Por una apología pública: Martin Sheen

Tengo que decir que me ha sorprendido la actitud de Martin Sheen, conocido por Galicia como Ramón Estévez. El pasado día 9 de noviembre le entrevistan en el programa de Cuatro El Hormiguero, con todo el sarao de la visita del Papa a Santiago y Barcelona. Como era inevitable, se saca el tema, y la reacción del veterano actor no me pudo dejar mejor cuerpo.

Cierto es que The Way no es una película pro-católica. Promociona el Camino, y esa idea de España que tienen algunos americanos, pero para de contar. En palabras de un amigo “solo se acuerdan de la religión para criticarla”. Cosas de la dirección de don Emilio Estévez (el hijo). Martin Sheen tampoco es ningún adalid del conservadurismo en EEUU, ya que fue uno de los (muchos) partidarios de Obama. De ahí, mi sorpresa al ver la entrevista y cómo se reacciona en una defensa tranquila, sin estridencias, pero firme de la figura del Santo Padre.

La verdad es que hay momentos en que los católicos estadounidenses me sorprenden, como es en este caso. Tradicionalmente, no es una innovación de Sheen, se ha asociado a los fieles de ese país con una tendencia más “progresista”, Demócrata más bien, frente al Republicanismo protestante.

Hoy día, desde luego, no creo que sea tan sencillo. Hay grandes católicos que apoyan al partido Republicano -pienso en Bill O’Reilly aunque no destaque por su fe sino por la fuerza de sus ideas-, así como inefables católicos que militan entre los Demócratas -como Nancy Pelosi o el malogrado John Kerry-.

Actitudes como la de este actor, o la de los obispos norteamericanos, que han elegido a Mons. Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, de marcado “perfil conservador” como presidente dan buena cuenta del cambio social que se está produciendo entre los católicos ‘yankees’.

Yo siempre digo que en la Iglesia no se puede tener un termómetro político. Uno no es iluso, pero tiene una ilusión: que nos dejemos de llamar “heterodoxos” y “ultraconservadores”, que bastante mal está el patio fuera como para estar peleados, y nos pongamos a trabajar en hacer Iglesia.

Ahora bien, si políticos como Pelosi o Kerry -o nuestro Pepe Bono, oiga- no van a respetar sus principios a la hora de legislar, los obispos pueden ponerse hechos unos basiliscos, que poco van a cambiar. Si por lo menos todos los sacerdotes estuviesen de acuerdo en predicar lo que hay que predicar a esta gente, al menos se pondrían rojos… Pero de vergüenza.

Al final, lo que al mundo le entra por los ojos, es lo que queda. Y hace muchísimo bien que un tío que en España no es tan conocido, pero al que se le reconoce por la calle hable bien del Papa, aunque el presentador de moda lo ponga a parir por el tema de los preservativos y la doctrina de la Iglesia.

A lo mejor en la esfera privada le sienta como una patada en cierto lugar anatómico, pero oiga, en público, al Papa lo defiende. Y eso le honra muchísimo, y soy capaz de no estar de acuerdo con sus ideas políticas, siempre que nos expresemos con respeto, si coincidimos en una mera defensa de la fe, en la apología pública de nuestro credo.

+Pax et Bonum+

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