Sugerencias para los premios Bravo

Tengo delante la invitación para acudir esta mañana a la sede de la Conferencia Episcopal al acto de entrega de los premios Bravo del año pasado. No me es posible estar en Madrid por razones obvias, pero deseo destacar cómo estos premios están necesitados de algunas modificaciones.

Alguien en su portal de información religiosa “panteista” desea que se acuerden de él para que le den alguna migaja de los premios Bravo. Así lo escribía la semana pasada casi de rodillas. No sé si alguna vez se acordarán de él.

Lo que está claro es que los premios Bravo, que reparte la Conferencia Episcopal, a través de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, se han ganado un prestigio en la Iglesia española, ya que parecen ser como un sello de “autenticidad canónica” para la libre circulación de ese medio de comunicación concreto.

Una modificación importante es que los premios se deben ampliar a más categorías. Según el pensamiento de Benedicto XVI, en el mensaje emitido hace unos días para la jornada mundial de las comunicaciones sociales de este año, ahora los curas que estamos en red manteniendo un blog, o una presencia en páginas webs, debemos tomarnos nuestra tarea como una misión pastoral seria y responsable y debe aumentar el número de católicos laicos que ejerzan esta misma presencia eclesial en el ciberespacio.

Sugiero que otra modificación pasara por la elección, en las cocinas previas a la proclamación de los agraciados al premio Bravo, se realice un sondeo previo utilizando la red como escaparate, donde se pudiera votar quien o quienes pueden ser aspirantes al premio en tal o cual modalidad de comunicación social.

Con esta encuesta habría más claridad en la elección de los agraciados y se evitaría asuntos oscuros que hagan dudar de la limpieza de la elección de los premiados. Este sondeo no debe tener carácter “vinculante de obligación", pero sí servir de observación de lo que los católicos españoles opinan.

El miedo a esta opinión siempre produce situaciones raras. Sin embargo, abrir esta encuesta en la red sería un modo novedoso y valiente de que la Iglesia apuesta por las nuevas tecnologías y cree en la participación de los cristianos en un asunto que no es relativo al dogma, a la moral o al magisterio eclesial, sino un sencillo reconocimiento a la presencia del pensamiento cristiano en los medios de comunicación social.

Finalmente, felicito a todos los que esta misma mañana recibirán su premio. De modo especial recuerdo a don José María Javierre, quien no podrá estar físicamente, pero estará un responsable de la hermandad de sacerdotes operarios diocesanos a la que pertenecía el difunto maestro de muchos amigos que hemos llegado despues.

Tomás de la Torre Lendínez

2 comentarios

  
Miki V.
Pater, hoy estaré por ahí. A ver si mando crónica, jejeje.

pd. menudo anuncio gratis a Acer, no? ;)
27/01/10 9:13 AM
  
Hermenegildo
Hace todavía pocos años (en 2002, creo recordar), todavía se daba el Premio Bravo a periodistas como Manuel de Unciti, de línea marcadamente "progresista".
27/01/10 11:48 PM

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