La peluca mariana enfrenta al pueblo

La Iglesia en España implantada en los pueblos desde siglos atrás está siempre envuelta en el litigio entre lo tradicional y lo nuevo. Lo mismo que la Iglesia que está en Internet está, estos días, en la polémica entre los troll de unos y las trolas de otros, que siempre son los mismos.

En un pueblo de Cuenca, en Garaballa, se ha montado una seria bronca por causa de que la patrona de la localidad, la Virgen de Tejeda, debía salir ayer en procesión con una peluca, o sin ese tocado.

En el asunto ha metido la cuchara la alcaldesa del pueblo, que es del partido popular, quien llevó el tema al pleno municipal votando el modo de vestir a la imagen.

La parroquia se ha molestado con razón, porque el consistorio municipal no debe legislar estos asuntos que son competencia eclesial. El calor de la bronca subió tanto que tuvo que intervenir la Guardia Civil para calmar los ánimos.

La noticia ha dado la vuelta al mundo creando una imagen de la España trasnochada y caduca, conservadora y tradicionalista en exceso, por este asunto tan nimio de colocar una peluca o no en la cabeza de una imagen de María.

Cuando España se desangra económicamente; cuando un gobierno en estado de muerte fija no gobierna; cuando estamos renovados por la presencia del Papa con motivo de la JMJ; cuando deseamos salir de esta situación sin pulso moral, en un pueblo se discute si vestir una imagen con peluca o sin ella. Estamos absolutamente locos.

A esta locura ha llevado tanta memoria histórica en los pequeños pueblos españoles, donde han sido remansos de paz social, hasta que un diseñador de fantasmas se cosió uno personal y lo extendió, vía ley, por todos los rincones de España. Los rencores y los odios volvieron a rebrotar.

Que por una peluca más o menos, se monte un altercado del orden público, en torno a la patrona del pueblo, que debe ser Estrella de la mañana y Reina de la paz, para todos sus devotos, sometiendo a la iglesia parroquial en un convidada de piedra, es para hacer un guión de película y sacar de la tumba a Berlanga para que la ruede y la presente a los oscar de la meca del cine en USA.

Además, la alcaldesa no ha dado su brazo a torcer, porque cree que su decisión municipal no podrá ser revocada nunca. Craso error. Una siguiente votación puede mandar al traste a la peluca de la Virgen y hasta el flequillo del Niño Jesús.

A pesar de todo esta es España. Con estas diatribas populares y sus consecuencias. Recuerdo aquel ayuntamiento italiano que puso a votación de sus miembros la existencia de Dios. Uno de los ediles propuso ponerlo a referéndum popular. El resultado fue mayoritario que Dios existe y existirá eternamente.

Ese mismo Dios estará en el cielo comentando con María, el hecho del pueblo conquense, y la Madre celestial se tomará, seguramente, todo este asunto a risa, y le comentará que les perdone porque, en realidad, no saben lo que hacen, porque existen amores ciegos que matan a los amantes por culpa de una peluca más o menos.

Para saber más haga clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez

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Lean, si les apetece:

La cadena Cope y su guerra con Mediapro a causa del fútbol

Blog del padre Tomás

http://tomas-de.blogspot.com/2011/09/la-cadena-cope-y-su-guerra-con-mediapro.html

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9 comentarios

  
cochi
¡ Ja,ja,ja !.Don Tomás,lo del " flequillo del Niño Jesús", es muy bueno.Lo que hay que oir, en esta España nuestra.El Señor nos coja confesados.
08/09/11 12:38 PM
  
Ramiro
Yo soy partidario de que se quiten todas las pelucas. Son horribles!
08/09/11 2:18 PM
  
Hermenegildo
Que en España la gente se siga preocupando de esta cosas es una magnífica señal porque demuestra que los españoles seguimos amando nuestras tradiciones populares. ¿Qué sería de la cultura española sin tradiciones populares? El día que terminemos de perder nuestras raíces, España ya no será España.
Es perfectamente compatible preocuparse por la crisis económica y, a la vez, por las tradiciones populares españolas.
08/09/11 10:53 PM
  
José Illán
A lo mejor, las formas no han sido las más adecuadas, pero el tema de la iconografía de algunas imágenes marianas debería dejarse pues tocarlo significa el perder una seña de identidad de la imagen tal y comos e conoce en la actualidad. Ejemplo: una imagen románica que en el siglo XVII fue revestida con mantos, peluca y corona y así ha llegado hasta nuestros días, de manera que el pueblo que la venera y que muchas veces no sabe el valor artístico que tiene la imagen del siglo XI, pues sólo reconoce su valor devocional, la identifica perfectamente como su patrona. Ahora llega un párroco muy amante del arte y acompañado de cuatro especialistas más de la parroquia, pueblo o ciudad deciden ellos, quitar los mantos, coronas y pelucas para mostrar la talla en su prístino esplendor medieval. El pueblo cuando la ve cree que le han cambiado a la patrona, se arrumban las joyas de más o menor valor pero cargadas de ´la devoción de los fieles y de siglos (algunas pueden terminar adornando algun cuello de señora en la capital) se arrumban los mantos, tesoros bordados de las artes suntuarias del barroco, alimento para las polillas... Después de décadas, cambia el sacerdote ilustrado por los libros de arte, viene uno que escucha el clamor que durante años ha ido corriendo, se recuperan y resatauran algunos de los vestidos antiguos, el pueblo da cadenas, sortijas y pendientes para volver a hacer una corona, (la del s. XIX se perdió) se vuelve a recuperar la procesión de la patrona, el canto de los gozos... Cuando se toca algo querido por el pueblo, que está en sus más intimas fibras, independientemente de si hay más o menos cultura, más o menos fe, hay que ser muy cuidadosos, muchísimo y tener una delicadeza infinita. Por cierto, el nuevo párroco, encargó una réplica de la patrona a un buen imaginero para presidir la sacristía y para que el pueblo pudiera admirar también la joya románica, pero su Madre, la que escuchaba y recibia las promesas de los "ignorantes" seguía en el altar mayor, tal y como ellos la reconocían.
09/09/11 1:51 AM
  
David
Hermenegildo: Si tu llamas "tradiciones españolas" a berrear en una ermita por una peluca, se comprende el desierto intelectual español desde hace siglos.

Hay que ser cazurros para terminar con la guardia civil en una iglesia.

La España profunda de Berlanga. El culto pagano carente de fe y lleno de superchería. El cerrilismo ibérico pueblerino.

No me incluyas en esas "tradiciones" porque me da vergüenza ajena.






09/09/11 3:25 AM
  
José Manuel
Pero la Virgen María, como las mujeres en la Iglesia no deben ir con la cabeza cubierta? ¿A qué viene tanto escándolo por algo que no se ve? ¿Como el sexo de los ángeles? ¿No será que está el diablo rondando buscando dividir y crear tensiones? Es lo que pasa con el feminismo desaforado, desbocado y con el pelo suelto...
09/09/11 6:08 AM
  
Ricardo de Argentina
Totalmente de acuerdo con Hermenegildo. Ya quisiéramos que en Argentina alguien le diera la más mínima importancia a una procesión, aunque más no fuese para criticarla o incluso, para crear problemas.
Me parece que no conocéis bien el frío gélido del viento la indiferencia, que por aquí sopla tan seguido y con tanta fuerza.
09/09/11 6:24 AM
  
qué diría....
D. Tomás, ya sé que usted nunca publica mis comentarios, sean del tipo que sean, ninguno me los publica, pero bueno, ahí le mando mi comentario.
¿Qué diría la Santísima Virgen? no dice nada, seguramente llora por sus hijos que no tienen fe y la utilizan para sus rencillas e intereses partiulares, y ve quán alejados están de ella, de Jesucristo y de Dios. Supongo que suplica a Jesucristo por todos sus hijos. Mientras tanto, los de la peluca si-no que nos hagan un favor, que se construyan un vecerro de oro y le pongan y quiten pelucas, que se peléen por el becerro de oro y no traten una imagen de la Virgen (que no la Virgen, es sólo una imagen) como si fuese el becerro de oro. Y en esto la Iglesia (el rector de la parróquia y el obispo diocesano) deberían decirlo claro y alto. Hombres de poca fe, hombres sin fe, dejaz de manosear y manchar con vuestras manos esta imagen de la Santísima Virgen y construiros un Becerro de Oro para vuestro disfrute y reyertas navajeras. Pero mucho me temo que ni el rector ni el obispo diocesano sean suficiéntemente valientes para hablar tan claro y tan alto.
09/09/11 8:43 AM
  
Outis
Señores, eso es España: un auténtico manicomio, donde el loco más insólito puede llegar a Presidente, o también, como la definió Silvela, "un presidio suelto" (véase si no a cirtos políticos actuales en función de forajidos lingüísticos de Sierra Morena: ¿en qué se diferencian estos salteadores de la ley de la gente de Garaballa?). Y ello sucede con la colaboración (silencio, indiferencia, mirar hacia otro lado) de todos, particulares y administración pública (regida por otro tipo de orates).
Pero no desesperemos. También el pueblo conquense tiene gente muy sensata en este campo de lo religioso. Enxemplo: estuve en una romería local donde la Virgen era temporalmente cedida de la jurisdicción del pueblo A al pueblo B. Al llegar los romeros a cierto punto, la entregaban a las autoridades de B, que rápidamente la llevaban debajo de una encina, la desvestían totalmente y la exornaban con sus propios mantos, corona, aderezos y demás. A este espectáculo asistía un buen golpe de curiosos. Yo permanecí aparte, junto a una anciana que me miró y me dijo compungida: no quiero presenciar estas cosas, porque a mí, la verdad, ver a la Virgen despelotada (sic!) no me parece serio. Pues eso: según se mire, para unos lo de la peluca era esencial, pero seguro que en Garaballa viven aún unas pocas personas cuerdas para las cuales el show del peluquín y del ayuntamiento, por muy democrático que se pretenda, no es serio (et pour cause!), y se avergüenzan de ello.
Nota: y no hurguemos más, por favor, en lo de la España oscura. Todos los países tienen sus tinieblas, y son preferibles estas necedades de orden religioso que los fundamentalismos nazionales (que ya sabemos a qué fosas conducen).
10/09/11 12:01 PM

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