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13.09.17

El Motu proprio Summorum pontificum en Costa Rica y el cumplimiento de una promesa

De vez en cuando viene bien hacer un recuento, no solo para alabar, suplicar y dar gracias a  Dios sino para ofrecer a quienes los desconocen, hechos puntuales con los que se puedan formar un juicio ya que los prejuicios impiden elaborar juicios veraces por lo que, sin estar en posesión de la verdad, pues – ¡nada!- imposible acertar, ser justos, ni nada.

Sobre la celebración de la misa Tridentina en Costa Rica

Tal como lo he narrado anteriormente, en Costa Rica, la misa tridentina se llegó a celebrar debido a que, con un joven, primero y, con otro, después, nos dimos a la tarea de solicitar la celebración de la forma extraordinaria a los sacerdotes de algunas diócesis y de la arquidiócesis de San José tal como el motu proprio Summorum Pontìficum lo indica para, de ese modo, también ofrecer la oportunidad de aprender a los sacerdotes que lo desearan.

Durante varios años nuestra labor fue totalmente infructuosa dentro de ese ámbito, sin embargo, habíamos establecido contacto con el padre Sixto Varela Santamaría quien, para ese entonces, estudiaba en Roma.

Nuestra relación tuvo sus altos y bajos debido a que el padre tenía su forma de pensar y yo la mía; sin embargo, debido a que la gracia nos capacita cuando se trata de la consecución del Bien, llegamos a entendernos al punto que, poco tiempo antes de su regreso, prometió que una vez le asignaran parroquia facilitaría la celebración.

Cumplió su promesa pero no solo eso, sino que nos tomó bajo su cuidado pastoral y así fue como a la vez quedamos bajo el cuidado pastoral de su obispo, Monseñor Ángel Sancasimiro.

Durante el tiempo que la gracia construía y fortalecía la relación con el padre Sixto sucedieron muchas cosas entre los fieles que solicitábamos la misa tridentina, sin embargo, el Señor tuvo piedad preservàndonos de caer en extremos, no sin antes exigirnos fidelidad a la Santa Iglesia para, de ese modo, dar cumplimiento a su voluntad respecto a la celebración de la Santa Misa según la forma extraordinaria.

Es de suponer que, por la “novedad”, la relación con algunos fieles la cosa no fue fácil por lo que tampoco lo fue con algunos presbíteros ya que desconocían el motu proprio Summorum pontificum así como lo que el papa Benedicto XVI ha escrito sobre la riqueza teológico-doctrinal contenida en la forma extraordinaria. La mayoría solo había escuchado hablar de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X (FSSPX) o lefebvristas, hacia los que guardan recelo y con quienes todavìa nos confunden.  

No es imprudencia reconocer abiertamente que, desde entonces y hasta el momento, muchos fieles y presbíteros, rechazan la necesidad pastoral de dicha celebración;  en secreto unos pocos la reciben agradecidos pero los que así piensan constituyen una minoría, comparada con quienes de plano la rechazan o, la rechazan, aunque admitiendo el valor de su forma.

Estando así las cosas, sencillamente, decidimos colocarnos bajo el cuidado pastoral del padre Sixto de quien habíamos obtenido su confianza para, con toda sencillez, dedicarnos a fomentar el conocimiento de ambas formas del rito romano y procurar la visita de sacerdotes que conocieran la celebración y asì ofrecerla a los fieles y sacerdotes que desearan aprenderla.

Para maravillarse de la obra de Dios falta que conozcan que el grupito cercano al padre Sixto está constituido por tan solo cuatro personas que, con ayuda de Dios, han conservado una magnífica relación entre ellos como con el padre Sixto quien los cuida como verdadero padre.

Junto a ellos varios más colaboran intensamente cada vez que nos visita un sacerdote. 

Me gustaría nombrar a estas personas pero no les he consultado, aunque -de todas formas y conociéndolos- sospecho que preferirán mantenerse en el anonimato. 

Pues bien,  a partir del interés suscitado por la celebración, jóvenes profesionales se organizaron para conformar la asociación “Summorum Pontificum” en apoyo al Instituto del Buen Pastor y, catedráticos y extranjeros, conformaron el apostolado (*) de San Lázaro que, aparte de su actividad, solicita y apoya la celebración de la santa misa.  

De tal efervescencia nació un grupo de mujeres jòvenes que fomenta la virtud, el pudor y la castidad en hombres y mujeres.

Existe sólidamente conformado un grupo de jóvenes acólitos que se reúne y recibe formación permanente.

Existen dos conocedores de música sacra que, sin reparo, nos asisten con lo necesario. Esperamos que, con el tiempo, otros se unan. 

Asimismo, los sacerdotes que nos visitan, ofrecen conferencias, confesiones y la oportunidad de aprender a celebrar la forma extraordinaria; aunque, esto último, sin mayor resultado.

De dichos sacerdotes, es admirable la dedicación del padre Agustín quien se traslada en promedio una vez al mes desde su lugar de misión en Nicaragua para celebrar la santa misa.

Hace falta mencionar que con el mismo cariño se movilizan desde Mèxico y Colombia el padre Fryar, Heenan y Grégory-Lutz.

Y, como si en relación a los sacerdotes ésto fuera poco, el padre Sixto aprendió a celebrar según el misal de Pablo VI por lo que los fieles han podido conocer la santa misa celebrada ad orientem la que han llegado a apreciar asì como a familiarizarse con la comunión de rodillas y en la boca.

Sin duda alguna, dentro del ámbito litúrgico de nuestro paìs es admirable hallar tal expresión de continuidad en la Liturgia y fidelidad al Concilio Vaticano II.

Es necesario destacar que, de nuestro grupo, ha nacido una vocación al sacerdocio que da sus primeros pasos en el camino de discernimiento en la persona que fomentó la creación del grupo de acólitos.

Como parte del apostolado, hemos creado la página en Facebook llamada “Santa Misa en Latín en Costa Rica”, con casi tres mil seguidores, desde la cual promovemos tanto el aprecio por ambas formas del rito romano como la obediencia a nuestros pastores; a la vez defendemos la vida, el matrimonio, la familia, la libertad de expresión y religiosa.  ¡Cómo no hacerlo!

La página ha resultado de incomparable valor como medio para invitar a participar de la misa tridentina a nuestros compatriotas; incluso, fieles de países centroamericanos no solo preguntan sobre cómo solicitarla en sus países sino que realizan consultas relacionadas las que, con todo esmero, respondemos.

En dicha página, hemos empezado a promover el que, con la certeza de ser algo bueno, demos los primeros pasos hacia que la Fraternidad Sacerdotal San Pedro (FSSP) tanto como el Instituto del Buen Pastor obtengan lo necesario para radicar en nuestro país.

De muy poco de lo que el Señor hace dentro de su Iglesia, yo, Maricruz Tasies, puedo dar testimonio de primera mano, ésta es una de ellas.

Han de existir muchas otras cosas que desconozco que suceden a partir de la celebraciòn de la forma extraordinaria pero, al menos, dejo aquí constancia de los frutos que la gracia han rendido mediante el motu proprio Summorum Pontificum y del cumplimiento de la promesa de un buen hombre de Dios.  

¡Deo omnis gloria!

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NOTA: Deben saber que, de un par de años para acá, me dedico solamente a servir como apoyo moral a los que realmente trabajan.

A veces, tambièn, solo sirvo para dar guerra. jeje

 

8.03.16

Conocer y amar el pasado de la propia Madre

Yo digo que debe ser un error teológico ofrecer formación heterodoxa a los seminaristas porque da como resultado sacerdotes que desconocen mucho de lo que, por siglos, ha servido de cimiento a la Iglesia.

Párrocos poco ortodoxos celebran misas ligeras, rezan rápido, consagran mecánicamente, permiten improvisaciones, descuidan la formación litúrgica de los fieles, desprecian la piedad popular, cierran los templos, apenas confiesan, buscan agradar a todos; esto, cuando no terminan manifestando incredulidad acerca de la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía.

El caso es que, cada día la experiencia demuestra de manera contundente que, cuando el párroco es un sacerdote con formación ortodoxa, ya sea por elección o por la formación recibida en determinados seminarios, sobreabundan los jóvenes que muestran signos de vocación sacerdotal.

Uno esos casos es el que observo en mi país ahora que se celebra cada dos o tres meses la misa tridentina en la parroquia San Joaquín de Flores bajo el cuidado del padre Sixto Varela y de su Obispo Ángel Sancasimiro. 

Resulta que, el grupo que la promueve a través de una página en Facebook, da a conocer la grandeza de la liturgia tanto en el novus o como en el vetus ordo. Muchos de los jóvenes que participan en esa página, no obstante conocen bien y aprecian el novus ordo, la misa tridentina despierta su curiosidad y, tras conocerla, también su inclinación por ella.  

Son todo tipo de jóvenes (no solo jóvenes conservadores) quienes, una vez tienen la experiencia de su primera misa tridentina, demuestran haber descubierto un tesoro.

Un tesoro que, aparte de consolidar el profundo sentido sacrificial de la santa misa, consiste en lo que mencionó el padre Daniel Heenan (FSSP) en la homilía del pasado domingo 6 de marzo en la misa que celebrara en San Joaquín de Flores, Diócesis de Alajuela, Costa Rica.

El padre indicó que es natural sentirse sobrecogido y atraído por la forma extraordinaria debido a que contiene signos ancestrales, algunos procedentes del Antiguo Testamento; es decir, quien asiste a misa tridentina estará en contacto con el pasado remoto así como con diversos signos, palabras y gestos adquiridos a través de la historia de la Iglesia.   

En ese sentido, la forma extraordinaria es un medio insustituible para conocer acerca de la solidez de los cimientos que la gracia ha inspirado conservar a los Padres de la Iglesia, a todos los sucesores de Pedro y a cada teólogo que ha dedicado su vida a custodiarlos en las rúbricas.  

De ahí que yo, por ejemplo, haya terminado enamorada de la forma extraordinaria, que mi hermano lo esté después de haber asistido por primera vez ese día, que a cada misa tridentina a la que asisto observe cada vez más jóvenes, que haya cada vez más sacerdotes interesados en conocerla así como laicos dispuestos a asistir y colaborar en darla a conocer.

Uno, cuando encuentra un tesoro, va y vende todo lo que tiene para comprarlo…

Así es como dice la Palabra de Dios que funciona…

La misa tridentina, de todos, es uno de los mayores tesoros litúrgicos que posee la Iglesia católica en Occidente.

El Señor, por los méritos de su Hijo Jesucristo y la intercesión de María Santísima, libere de ideas preconcebidas a quienes del clero y los laicos se petrifican de pavor de solo mencionar la misa tridentina. 

Que el Señor les permita tener amor por el pasado de su Madre.

De su Madre, la Iglesia.

Amen

25.09.15

El camino fantástico del embrión en Costa Rica

Próximamente les contaré sobre el itinerario de la mayoría de los ciudadanos costarricenses ante el embate que está sufriendo la vida y la familia en nuestro país.

Por el momento, les traigo el artículo de Joaquín Trigueros, comunicador católico, cuyo blog podrán visitar haciendo click en el enlace colocado en el título ya que estoy segura hallarán ahí más artículos que encontrarán la mar de interesantes. 

Sin mayor preámbulo les dejo con:

El camino fantástico del embrión en Costa Rica

Justo en el momento de la fecundación, la nueva vida humana y la madre comienzan a enviarse señales repentinamente como si un despertador sonara y activará sustancias en “modo avión”  que se ponen en “modo on”, se prepararan y dispusieran a trabajar en equipo.  Inicia un intercambio de microseñales entre moléculas del nuevo diminuto niño con las moléculas de las trompas maternas, que al captar una especie de vibración conjunta,  contestan con varias sustancias que actúan como si se activara un “waze” creado por la naturaleza,  indicando al embrión hacia dónde dirigirse.  Comienza un camino fantástico, como una especie de “ruta de la seda”.

Durante los primeros días, el embrión, como una pequeña tortuga que corre para llegar al mar, sigue las indicaciones que le marca el “waze” molecular y sobrevive gracias a que genera por sí mismo como unas pequeñas inyecciones de energía que le mantienen vivo mientras recorre una especie de carretera, con los semáforos que las sustancias maternas han puesto en verde, que le permitirán avanzar y llegar entre el día 6 y 7 a la superficie interna del útero.  Luego comienza un contacto físico donde el embrión logra “alcanzar” vasos capilares de la madre, como tomando frutas de un árbol. Una semana después, dentro del nuevo ser humano,  se organiza el sistema circulatorio gracias al flujo de sangre materna que le llega a través de la placenta. El día 21 se producirá  el primer latido.

Después de presentarse y reconocerse, como cuando un artefacto capta una señal de bluetooth,  comienza un  “chateo” lleno de confianza, donde el sistema inmunológico de la madre acepta al embrión preparándole lo que será su “cuna” por varios meses.  Las sustancias liberadas por el embrión actúan como si el minúsculo niño llamara a su madre diciéndole: “¡soy yo!”,  logrando que la reacción química de la mujer sea como la de un scanner  que al reconocer el “código” del “grito”  produce una especie de antivirus que “amarra” las células tóxicas para que no se lancen como perros de ataque al detectar la nueva criatura.  Reconoce que esa nueva vida, aún de escasas células, no es ningún “alien”  sino algo que debe proteger y alimentar.

Quince días después de que el embrión se ha implantado en el útero, comienzan unos cambios hormonales en el cerebro y el resto del cuerpo de la madre.   Ante la petición del embrión, a través de “códigos de barra” de la naturaleza que la madre reconoce,  ésta genera una hormona que reduce los niveles de estrés  para que el feto encuentre un ambiente emocional y físico relajado,  para que se den los menos “picos de voltaje” que sea posible  y el embrión esté en el mejor “modo” de cero estress que es capaz de alcanzar.

Entre el segundo y cuarto mes del embarazo, las señales que envía el feto estimulan en la madre la producción de la hormona de la confianza y del apego; otra que es la reguladora de movimientos y sistemas premio-recompensa; y la que incita la producción de leche materna.  Al quinto mes, cuando la madre siente los primeros movimientos del feto, comienza una producción aún mayor de la hormona del vínculo de apego, cosa que aumentará  en el momento del parto, y después, cuando el niño ya nacido succione leche materna.

Después de cada embarazo, las células madre de la sangre del feto y su placenta pasan a la circulación materna y se almacenan en la médula ósea y se distribuyen en la piel de la madre, tiroides, hígado, riñón, pulmón, etc.  Por provenir del feto, estas células colaboran con las células madre adultas en la función regenerativa del cuerpo de la mujer.  Se tiene registrado que células provenientes de anteriores embarazos han participado en la reparación del corazón de madres que padecían cardiopatías.  Una vez que comienza una vida en su vientre,  la madre jamás será igual….

Hasta ahora, la inmensa mayoría de embriones costarricenses vivián en un ambiente  protegido, como en el mejor de los parques nacionales del mundo.  De un momento a otro, si el decreto a favor de la FIV  firmado por el Presidente  llega a ejecutarse,  muchos embriones serán creados para ser “talados” en poquísimo tiempo,  en un ambiente equivalente  de asaltos a medicina armada y de congelación permanente y de sueños incumplidos.

Algunos de los principales estudios científicos sobre la FIV, muestran que para que una mujer quede embarazada el porcentaje de probabilidad recurriendo a las más avanzadas técnicas de este método es del 28-32% cuando se utilizan de 3-4 embriones. Si se utilizan  sólo dos embriones, el porcentaje de probabilidades de quedar embarazada es del 14%.   Quién ha logrado quedar embarazada suele pasar por 4-5 ciclos.  Si la FIV comienza a ser legal en Costa Rica, una enorme cantidad  de embriones no recorrerán nunca el camino que pone en marcha esa increíble relación madre-hijo desde el momento de la fecundación y que hasta ahora para los diminutos y microscópicos embriones costarricenses era de seguridad.

 

20.06.15

En San Joaquín de Flores celebran misa bajo la forma antigua*

En Costa Rica los fieles que han solicitado la santa misa celebrada bajo la forma extraordinaria han venido celebrándola bajo el cuidado pastoral del Obispo de la Diócesis de Alajuela y del Presbítero Sixto Varela, párroco de San Joaquín de Flores.

Compartimos con ustedes la nota que al respecto elaborara el periodista Gerardo Mora Pana para la edición del ECO CATÓLICO de esta semana en la cual nos ofrece las intervenciones del padre Sixto Varela y de algunos de los fieles comprometidos con el papa emérito Benedicto XVI en la promoción de dicha celebración. 

“No son dos misas diferentes, es la única misa, el único sacrificio de Cristo, nada más que en la forma antigua del rito”, explica el sacerdote.

 

¿Ha escuchado el término de misa tridentina? “Es la Eucaristía celebrada bajo el rito extraordinario (o antiguo) que ha tomado un poco de más auge desde el Papa Benedicto XVI, siendo además una forma de celebración que la Iglesia nunca eliminó”.

De este modo el Padre Sixto Varela, párroco de San Joaquín de Flores, explicó la celebración de la cual el Papa emérito, en su momento, dijo que por su uso “venerable y antiguo, debe conservarse con el honor debido”.

Desde la reforma litúrgica que siguió al Concilio, el Papa Pablo VI aprobó un nuevo misal, y es bajo el cual, se celebra el que conocemos como rito ordinario de la misa. No obstante, muchos fieles desean la celebración del rito extraordinario y es así como este tiene lugar en San Joaquín este 21 de junio a las 11 a.m.

“Es hacer comunión con toda la Iglesia que por siglos y siglos celebró únicamente de esa forma. Grandes santos que conocemos solo conocieron esa forma, hablamos de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Pío…y toda esa lista de santos para atrás del Concilio Vaticano II”, destacó el Padre Sixto.

Ya decía el Papa emérito que “en las parroquias donde haya un grupo estable de fieles adherentes a la precedente tradición litúrgica, el párroco acogerá de buen grado su petición de celebrar la Santa Misa” bajo el rito extraordinario.

“Le hemos dicho a nuestro obispo Monseñor Ángel San Casimiro sobre este grupo de fieles, y hemos buscado un sacerdote preparado para este fin”, dijo el párroco.

 

Lecturas se proclaman en español

Maricruz Tasies entró en contacto con esta forma de celebración hace algunos años, “empecé a leer lo que decía el Papa Benedicto XVI, y de verdad la devoción se apodera de una, porque las rúbricas están diseñadas para que el alma sea capturada, desde luego, la misa es la misma en ambos ritos, pero me sucede que aquí vivo esa potencia del misterio salvífico”, dijo.

Mientras tanto, el joven Sebastián Camacho asegura que no hace falta saber latín para vivir este rito de la misa, además que el Papa Emérito permitió que las lecturas se puedan proclamar en la lengua propia de cada país.

“Comencé a aprender esta forma de celebración para servir como monaguillo, para acolitar, y me di cuenta por medio de este rito que tiene tanta reverencia y solemnidad, que puedo entender más fácil el significado de la misa”, describió.

 

Catequesis

El Padre Sixto explicó que “no son dos misas diferentes, es la única misa, el único sacrificio de Cristo, nada más que en el rito antiguo, se vive quizás más de cerca y se palpa con más facilidad esta dimensión sacrificial, donde todos estamos de frente contemplando a Cristo, empezando por el sacerdote”.

Destacó que con buena catequesis, otros fieles acogen esta forma y participan, pero igualmente, en la forma ordinaria, se debe apreciar el valor del misterio eucarístico. “Los sacerdotes debemos celebrar con mayor dignidad, sin prisas, celebrar con amor, no por un ritualismo barato o un rubricismo exagerado, sino respetando el sacrificio. El problema es cuando convertimos la misa en una obra de teatro, y traemos payasos y el coro en lugar de animar más bien distrae con ritmos y pistas que nos alejan del misterio. La riqueza del nuevo rito de la misa también es enorme, pero los sacerdotes debemos hacerlo con dignidad”, dijo el sacerdote.

Para Pablo Arias, quien también ha descubierto la riqueza del rito extraordinario, destacó, que en ambos casos “si comprendemos que la misa es un cielo en la tierra, los laicos podemos formarnos también y enamorarnos de la Eucaristía que es lo más grande que tenemos. Ningún santo se hizo santo sin la Eucaristía”, dijo.

 

* Papa Benedicto XVI pidió venerar con el honor debido

NOTA DEL BLOGERO: El sacerdote que celebra es mexicano y se traslada cada dos meses desde Nicaragua para celebrar esta forma del rito. De su parte y de parte de los fieles existe interés en ofrecer la formación que requieran los sacerdotes para aprenderla. 

16.06.15

Explicándome el quehacer de Ginnés Rodríguez, periodista (católica)

Ginnés Rodríguez es periodista y se identifica como católica, sin embargo, uno querría que se tomara el tiempo para profundizar en el concepto de familia expuesto por la doctrina para que estuviera en posibilidad de sopesar las consecuencias que para la dignidad humana podría arrojar su quehacer periodístico.

Respecto al artículo publicado en la edición digital de Teletica que tituló “Desde la Redacción: Familias sin molde” en el cual expone las reacciones tras la serie de reportajes a su cargo; sobre el mismo, es necesario destacar el punto medular sobre el que gira la caótica situación social que el contenido de sus reportajes provocó tanto en redes sociales como en lo interno de las familias, vecinos, amigos y hasta entre compañeros de trabajo.

La periodista dice alegrarse de las reacciones aunque da la impresión de no conocerlas todas y que, por lo mismo, no le es posible medir las consecuencias. 

Lo fundamental alrededor de lo cual gira el caos generado es la impresión creada por la periodista de que existe antagonismo entre la “familia tradicional” (conformada por hombre, mujer e hijos) y la familia monoparental (un solo padre o madre) la que fue introducida con habilidad quirúrgica en la mente de los televidentes que se extendiese a redes sociales y demás.

De ahí que algunas de las familias concluyeran que, como su familia no entra dentro del formato de “familia tradicional” descrito por la periodista, tampoco entra dentro del formato católico de familia.

Lo cual es totalmente falso.

Con tan solo el hecho de haber apelado a los sentimientos (no a las ideas o al pensamiento) la profesional ha creado una ficticia rivalidad provocando una profunda fractura en la sociedad costarricense con graves consecuencias al punto que, la opinión pública en cuestión de días, ha colocado a la familia conformada por padre, madre e hijos, al margen de los beneficios que la periodista pretende promover para las familias monoparentales.

Como primera reacción el resultado ha sido que, a todo miembro de familia “tradicional” al que se le ha ocurrido reclamar su lugar dentro de la sociedad le han “zampado” todo tipo de apelativos cristianofóbicos los que se leen en Facebook, Twitter y demás medios digitales arrojados de parte de quienes tienen la impresión de estar excluidos de la Iglesía.

Así es como nos llaman familias “ultra-conservadoras”,  de “católicos radicales” o, el acuñado en estos días: “activistas del lobby católico” para referirse a inocentes miembros de nuestras familias. 

De los casos más dramáticos que en redes sociales hemos personalmente verificado es la numerosa cantidad de madres solteras o divorciadas quienes, apoyadas por sus amigos y parientes, reclaman furiosas nuestro alto nivel de “intolerancia” hacia su tipo de familia; ante lo que, obviamente, hemos quedado absolutamente perplejos.  

Muy poco podríamos hacer laicos o sacerdotes para atender adecuadamente a tantas mujeres que ahora se sienten doblemente inadecuadas debido al quehacer de un profesional a quien hoy día muchos aplauden por su “gran sensibilidad social”.

¡Como pa’echarse a llorar!

De esta manera, el aparentemente inofensivo uso de un término (familia tradicional) puesto en rivalidad con otro (familia monoparental), ha construido una situación falsa y peligrosa por su profundo y largo alcance que ha dejado, dramáticamente indefensa la dignidad humana en cuanto ha vulnerado libertades fundamentales de las que gozábamos, indiferentemente, del tipo de asociación humana a la que perteneciéramos.

Echen cuenta de lo que, un católico de misa de domingo; solito (sin ayuda de nadie) es capaz de provocar. 

Echen números del poder que tiene un solo profesional que cuenta, además, con la aprobación del medio de comunicación para el que trabaja. 

Para iluminar la situación un respetable sacerdote ha dicho que, como consecuencia lógica, hemos de “enfocarnos en dar la cara para contrarrestar el esfuerzo por desacreditar a la familia y señalar la irresponsabilidad de proponer como ideal lo que muchos no han elegido o aquello que pone en riesgo el bienestar de la familia respecto a la sociedad". 

A lo que añado que, antes que todo, hemos de orar sin cesar. 

Manos a la obra!