13.09.08

Teología para laicos

En casi todas las diócesis españolas existe un Instituto Superior de Ciencias Religiosas, que está hermanado con una Facultad de Teología, donde se expiden los títulos alcanzados por el alumnado. La diócesis más pequeñas suelen unirse a las vecinas y aunan esfuerzos.

El profesorado de estas instituciones suele ser el propio del Seminario Diocesano. En algunos lugares, ante los pocos seminaristas existentes, los profesores de las diversas materias tienen como alumnos solamente a los laicos.

Son los laicos los receptores de estas instituciones educativas en Ciencias Religiosas. El laico estudia Teología por tener una mejor formación en su fe, por conseguir el graduado o la licenciatura, por alcanzar la Declaración Eclesiástica de Idoneidad para impartir clases de Religión y Moral Católica en centros públicos, o para poder acceder a las candidaturas de hermandades y cofradías, en cuyos estatutos se establece esta condición indispensable.

El número de alumnos laicos no es grande, pero se mantiene en una cifra aceptable para mantener abierto el servicio que la diócesis ofrece al laicado. Ahora en estas fechas septembrinas es cuando los plazos de matrículas están abiertos con vistas a comenzar el curso el mes de octubre.

Es claro que el laicado español no se distingue por disponer de una preparación teológica de altura, salvo casos contados con los dedos de la mano. Ultimamente abundan los teologos formados a sí mismos. Son los que han bebido en libros de acá y de allá y se les nota una cierta indigestión intelectual, que pide a voces algún fármaco para poder sedimentar tanto atracón teológico.

A esta ansia de formación teológica del laicado, conviene añadir que el profesorado no suele estar a la altura de las circunstancias, ya que está más a la “bondad” del obispo de turno agradeciendole el cargo, que dispuesto y abierto a la sana doctrina que el Magisterio de la Iglesia indica y señala en sus documentos.

En definitiva, la Teología para laicos, aunque la recibe una minoría, no se nota en medio del amplio mundo intelectual de hoy, ni se nota que esté haciendo nada por testimoniar el pensamiento de la Iglesia Católica en una sociedad que de forma organizada y sistematizada está siendo desprovista de sus estructuras cristianas, para ser sustuidas por otras donde Dios sea ese gran desconocido en las palabras de Benedicto XVI en Francia.

Tomás de la Torre Lendínez

12.09.08

De Pio VII a Benedicto XVI

Hace doscientos años en París relucía su figura Napoleón Bonaparte. Era el emperador de Francia. La religiosidad del personaje siempre ha estado en discusión, pues según pisaba una tierra conquistada así se declaraba musulmán en Egipto, budista pensando irse a conquistar Asia, y cristiano cuando estaba en Francia. Para él la religión siempre era un medio para mantener el poder.

Desde el año 1800 en la sede de Pedro estaba Pio VII, con quien Napoleón firmó un Concordato, donde se reconocía que la religión católica era la de la mayoría del pueblo francés. En todas las iglesias de Francia en cada uno de los oficios litúrgicos habia que decir: “Domine, salvum fac imperatorem”.

La idea de coronar a Napoleón como emperador de Francia no entusiasmó ni al ejército ni a los ministros. Pero él impuso su voluntad y el Papa aceptó la idea de ir a París para coronar al nuevo soberano. En la catedral de Notre-Dame, el Papa ungió a Bonaparte y a Josefina, pero cuando se preparó para colocarle la corona, Napoleón se la quitó de las manos, pisando el ceremonial establecido y se coronó a sí mismo y luego a Josefina. El gesto era simbólico. El emperador no reconocía otro poder en el mundo, ni siquiera espiritual, superior al suyo. El Papa tuvo que soportar más impertinencias, hasta que llegó a Roma en un barco que se caía a pedazos.

Varias situaciones dificiles, organizadas por el emperador tuvo que aguantar Pio VII, quien ya muy viejo y enfermo, por orden del emperador tuvo que volver a Francia. Napoleón quiso que se firmara un nuevo Concordato. El Papa se negó. La estrella imperial comenzó su ocaso. Firmó su abdicación. El dia 24 de mayo de 1814, entraba el Papa en Roma, y las tropas aliadas lo hacían en París. El Papa perdonó todas las insidias, trampas y ofensas que Naponleón le hizo. Este murió dos años antes que el Papa.

Ahora está Benedicto XVI en Francia. Ha sido recibido con educación, respeto republicano, y cortesía francesa y versallesca por el Presidente de la República. Ahora el sucesor de Pedro habla con libertad en el país más laicista de Europa. Pero ambos saben que las raíces cristianas de Francia no se pueden borrar.

Tomás de la Torre Lendínez

11.09.08

Unas monjas con wifi pirateado

Leo el articulo de Luis Fernando. Excelente. Los religiosos de la enseñanza hoy han perdido la esencia, la potencia y hasta el sentido común. Sigan leyendo para demostrarlo con un suceso.

Es una ciudad del interior de Andalucía. Un colegio de monjas, situado en zona de grandes edificios de viviendas. Tienen colgado el cartel de que no tienen plazas desde hace años. Es un centro concertado. Imparten Educación para la ciudadanía, en conexión al ideario colegial y con los preceptos del régimen chavista. Solamente existen dos monjas dentro del edificio. Están jubiladas por edad. La totalidad del profesorado son padres y madres de familia que comen de su trabajo educativo. Las dos religiosas están para vigilar “el carisma y el ideario” de la institución religiosa a la que pertenecen.

El verano que acaba han colocado un ordenador para dos alumnos en cada clase. Han puesto lo más rápido en las nuevas tecnologías para ahorrarse cables: Wifi. Pero, aquí está la situación, los vecinos de los bloques linderos han descubierto que sus portátiles y equipos de sobremesa pueden estar “enganchados a la red” usando el sistema implantado por las monjas. Muchos de estos “piratas” se han dado de baja en sus respectivos servidores.

Pero, como nada hay escondido que no llegue a saberse, un vecino acude a una tienda de informática situada en la misma calle del colegio. El vendedor le sirve su pedido, y le informa de la manera de estar “enganchado” al sistema colocado por las monjas. Él ni corto ni perezoso escucha, pero acude al capellán del colegio a contárselo. Este va al obispo, quien actua abriendoles los ojos a las monjas, que cándidas como palomas le responden: “Este asunto lo lleva la dirección y la asociación de padres, nosotras no entendemos de este tema".

Se ha descubierto una doble manera de actuar en la asociación de padres. Se ha encontrado toda una trama mafiosa en el tema. Ahora, otra empresa, está evitando que los vecinos puedan “piratear” la señal de la red de internet.

¿La vida religiosa está viviendo una travesía del desierto?. ¿Los colegios de religiosos concertados pueden estar en manos de unos presuntos delincuentes, aunque sean los padres de los alumnos?. Esta es la pelicula hasta hoy, el final lo desconocemos.

Tomás de la Torre Lendínez

10.09.08

Las cofradías de Semana Santa

Por este sur de España, cuando llega septiembre, las cofradías y hermandades pasionistas comienzan a programar el curso pastoral, cuyo punto más alto estará en la estación de penitencia el dia equis de la Semana Santa próxima.

La legislación canónica de las actuales hermandades les pone unas metas y unos objetivos, para que estas asociaciones de fieles sirvan como instrumentos de evangelización en una sociedad vuelta de espaldas a Dios de modo deliberado, programado y organizado.

Los fines fundamentales de toda hermandad de Pasión son los siguientes:

a)Dar culto al Señor, la Virgen o los santos titulares, con la celebración de la Eucaristía. Tambien se consideran actos de culto: los triduos, los quinarios, los septenarios y los novenarios, juntamente con los rosarios de la aurora y otros modos litúrgicos aceptados por la Iglesia.

b)La vertiente de la caridad volcada hacia los más pobres y necesitados. Se debe estar conectado con la Cáritas parroquial de la iglesia en la que tienen su sede canónica.

c)La formación permanente de la fe del hermano. Ya no sirve la fe del carbonero. Ahora se pide que los miembros de una hermandad conozcan la fundamentación de nuestra fe y sepan dar razones de la misma. Se organizan ciclos formativos en la fe.

d)El apostolado entre los demás, comenzando por la familia, la vecindad, el lugar de trabajo, y la misma sociedad, sabiendo sembrar los valores evangélicos para que den el fruto correspondiente a la libertad del que oye, ve y observa a un cofrade comprometido con Cristo y su Iglesia.

e)La cultura es otra necesidad. Las hermandades hacen y contribuyen a la cultura patrimonial sabiendo mantener las imágenes y demás enseres existentes en el ajuar cofradiero. Además la publicación de boletines, la impartición de pregones, charlas y mesas redondas, deben ayudar a fomentar la propia cultura popular y cofradiera.

Cuando llegue la Semana Santa las cofradías no son protagonistas de un reverdecer primaveral de la naturaleza, tampoco son para que el politico local tome su vara y pasee su incoherencia personal por las calles del pueblo. Las hermandades son un grupo de cristianos, con sus defectos y virtudes, dispuestos a llevar unas imágenes sagradas por la calle cuando otros los miran como atracccón turistica vacacional. Pero ese es el problema de los “miran” y no pasan a lo que realmente representa una imagen de Jesús, la Virgen o cualquier paso de misterio.

Tomás de la Torre Lendínez

9.09.08

Las hojas parroquiales

Existe un sencillo medio de comunicación, en manos de las parroquias, que son las hojas parroquiales. Este género de comunicación cristiana es muy antiguo. Hunde sus raíces en el siglo XIX. Entonces se llamaba el apostolado de la buena prensa católica. Los intentos emprendidos y los logros alcanzados están en la historía de estos sencillos medios de acercamiento pastoral dentro de la comunidad parroquial.

Cuando llegó a España, en el otoño de 1982, el Papa Juan Pablo II el Grande, tuve la oportunidad de comenzar a colaborar en una hoja interdiocesana, que aún continúa saliendo, con más de diez mil ejemplares, que se envian por el sur español y por otras diócesis de nuestra España.

El titulo es Dia del Señor, y su publicación está en Almería. Es una hoja formativa, catequética y promotora de una mejor cimentación en la fe de un pueblo cristiano, poco aficionado a leer mucho rato. Su tirada es a dos colores y a doble folio, lo que equivale a cuatro páginas. Se acompañan fotografías, dibujos y viñetas.

El contenido se apoya en la liturgia del domingo, en la sencilla explicación de algún documento del Magisterio de la Iglesia, en testimonios de cristianos, en llamamientos eclesiales y jornadas repartidas a lo largo del año litúrgico. Nunca falta una ventana al humor y a la filosofía popular. Es entrañable.

Aunque, conforme pasan los años, me pregunto cuanto permanecerá en el tiempo Dia del Señor. El coste económico es barato para las arcas de las parroquias. Pero el peligro lo veo más en el mimsmo pueblo a quien nos dirijimos porque tiene excesivas ofertas televisivas, que son mucho más vistosas que una sencilla hoja, aunque esté realizada con el máximo interés de contenidos y de lenguaje para que los lectores no nos olviden. Yo todavia considero que las hojas parroquiales sirven al pueblo cristiano. Estoy convencido.

Tomás de la Torre Lendínez