El miedo a la libertad

Nos desean mudos. No quieren que estemos en ningún medio de comunicación. Nos atacan, pero no nos rematan. Nos acosan, pero revestidos con piel de ovejas del rebaño estabulado y manipulado. Tienen un miedo horroroso a la libertad de expresión. La opinión pública siempre es suya, no admiten la pluralidad en el debate de la sociedad y sus individuos. Nos califican de “dogmáticos” y “doctrinarios” cuando ellos se proclaman los más respetuosos de todos y de todo.

Eso sí, cuando alguien les pone el dedo en la llaga que más les duele entonces organizan una cacería en toda regla: hoy al cardenal de Madrid por su intervención en el Sínodo de obispos. Ayer fue o fueron equis. Mañana les cotará a otros. El caso es que no deje de funcionar la picota como en la Edad Media.

Por esto me alegro del nacimiento del blog de Alerta Católica, quien en su presentación deja claro marcado el campo de sus actuaciones y próximas publicaciones. Además, me llena de satisfacción que sean laicos sus componentes, para que tengan la máxima libertad de investigación, de rectificación, de comunicación a quien proceda, y de publicación en Religión en Libertad.

Porque, insisto en el miedo a la libertad que existe dentro de la propia Iglesia para poner negro sobre blanco. Se necesita Alerta Católica. Bienvenida.

Y todos nos necesitamos, porque los lobos con piel de oveja, estén dentro o fuera de la Iglesia, tambien tienen mucho miedo a la libertad de los que expresamos y señalamos lo que les puede hacer mella en sus conceptos borreguiles. Siempre he pensado las palabras del Señor Jesús sobre la sagacidad de los hijos de las tinieblas y la candidez de los hijos de la luz, que se complementa con la comparación de la sencillez de las palomas, y la sagacidad de las serpientes.

Más que les pese, más que se hagan barata publicidad, más que quieran buscar nuestra mudez, aquí seguiremos a la sombra de este Olivo, el arbol bíblico, testigo mudo del miedo de Jesús en la noche del Jueves Santo cuando sudó sangre y pidió al Padre que le apartara la responsabilidad de beber el caliz que iba a beber. Jesús aguardó en el monte de los Olivos a Judas, el traidor y toda la patulea de gente que acudieron con armas y palos a la caza de un bandido, que se entregó a aquella turba recibiendo un beso del traidor, que lo habia vendido por treinta monedas. Jesús era libre, y libre aceptó su Muerte y Resurección. Así se cumplió la voluntad del Padre.

Esa misma libertad y disponibilidad nos mueve. Aquí estamos. Y aquí seguiremos hasta el último hálito de nuestra vida.

Tomás de la Torre Lendínez

2 comentarios

la libertad nos hara libres, luchemos por la libertad
el hombre no puede vivie sin libertad
16/10/08 7:15 PM
  
Luis Fernando
Juvenal, tenemos dos forma de solucionar el problema que causa tu presencia en ReL. Por las buenas (que te largues) o a las bravas (que te impidamos el acceso al portal).

Tienes tu propio blog para denunciar lo que te dé la realísima gana. Lo que tengas que decir, lo dices allí. Aquí no. Punto y final.
16/10/08 8:40 PM

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