el hombre, contando con las dos anteriores, tiene además un alma racional, que además sería de tipo espiritual, y por lo tanto, inmortal.
Entendido así, es claro que un perro, por ejemplo, tiene un alma sensitiva, y si eso lo expandimos a organismos más simples, se podría decir que una ameba tiene un alma, aunque sea en su forma vegetativa, que sería la más básica. La ameba al menos es un organismo individual, pero ¿Se podría decir que cada célula del cuerpo tiene un alma? parece que en cierto sentido que están vivas, pero por otro lado, no contienen en sí mismas un principio que les permita seguir viviendo, pues, a diferencia de la ameba, no son capaces de sobrevivir, sino que sólo adquieren dicha facultad cuando cuando forman parte de un organismo más grande. ¿Podemos decir entonces que una célula de un organismo multicelular está viva pero no es un ser vivo?
Pensando ahora en los humanos, no parece seguro afirmar que los padres aportan la parte vegetativa y sensible del alma, a la que Dios uniría el alma racional, pues es a través de nuestros padres es que participamos de la naturaleza humana, y de sus defectos, como las consecuencias del pecado original, y este aspecto, parece más propio del alma racional, pero no sería adecuado que Dios creara un alma racional defectuosa para cada ser humano.
Por otro lado, el compendio también señala
72. ¿Cuál era la condición original del hombre según el designio de Dios?
Al crear al hombre y a la mujer, Dios les había dado una especial participación de la vida divina, en un estado de santidad y justicia. En este proyecto de Dios, el hombre no habría debido sufrir ni morir. Igualmente reinaba en el hombre una armonía perfecta consigo mismo, con el Creador, entre hombre y mujer, así como entre la primera pareja humana y toda la Creación.
Algunos han explicado que, como parte de esa “armonía perfecta consigo mismo” que perdieron, nuestros primeros padres tenían un completo control racional sobre su cuerpo y sus deseos, aspecto que se encuentra severamente disminuido en la humanidad caída. Ahora bien, si Dios preparó (mediante un proceso que puedo haber tomado miles de años) un cuerpo (alma vegetativa + sensitiva) capaz de recibir un alma racional (como una cerradura y su llave), es evidente que una alteración de ese orden, aunque sólo afectara al cuerpo, repercutiría en el funcionamiento de todo el conjunto.
La figura de la cerradura y la llave ¿es una analogía adecuada de la unión del alma racional, con las almas sensitiva y vegetativa que ocurre en el ser humano?, podríamos decir que al morir, se produce la separación de la llave y la cerradura, y esta llave sale ahora mellada por haber interactuado con una cerradura defectuosa, de modo que requiere la intervención sobrenatural para volver a su forma inicial.
¿Qué aspecto tendrían un humanos que no contaran con un alma espiritual? compartiríamos la misma especie biológica, pero ninguno de ellos demostraría capacidades cognitivas más allá de un delfín. Si nos encontráramos con ellos ¿sería homicidio el darles muerte? Existe un fundamento contra el homicidio por ser un atentado contra la dignidad que tiene cada ser humano como imagen de Dios, pero también se observa en algunas especies que es abominable a sus principios biológicos el destruir a sus congéneres. Además, si existieron pre humanos en la época de Adán y Eva, ellos se podrían haber apareado sin cometer bestialismo, pues pertenecerían a nuestra misma especie.
Otro tema: se discute acerca de en qué momento del proceso generativo de los hombres, Dios crea el alma espiritual.
Sostengo que, puesto que el alma se encuentra unida al cuerpo como su forma, desde que existe un cuerpo al que podemos identificar como un individuo de la especie humana, necesariamente debe existir una alma humana, entendida en sus tres niveles, y por lo tanto Dios crea el alma racional o espiritual simultáneamente con la concepción.
Nótese que digo “crea” y no “entra en el cuerpo", para evitar opiniones heréticas acerca de la preexistencia de las almas.
Me confirma esta conclusión la explicación del dogma de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, contenida en el compendio, que dice:
96. ¿Qué significa «Inmaculada Concepción»?
Dios eligió gratuitamente a María desde toda la eternidad para que fuese la Madre de su Hijo; para cumplir esta misión fue concebida inmaculada. Esto significa que, por la gracia de Dios y en previsión de los méritos de Jesucristo, María fue preservada del pecado original desde el primer instante de su concepción.
Si en el caso de la Virgen María era necesario que ella estuviera libre de toda mancha desde su concepción, es porque ahí se encuentra el inicio de la persona humana, también desde un punto de vista espiritual, y por lo tanto el alma se encuentra presente en nosotros desde la concepción.
En fin, parece que esas son suficientes ideas locas por un día. ¿Qué dicen Uds.?
6 comentarios
Algunas precisiones en torno a lo que Ud. denomina filosofía tomista:
1.- En el ser humano no hay tres almas: vegetativa, sensitiva y espiritual. Hay un alma espiritual, que asume de modo eminente las funciones inferiores vegetativas y sensitivas. El animal y el hombre se reproducen; pero hay diferencia esencial en el modo humano de reproducirse; porque la función de reproducirse viene asumida y así humanizada por el alma.
2.- Para el tomismo, la determinación de cuándo se está ante una substancia viviente (un perro, por ejemplo) es clara en los vivientes superiores pero dudosa en los inferiores. Es claro que un perro es un viviente; no necesariamente es tan claro si tal o cual virus es una substancia, una parte de otro viviente mayor en el que vive.
3.- Respecto de las células se aplica lo que le he precisado en 2. El problema es que las almas de los entes sub-humanos, al no ser espirituales, pueden ser divisibles, y además, hay vivientes que se reproducen por división. Nuevamente: si usted tiene un perro y lo corta en dos partes, tiene un cadáver de perro, con células en proceso de descomposición; si usted corta una hidra, no parece que se pueda decir lo mismo.
4.- Nuestros padres son pro-creadores de nuestro cuerpo. El alma inmortal es creada directamente por Dios en el instante de la concepción.
Hay más tela para cortar. Sigo en otro momento si puedo.
Saludos.
...Las almas actúan según las leyes de las causas finales, por apeticiones, fines y medios.
Los cuerpos actúan según las leyes de las causas eficientes o de los movimientos.
Y los dos reinos, el de las causas eficientes y el de las causas finales, son armónicos
entre sí...
Bien dice el filósofo en su Monadología que: "...no es necesario imaginar que cada Alma tiene una masa o porción de materia propia y asignada a ella para siempre, y que ella, por consecuencia, posee otros vivientes inferiores destinados siempre a su servicio. Porque todos los cuerpos están en un flujo perpetuo como los ríos; y las partes entran y salen en ellos continuamente...
"Por tanto, el alma no cambia de cuerpo sino poco a poco y por grados, de tal manera que nunca se ve despojada de pronto de todos sus órganos; y hay recuentemente metamorfosis en los animales, pero nunca Metempsícosis ni transmigración de las almas; no hay tampoco Almas separadas por ompleto, ni Genios sin cuerpo. Sólo Dios está enteramente desprovisto de él..."
Y concluye con gran belleza su argumentación afirmando que "los Espíritus (alma humana) son capaces de entrar en una Manera de Sociedad con Dios, y que El es con respecto a ellos, no solamente lo que es un inventor con relación a su Máquina (como lo es Dios en relación con las otras criaturas), sino también lo que es un Príncipe con respecto a sus súbditos, o un padre con respecto a sus hijos...De lo cual es fácil concluir que el conjunto de todos los Espíritus debe componer la Ciudad de Dios, es decir, el más perfecto Estado posible bajo el más perfecto de los Monarcas..."
"...Del mismo modo que hemos establecido anteriormente una Armonía perfecta entre los dos Reinos Naturales, el de las causas Eficientes y el de las causas Finales, debemos señalar aquí aún otra armonía entre el reino Físico de la Naturaleza y el reino Moral de la Gracia, es decir, entre Dios considerado como Arquitecto de la Máquina del universo, y Dios considerado como Monarca de la ciudad divina de los Espíritus..."
Albert Einstein dijo alguna vez:
"...En cualquier progreso importante, el físico observa que las leyes fundamentales se simplifican cada vez más a medida que avanza la investigación experimental. Es asombroso ver cómo de lo que parece ser el caos surge el más sublime orden. Y esto no puede ser referido al trabajo mental del físico, sino a una cualidad que es inherente al mundo de la percepción. Leibniz expresaba adecuadamente esta cualidad denominándola armonía preestablecida."
Albert Einstein. Prefacio al libro "A dónde va la ciencia", de Max Planck.
-Los ángeles del Cielo, cada cual en su grado y categoría, tienen su propia alma que les define en su celestial jeraquía. Y tanto estos como moradas son el Espíritu que mora; como la morada son ellos mismos el Espíritu. Y son inmortales.
-En el Hombre, libre y responsable de su razón de ser; Tanto es inmortal el Espíritu que en su alma mora; tanto es inmortal el alma que es morada de Éste.
-Así como toda la Creación tiene su singular alma animada y vivificada por el EspÍritu que la define como tal. Así la parte de ésta tiene su alma propia que la define como tal.
-Así sea la energía, la masa, inanimada o animada mineral, vegetal o animal tiene su propia singular y personal alma que lo define como tal.
-Así como el cuerpo físico y divisible temporal es la morada del alma mística e indivisible, Así el alma mística e indivisible es la morada del Espiritu indivisible.
-En la medida que el Espíritu que mora en el alma del Hombre pierde su razón de ser fuente de luz y de vida. El cuerpo del Hombre se hace opaca masa, mórbida y divisible.
-En la media que el Espíritu que anima al Hombre pierde luz y vida. Todo el Universo pierde luz y vida. Se hace más egocéntrica opaca masa estelar. Más carbonato.
-Las estrellas son de carbono puro; Luz de Dios rechazada, refractada; vida divina mórbida: Fruto del del pecado, que es muerte del hombre contra su Dios creador.
De alma inmortal nada.Busquen en varias traduciones catolicas y encontraran la misma traduccion.Dicho sea de paso porque no se traduce siempre igual.Huele a gato encerrado.
(Eclesiastés 9:5-6) . . .Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado. 6 También, su amor y su odio y sus celos ya han perecido, y no tienen ya más porción hasta tiempo indefinido en cosa alguna que tenga que hacerse bajo el sol.
(Eclesiastés 9:10) 10 Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas.
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